Dirigida por John Luessenhop (Lockdown), Ladrones está protagonizada por Matt Dillon (Crash, Algo pasa con Mary [There's Something About Mary]), Paul Walker (The Fast and the Furious (A todo gas) [The Fast and the Furious], Bobby Z [The Death and Life of Bobby Z]), Idris Elba (The Wire - Bajo escucha [The Wire], RocknRolla, Obsesionada [Obsessed]), Jay Hernandez (Protegidos por su enemigo [Lakeview Terrace], Nothing Like the Holidays), Michael Ealy (Miracle at St. Anna, Siete almas [Seven Pounds]), Tip "T.I." Harris (American Gangster, ATL), con Chris Brown (Stomp The Yard: Ritmo salvaje [Stomp The Yard], This Christmas) y Hayden Christensen (Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith [Star Wars Episode III Revenge of the Sith]).
El guión está firmado por Peter Allen y Gabriel Casseus, y John Luessenhop y Avery Duff. Los productores son Will Packer (Stomp The Yard: Ritmo salvaje [Stomp The Yard], Obsesionada [Obsessed]), Tip "T.I." Harris y Jason Geter. Los productores ejecutivos son Glenn S. Gainor, Gabriel Casseus, Chris Brown y Morris Chestnut. El director de fotografía es Michael Barrett (Zohan: Licencia para peinar [You Don't Mess with the Zohan], Bobby). La dirección artística es de Jon Gary Steele (Blindado [Armored], Un funeral de muerte [Death at a Funeral]). El montaje es de Armen Minasian (Blindado [Armored]; Yo, Robot [I, Robot]). El diseño de vestuario a cargo de Maya Lieberman (Obsesionada [Obsessed], Un funeral de muerte [Death at a Funeral]). La música original ha sido compuesta por Paul Haslinger (Death Race (La carrera de la muerte) [Death Race]). El casting ha estado en manos de Lindsey Hayes Kroeger, CSA y David H. Rapaport, CSA.
Los mejores planes
La historia de Ladrones comienza con Gabriel Casseus, un actor que nunca antes había escrito un guión. Después de una noche en el legendario Mann's Chinese Theater de Hollywood, a Casseus le llegó la inspiración. "La idea para la película me llegó de principio a fin", cuenta. "Pero no sabía cómo escribir un guión. Por casualidad había leído un guión escrito por Peter Allen un par de años antes. No conocía al tío y jamás había oído hablar antes de él, pero después de leer aquel guión me dije a mi mismo: 'Voy a dar con este tío y voy a escribir una película con él'".
Casseus buscó a Allen en Los Ángeles y cuando lo encontró le propuso que colaborasen en un guión sobre un grupo de ladrones de banco tecnológicamente sofisticados y de gran nivel de vida. "Tenía algunas ideas muy específicas", recuerda Allen. "Gabe quería que fuera sobre un grupo multirracial de tíos que vestían elegantes trajes y cometían crímenes de diseño, por lo cual jamás eran atrapados. Describió el robo que abre el filme con todos los detalles. Y yo le dije: 'Vale, esto puede funcionar'".
Allen le abrió una ventana al mundo urbano que encajaba con la historia como un guante. "Para mí, Peter representa a Gordon Betts, el viejo maestro ladrón interpretado por Idris Elba", opina Casseus. "Peter es de la vieja escuela y con mucha clase, con la sofisticada esencia de un Dean Martin o un Frank Sinatra".
Allen y Casseus le dieron forma a una compleja narrativa que ofrece el mismo tiempo a ambos lados de la ley, contraponiendo al ingenioso y carismático grupo de ladrones a los igualmente astutos e implacables hombres de la ley. "Tienes que tener grandes adversarios para que las cosas se pongan interesantes", asegura Allen. "Tus policías son tan buenos como los tipos a los que persiguen".
Mientras la pareja creativa le daba forma a las ideas, Casseus continuó trabajando como actor. Cuando obtuvo un papel en la película debut del director John Luessenhop, Lockdown, supo que había encontrado al perfecto defensor para el proyecto. "John y yo nos hicimos amigos y le di el guión", cuenta Casseus. "A él le gustó y se lo llevó a Clint Culpepper de Screen Gems, quien hizo que todo sucediera".
Con el apoyo de Culpepper, Luessenhop y su socio Avery Duff pulieron el guión. "Tener a alguien como John Luessenhop para pasarle nuestro guión fue apasionante", afirma Casseus. "Él entendió por completo cuál era nuestra visión. Siempre pensaba de qué manera nuestra historia podía ser mejorada. Aportó un increíble sentido visual al proyecto".
El productor ejecutivo Glenn S. Gainor consultó con Luessenhop a lo largo de todo el desarrollo que se extendió a lo largo de varios años. "Lograr hacer esta película es un sueño hecho realidad para John", asegura Gainor. "Discutimos el guión durante meses sin parar. Y es un tributo a Clint Culpepper y Screen Gems. De verdad fue uno de esos largos procesos de los que oyes hablar en los cuales el guión espera y espera hasta que finalmente ahí está".
Luessenhop y Duff reforzaron las estrafalarias caracterizaciones que Casseus y Allen pusieron en el guión. "A pesar de que esencialmente se trata de una historia de policías y ladrones, John y yo dedicamos mucho tiempo a asegurarnos de que se pudiera empatizar con todos", explica Duff. "Cada película tiene un argumento, pero esta también tiene corazón y eso es lo que la separa de muchos otros filmes del género. Todos los personajes son complejos. Una vez que el público sabe un poco quiénes son, están más inclinados a pensar: 'Ojalá se salgan con la suya'. Eso permite que todos se identifiquen y los acompañen a lo largo de toda la historia".
"Cuando comenzamos estábamos convencidos de que el público se engancharía más si empezaban estando de un lado y más tarde se sorprendieran alentando al otro bando", continúa Duff. "Así que en un principio estamos del lado de la policía que se supone tiene que detener el crimen. Pero luego descubrimos que el otro lado es tan guay, con tanto estilo y diversión que nos gusta estar con ellos. Pero en el curso de la historia hay una colisión y esa es la verdadera tensión de la película".
El guión completo es en parte una sofisticada película de atracos, en parte un estudio de personajes y por otra, acción trepidante. "El guión es divertido porque tiene de todo", cuenta Luessenhop. "Es una película de acción pero al mismo tiempo hay mucho sentimiento. Todas las buenas películas, no importa su género, deberían poder aportarle humanidad a sus personajes"
Esta premisa ha forzado a Luessenhop a dividir su tiempo entre el trabajo con los actores en el aspecto dramático y a crear el espectáculo visceral del filme, una combinación de tareas que el director ha apreciado enormemente. "Está llena de historias personales íntimas mezcladas con una acción tremenda en el inmenso escenario de diversidad que es Los Ángeles", explica el director. "Me encantó trabajar con la gente, esas increíbles escenas de acción y un gran trabajo de cámara. Es emocionante cuando sucede frente a ti y puedes decir: '¡Sí, lo hemos cogido!' Y me llegó de la misma forma cuando alguien como Matt Dillon logró hacer una jugada de béisbol fantástica en una escena. Quise saltar sobre él y abrazarlo".
Como guionista, Luessenhop se quiso asegurar de que cada uno de los actores principales tuviera un momento para lucirse. "Todos los personajes tienen un momento propio en la película, cuando logran o resuelven algo. Esa es una de las cosas que más me enorgullece de la historia y creo que es lo que ha atraído a muchos de nuestros actores".
Ocupar el doble papel de director y guionista le ha dado a Luessenhop una gran ventaja con el reparto, explica el productor Will Packer. "John tuvo la posibilidad de articular quiénes son los personajes. Tiene un gran manejo con los actores. En un espectáculo como este tenemos mucha testosterona -ocho actores protagonistas masculinos-, así que fue estupendo tener a alguien como John, con un verdadero espíritu pacífico. Tiene un gran equilibrio y es muy claro acerca de lo que quiere. Le habla a todo el mundo con respeto y creo que todos lo respetan por eso. Trabaja muy duro, es el primero que llega al rodaje y el último que se va".
Luessenhop le da el crédito a Packer porque le dio la libertad y el apoyo que necesitaba para hacer el filme que había visualizado. "Will Packer le dio muchísimo a esta película", asegura Luessenhop. "No creo de ninguna manera que hubiésemos conseguido el reparto que tenemos sin él. Yo estaba a cargo de la dirección y tomé mis propias decisiones, pero él siempre estaba disponible para contrastar ideas o sugerir mejoras. Estuvo siempre allí, en las trincheras, tratando de hacer la mejor película posible".
Packer tiene una larga historia de colaboración con Screen Gems, donde fue productor para el estudio de filmes entre los que se incluyen Stomp The Yard: Ritmo salvaje (Stomp The Yard), Obsesionada (Obsessed) y This Christmas para el estudio. Pero él afirma que Ladrones representó una nueva oportunidad. "Como productor, esta es mi primera película llena de acción. Tuvimos muchos decorados que tenían que ser pensados, preparados y diseñados. Disfruté supervisando un proyecto de esta magnitud y alcance".
"El público se va a enamorar de nuestro equipo", asegura Packer. "Y creo que se sumarán a su aventura. A través del triunfo y del fracaso, del amor ganado y perdido, estarán junto a ellos en cada uno de los pasos que den cuando traten de dar el último e imposible golpe".
Luessenhop espera que el público se marche de la película con una experiencia que trascienda el género. "Lo que de verdad me haría sentir orgulloso es que la gente viera mucho más que karate o explosión de coches", expresa el director. "Deseo que una vez que los componentes más viscerales se hayan difuminado permanezca algo emocional".
El equipo perfecto
Para crear el reparto de policías y ladrones de Ladrones, los realizadores buscaron para los ocho personajes principales algunos de los talentos del cine, la televisión y la música del momento. Idris Elba, T.I., Hayden Christensen, Paul Walker, Chris Brown y Michael Ealy interpretan a los sofisticados fuera de la ley y Matt Dillon y Jay Hernandez representan el largo brazo de la ley.
"Tener el nivel de reparto que tenemos en esta película es verdaderamente estupendo", reflexiona Packer. "Con este tipo de reparto las cosas solo pueden salir bien. Estos tíos tienen lo necesario. Tiene una gran presencia. Rezuman confianza en sí mismos y eso se transmite a la pantalla".
"Es un gran honor tener a alguien como Matt Dillon como amalgama en este filme", continúa el productor. "Como nominado al Oscar® que es, aporta un nivel que gravita con él, como también pasa con nuestra otra nominada al Oscar®, Marianne Jean-Baptiste. Todos, desde Matt y Marianne a Jay Hernandez aportaron todo lo que tienen. Y además contamos con grandes actores como Steve Harris y Glynn Turman en papeles secundarios lo que nos da un extra".
Dillon interpreta a Jack Welles, un duro detective de la vieja escuela, adicto al trabajo, infeliz, divorciado y con una hija a la que adora pero con la que no puede conectar. Incapaz de reconciliar el trabajo con su vida personal, Welles se obsesiona con descubrir a los ladrones de bancos. "Matt era el Jack Welles ideal", cuenta Luessenhop. "Le aporta el equilibrio y el peso que el papel necesita como contrapeso al equipo de ladrones que persigue".
Dillon, que fue nominado al Oscar® por su interpretación del oficial de policía de Crash, se interesó en el proyecto por los ambiciosos objetivos de los realizadores. "John desde el principio ha tenido una gran visión para esta película", opina el actor. "Es un filme realmente grande. Tiene dos líneas argumentales que eventualmente convergen. De un lado están estos tíos que son los que dan los golpes y del otro, los tíos que les siguen la pista. Es una historia de gran formato y eso me gusta".
"No he hecho mucha acción aunque no hay duda de que es un filme de acción, pero tiene un fuerte desarrollo de personaje y una forma de contar la historia muy dinámica", agrega. "John sabía que quería mucha acción y que fuera muy real. Pero en ningún momento dejó que los aspectos técnicos le hicieran olvidar quién era esa gente. Hay material bastante doloroso en ambos bandos. No se trata de una simple historia de policías y ladrones".
Dillon y Jay Hernandez, que interpreta a su compañero Hatcher, tienen una química que no se puede fingir, opina Gainor. "He trabajado con Jay en bastantes películas y él realmente vive sus papeles. Hicimos una película titulada Quarantine y cuando mi esposa vino al rodaje le preguntó si de verdad había trabajado en un destacamento de bomberos".
Dillon también admira el compromiso de Hernandez como actor. "Me encantó la química que había entre nosotros. Hatcher es más relajado que Welles, más fácil de llevar y con muy buen sentido del humor. Jay es muy natural, por lo que cuando trabajamos juntos es como mantener una charla".
Al otro lado de la delgada línea azul, Idris Elba como Gordon Betts y Paul Walker como John Rahway son los líderes del equipo de ladrones. Elba es un actor británico que captó la atención del público estadounidense cuando interpretó a Stringer Bell en la aplaudida serie de HBO, The Wire - Bajo escucha (The Wire). "Idris es una estrella de cine desde el minuto cero", afirma Casseus. "Las mujeres lo adoran. Incluso cuando le disparan en la serie y está obviamente muerto, escuché a mujeres inteligentes decir: 'Ojalá se ponga en pie y se libre de esta'".
Elba está dotado con una cualidad inefable que en Hollywood llaman "presencia", según Luessenhop. "Se te van los ojos hacia él automáticamente. Idris define a su papel con cada cosa que hace, la forma en que lleva el maletín o como se sienta a la mesa".
Walker, bien conocido como Brian O'Conner de la franquicia The Fast and the Furious (A todo gas) (The Fast and the Furious), iguala la callada intensidad de Elba como Rahway, el otro líder del grupo. "Paul tiene algo de Steve McQueen, con esos ojos azules", opina Luessenhop. "Solo tiene que mirar hacia algún sitio y automáticamente quieres saber qué está haciendo. Y me encanta la interacción entre Paul e Idris. Puedes pensar que esos tíos no tienen nada en común, pero en la pantalla se ven como algo único, una cálida amistad".
John Rahway, apunta Walker, puede parecer alguien sin pretensiones para el observador casual. "Encaja bien en Wall Street. Pero todos esos tíos necesitan emociones. Les gusta vivir como reyes y un trabajo de 9 a 5 no va con ellos. John es un tío muy cabal que mantiene la cabeza fría en situaciones de verdadera tensión. Si las cosas se complican, él será quien entre y te rescate".
"Es por eso por lo que él y Gordon se llevan tan bien", agrega el actor. "Ellos saben bien quién es cada uno de ellos y la forma en la que se complementan. Saben que cuanto más se juegue con fuego, más posibilidades hay de quemarse. Así que han acordado dar solo un golpe al año y dejar que las cosas se enfríen antes de intentar otro".
Cuando se le pregunta acerca de sus compañeros de reparto, Walker cuenta que creció viendo a Matt Dillon y que disfrutó viendo el reciente trabajo de Elba. El filme también le dio la oportunidad de trabajar con una cara conocida, Michael Ealy, quien apareció en 2 Fast 2 Furious (A todo gas 2) (2 Fast 2 Furious). "Ealy es un tipo muy genuino", afirma el actor. "Trabajamos juntos hace un par de años y no ha cambiado nada. Es un profesional que se toma su trabajo muy en serio".
El catalizador del feroz enfrentamiento final del filme es Ghost, interpretado por el artista del hip hop y actor ganador del Grammy®, T.I. Liberado de prisión un día antes del último golpe del equipo, Ghost está ansioso por volver al negocio. "Les deja ver lo mucho que le deben", cuenta T.I. "Entonces les propone un trabajo. Cuando aparece en el Mercury Lounge, ya ha removido cielo y tierra para conectar todos los puntos. Es el trabajo que siempre habían querido hacer, el más grande. Y él tiene todos los pros y los contras resueltos".
"Ghost es el personaje más interesante que jamás he interpretado", continúa el artista. "Es imprevisible y se le ve la escuela de la calle. Y tiene algo que no está del todo bien. Quieres que esté de tu lado si la cosa se tuerce, pero no confiarías en él lo más mínimo".
Para T.I., encontrar el lado amable de Ghost fue primordial. "Quería que fuera un personaje querible", afirma el rapero convertido en actor. "Ghost es un manipulador, pero siente que tiene que manipular si quiere recuperar su posición dentro del grupo. Ha estado en la cárcel por estos tíos y no siente que le hayan sido leales. Jake está con su ex, Lily. Nadie se interesó en él mientras estuvo detenido. Él podría haberlos delatado en cualquier momento, pero no lo hizo. No toman en cuenta todo eso como a él le gustaría, así que está un poco resentido. Tal vez Ghost sea un tipo malo, pero es alguien por el que sientes cosas. Es un personaje complejo".
"Quería que fuera accesible y no estirado", agrega. "También requería un poco de sutileza para mantener al público en ascuas. No quieres que ellos adivinen qué se trae entre manos".
A pesar de que T.I. es relativamente un novato en esto de la actuación, nadie lo diría si se tienen en cuenta los comentarios de sus compañeros. "El hombre es frío como el hielo", describe Paul Walker. "Creo que ha aprendido todo lo que sabe empíricamente y eso le da una confianza en sí mismo que irradia al exterior. Atrapa la atención. Tiene una postura corporal fenomenal, piensas que ha estado en el ejército".
"Lo ves trabajar y es como si no estuviera la cámara delante", agrega Casseus. "Su esencia en conjunto me recuerda a la que tenía Tupac en la pantalla. Tiene talento natural y la habilidad de recurrir a sus propias experiencias y resultar real".
El director Luessenhop coincide, T.I. como actor es una central eléctrica. "Solo la manera de hablar y caminar es interesante y lo desmarca del resto del equipo".
Para el artista de la música nominado al Grammy® Chris Brown, quien ya ha sido la estrella de los éxitos de Screen Gems, Stomp The Yard: Ritmo salvaje (Stomp The Yard) y This Christmas, Ladrones representó la oportunidad de romper con su imagen de artista musical que de vez en cuando actúa. "Este papel es muy diferente a lo que he interpretado hasta ahora", cuenta Brown. "En las películas anteriores hice lo que hago habitualmente, que está muy bien, pero también es estupendo poder utilizar otras habilidades".
Este filme es el tercer proyecto del productor Packer con Brown, que solo tenía 19 años cuando rodó la primera. "Puede que no sea capaz de bailar con movimientos 'krump' como él, pero nadie produce una película con Chris Brown como yo", ríe Packer. "Él estaba en su elemento en sus dos primeras películas. En Stomp The Yard: Ritmo salvaje (Stomp The Yard), era parte del grupo de bailarines, lo que para Chris es como respirar. En This Christmas, era un joven que cantaba, lo que tampoco le supuso mucho esfuerzo. Baila, corre, salta, juega al baloncesto. Este chico tiene una energía ilimitada, es capaz de hacer cualquier cosa atlética que se le pida".
Lo que lo hace perfecto para el género de acción, según el punto de vista de Packer. "En esta película tiene la oportunidad de demostrar otros talentos", continúa el productor. "Salta de coches en movimiento, de edificios, rebota en el techo de un taxi y disfruta de cada minuto. No hay nada de lo que hace que no crea que pueda hacer y por supuesto, insistió en hacer sus propias escenas peligrosas".
Algo que no siempre fue del agrado del productor. "Una de mis responsabilidades es proteger a nuestro talento clave. Hubo algunos momentos en el rodaje que hubiera querido tener a un doble entrenado, alguien que hace eso para ganarse la vida, y lo hace todos los días, en lugar de uno de nuestros principales actores. Chris no siempre estuvo de acuerdo. A veces tuvo que retroceder, pero es genial tener a un actor que quiere dar el 110%".
La precipitada huida de Brown en el sur de Los Ángeles para esquivar a la policía es una de las piezas más excitantes de la película. Utilizando elementos del deporte atlético acrobático conocido como 'parkour', Brown supera obstáculos aparentemente imposibles sin ninguna ayuda. "Tuve que saltar de una planta de un edificio a otra inferior escalando la pared", cuenta el actor. "Fue difícil porque tuve que cogerme a la pared mientras caía. Pero quedó muy bien".
Pero para Brown mucho más divertido que las escenas peligrosas fue trabajar con tantos actores de gran calibre. "Soy fan de toda esa gente", asegura. "Los he visto trabajar mientras crecía y quería ser como ellos. Ser parte de esta magia es increíble".
Brown demostró ser un estudiante rápido, y estuvo a la altura de sus más experimentados compañeros de reparto en algunas de las escenas más emocionales de la película. "Tengo que dar crédito a Michael Ealy, que interpreta al hermano de Jesse, Jake, que guió a Chris en ciertas escenas", afirma el director. "Ese es el tipo de intensidad emocional que aporta. Y también es muy guapo, con esos ojos azules y esa gran sonrisa, Ealy lo tiene todo".
El personaje de Ealy es el dueño del Mercury Lounge, un club de jazz donde se reúne el equipo, y también es uno de los ladrones de banco. "Es el experto en explosivos del equipo", explica el actor quien recientemente ha aparecido en la serie de televisión Flash Forward. "Jake es un tío bastante directo, pero en la película se ve forzado a transitar por algunas situaciones escabrosas".
"Jake es el único del grupo que no quiere dar el último golpe", se explaya Ealy. "Su instinto acerca del plan y de la persona que se los plantea le dice que la idea es mala. Él quiere ser fiel al código con el que siempre han vivido, uno o dos trabajos al año. Pero se mantiene fiel a su equipo a lo largo de todo el proceso".
El actor se siente agradecido al director por haberle dado la oportunidad de ayudar a dar carne a su personaje. "No robé ningún banco para prepararme", dice. "Pero traté de darle al personaje un sentido más profundo de quién es y de por qué hace determinadas cosas. Por ejemplo, en el guión él le da una gargantilla a su novia Lilli. Pero yo sugerí que le pidiera que se casase con él. Esto sube un poco las apuestas y eso es lo que traté de hacer con el personaje a lo largo de todo el filme, darle más profundidad".
Sus papeles en Miracle at St. Anna y Nunca mueras solo (Never Die Alone) le dieron a Ealy una gran experiencia en el manejo de armas. "El entrenamiento con armas de fuego para esta película fue muy divertido", recuerda. "Hicimos muchas rondas con armas cargadas, cosa que solo había hecho una vez. Las ametralladoras eran mis preferidas, pero la escopeta es una de las armas más intensas que jamás haya disparado. La posibilidad de disparar ese tipo de armas justifica al personaje".
Trabajar con un reparto coral con gente a la que ha admirado de siempre convirtió el rodaje en algo realmente memorable para Ealy. "Nos pagaron para divertirnos con un grupo de colegas, lucir unos trajes fantásticos y estar estupendos", reflexiona el actor. "Últimamente he hecho algunas cosas serias, y para mí fue una gran oportunidad para disfrutar. Es una película divertida, pero también tiene un gran sentido humano que hace que sea algo más que una película de atracos. Pasamos el mismo tiempo conociendo a esos personajes que con el golpe en sí".
Hayden Christensen completa el círculo de amigos en el papel de AJ, chico de oro de la Ivy League , con debilidad por el jazz y el blues. "Hayden Christensen aportó muchísimas buenas ideas", reconoce Luessenhop. "Siempre pensaba mucho en lo que trabajaba y cómo quería hacer las cosas. De hecho, habitualmente tenía razón. Tiene un gran criterio y le dio vida al personaje. Ahora mismo, no podría imaginar a nadie más que Hayden como AJ".
Christensen es probablemente conocido por su famoso papel como Anakin Skywalker en la saga de la Guerra de las Galaxias (Star Wars), que le supuso una atención no deseada mientras rodaba. "La gente en L.A. trata de ser bastante natural en cuanto a ver actores y rodajes", cuenta Walker. "Pero el niño que todos llevamos dentro en algunas ocasiones se deja llevar por el entusiasmo: '¡Oh, Anakin está aquí!' Pasó un par de veces y jamás dejamos que lo olvidara".
Uno de los aspectos más satisfactorios del filme para todos los miembros del reparto fueron las relaciones que se formaron en el rodaje y que reflejaban las relaciones de la película. "Lo que guardaré durante mucho tiempo son las personalidades con las que trabajé", confiesa Walker. "Llevo actuando unos diez años y los recuerdos son lo mejor. Sé que en diez años me encontraré con Chris Brown, probablemente yo ya esté calvo y él aún seguirá bailando. Y hablaremos de cómo fue trabajar juntos en Ladrones. Eso es algo estupendo".
Superar el desafío: Vestuario, coches, localizaciones y explosiones
Cada película es en parte guión, en parte actores y otra parte localizaciones, según el productor ejecutivo Glenn S. Gainor, que entre las docenas de títulos que ha producido se incluyen Un funeral de muerte (Death at a Funeral), Habitación sin salida (Vacancy) y Salvajemente tiernos (Happy, Texas). "En este caso en particular, fue una mezcla fenomenal: un talentoso reparto, un guión estupendo y unas localizaciones fantásticas. Los Ángeles es imbatible, y las localizaciones del sur de la ciudad que elegimos es una versión de la ciudad que no se ve en el cine".
El filme originalmente transcurría en la ciudad de Nueva York, pero después del 11 de septiembre, los realizadores decidieron poner sus miras en la Costa Oeste. "La primera vez que vi el guión me dije: 'Fundido a: San Francisco'", recuerda Gainor. "Pensamos incorporar todos los elementos icónicos de la ciudad. Pero San Francisco tiene sus desafíos".
También se consideró una alternativa en el Lejano Oriente. "Tuve una versión en Hong Kong con un reparto internacional", rememora Luessenhop. "Para mí ahora es difícil imaginar el filme en cualquier otro sitio que no sea Los Ángeles. Escogimos utilizar la parte más glamurosa de L.A., pero la película está cimentada en las calles para poder incorporar los sitios más emblemáticos, como el cartel de Hollywood, el estadio de los Dodger y Hollywood Hills."
Una de las localizaciones más chic es el hotel Roosevelt, situado en medio de Hollywood. "El hotel Roosevelt es el mejor lugar del mundo", afirma Avery Duff. El Roosevelt, donde transcurre la escena del clímax de la película, fue el lugar donde se celebró la primera edición de los Oscar® y se convirtió en el lugar de la gente rica y famosa de la industria cinematográfica desde que abriera sus puertas en 1927. Después de una completa reforma en 2005 recuperó su esplendor Art Decó y una vez más es el lugar para ver y ser visto.
Pero el Roosevelt es solo una de las extraordinarias localizaciones de la película con más estilo que haya producido Hollywood en los últimos años. Ladrones debe su singular look a un trío de profesionales de primera fila: el diseñador artístico Jon Gary Steele, la diseñadora de vestuario Maya Lieberman y el director de fotografía Michael Barrett.
"Michael creó un estilo y look singular para esta película", reconoce Will Packer. "Tiene un ojo increíble para planos nada tradicionales. Se verán colores brillantes y vívidos que se saldrán de la pantalla, ángulos de cámara y barridos más arriesgados que los que se ven normalmente".
"Tenemos un plano donde el equipo va hombro con hombro camino al club después de haber dado un golpe perfecto. Nos tomamos nuestro tiempo para rodar porque esta era la quintaesencia de estos tíos, no tienen nada de lo que preocuparse, solo confianza en sí mismos y superioridad".
Lieberman tuvo un enfoque agresivamente innovador en cuanto al diseño de vestuario, creando un look distintivo para cada personaje. Incluso el ejecutivo de Screen Gems, Clint Culpepper ayudó a seleccionar la ropa. "Cuando me presenté a la prueba de vestuario, Clint Culpepper, el presidente del estudio, estaba allí", cuenta Paul Walker. "Tenía muy claro qué era lo que quería".
"En el guión se reflejaba que el personaje de Idris, Gordon, vestía de forma bastante llamativa", continúa el actor. "Pero esa era la única mención que había. Sin embargo, Clint tenía en mente un look muy específico para cada uno de nosotros. Lo que mejor me sienta es Dolce y Gabbana, así que todos los trajes que llevo en la película son D&G".
Packer admite que no fue realmente un desafío que el reparto se viera estupendo. "Tenemos un reparto de gente muy guapa", asegura. "Y a esos tíos los trajes les quedan pintados. Tienes cinco o seis tíos, todos menores de 30 años, vestidos en trajes de muy pero muy buen corte, corbatas, gemelos, pañuelos y zapatos de cordones. No es un look que se haya visto antes y ellos están más que a la altura. Aprovecharon la oportunidad de vestirse así y lo llevan más que bien".
Además de este único estilo de sastrería, cada personaje expresa su individualidad a través del coche que tiene, después de todo, están en Los Ángeles. "Hay una escena fuera del Mercury Lounge que rodamos como si fuera un vídeo musical", explica Packer. "Todos ellos aparcan sus lujosos coches, uno por vez, y da por resultado un fantástico plano de ellos recortados sobre el horizonte de Los Ángeles, entrando en el club como si fueran los dueños del mundo".
Algunos de los actores tenían opiniones bastante formadas acerca de los coches que sus personajes deberían conducir y no siempre coincidía con los productores. "Hubo alguna que otra discusión acerca de quién tenía que conducir qué", confiesa Packer. "Todos querían el mejor coche. Idris tiene el Range Rover, Paul Walker lleva un descapotable y Hayden Christensen un Cadillac. Michael Ealy conduce un todoterreno y Chris Brown tiene una moto. Les dejamos opinar, pero si hubiéramos accedido a lo que querían, cada uno de ellos conduciría un coche de medio millón de dólares".
Con solo 45 días de rodaje para más de 300 escenas, los productores en varias ocasiones tuvieron que tener dos unidades operativas al mismo tiempo, una para la acción y la otra para las escenas dramáticas.
La más intrincada secuencia de la película, en la que dos camiones caen en un gran hoyo debajo de una calle de Los Ángeles, fue la que representó el mayor desafío. "John y yo tratamos de ver de qué manera uno tira un camión en las entrañas de Los Ángeles", recuerda Gainor. "Nos dimos cuenta de que íbamos a tener que construirlo todo, porque no íbamos a poder hacer un agujero en una calle pública".
"Si veis acción es que hacemos acción", explica. "Nada es 'virtual', y eso es lo que hace fantástica a esta película".
Como ejemplo, los dos productores apuntan a la misma escena, la favorita de ambos. "Tuvimos que hacer volar un helicóptero", relata Packer. "Ese fue sin duda el mejor día. Llamé a un amigo y le conté: 'No vas a creer lo que hice hoy. Literalmente he volado por los aires un helicóptero de verdad fuera del estadio de los Dodger".
Gainor es feliz de poder ofrecer algunos consejos a la hora de hacer explotar un helicóptero. "Esto es lo que necesitáis saber, antes se necesita un montón de gasolina. Luego un helicóptero que no funciona -es mucho más barato-, pones bombonas de gas en el cuerpo del helicóptero y lo ruedas -de verdad- en el estadio de los Dodger. Cuando lo haces explotar, solo tienes una toma, solo una. Todo el mundo tiene que alejarse, rodamos con cuatro o cinco cámaras al mismo tiempo y fue perfecto".
Luessenhop está seguro de que cuando el humo se disipe -literal y figuradamente- el público disfrutará Ladrones como un giro a las clásicas películas de atracos, pero que recordarán por los personajes y por las relaciones entre ellos. "Nos planteamos hacer una gran película de género", afirma el director. "Y creo que la hicimos. Pero la conexión emocional hace que esta película tenga más de una nota. La combinación de ambas es lo más satisfactorio y eso es lo que espero llegue a nuestro público".