En el thriller policial Ladrones, un grupo de jóvenes criminales de alto nivel financian su extravagante estilo de vida con una serie de elaborados atracos a bancos mientras un oficial de policía se impone como misión personal atraparlos en plena acción. Después de años de golpes planificados meticulosamente, uno de los integrantes del equipo convence a los demás de arriesgarlo todo en un último y gran robo; pero salir airosos del trabajo de sus vidas con un obstinado detective y un despiadado rival del crimen organizado pisándoles los talones es un gran reto, incluso para estos experimentados profesionales.
Amigos de toda la vida Gordon Betts (Idris Elba), John Rahway (Paul Walker), A.J. (Hayden Christensen) y los hermanos Attica, Jake (Michael Ealy) y Jesse (Chris Brown), financian su lujoso estilo de vida lleno de coches extravagantes, mujeres hermosas y dinero a manos llenas con intrincados robos de bancos. Evitan que los cojan gracias a la planificación de hasta el más mínimo detalle, sin dejar huellas y con uno, solo un trabajo por año.
Su última gran travesura, un golpe de 2 millones de dólares, atrae la atención de un detective del departamento de policía de Los Ángeles, Jack Welles (Matt Dillon), un policía de la vieja escuela que ha sacrificado su matrimonio, su hijo y toda su vida personal por el trabajo. A pesar de la falta de apoyo de su departamento, Welles está decidido a atrapar a la escurridiza banda antes de que vuelva a dar otro golpe.
Mientras el grupo celebra su último audaz robo con un cóctel de lujo, Ghost (T.I.), un viejo camarada de armas recientemente liberado de prisión, les hace una propuesta irresistible. El único miembro del equipo que ha sido arrestado en un viejo golpe de la banda, afirma que tiene un plan que les dará dinero suficiente para dejar para siempre sus máscaras de esquí: el robo de un camión blindado que lleva más de 12 millones de dólares. Pero tienen solo cinco días para hacerlo, después de ese plazo la oportunidad se perderá para siempre.
A pesar de que dar un golpe a continuación de otro va en contra de las estrictas reglas de conducta del equipo, la atracción del dinero es mucha y deciden arriesgarse en un asalto a plena luz del día en una concurrida calle de Los Ángeles. Con solo un par de días para prepararse, el grupo pone en marcha un complicado esquema que, sin saberlo, los coloca en el camino de un grupo de la mafia ruso.
Al mismo tiempo, Welles descubre un complejo entramado de evidencias que lo conduce de un insignificante traficante de armas, a los rusos y finalmente... al jefe del grupo Gordon Betts. Sin tiempo, con viejas rivalidades, inesperadas traiciones, enemigos desconocidos y la simple mala suerte, el plan se complica, dando por resultado un mortal enfrentamiento que nadie esperaba.