Rango es la primera película de animación dirigida por Verbinski, quien convirtió a la saga de Piratas del Caribe en una fábula contemporánea apreciada por el público de todo el mundo. Ahora, le aporta ese vigoroso sentido del humor a una clase de saga diferente: el quijotesco viaje de un cómico camaleón ambientado en un áspero un mundo del Oeste tan real que uno siente el regusto del polvo en la boca. Rango supone también la primera vez que los magos digitales de la productora de efectos digitales Industrial Light & Magic (ILM) realizan un largometraje de animación. Aprovechando su experiencia en algunas de las películas de acción y aventuras más entrañables, forjan una original estética y sensibilidad.
"Rango es la historia de un lagarto en busca de su identidad y la historia de cómo se convirtió en una leyenda", dice Verbinski. "Es una historia chispeante y explosiva que tiene humor, romance, emoción y muchas sorpresas. Rango es un personaje desmesurado, mitad Hunter S. Thompson y mitad Don Knotts, y Johnny Depp se calza sus botas y le da una especie de osada grandeza, con todos sus engranajes echando chispas".
Continúa Verbinski: "Hacer esta película fue como reunir a una troupe teatral con un extraordinario conjunto de actores, artistas y animadores fundiéndose en un proceso de cooperación en el que todos se fertilizaban mutuamente para dar vida a un gran grupo de personajes. Con las aportaciones de ILM y reinventando los espagueti-western clásicos, fuimos capaces de lograr un paisaje cinematográfico completamente diferente. Es un homenaje a los grandes temas del Oeste y resulta a la vez muy divertida al volverlos del revés".
Creando Rango: Cómo el camaleón con una misión recorrió el camino desde la Imaginación hasta la Realidad Virtual
Gore Verbinski es famoso por sus super-taquilleras e imaginativas películas de acción real repletas de aventuras e irresistiblemente entretenidas pero, en el fondo, la narrativa es la narrativa. Ya sea trabajando con actores humanos o con criaturas digitales, con cámaras reales o virtuales, el objetivo de Verbinski es siempre el mismo: elevar los niveles creativos hasta lograr algo que el público no se espere ni haya experimentado antes. En ese sentido, hacer Rango tuvo mucho en común con Piratas.
"Nunca antes había hecho una película de animación, pero tampoco había hecho nunca una película de piratas", observa Verbinski. "La idea era no abandonar todo lo que sabíamos y todo lo que hemos aprendido, sino pasar toda esa brillante chispa cinematográfica de la acción real a la animación".
La idea para Rango nació durante un almuerzo hace varios años, antes incluso de que Verbinski hubiera irrumpido en el género de capa y espada con las películas de Piratas, cuando se reunió con el productor John B. Carls (Colegas en el bosque) y el escritor de libros infantiles David Shannon para sopesar diversas ideas. Los tres empezaron a hablar de lo divertido que sería abordar una frontera clásica (el western norteamericano) de una forma completamente atípica, inspirándose tanto en John Ford, Sam Peckinpah y Clint Eastwood como en Tex Avery y John Lasseter.
"Volví a casa e inmediatamente escribí un borrador de 8 páginas, y ese fue el principio de Rango", recuerda Verbinski, "pero entonces me lié un poco con las películas de Piratas. Después de la tercera película de Piratas, yo estaba deseando tomarme un respiro, y entonces saqué aquellas viejas notas, llamé a los muchachos y les dije: 'Creo que esto es estupendo para hacerlo ahora'".
Carls estaba muy ilusionado al ver lo lejos que podían llegar la imaginación y la irreverencia de Verbinski sobre el amplio lienzo de la animación. "Pensé que sería fascinante ver lo que pasaría si le aportase todo su talento visual y cinematográfico a un western animado, tomando todas las convenciones del género y dándoles un giro diferente", dice el productor. "El público siempre quiere algo nuevo y fresco, y ciertamente lo van a tener con Rango".
Formando parte del proyecto estaba también Graham King, uno de los productores más arriesgados y de mayor éxito, entre cuyas películas están la oscarizada Infiltrados, así como varios proyectos para Johnny Depp. Para King, su atractivo era sencillo: "Gore es uno de los directores más imaginativos y emocionantes que existen, y era seguro que su primer proyecto animado iba a continuar esa tendencia".
Verbinski reunió a un trío de guionistas compuesto por él mismo, James Ward Byrkit (que fue asesor conceptual en las películas de Piratas) y al premiado guionista John Logan (entre cuyas películas, más bien dramáticas, están la oscarizada Gladiator, El último samurai, la película de Martin Scorsese El aviador, la adaptación cinematográfica de Sweeney Todd y las películas de próximo estreno Coriolanus, Hugo Cabret y la próxima de James Bond).
Pronto se les uniría, en una serie de desmadradas y desinhibidas sesiones de lluvia de ideas para la historia, Mark "Crash" McCreery, el mago de los efectos visuales que se ha especializado en la creación de ingeniosas criaturas para la serie de Piratas, así como en películas de acción tan innovadoras como Parque Jurásico y Terminator 2.
El grupo se concentró primero en todos y cada uno de los westerns que ha producido Hollywood: desde la tensión clásica de Shane hasta los giros satíricos estilo espagueti de El bueno, el feo y el malo, desde la astuta camaradería de Grupo salvaje hasta el desmadre vodevilesco de The Gang Who Couldnt Shoot Straight. Rebuscaron entre el surtido mítico de arquetipos del western: rancheros en busca de justicia, arteros bandidos, alcaldes corruptos, intrépidos pistoleros, niños ingenuos, mujeres duras pero tiernas y abogados nerviosos, y luego trasladaron todo eso a un reino fantástico de animales del desierto con sus propias realidades peludas, aladas y reptantes. Hablaron durante horas sobre el argumento y los personajes, no solo perfilándolos y bosquejándolos, sino también interpretando sus historias, dando vida en el momento a cada una de sus peculiares personalidades.
Pronto, las ideas se convirtieron en personajes completos, y los personajes hicieron que cobrase vida el pueblo de Polvo. "Cuando te sientas con los demás a hacer las voces, te das cuenta de cosas acerca de los personajes, y así era como avanzaba el proceso narrativo", explica Verbinski. "Se nos ocurrieron todas esas personalidades tan diferentes, que son bastante desaliñadas, polvorientas y sombrías, y que aún así, a su modo forman una familia".
Recuerda John Logan: ""Nos sentábamos en torno a una mesa grande y nos poníamos a lanzar ideas durante horas. Dado que ese mundo era tan mercurial y extraño, podíamos debatir sobre cualquier cosa. Era locamente creativo".
Todo empezó metiéndose en la mente reptiliana, pero con un corazón profundamente anhelante, del propio Rango, que deja atrás su vida como mascota con delirios de grandeza para vivir una aventura mucho más fantástica de lo que nunca llegó a soñar. Tras llegar al pueblo de Polvo, el arrogante lagarto pronto recibe la estrella del sheriff, pero lastrada por el conocimiento de que ni los sheriffs ni los forasteros viven mucho tiempo en esos lares. Ilusionado por ser al fin el centro de atención y temiendo a la vez las consecuencias de resultar un fraude, Rango llega a una encrucijada transformadora en su viaje.
"Creo que lo que hace que Rango sea tan divertido y atractivo como personaje es que tiene su propia y original perspectiva del mundo", dice Logan. "Tiene un garbo extraordinario, un estilo personal, y es un tipo muy teatral porque se ha criado en su pequeño terrario viendo la televisión. En realidad ha sido siempre un marginado solitario, pero lo único que quiere es ser amado. Quiere ser alguien. Y encuentro eso muy conmovedor. Quiere ser un héroe, como todos lo hemos querido ser alguna vez, y en el transcurso de la historia tiene la oportunidad de conseguirlo. Cuando llega a Polvo, realiza un viaje muy universal que resulta tratar acerca del poder de confiar en uno mismo, de aprender a saber quién eres realmente, y de entrar a formar parte de una comunidad. Da igual que uno tenga 4 años, o 44 o 104, son unas buenas lecciones que merece la pena recordar".
El mayor problema de Rango llega hasta el nivel mismo de su especie: puede fingir ser casi cualquier cosa, pero en el fondo sabe que fingir no va a ser suficiente para salvar a Polvo en sus momentos de apuro. Explica Byrkit: "Al ser un camaleón, Rango puede ser muchos personajes asombrosos y diferentes, pero eso hace difícil saber quién es él en realidad. Pero con todos los problemas que padece Polvo, no tiene más remedio que averiguarlo. Creo que sus retos parecen auténticos porque todos tenemos que pasar por eso de una manera o de otra".
A medida que Rango iba cobrando vida con toda su escamosa perfección, también lo hacían los amigos y enemigos que hace en Polvo: una pléyade de más de 30 extravagantes personajes principales, cada uno de ellos con su propia y compleja historia. Entre ellos están Habas (Isla Fisher), el lagarto que se congela en los momentos más inoportunos, Priscilla (Abigail Breslin), la impertinente ratita que termina por creer en Rango, Armadillo (Alfred Molina), el quijotesco armadillo que se convierte en el guía espiritual de Rango, Veneno Jack (Bill Nighy), el bribón más escurridizo del pueblo, Baltasar (Harry Dean Stanton), el jefe de los perros de la pradera, Bill el Malo (Ray Winstone), un lagarto de gila pistolero, Doc (Stephen Root), un conejo borrachín, Alcalde (Ned Beatty), el correoso y enérgico alcalde, Angelique (Claudia Black), la asistente del alcalde literalmente zorruna, Ambrose (Ian Abercrombie), el búho jugador, y la estoica ave de presa Pájaro Herido (Gil Birmingham), por nombrar solo unos cuantos.
También aparecen unas cuantas especies que nunca antes habían tenido protagonismo cinematográfico, entre ellos una misteriosa cohorte de bichos-bola, unos insectos regordetes que en Rango adquieren una cualidad etérea y espiritual al ayudar a Rango en el momento cumbre de su viaje.
"Cada personaje tiene su momento y su sentido del humor, y a su manera, todos ellos parecen muy humanos, da igual de qué especie sean", dice Logan.
Añade Verbinski: "La idea que había detrás de tener tantos personajes era que cualquier espectador pudiera encontrar su propio prototipo o héroe personal en el conjunto".
A medida que cobraban vida, unos tras otro, la amplia gama de personajes anunciaba la divertidamente retorcida visión del western que ofrece la película: un relato de cómo el Oeste podría ser conquistado no solo por vaqueros, forajidos y hombres de negocios, sino por un camaleón del siglo XXI que solamente quiere gustar a todo el mundo, a cualquier precio.
"Pasamos de un género a otro", observa Logan. "Hay momentos que son un puro western de John Ford, pero a continuación hay momentos de vodevil desmadrado, hay romance, hay humor ligero, hay ingenio sofisticado, hay momentos desternillantes y momentos muy conmovedores, y sin embargo después de todo la historia siempre regresa a Rango y al corazón de ese pequeño lagarto".
Desde el principio, estaba claro que este grupo de intrusos de la animación le iba a aportar una mentalidad fronteriza a toda la producción. "Cuando se lleva a un montón de tipos reales al mundo de la animación, van a hacer las cosas de una forma diferente", observa Byrkit, "y eso formaba parte de la diversión". Logan remata: "Puesto que no conocíamos las reglas tradicionales de la animación, no teníamos por qué cumplirlas".
Eso se hizo realidad sobre todo una vez que Crash McCreery y los artistas conceptuales empezaron a metamorfosear bocetos de personajes en dibujos vibrantemente reales, que a su vez inspiraron a los escritores para ir más allá, lo que a la vez forzaba a los dibujantes a idear detalles cada vez más intrincados e inesperados, poniendo en marcha una especie de círculo vicioso de ideas creativas.
"La cosa se empezó a poner realmente interesante cuando decidimos que queríamos aumentar los detalles, la textura y el realismo cinematográficos de esos personajes", explica Byrkit. "Crash llegó y 'crashificó' nuestras ideas, llevando los dibujos a un plano completamente diferente, y entonces los artistas de ILM convirtieron aquello en una ciudad viva y coleando en la que uno cree".
A McCreery le impulsaba el deseo de hacer que sus personajes animales fueran tan divertidos, imperfectos y conmovedores como cualquier conjunto de seres humanos. "Creo que todos empezamos a ver a Rango como una película de acción real que le sucede a unos protagonistas animados", dice. "Lo más importante era sumergir completamente al público en la historia, para que se preocupara de verdad por Rango y por lo que le va a pasar".
El reseco pero hermoso paisaje desértico le añadía otro matiz narrativo más a la historia, permitiendo a los artistas explorar el atractivo salvaje y anárquico y los bruscos contrastes de la naturaleza que se convierten en parte de la leyenda de Rango. "El desierto es un lugar fascinante, emocionante y peligroso", observa McCreery. "También es un lugar de introspección, un sitio de inspiración y meditación que uno desea explorar. Queríamos captar esa sensación de grandes paisajes y ese pequeño lagarto dentro de ellos intentando averiguar quién es y cómo puede encajar en el mundo".
Una vez que el equipo tuvo un pueblo entero de personajes polvorientos y marginados, aunque innegablemente encantadores, una línea argumental que les entretenía y les hacía moverse, y un creciente montón de storyboards que hacía que los primeros que los vieron los observaran encantados, estuvieron listos para continuar con los siguientes pasos para hacer realidad la surrealista búsqueda de su identidad de Rango. Siguiendo por lo general su propio ritmo, Verbinski estaba a punto de reunir a su elenco de voces como si fueran a rodar un western cómico de acción real.
Rango pisa el escenario: Utilizando la "captación de emociones" para conseguir la sensación cruda y orgánica de los actores actuando
Una vez que Gore Verbinski empezó a reunir el reparto de Rango (juntando a algunas las estrella cinematográficas más divertidas y encantadoras para interpretar a la idiosincrática pandilla de personajes del Oeste), les explicó a los actores que estaba dispuesto a subvertir todas las reglas habituales de la interpretación en animación.
Normalmente, un actor o actriz que interprete a un personaje animado llega al plató y graba sus líneas a solas en una cabina aislada y estéril. Con ese entorno, se pone el énfasis en captar el audio. Pero Verbinski buscaba esa clase de energía fecunda y caótica de la que obtienen los actores sus interpretaciones más inspiradas a nivel cómico. Así que hizo justo lo contrario. Reunió a los actores en un estudio, les vistió con ropas del Oeste, les proporcionó un atrezzo original e incluso construyó réplicas de los platós para que pudieran interpretar físicamente la escena en cada momento, poniendo el énfasis en su química y su energía.
Los actores trabajaron juntos intensamente durante los 24 días de "rodaje", ya que no solo se grababan sus voces, sino que también se rodaban sus interpretaciones con cámaras de alta definición, produciendo un metraje que luego Verbinski montaba para que fuera un recurso esencial para el equipo de animación de ILM. Verbinski llamó e este proceso "captación de emociones". Cuando los animadores veían a los actores, podían afinar las expresiones y comportamientos que se suman a la alegría, el suspense, la hilaridad, el romance y la cosa que más desea Rango: pertenecer a algo.
Era un experimento grande y arriesgado, pero el resultado fue una pura exuberancia para los actores y una magia para los animadores, que cosecharon innumerables ideas nuevas e informaciones que nunca hubieran podido salir de un ordenador. Para Verbinski no había un camino mejor para lograr su objetivo.
"En la acción real, uno trata de captar ese momento orgánico en el que las cosas no son cerebrales ni prefabricadas. Lo difícil de la animación es que todo está muy controlado. Pero nosotros no queríamos una sensación clínica. Queríamos fomentar esa clase de chispa tan sumamente vivaz", explica el director.
"Tenía mucho sentido", dice Jim Byrkit. "Si se va a contar con ese fabuloso grupo de actores, ¿por qué no reunirlos a todos en la misma habitación y encontrar el modo de utilizar de verdad toda esa energía?. Hizo que todo pareciera auténtico y vivo".
"No es la primera vez que en una película animada se ha grabado a los actores juntos o interpretando las escenas", observa Hal Hickel, director de animación de la película. "Pero lo que sí tiene de nuevo la forma en que lo hizo Gore fue que nunca antes se había llevado hasta este punto. ¡O sea, en un momento dado metieron en el plató una enorme carreta cubierta! Y había un saloon de verdad con una barra y unas puertas batientes de madera de verdad. Había algo maravilloso en ver a los actores con sus sombreros de cowboys y sus revólveres de tambor sentados en las sillas del saloon: el reparto tenía una pelota, y eso inspiraba a todo el mundo".
Verbinski dice que durante esas sesiones su trabajo consistía en poner el caos en marcha, "y luego esperar como con un cazamariposas para capturar los accidentes afortunados".
Para los actores, la experiencia fue impresionante. Dice Johnny Depp: "Ciertamente, no se parecía a nada que yo hubiera hecho antes, la forma en la Gore utilizaba a los actores como punto de referencia para afinar las emociones de los personajes. Poder utilizar atrezzo y moverse (y llevar un sombrero de 35 litros en tu cabeza de lagarto) fue de una gran ayuda y algo muy interesante como actor. Le dio a un puñado de adultos la oportunidad de hacer el tonto".
La reacción de Depp era justo lo que buscaba Verbinski. "Johnny es una clase de actor muy vivaz que responde brillantemente al entorno que le rodea y a los otros actores", observa el director. "Hubiera sido una injusticia ponerle en una habitación estéril y limitarle. No es eso lo que él hace, y esa no es la razón por la que queríamos que fuera Rango".
Isla Fisher, que interpreta a Habas, el reptiliano objeto de deseo amoroso de Rango, había dado voz anteriormente a un personaje en Horton y el mundo de los Quién, pero esto fue algo completamente diferente. "Normalmente, la forma en la que se ruedan las películas de animación es muy solitaria", dice, "pero en Rango, la interacción que tuvimos con los otros actores fue tan energética y creativa, que fue muy gratificante para mí como actriz".
El ambiente animado y travieso de las sesiones del reparto hizo retroceder en el tiempo a Bill Nighy, quien interpreta al malvado Veneno Jake. "Me recordaba mucho a los dramas radiofónicos que hacía de joven en Inglaterra", explica. "Desde el punto de vista interpretativo, aporta una clase de sensación mucho más natural, y también tienes que subir el listón cuando trabajas con otros actores como estos. Creo que fue una idea estupenda".
Un astuto puñado de bichos: Los actores en sus personajes
Para Gore Verbinski, Rango (el pequeño lagarto que pasa de ser un mascota a sentir pánico y luego a ser un protector y un héroe) fue siempre Johny Depp. Por supuesto, Depp ya había formado equipo con Verbinski interpretando el pícaro papel del capitán Jack Sparrow en la serie de películas de Piratas del Caribe, y su encantadoramente descarada vuelta de tuerca sobre un rebelde y un pícaro intemporal pronto se convirtió en uno de personajes cinematográficos más inspirado, original y memorable de nuestra época (y le valió a Depp una nominación al Óscar).
Rango es también un espíritu libre, un actor de corazón al que le encanta fingir y asumir papeles grandiosos, y que sin embargo no está seguro de cómo ser quien es realmente, y esa era la clave de la interpretación. Depp tenía que ajustarse a un tono que fuera desternillante pero patético, burdamente torpe y a la vez merecedor de ser una leyenda.
"Sabía que Johnny sería perfecto para Rango, no solo porque tiene algo de lagarto, sino porque posee una mezcla de absurdo, corazón y compasión, y la clase de comedia que surge de los momentos incómodos", dice el director. "También intentamos alejarnos todo lo posible de los convencionalismos".
El guionista John Logan añade: "Con Johnny interpretando a Rango, eso nos impulsaba a escribir la versión más completa que pudiéramos de su personaje. El personaje asumió la clase de profundidad emocional y el humor retorcido y estrambótico que solo le sabe dar Johnny".
La perspectiva de encarnarse en la vistosamente nerviosa piel de un cambiante camaleón era algo diferente a todo lo que había hecho antes Depp, y eso es justamente lo que le gusta hacer.
"Siempre he sentido cierta fascinación y afinidad hacia los reptiles", confiesa Depp. "Pero también pienso que Rango es muy parecido a todos nosotros en nuestra vida: es alguien que intentan averiguar quién se supone que es. Al ser un camaleón, puede transformarse en cualquier cosa, pero lo que aprende de Habas y de la gente de Polvo es a aceptarse tal y como es".
Rango tiene por primera vez en su vida la oportunidad de averiguar la capacidad de todo su potencial al llegar a rastras a Polvo, cuya originalidad dice Depp que le atrajo desde el primer momento que la vio. "El diseño del pueblo y de los personajes me pareció algo que va a perdurar bastante tiempo", explica. "Es una de esas clases de mundos en donde tanto los niños como los adultos van a querer entrar una y otra vez".
Y continúa: "Es un pueblo del Oeste con todos los detalles, bordeando la alucinación. Está lleno de detalles creativos de Gore. Y en cuanto a Rango, es el lugar donde por fin encuentra un público y donde por fin puede hacer de héroe".
A Depp le gustó que la heroicidad de Rango consistiera en llevar agua a un árido Oeste, un tema tan importante actualmente como lo era ya en los días del Salvaje Oeste. "Hay algo muy actual en la historia, porque el agua sigue siendo como el oro. El agua es la vida, es nuestro sostén. E incluso con toda la tecnología que tenemos, sigue siendo una de esas cosas sencillas sin las que realmente no podemos vivir", observa.
El caos y las situaciones cómicas que se desatan cuando Rango intenta solucionar el problema de agua del pueblo permitió a Depp jugar en su terreno. "Para Rango, se trata más bien de improvisar. Se mete de lleno en esa situación... pero luego tiene que intentar mantenerse a flote", dice riendo. Ayudando a Depp a captar esa sensación de estar al borde del abismo durante toda su desinhibida interpretación estaba un reparto que convertía cada escena en una experiencia nueva. "Había gente con muchísimo talento en esta película", comenta Depp. "Para mí fue fascinante simplemente el hecho de observarles y aprender".
Lo que a Depp quizás le gustó más fue la valentía creativa que impulsaba todo el proyecto. "Nunca hubo ningún momento aburrido", subraya. "Gore tiene un increíble sentido de la comedia, de lo absurdo, pero también del drama. Siempre ofrece opciones que parecen no venir a cuento, y siempre está dispuesto a probar cualquier cosa. Con él hay un proceso de verdadera colaboración, y nunca le da miedo nada. Se produce un ambiente muy emocionante cuando se combinan todas esas cosas".
Poco después de llegar a Polvo, Rango se encuentra con algo que nunca antes había visto: otro lagarto, y encima una hembra. Es Habas, la reptiliana huérfana e hija del ranchero que mete a Rango en una peligrosa misión para ayudar a Polvo a mitigar su desesperada sed de agua. Dice Depp: "Habas es muy sólida en cuanto a lo que ella es y Rango, claramente, no.... lo cual es el origen de su atracción. Me encantó trabajar con Isla Fisher, que es aguda, inteligente, con los pies en la tierra y fantásticamente graciosa".
A Fisher, que saltó a la fama con su memorable papel en De boda en boda y se ha convertido rápidamente en una de las actrices cómicas más versátiles, la sedujo inmediatamente el personaje. En cuanto vio la imagen de Habas, se apuntó al proyecto con su estilo de chica dura y rústica.
"Si tuviera que ser un lagarto, me gustaría ser como Habas", dice Isla riendo. "Cuando ve a Rango por primera vez, se va hacia él con un rifle, pero pronto se da cuenta de que no supone ninguna amenaza, y que es claramente como un pez fuera del agua. Habas tiene su propia historia, en la que su padre era el propietario de toda la tierra pero entonces desapareció, y eso es lo que me encanta de esta película. No es como la típica película de dibujos animados. Todos los personajes tienen un trasfondo fabuloso. El humor de la película es muy irreverente, pero hay también muchos temas más profundos".
Uno de esos temas es aprender a ser fiel a uno mismo, que surge de las chispas que saltan entre Rango y Habas. "Lo interesante de su relación es que Habas ve claramente el interior de Rango", dice Fisher. "Se da cuenta de que no es especialmente fuerte ni valiente, y que está fingiendo. Pero Habas también se siente fascinada por él. Es lo contrario de ella, así que aprenden mucho el uno del otro. Habas aprende a abrirse y a tener más contacto con su lado femenino, y Rango aprende a ser más honesto y a ser quien es realmente. Ella le ayuda a encontrar su identidad".
Sin embargo Habas, fiel a su especie, tiene un impedimento: se queda paralizada instantáneamente en presencia de algún peligro. "Siempre que Habas se enfrenta a alguna presión, no se puede mover", explica Fisher. "Es como si se convirtiera en un fantasma, ¡pero luego aprende a usarlo en beneficio de su romance con Rango!"
A Fisher le encantó intercambiar ocurrencias en un rápido diálogo al estilo Tracy-Hepburn con Depp. "Lo que me sorprendió al trabajar con Johhny fue cómo puede estar tan centrado y brillante ante la cámara, y luego ser tan sencillo y gracioso en persona", dice. "Te hace sentir cómoda porque es muy gregario y obsequioso".
Otro personaje clave en el periplo de Rango es Pricilla, la escéptica ratoncita que desconfía mucho de Rango por ser forastero, pero termina poniendo toda su fe en él. La actriz de catorce años de edad Abigail Breslin, que se hizo famosa en la célebre comedia romántica Little Miss Sunshine y que ha llegado a convertirse en una de las jóvenes estrella más prometedoras de su generación, realiza su debut en la animación con este papel.
A Breslin le sedujo al instante el extravagante sentido del humor de Priscilla, que Gore Verbinski describe como "diabólicamente atractivo". Dice Breslin: "Interpretar a Priscilla fue muy divertido porque es muy guapa pero dice cosas muy inesperadas. Dice lo que le apetece decir".
Cuando le enseñaron el primer dibujo de su personaje, Brelin se sintió aún más ilusionada. "Cuando la vi me dije: '¡Oh, vaya, es genial!' Tiene dos largas coletas y lleva un gran sombrero todo el rato. Todo en ella es mu y divertido".
Probablemente lo más divertido para Breslin fue tener la oportunidad de dejarse ir creativamente en en inusual plató en donde Verbinski reunió a todo el nutrido reparto. "Fue fantástico ver a todo el mundo con sus diferentes ropas y sus acentos diferentes y sus graciosas formas de hablar", dice. "Y por supuesto, poder trabajar con Johnny Depp fue totalmente genial".
Si hay alguna criatura siniestra y vil que le infunda temor a los otros animales, ese es Veneno Jake, el villano literalmente venenoso que se desliza por el pueblo con una misión. Los realizadores eligieron al increíblemente versátil actor británico Bill Nighy para que asumiera el papel de la malvada serpiente cascabel con colmillos y una ametralladora en la cola. Nighy, que interpretó recientemente junto a Verbinski y Depp el papel del fantasmagórico y trufado de efectos especiales capitán Davy Jones de la serie de Piratas del Caribe, se sintió atraído por la idea igualmente atrevida que tenía Verbinski del universo de la animación.
Entre las experiencias anteriores de Nighy en la animación está la supertaquillera Buscando a Nemo, pero Rango era diferente."Es muy original y muy satisfactoria como consecuencia", comenta. "Conociendo a la gente que estaba involucrada, no me sorprendió que hicieran algo diferente, pero también me gustó porque es algo que parece de verdad".
Nighy incluso sintió un poco de simpatía por su forajido personaje, que no resulta tan ruin como parece. "Veneno Jake aparenta ser el típico tipo duro que da miedo a todos los del pueblo, pero que al final resulta que tiene su propio y tortuoso sentido del honor", observa.
E incluso aunque su personaje se enfrente al de Rango, Nighy estaba muy contento de volver a reunirse con Johnny Depp. "Siempre me encanta trabajar con Johnny", afirma. "Es un caballero y además un actor tremendamente ingenioso e increíblemente agudo".
Ned Beatty, actor nominado al Óscar y al Globo de Oro que interpretó recientemente un papel en Toy story 3, interpreta al alcalde de Polvo, una anciana tortuga del desierto cuyo secreto para la longevidad se halla en el agua. "Es probablemente la criatura de Polvo que lleva más tiempo allí que ninguna otra", explica Beatty. "Como él dice, 'Ya era alcalde antes de que existiera Polvo', y siempre ha ejercido el poder porque oculta un gran secreto".
Al igual que el pueblo, toda la carrera política del alcalde gira en torno a la promesa del agua. "El agua es la única esperanza para la vida en Polvo", reconoce Beatty, "y el alcalde la controla".
De hecho, el alcalde se escribió con la idea de imitar al icónico personaje de John Houston de Chinatown, Noah Croft, el todo poderoso barón del agua que aparenta ser encantador y campechano, a la vez que dirige un sistema corrupto que le da riqueza a unos y sequía a otros. "Ciertamente, hay un parecido con el maravilloso personaje de John Houston", dice Beatty. "Creo que le aporta un elemento muy interesante a la historia de Rango, porque el agua es una necesidad para todas las formas de vida".
Además de los temas de la historia, a Beatty le sedujo el aspecto estilizado de su personaje. "El alcalde tiene un cuello largo y maravilloso que puede estirar para ver en todas las direcciones. ¡Ojalá yo también pudiera hacer lo mismo!", admite.
Aportándole más color al reparto está el laureado actor británico Alfred Molina, cuyos papeles abarcan desde En busca del arca perdida hasta Una educación, pasando por su actual papel protagonista en "Ley y Orden: Los Ángeles", quien interpreta al sorprendentemente inteligente Armadillo, el reputado actor de carácter Harry Dean Stanton, que realiza su debut en la animación interpretando a Baltasar, el cabecilla de una banda de perros de la pradera ladrones de bancos, el célebre "malo" británico Ray Winstone (Infiltrados, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal), el pistolero de Polvo llamado Bill el Malo, y Timothy Olyphant, quien anteriormente ya había dejado su huella en el western revisionista en el papel del sheriff Seth Bullock en la serie de HBO "Deadwood", y que aquí interpreta al misterioso Espíritu del Oeste, que tiene un potente encuentro con Rango que cambiará su destino.
Stephen Root, que protagonizó la célebre serie animada de televisión "El rey de la colina", hace varias voces, entre ellas las del conejo bebedor conocido como Doc y la de Merrimack, el banquero sin fondos. Root dice que se quedó alucinado en cuanto vio los dibujos de Polvo. "Es un pueblecito muy raro", comenta, "y me encanta que todos sus rituales giren en torno al agua".
Merrimack (que guarda agua en el banco como si fuese dinero) se viene abajo cuando la cosa se pone seca. "El señor Merrimack se preocupa mucho y es un poco cobarde, y se toma las aspirinas sin agua para tragarlas", observa Root. "Pero espera que Rango les salve".
El otro personaje de Root, Doc, el peludo borrachín de Polvo, adopta una actitud como de Los siete magníficos para capturar a los desvergonzados ladrones de agua. "La voz de Doc es una mezcla de todos los borrachos que han salido en las películas de los años treinta y cuarenta, pero al estilo western, lo cual fue muy divertido de hacer", dice Root. "Parte del encanto de la película estriba en que está llena del tipo de humor que le gusta a gente de todas las edades".
La realidad de Rango: ILM da vida a un mundo fotográficamente real con personajes increíbles
A la hora de elegir unos estudios de animación para convertir los dibujos del equipo creativo y las actuaciones de los actores en imágenes que sumergieran al público en la realidad fantástica de Rango, Gore Verbinski volvió a dar un giro inesperado.
Quería que el público se identificase visceralmente con el periplo de Rango, que sintiera cada espina de cada cactus, cada grieta de cada callejón, cada destartalada esquina de cada edificio y, sobre todo, cada latido del corazón de cada insólito personaje. Así que en lugar de buscar entre los habituales, Verbinski recurrió a los mejores expertos digitales que conoce: Industrial Light & Magic.
Por supuesto, ILM no son ningunos desconocidos entre un público encandilado por su magia digital. Fundada por George Lucas para crear los efectos especiales de su innovadora serie de La guerra de las galaxias, ILM ha terminado por elaborar algunas de las imágenes más impresionantes que hayan visto nunca los espectadores en películas supertaquilleras como Terminator, Parque Jurásico, La máscara, Iron Man, Tranformers y Avatar. El propio Verbinski ya había colaborado estrechamente con ILM para dar vida a los personajes generados por ordenador de Piratas del Caribe: El cofre del muerto y En el fin del mundo.
Pero ILM nunca antes se había metido en un largometraje animado por completo, lo cual era una clara ventaja para Verbinski. "Puesto que yo nunca había hecho una película de animación y que ILM tampoco había hecho nunca una película de animación, por lo menos sabíamos que sería algo nuevo para todos", dice Verbinski. "No quería que el personaje de Rango pareciese la voz sin cuerpo de Johhny Depp, quería que pareciera que Rango es Johnny Depp, y a ILM se la da muy bien esa clase de realismo".
En ILM, primero tuvieron que recuperarse de la impresión de la oferta. "Soy un gran fan de la animación, pero admito que estábamos un poco escépticos", recuerda John Knoll, el supervisor de efectos visuales, quien había trabajado con Verbinski en Piratas. "Entonces vimos los dibujos de aquellos maravillosos personajes y entornos y... bueno, ya está. Vimos el potencial de que fuera una historia realmente especial, que es lo que nos gusta hacer".
El proyecto se convertiría en lo que Knoll define como un "rompe-paradigmas"para ILM, cambiando completamente los métodos y planes de la compañía y llevando a los artistas gráficos hasta unos niveles que nunca habían tenido ocasión de explorar. "Nos encantan los proyectos que nos obligan a repensar la forma en la que hacemos las cosas", explica Knoll. "El nivel de las interacciones y los efectos que requerían los dibujos de Rango nos llevó a preguntarnos cómo podíamos pensar de forma diferente acerca de nuestro trabajo, y a hacerlo lo más creativa y eficazmente posible".
Añade Tim Alexander, supervisor de efectos visuales, quien supervisó cada plano digital: "Fuimos capaces de trasladar nuestra experiencia en efectos visuales directamente a la animación. Gore quería crear un entorno súper rico, en donde el público pudiera sentir el calor, notar el polvo, captar la aridez y la mugre de ese mundo, y que pareciera como si hubiéramos salido a rodar la película al sol del desierto. La enorme escala de la película iba más allá que todo lo que habíamos hecho antes, así que eso implicaba que teníamos que prestar mucha atención a nuestro ritmo de trabajo y encontrar nuevas formas de canalizar nuestros procesos habituales".
La confianza en que ILM podría controlar ese difícil balón y sacar adelante la jugada se daba por sentada. Dice el guionista John Logan: "La única forma en la que podíamos crear unos personajes tan complejos era confiando en ILM para que los animase. Hablábamos mucho sobre el carácter de los personajes, y en ILM eran capaces de entenderlo. En primer lugar, los actores tenían que crear algo honesto y auténtico, pero luego los animadores tenían que crear algo igualmente honesto y auténtico, para lo cual hace falta algo más que tecnología".
El proceso en ILM comenzó con el arte del diseñador visual "Crash" McCreery, quien diseñó los dibujos con una sensación "fotográfica" que espoleó la creatividad de ILM. "Gore quería abordarlo todo desde un ángulo diferente, que es el ángulo al que yo estoy acostumbrado", bromea McCreery. "En cuanto Gore mencionó la palabra western, inmediatamente me acordé de Sergio Leone y de esa sensibilidad descarnada, que no se ve mucho en la animación, y a ambos nos atrajo mucho eso".
En cuanto al personaje que da título a la película, y que aparece en más de 1.000 planos digitales, McCreery utilizó todos los recursos posibles para perfeccionar el aspecto del lagarto. "Lo miramos todo, desde las diferentes clases de texturas hasta las diferentes especies de lagarto, pasando por Don Knotts", explica McCreery. "Queríamos que Rango tuviera un aspecto muy interesante pero que, al mismo tiempo, fuese un lienzo en blanco para las expresiones emocionales de Johnny".
La visión que McCreery tenía de Polvo le daba un nuevo giro al destartalado pueblo construido por pioneros con lo primero que encontraban. "Desde una cierta distancia, Polvo se parece al típico pueblo del Salvaje Oeste, pero a medida que uno se va acercando, se ve que las cosas están construidas a base de palitos de helados, latas de gasolina, neumáticos viejos, esa clase de cosas. El pueblo se convirtió en un personaje más de la película", dice.
Una vez que ILM empezó a trabajar con la animación, uno de los mayores retos era el gran tamaño del reparto de la película. "A menudo, las películas animadas solo tienen unos cuantos protagonistas, pero nosotros teníamos al menos 60 personajes muy complejos que aparecían en primeros planos", observa Tim Alexander. "Por fortuna, nuestros dibujantes se enamoraron de todos y cada unos de ellos porque todos ellos son únicos".
Hal Hickel, quien comenzó a curtirse en Toy Story de Pixar antes de entrar a trabajar en ILM para cumplir su sueño de crear seres al estilo de los de Ray Harryhausen, asumió el papel de director de animación. "Estaba muy ilusionado", dice. "Ha habido unos cuantos westerns de animación, pero en Rango había tal cantidad de extraña elegancia que la hacía parecer completamente nueva. Por raros que fueran los personajes, la idea era crearlos tan realísticamente que uno se pudiera imaginar lo que se sentiría al tocarlos, ¡e incluso sentir el olor de su aliento si estuvieran sentados frente a ti!"
Hickel y un equipo de animadores que al final llegaría a estar compuesto por casi 55 personas se sintieron inspirados por el ingenio y los matices que vieron en las escenas de los actores filmadas en alta definición. Para hacerse eco de las interpretaciones, buscaron un matiz raro en la animación: la sutileza cómica. "Las actuaciones de los actores no son de dibujos animados ni de comedia amplia, es un humor más estilizado que gira en torno a los momentos incómodos", comenta Hickel. "Hay mucha quietud en esos personajes, ¡lo cual es difícil para los animadores porque por definición tenemos que hacer que las cosas se muevan! Pero descubrimos que al hacer las cosas sencillas y simplificadas, surgían aquellos momentos de comedia silenciosa".
Verbinski animaba constantemente a los animadores a darle más brío a los personajes. "Gore tenía una palabra favorita que utilizaba siempre: jaleo. Siempre que quería que las cosas fueran más divertidas y extrañas, decía: 'Dame un 10% más de jaleo'. La emotividad era muy importante para él".
Para Hickel, ese es el sentimiento desorbitado pero con gran corazón que distingue a la película, más que ningún logro técnico en particular. "Las innovaciones de esta película fueron más creativas que tecnológicas", concluye. "Se trataba más bien de abordar el proyecto de una forma diferente a como lo habrían hecho otros animadores. Pasamos mucho menos tiempo hablando de cuestiones técnicas y mucho más tiempo hablando de lo que haría que una escena pudiera ser más cómica o conmovedora. Esa fue la parte más alucinante".
Verbinski no solo quería que los personajes tuvieran la textura visceral y la emotividad mercurial de los actores, sino que además quería rodar Rango como si tuviera a su equipo técnico al aire libre, forjando ambientes a base de focos y lentes.
A medida que los animadores iban experimentando con una estética fresca y fotográfica, el estilo cobró su propia vida. Explica Tim Alexander: "Basamos todo lo que hacíamos en la realidad. Incluso hicimos excursiones al desierto para ver cómo funcionaría con la luz y qué exposiciones usaríamos si estuviéramos rodando realmente ahí fuera. Todo el trabajo de cámaras se abordó como si fuera una película de acción real. Por ejemplo, en el saloon, todos los detalles se estudiaron en profundidad, y cada plano está iluminado y fotografiado de una manera única. El resultado es ese entorno gracioso y destartalado que recuerda a algo salido de Hasta que llegó su hora".
Roger Deakins, el fotógrafo 9 veces nominado al Óscar y famoso por su habilidad para esculpir imágenes con la luz, se unió también a Rango como asesor fotográfico, proponiéndole ideas visualmente originales al equipo de ILM. "Fue fantástico poder tener a Roger con nosotros", dice Alexander. "Le mostrábamos una escena y decía: 'Así es como yo lo rodaría si fuera acción real', y eso ejercía una gran influencia sobre nosotros. Tenía unas sugerencias realmente estupendas, y nos hacía ver a través de sus ojos".
La ironía es que el énfasis de Verbinski y de ILM sobre el realismo haya creado un mundo de ensueño, en donde se desarrolla la búsqueda de sí mismo por parte de Rango. Concluye Alexander: "Nuestra intención era crear una experiencia muy sensorial, en la que se pudiera sentir la textura de la piel de estos personajes, en el que se pudiera sentir el polvo arrastrado por el aire del desierto, y donde se pudiera sentir el cariño que se puso en el periplo de Rango".
Rango de fuego: Hans Zimmer cabalga la banda sonora
La música, que siempre ha sido una parte fundamental del western norteamericano, estaba, ya desde el principio, anclada en la visión que tenía Gore Verbinski de Rango. Tras componer al principio él mismo algo de música para la película, recurrió a su colaborador de Piratas, el inventivo compositor Hans Zimmer, ganador del Óscar y el Globo de Oro.
A Zimmer le encantó asumir el reto de aportarle una sensación de película de acción real a un western cómico de animación. "Cada vez que uno trabaja con Gore, siempre es emocionante", dice. "Tiene una visión singular, y sus ideas para las historias son siempre impresionantes".
Y continúa: ""Utilizamos para Rango el mismo enfoque que para las películas de Piratas... solo que multiplicado por cien porque en esta película todos los detalles son más extremos, la imaginación aún más desenfrenada, y la gracia y el atrevimiento general de la película están al más alto nivel".
La misión de Zimmer consistía en igualar ese tono con una banda sonora de auténtico western. "La cuestión era: '¿Se puede sonar como una banda musical italiana y al mismo tiempo meter banjos y canciones de folk y los sonidos del desierto?' La música tiene una cualidad surrealista, una ligereza y una cosa absurda, pero al mismo tiempo es muy orgánica".
Durante el proceso, Zimmer trabajó con instrumentos que se escuchan más a menudo en los porches de las casas que en las bandas sonoras, desde banjos orquestales hasta guitarras hechas a mano con cajas de botellas de whisky. Una gran variedad de motivos discurren por la música, desde un motivo del pueblo hasta un motivo del agua, haciéndose eco de loso temas de la historia. "Hay una gran variedad de música, alguna seria y dramática, y otras veces loca y absurda. Creo que ese es realmente uno de los puntos fuertes de la película: es una montaña rusa de emociones", bromea Zimmer.
Verbinski se involucró en cada giro creativo, mezclando la música con el movimiento y la emoción. "Gore es muy concreto respecto a todo", observa Zimmer. "¡Incluso debatimos las virtudes de diferentes micrófonos!"
Zimmer parece resumir toda la ilusión artística que rodea a Rango al concluir: "Esta película es de lo mejor de Gore, porque se puede sentir la sensación de aventura que se ha infiltrado en la película. Uno tiene esa sensación de, 'Vaya, esto no se había hecho así nunca antes'".
RangoDirigida por Gore Verbinski