Dirigida por Brad Peyton
La comedia "Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore" es una combinación de acción real, marionetas de última generación y animación en 3D por ordenador, protagonizada por la ganadora de un Emmy Christina Applegate ("Friends", "Samantha ¿Quién?"), el nominado a los Oscar Michael Clarke Duncan ("La milla verde"), el nominado a los premios Emmy Neil Patrick Harris ("Cómo conocí a vuestra madre"), el ganador de un Emmy Sean Hayes ("Will & Grace"), James Marsden ("Hairspray"), la doblemente nominada a los Oscar y los Emmy en dos ocasiones y ganadora de varios premios Grammy Bette Midler, el nominado a un premio de la Academia Nick Nolte ("Aflicción", "El príncipe de las mareas"), el ganador de un Emmy Joe Pantoliano ("Los Soprano"), el cómico y rapero Katt Williams ("The Katt Phenomenon"), Chris O'Donnell ("NCIS: Los Ángeles"), el nominado a los Emmy Jack McBrayer ("30 Rock"), el habitual de Saturday Night Live Fred Armisen ("El reportero: La leyenda de Ron Burgundy") y Paul Rodríguez ("Tortilla Soup", "Comic Relief VII").
La película ha sido dirigida por Brad Peyton con guión de Ron J. Friedman y Steve Bencich, basándose en los personajes creados por John Requa y Glenn Ficarra. Ha sido producida por Andrew Lazar y Polly Johnsen, y Brent O'Connor y Bruce Berman han sido sus productores ejecutivos. El equipo creativo detrás de las cámaras incluye al director de fotografía Steven Poster, el diseñador de producción Rusty Smith, la editora Julie Rogers y el compositor Christopher Lennertz.
Los efectos visuales han sido supervisados por Randy Starr, y los efectos animatrónicos han estado a cargo de David Barclay. Los actores animales han corrido por cuenta de Boone's Animals for Hollywood bajo la supervisión del entrenador Boone Narr.
"Estás a punto de ver algo que ningún humano ha visto nunca".
Todo el mundo adora a sus mascotas, ¿Por qué no? No hay más que mirarlas: un amigable perro ovejero con su blanda manta de pelo, un dulce y suave gatito que ronronea
son unas criaturas tan simples, tan leales y tan amorosas, y lo único que nos piden a cambio es protección y ayuda.
¡Qué ingenuos son esos humanos! No se dan cuenta de nada
"Esa imagen de armonía doméstica no es más que lo que quieren ver", afirma el director Brad Peyton, quien alegremente expone la verdadera historia de la política que se hace en los patios en "Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore".
La verdad es que esas plácidas bolas de pelo que dejan pasar las horas en el sofá y los chuchos tontorrones que se tratan de morderse la cola son en realidad miembros de una gran red clandestina de agentes secretos caninos y felinos, expertos en vigilancia y asesinos de cuatro patas de todos los pelajes. Héroes a ambos lados de la verja, arriesgan sus vidas para mantener el equilibrio de poder entre los animales de compañía más populares y ferozmente competitivos: los perros y los gatos.
Existe una fina raya entre la vida que conocemos y la locura total.
"Cuando la gente conecta con sus mascotas y llega a conocer su personalidad, resulta muy fácil imaginarles haciendo cosas cuando no estamos por ahí", sugiere Peyton. "Esta película no es más que un desarrollo de esa idea: que los animales tienen sus propias vidas secretas. Por supuesto, le damos una vuelta de tuerca y les hacemos usar mochilas propulsadas y coches-cohete. Pero todo tiene como denominador común: esa curiosidad que creo que casi todos hemos sentido en alguna ocasión al preguntarnos qué hacen en realidad nuestros perros y gatos durante todo el día. Por eso los vídeos de animales que se limitan a ser ellos mismos son tan populares en Internet".
El productor Andrew Lazar, que presentó por primera vez al público mundial este campo de batalla de patas y garras en la exitosa comedia de 2001 "Como perros y gatos", lo explica así: "La idea de que esos animales estén viviendo de forma tan activa y extravagante delante de nuestras narices es lo que la hace tan irresistible. Los perros y los gatos pueden salvar el mundo mientras los humanos se dedican a sus cosas sin darse cuenta de lo cerca que han estado del desastre".
Teniendo ese concepto en mente, las actividades diarias de una mascota cualquiera adquieren un nuevo significado.
Christina Applegate, que presta su voz a la agente de MEOWS Catherine, comenta: "Es totalmente absurdo y fantástico, tienen todo ese mundo secreto y altamente tecnológico y al mismo tiempo parecen absolutamente normales. Es como si todas las demás cosas que hacen como ronronear y hacer piruetas no tuvieran otra finalidad que distraernos de lo que realmente está pasando".
Y lo que ocurre no es ni más ni menos que la eterna guerra entre dos especies enfrentadas desde los albores de la humanidad, allá por la época de las cavernas. Pero ahora, una agente renegada ha ido un paso más allá. Kitty Galore, que está decidida no sólo a romper la alianza entre los perros y los humanos para siempre sino también a enfrentar a los felinos entre ellos, bien podría poner en peligro el futuro de todas las criaturas, de cuatro y de dos patas en su intento por dominar el mundo.
"No queremos ofrecer una imagen distorsionada como si todos nuestros amigos felinos fueran malos", comenta la productora Polly Johnsen. "Se trata de una gata que se sale del guión y, como consecuencia de ello, otra gata, Catherine, emerge como una verdadera heroína al ser la primera en ponerse patas a la obra para detenerla".
"Pensábamos que ya era hora de tratarlos como iguales", añade Lazar.
A Brad Peyton, fan desde hace mucho tiempo del personaje de James Bond, le gusta esa complicada asociación de escenarios tipo guerra fría en los que "Bond y el MI-6 se ven obligados a colaborar con los rusos para vencer al supervillano que supone una amenaza para todos. Siguen sin gustarse, pero en cierta manera logran que la cosa funcione".
Esta afición por la mística de Bond llevó a Peyton a pedir a Roger Moore que hiciera un cameo prestando su voz al líder de MEOWS, Tab Lazenby, un gato con esmoquin, por supuesto, y uno de los numerosos guiños incluidos en el film para el público adulto que se encuentre en la sala.
Peyton prosigue: "Tenemos todo lo que se puede desear en una película de aventuras y acción: persecuciones en mochilas propulsadas, explosiones, luchas, vuelos, espías, más explosiones y túneles subterráneos. Lo que ocurre es que en este caso, se trata de animales".
A propósito de las diferencias de alcance entre esta película y su predecesora, Lazar comenta: "Ésta es más grande en todos los aspectos: la acción, las escenas de situación, el número de animales implicados... Esta vez también tenemos una visión completa del cuartel general de DOG y vemos el interior de su agencia rival felina, MEOWS. Las mayores dimensiones de los escenarios permitieron a nuestros entrenadores aprovechar para ofrecer una actuación más sofisticada de los actores animales y eso, junto con los avances que se han registrado en la animación por ordenador, significa una acción más fluida en pantalla".
Algunos incluso saltan, arañan y brincan fuera de la pantalla gracias a la presentación en 3D destinada a los niños y el público familiar que incluye numerosos momentos de ruptura distribuidos por toda la historia. "Se trata del tipo de acción cómica perfecta que se presta perfectamente para una experiencia en 3D y eso no hace sino aumentar la diversión", concluye Johnsen.
Esta nueva aventura también cuenta con un mayor número de personajes, al reunir a algunos de los que ya aparecían en la primera entrega con otros nuevos en ambos bandos.
Con tantos papeles vocales en el elenco, Johnsen comenta que "estábamos buscando voces características capaces de proyectar una personalidad y diferenciar inmediatamente al personaje en cuestión. En las primeras fases de producción, cuando todavía no teníamos los movimientos de la boca de los animales, teníamos que guiarnos por las voces para saber quién estaba hablando, La segunda vez que escuchas a un personaje podías decir, 'ése es un Beagle', o 'ése es un Russian Blue'".
"Hemos tenido mucha suerte al poder trabajar con este fantástico grupo de actores", explica Peyton. "En este tipo de película, los actores rara vez tienen la posibilidad de interactuar en persona, pero incluso así, pero han logrado crear su propia química y en ese sentido verdaderamente forman un conjunto".
"Es muy divertido", afirma James Marsden, que da voz al agente novato Diggs, un pastor alemán con afán de liderazgo. "Esta película no se toma las cosas demasiado en serio, aunque, al mismo tiempo, los personajes se comportan como si el destino de la humanidad estuviera verdaderamente en juego. Los perros usan auriculares y teclados, tiran granadas, y lo hacen sin pestañear, por eso resulta tan divertido. Cuanto más decididos se muestran, más loco resulta todo".
Bueno, sin duda ese es un punto de vista, aunque puede que Bette Midler no esté de acuerdo. La actriz, que da voz a Kitty Galore, la felina más terrorífica, descabellada y atrevida que se haya conocido nunca desde que el maníaco señor Tinkles se ganara unas vacaciones de por vida en Doggie Alcatraz, comenta: "Me han preguntado si creía que a la gente le iba a gustar esta película porque crean que los animales les están hablando. Bueno, yo no puedo hablar por los demás, pero yo tuve un animal que me hablaba. Era una Jack Russell terrier, una gran amiga y construía frases completas".
¡Que empiece la pelea!
Una posibilidad remota: Diggs
"He oído que es un potro desbocado, una verdadero lobo estepario".
Mientras Kitty Galore se prepara para llegar a lo más alto, otro drama se está desarrollando en las calles de San Francisco. El agente canino del departamento de policía Diggs está a punto de cometer su enésima metedura de pata que le llevará de vuelta a la caseta.
James Marsden comprende cómo el impulsivo pastor alemán sabotea su potencial. "Tiene buenas intenciones, pero no toma las mejores decisiones. Al querer ser el inconformista, el héroe, no lo duda y toma las riendas de la situación, con unas consecuencias desastrosas. Es simpático y verdaderamente capaz, pero no sabe controlarse. Por desgracia, a pesar de toda la confianza que demuestra en el exterior, está empezando a tener dudas".
"Sabe que no lo está haciendo bien, pero no puede detenerse", añade Chris O'Donnell, en el papel de Shane, el comprensivo compañero humano de Diggs en la policía. "Cuando Shane y Diggs salen a trabajar, éste salta a la acción sin que se le pida. Shane sabe que se está esforzando mucho y resulta frustrante para ambos, porque cada vez que les echan una bronca, el perro hace algo que pone las cosas aún peor, mucho peor".
Cuando comienza la historia, Shane y Diggs están trabajando en un caso. El vendedor de coches usados Crazy Carlito está siendo fiel a su nombre en su establecimiento, donde amenaza con volarlo todo. Sin obedecer las órdenes, Diggs embiste a Carlito por la espalda para darle un gran mordisco, lo que hace que el desquiciado vendedor active su detonador
con unas consecuencias desastrosas.
Paul Rodríguez, que interpreta el papel de Crazy Carlito, lo explicas así: "Justo antes de que me fuera a morder, pedí un doble. El pobre hombre tenía que recibir el mordisco y yo tenía que actuar como si me hubiera ocurrido a mí. Claro que se usó un acolchado, pero los dientes de un pastor alemán son enormes y su entrenador no paraba de decirle '¡A por él, que resulte real!'"
El incidente termina con la carrera canino-policial de Diggs. Con el corazón roto, Shane lucha para que su antiguo compañero disfrute de un retiro doméstico en su propio hogar, pero el departamento insiste en que es propiedad del Estado y lo encierra en una jaula.
Allí, solo y deprimido, Diggs tiene una segunda oportunidad con la que pocos chuchos puedan soñar: una oferta de la agencia de protección canina de elite, DOG. Le han estado observando y creen que reúne todas las facultades para ser un buen agente, aunque sólo si deja de actuar como un lobo estepario y aprende a trabajar en equipo
Los mejores perros de DOG: el cuartel central canino
"Para las 6:00 de la mañana ya hemos olisqueado más traseros que los que la mayoría de los perros olisquean en todo un día".
En la sede central subterránea de DOG, el nexo de unión de las operaciones caninas a escala planetaria, las cosas van como de costumbre: perros observando monitores de vigilancia, interceptando códigos, creando y probando nuevos equipos y trabajando. Diggs tiene que esforzarse para integrarse.
"Él es nuestros ojos y nuestros oídos en esta escena. Diggs comparte el punto de vista del público. Cuando le presentan las maravillas de ese lugar, nos las están presentando también a nosotros", explica Lazar.
También tenemos la oportunidad de conocer al equipo de DOG: su líder Lou, el amante de la tecnología Peek, el veterano agente Sam y el agente alpha Butch, que está a punto de convertirse a regañadientes en el compañero de Diggs.
Lou, un Beagle con gafas al que da voz Neil Patrick Harris, ya apareció como cachorro en "Como perros y gatos". Ahora es un orgulloso padre con camada propia, y es el jefe del cuartel central. "Se toma su trabajo muy en serio. Lou le asigna las misiones. También es el comandante que dice 'bueno, hay que hacer esto o lo otro'", comenta Harris.
"No se puede ser ególatra cuando se está haciendo esto", confiesa a propósito no sólo de doblar a un perro, sino de la actuación en general. "Te piden cosas, '¿Puedes decirlo así?' '¿Así?' '¿Puedes decirlo como si fueras más joven?' '¿Más mayor?' Haces cien lecturas diferentes y tienes mucha suerte si puedes ser creativo. En última instancia, la voz de Lou es my parecida a la mía, pero con un tono mucho más oficial y profesional".
Nick Nolte, que interpreta a Butch, un rudo perro pastor de Anatolia, añade: "Puesto que es una historia de humanos interpretada por perros, tienes que pensar en términos humanos, es decir, Butch es ante todo un poli. Es un veterano, lleva mucho tiempo en esto y sabe cómo moverse. Diggs quiere ser un héroe, y probablemente lo mismo le ocurrió a Butch cuando era más joven, así que lo tolera, aunque en ese momento no le apetece ya tener que cargar con un novato".
Por otra parte, cubriéndoles las espaldas a todos está Peek, un perro crestado chino lleno de recursos con un buen olfato, el experto en tecnología y comunicaciones de la agencia. Al igual que el Q de la saga Bond, tiene un artilugio para cada ocasión. "Peek es un genio", comenta Joe Pantoliano, quien vuelve a interpretar su papel de la primera entrega. "Siempre está en el centro de la acción en el laboratorio, desarrollando los dispositivos que los perros emplean sobre el terreno".
"Resulta sorprendente lo sofisticada que se ha vuelto la tecnología para hacer hablar a los animales", señala. "Me encantaba ver 'Mr. Ed' porque nunca estaba sincronizado. Cuando hablaba el caballo, parecía que estaba masticando algo. Ha pasado mucho tiempo...".
También repite en su papel inicial Michael Clarke Duncan como la voz del robusto perro ovejero Sam. Apenas puede ver detrás de su flequillo, lo que hace que sus adversarios felinos le subestimen, pero este veterano agente de DOG puede escuchar el más mínimo ronroneo un kilómetro de distancia.
"Tengo un gato y tres perros, por lo que probablemente así es como funcionan las cosas en mi casa", comenta Duncan a propósito de la lucha que mantienen Sam y sus colegas contra sus archienemigos los gatos.
Pero todo eso puede cambiar cuando Kitty Galore ponga a punto su maquiavélico plan.
La amenaza: Kitty Galore
"¡La época en que el perro era considerado el mejor amigo del hombre ha acabado! Dentro de 48 horas, desencadenaré La llamada de lo salvaje".
"No creo que Kitty sea una incomprendida, sencillamente es mala", confiesa Bette Midler. "Me gusta mucho. Es genial. Los malos son mucho más divertidos de interpretar, son extremistas y habitualmente los más tontos. Aquí tenemos una estupenda combinación de maldad y ridiculez absoluta, algo irresistible".
Kitty, que es una antigua agente de MEOWS, se ha pasado "al otro lado" después de perder el pelo en una cuba de depilación mientras trataba de escapar de los perros guardianes de un laboratorio de productos cosméticos. Rechazada por su familia humana que ya no la reconoce, termina en la calle. Ahora que no tiene 'ni un pelo de tonta' Kitty es una minina dedicada en cuerpo y alma a vengarse a lo grande por todo lo que le ha ocurrido.
Crear su cadencia y sus peculiaridades vocales fue un proceso basado tanto en su aspecto como en su historia, explica Midler. "Se empieza con un boceto. Con el tiempo, cada vez se vuelve más real y va cobrando cuerpo hasta que tienes a la criatura ante tus ojos y en cierta forma te dice cómo quiere que sea su voz. Kitty tiene unos ojos enormes y unos pequeños dientes muy afilados y puntiagudos. Parece refinada, así que traté de hacer que sonara como una gata de buena familia con mal carácter. Evidentemente, en su día fue una estrella, y ahora que ha perdido su lugar está resentida y, como el propio título indica, quiere venganza".
"La clave está en divertirse", prosigue Midler. "Kitty, a veces, se atasca y se pone a farfullar porque la cabeza le va más rápido que la boca".
Por supuesto, todo el mundo sabe que algo así no es cuestión de un día. Se necesita mucha planificación y un par de anuncios de intenciones que no presagien nada bueno. También hace falta un lugar seguro en el que prepararse. La tapadera de Kitty es una actuación de magia junto a una tapadera humana, Chuck el Magnífico, un hombre cuyo enorme entusiasmo por su profesión sólo puede comprarse a su increíble incompetencia.
Jack McBrayer, que interpreta a Chuck, admite que su personaje "no es el tipo más listo del mundo. En la constante lucha de poder entre perros y gatos, Chuck no es más que un obstáculo. Sin duda se cruza en el camino de Kitty. Lo que es peor, insiste en hacerla trabajar en su número con unos trajes de lo más ridículos".
Tales afrentas hacen que Kitty se muestre aún más decidida a acabar con Chuck y todos los de su especie cuando controle el planeta.
La estrategia
y el arma secreta: el señor Tinkles
"El último pájaro que se posó cerca de mí
bueno, me lo comí acompañado de Fancy Feast y un buen plato de leche".
Enfrentados a una amenaza de tal calibre, perros y gatos deben unir sus fuerzas. Por eso Butch y Diggs consideran que su incipiente asociación es lo suficiente sólida como para integrar a una agente de MEOWS, Catherine, quien valientemente arriesga sus siete vidas a su lado para acabar con Kitty.
A propósito de esta inusual alianza, Christina Applegate, comenta sobre su personaje: "Es una gata dura, valiente e inteligente que se ha criado manteniendo las debidas distancias con los perros, pero que está abierta a darles una oportunidad. Van a colaborar por un objetivo común, aunque tienen sus más y sus menos desde el primer momento".
Los guionistas Ron J. Friedman y Steve Bencich habían pensado en principio en una dinámica un poco diferente, aunque están encantados con la evolución de la historia. Bencich lo explica así: "Al principio, queríamos hacer un película sobre compañeros policías, uniendo a un veterano, Butch, con un perro joven y novato. Pero, sobre la marcha, decidimos incorporar a un gato y todo empezó a girar más en torno al trabajo en equipo".
"Discutimos mucho sobre las dimensiones y nos pusimos manos (y pies) a la obra interpretando. Sin duda es un guión escrito con mucho método", ironiza Friedman.
Este inusitado equipo inter-especie pasa de un trío a un cuarteto con la incorporación de una paloma gregaria, Seamus, a la que da voz Katt Williams. Seamus ha observado recientemente a vista de pájaro, algunas de las tecnologías más secretas que oculta Kitty Galore y ahora su pico tiene un precio. Es el informante número uno sobre los escurridizos planes de Kitty y está bajo custodia policial - más o menos - convirtiéndose en un miembro no oficial del equipo.
¿Hablará Seamus? Claro que sí. Lo raro sería verle callado.
Pero incluso con los conocimientos que aporta esta paloma y los mejores agentes dedicados al caso, los líderes de MEOWS y DOG temen que pueda no ser suficiente. Para meterse dentro de la maquiavélica mente de Kitty tendrán que recurrir a alguien igualmente retorcido: el señor Tinkles, que ahora está fuertemente custodiado en el corredor canino de Alcatraz.
De nuevo en el papel de este malvado can encontramos a Sean Hayes, al que le sorprendió lo sencillo que le resultó volver a meterse en el papel que hizo famoso en "Como perros y gatos". "Recordé la voz al instante", recuerda Hayes. "Luego fue a YouTube para ver si había algún vídeo del señor Tinkles y, ahí estaban. Había unos cuantos homenajes también. Es genial".
Hayes no lo dudó al aceptar la parodia de "El silencio de los corderos" que le propusieron para la teatral reaparición de Tinkles con una variación libre de la famosa referencia al Chianti. Añade: "Lo llevamos al último extremo, con las barras y todo, y con él atado. Hannibal Lecter es el malo por excelencia de todos los tiempos, así que siempre resulta divertido poder bromear sobre él. La idea de los gatos colaborando con los perros sencillamente no le entra en la cabeza al señor Tinkles. Le resulta inconcebible, y probablemente es algo que desee impedir si algún día se ve libre".
Y aún así, Tinkles le da al equipo una pista crucial
aunque sólo está jugando con ellos.
Animales, animatronics y animación por ordenador
"Cuando digo 'Menea la cola', tú preguntas '¿Cuánto?'"
A excepción del atolondrado Seamus y del temible secuaz de Kitty, Paws, los papeles protagonistas a cuatro patas de la película están todos ellos interpretados por animales de "carne y pelo" combinados con efectos animatrónicos y animaciones creadas por ordenador. Sin embargo, en palabras de Andrew Lazar. "El público no distingue qué es real y qué no lo es. La tecnología ha avanzado mucho desde los efectos creados para "Como perros y gatos", que eran lo último de lo último hace una década".
"Cada toma tiene su complejidad, con múltiples capas que deben ser objeto de un seguimiento; así que se necesita mucho trabajo", comenta Peyton a propósito de los desafíos inherentes al proyecto. "Pero eso también hizo que tuviéramos más juguetes a nuestra disposición".
Aunque a menudo afirma que no tiene mucha paciencia, el compromiso del director, además de su experiencia en la animación stop-motion, sugieren lo contrario. De forma inesperada, ese bagaje le resultó útil la primera vez que trabajó con animales, el punto de partida de todo el proceso. "La animación te enseña a pensar en todos los aspectos de una escena en una forma diferente a lo que hubieras hecho de haber estado dirigiendo a personas. Las personas son conscientes de sus expresiones y su motivación, procesan la escena independientemente; por el contrario, en el caso de los personajes animados y, como he aprendido ahora también, con los animales, tienes que hacerlo todos por ellos".
Sin embargo, reconoce, la recompensa es enorme, especialmente porque muchas de las estrellas y personajes secundarios eran animales abandonados que tanto él como el famoso entrenador de animales Boone Narr descubrieron en asociaciones de animales. Entre aquellos que Narr adoptó y entrenó para la película están el gato en esmoquin que interpreta a Tab Lazenby, uno de los pastores que hace de Diggs, dos ovejeros en el papel de Sam, y cuatro gatos grises muy sociables que juntos interpretan a Catherine después de ser encontrados compartiendo una misma jaula en una exposición de mascotas en el sur de California.
"Me sorprendí con lo bien que obedecen los gatos", afirma Peyton. "Si me pongo a mi gato sobre el regazo, éste se limita a mirarme fijamente. Los gatos de Boone andan con correa, se quedan quietos y respetan sus marcas. Tenía mis reservas sobre lo que podía esperar. Él me dijo: 'Se puede obtener tanto de un gato como de un perro', y yo pensé, 'Claro, claro. Pero era absolutamente cierto'".
"Una gran sorpresa para mí fue cómo uno de los perros que interpreta a Diggs parecía estar triste durante un descanso. Estaba verdaderamente apenado por no tener que actuar", recuerda Johnsen.
Narr y su equipo, compuesto por 20 miembros, entrenaron a aproximadamente 100 animales bajo la supervisión de un representante de la American Humane Association y siguieron las directrices que su empresa, Boone's Animals for Hollywood, ayudó a establecer.
Chris O'Donnell, cuyo personaje comparte pantalla con Diggs, recuerda el viejo dicho sobre trabajar con niños o animales y afirma: "En mi primera toma había un bebé y un perro. El perro tenía que saltar sobre una cuna, tirar de la sábana del bebé y marcharse, y lo único que yo tenía que hacer era decir una línea. Empecé a pensar, 'el bebé está perfecto, el perro está perfecto
Si no soy capaz de hacerlo bien en la primera toma, voy a quedar muy mal.' La presión era enorme."
El supervisor de efectos animatrónicos Dave Barclay, un ex-alumno de "Como perros y gatos", considera que sus creaciones de dobles para los animales son capaces de hacer lo físicamente imposible. En relación con el perro protagonista Diggs, comenta: "El muñeco tiene un orificio el pecho que me permite tumbarme en el suelo y meter la mano hasta la cabeza. También tiene varillas en la cabeza para que los marionetistas presentes en la toma puedan controlarlo; los expertos en digitalización se encargan de eliminarlos luego".
Su criatura más compleja fue el muñeco del señor Tinkles, al que Barclay denomina "el gato animatrónico más sofisticado que haya fabricado nunca". Utilizando una técnica inventada por él y bautizada como el sistema Outabody, consistente en nada más y nada menos que 80 canales de entrada y 76 cables que conectan la cara de la marioneta con un teclado informático, el marionetista puede controlar las expresiones a través de un guante. Barclay lo compara con "tocar un instrumento musical".
Paws, un monstruo con dientes metálicos modelado en base a un gato Maine Coon, es el único personaje totalmente animatrónico del film. Se necesitaron cinco marionetistas para animarlo.
El único otro protagonista sin un compañero real es la locuaz paloma Seamus, que se creó completamente por ordenador porque, como comenta el productor de efectos visuales Randy Starr: "Es un pequeño gran personaje que hace cosas que las palomas no pueden hacer".
"En la primera película, había unas cuantas escenas en las que los personajes se crearon por ordenador porque hacían algo extraordinario como luchar empleando artes marciales. Esta película tiene varias escenas de ese tipo, tiene mucha más acción", añade Starr.
Otro avance en "Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore" es el número de animales que aparecen juntos. Puesto que cada uno tiene un entrenador exclusivo y realiza una acción concreta en cada escena, no pueden distraerse mucho. Un espacio lleno de gente con una actividad frenética, como la bulliciosa primera planta de la sede de DOG, resultaría prácticamente imposible de rodar. Por eso se optó por realizar múltiples pases de una misma toma, con uno o dos animales cada vez, y que luego se unían para crear el conjunto. "Cuando se ve a 20 o 30 perros en una escena, puede que se hayan empleado de 20 a 30 pases", concluye Starr. "Para la entrada de DOG, necesitamos 53 fragmentos individuales que combinamos posteriormente por ordenador".
El director de fotografía Steven Poster lo explica: "Configuramos una cámara que repite la acción una y otra vez. Filmamos la toma principal con los dos perros protagonistas entrando y luego colocamos grupos en distintos espacios, por aquí, por allí, cruzando en primer plano... Tardamos todo un día en hacer esa toma, pero mereció la pena para ver en la película un enorme escenario lleno de animales que hacen algo al mismo tiempo".
Los cámaras trabajaron a distancia y a través de grúas todo lo que les fue posible, para ceder el espacio, y la atención, a los animales y sus entrenadores.
El diseño de un mundo mascota-céntrico
Donde una chaqueta con cola realmente significa
una chaqueta con cola.
Brad Peyton y el diseñador de producción Rusty Smith acordaron que la sede de DOG debía tener una gran zona central que creara en los espectadores una sensación inmediata de profundidad y energía. "El núcleo de todo ello está contenido en una zona central muy grande subdividida que se abre a partir del muelle de coches-cohete", señala Smith.
Cuando Diggs llega por primera vez con Butch, en una gran toma se puede ver al mismo tiempo un gimnasio con perros entrenándose en ruedas de andar y un baño compuesto por una fila de aspersores contra incendios. A partir de ahí, en un giro de 180 grados aparecen el laboratorio y, encima de él, el despacho de Lou. Smith describe el decorado, que se completa con unos monitores de vigilancia tipo NORAD "un poco retro, en un pequeño homenaje a las películas de espías y muchos muebles a pequeña escala".
Reflejando la atracción que los gatos sienten por los pequeños escondites cerrados, para crear la sede de MEOWS, Smith se basó en el diseño de las populares casas para gatos. Esto resultaba especialmente complicado debido a su pequeño tamaño, de sólo 180-250 centímetros de alto, y a su forma esférica. "Todo el mundo tuvo que agachar el riñón para trabajar en él", recuerda divertido. Al mismo tiempo, hubo que tener en cuenta que era preciso dejar suficiente espacio para que los marionetistas pudieran maniobrar, con plataformas elevadas y otras rutas de acceso creativas en todos los escenarios siempre que fue posible.
El equipo se divirtió especialmente con las ideas de materiales creativos, llenado literalmente ambos escenarios con elementos como máquinas de golosinas para perros y gatos y teclados de ordenador personalizados.
Para una de las principales secuencias de situación, la gran escena en la cárcel del señor Tinkles, Smith acompañó a Brad Peyton y a los guionistas a Alcatraz para que se hicieran una idea de su composición y del tono necesario. Puesto que allí no se puede rodar, filmaron los exteriores en Riverview, cerca de Vancouver, en Canadá, para que hiciera las veces de los muros exteriores de las instalaciones, y recrearon el interior en un escenario.
Los trajes de los actores animales reforzaban la idea de cotidianeidad en este mundo en el que mandan los perros y los gatos. Las estrellas de cuatro patas aparecen apropiadamente ataviadas con distintos conjuntos para ir a trabajar, desde camisas y corbatas hasta batas de laboratorio y chaquetas de motorista. La diseñadora de vestuario Tish Monaghan se refiere a todo este fondo de armario como "de lo ridículo a lo sublime, con la ropa de trabajo en un extremo y los trajes de Kitty Galore y del Hannibal Lecter en miniatura en el otro extremo del espectro".
Especialmente preocupada por la comodidad de los animales, Monaghan consultó a los entrenadores y empeló muchos materiales suaves y ajustables porque, como dice: "Queríamos que pudieran brillar dejando al descubierto toda su personalidad pero sin verse constreñidos por la ropa".
Peyton quería que siempre que viéramos ese mundo en el que los perros y los gatos pueden ser ellos mismos y deshacerse de su actitud fingida pareciera que todo estaba totalmente diseñado y construido para ellos. Cuando estuvieran interactuando con nuestro mundo, tendrían que acomodarse a las dimensiones y expectativas humanas, pero eso siempre con el conocimiento implícito de que hay mucho más de lo que apreciamos con nuestros limitados sentidos humanos y nuestra perspectiva homocéntrica.
"Lo que queríamos hacer con esta película era profundizar la mitología que ya presentamos en 'Como perros y gatos' sobre un mundo de espías y contraespías y toda la intriga y acción que rodea a nuestras apacibles mascotas domésticas cada día mientras creemos que están echando una cabezadita", comenta. "Pero no hace falta haber visto 'Como perros y gatos' para entender esta película. 'La venganza de Kitty Galore' es una aventura independiente".
También podría ser, como apunta Andrew Lazar: "Una llamada de atención para aquellos que vivismos con perros y gatos para que nos planteemos quizás qué pueden estar haciendo cunado no les vemos".