Copenhague, 1944. Mientras la población danesa desea que la guerra acabe cuanto antes, Bent Faurschou-Hviid, de 23 años y cuyo nombre de guerra es Flame (por su cabello rojo) y Jørgen Haagen Schmith, de 33 años y cuyo nombre de guerra es Citron (al parecer, en parte, porque había trabajado como mecánico en la fábrica de Citroën), ponen sus vidas en riesgo para luchar en el grupo de resistencia Holger Danske que combate clandestinamente contra los nazis y sus colaboradores daneses.
El intrépido e inflexible Flame es un antifascista inveterado y sueña con que llegue el día en que el grupo montará y lanzará abiertamente un contraataque armado contra el gobierno pronazi (los nazis habían entrado en Dinamarca el 9 de abril de 1940 y contaban con el apoyo de pronazis daneses y de un gobierno colaboracionista). En cuanto a Citron, un hombre sensible que adora a su mujer y a su hija, al principio se había limitado a actuar como conductor de Flame, pero ahora se ve cada vez más involucrado en las actividades del grupo.
Cuando su inmediato superior, Aksel Winther, les ordena una acción contra dos funcionarios de la organización de espionaje alemán Abwehr, los acontecimientos empiezan a descontrolarse. Flame mantiene una conversación con el inteligente coronel Gilbert y, por primera vez, Flame se cuestiona la orden que tienen que ejecutar... Parece que se ha producido un terrible error. Situaciones posteriores, llenas de sospechas, que envuelven incluso a su chica, la bella y misteriosa correo Ketty, llevan a Flame a descubrir los perfiles de una muy diferente y mucho más oculta agenda. ¿Tendrá que creer a Ketty o a Winther? ¿Y quién trabaja para quién? Llenos de dudas, Flame y Citron empiezan a sentir que están pisando arenas movedizas. Desesperados, desilusionados y con la sensación de haber sido traicionados por sus superiores, deciden confiar únicamente en ellos mismos y concentrar sus esfuerzos en acabar con el odiado y temido jefe de la Gestapo, Hoffmann.
Esta película se ha inspirado en hechos reales y testimonios de testigos que trataron de cerca a Bent Faurschou-Hviid (Flame) y Jørgen Haagen Schmith (Citron).