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Trouble the water cartel reducidoTrouble the waterDirigida por Tia Lessin, Carl Deal
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Ficha artística
Kimberly Rivers Roberts (a.k.a. Black Kold Madina)
Scott Roberts


Génesis de la película
La película que los neoyorquinos Tia Lessin y Carl Deal hicieron comenzó dos semanas después de que el huracán Katrina asolase Nueva Orleáns.

La directora/productora Tia Lessin dice: "Nos quedamos impresionados al ver en televisión las imágenes de los cadáveres sobre las cintas transportadoras del aeropuerto, y de los cuerpos hinchados flotando en lo que, hasta la llegada del Katrina, eran calles. Queríamos saber por qué la ciudad no había sido evacuada antes de que llegase la tormenta, y por qué la ayuda tardó tanto en llegar. Queríamos dar un sentido a todo aquello".

Kodak donó el negativo para la película, algunos amigos prestaron sus equipos de grabación, y las familias ayudaban con los numerosos billetes de avión necesarios. Así fue como los realizadores y el coproductor Amir Bar-Lev llegaron hasta el centro de Louisiana, a la ciudad de Alexandria, una semana después de las lluvias torrenciales. Una vez allí, conocieron a su director de fotografía, PJ Raval, quien había abandonado Austin justo cuando los evacuados empezaban a llegar a su ciudad.

"Lo que inicialmente nos trajo al centro de Louisiana, era informar sobre el regreso de Bagdad de cientos de soldados de la Guardia Nacional de Louisiana, para ayudar y colaborar en la reconstrucción de la zona, tras el paso del Katrina. Nos preguntábamos qué sentirían esos soldados al abandonar una zona de conflicto para venir a otra mucho mas cercana a sus casas", declaraba Deal.

El equipo empezó a documentar como era el regreso de los Guardias Nacionales. "Entrevistamos a soldados que habían perdido sus casas mientras ellos estaban desplegados en Sadr City, a siete mil millas de distancia", dice Lessin. "Asistimos al reencuentro con sus familiares, de los que nunca debieron haberse separado, y fuimos testigo del shock post traumático de todo esto.

Al regresar, los soldados descubrían que sus casas y su comunidad habían sido devastadas, y acto seguido eran ellos mismos los que se venían abajo"
.

La situación empezó a complicarse cuando el equipo de asuntos públicos de la Guardia Nacional impidió el acceso a los realizadores independientes. "Fahrenheit 9/11 os jodió todo, chicos", les dijo el portavoz al sospechar que los directores eran dos de los productores de la película de Michael Moore.


El encuentro con Kimberly y Scott
"Estábamos preparados para apagar las cámaras, enviar a nuestro equipo de vuelta a casa, y empezar a ayudar como voluntarios", dijo Deal. Fue entonces, al cuarto día de rodaje, cuando aparecieron Kimberly y Scott Roberts en un refugio de la Cruz Roja de Alexandria. Habían abandonado Nueva Orleáns una semana antes y fue allí donde encontraron a Deal y al resto del equipo.

Este encuentro redireccionaba la idea de la película y abría un nuevo camino en la historia que ayudaba a "dar sentido", no solo a este desastre, sino también a algunas de las preguntas que siempre atormentan a los americanos: ¿Quién es vulnerable en nuestra sociedad y por qué? y ¿Qué hace que esta gente tome el control y luche por sobrevivir, incluso por triunfar?

"La gente nos pregunta cómo encontramos a Kimberly y a Scott", dice Lessin, "y la verdad es que fueron ellos quienes nos encontraron a nosotros."

Unos minutos después de que Deal, Lessin y su equipo atravesaran el aparcamiento del refugio de la Cruz Roja, se cruzaron en su camino con Kimberly y Scott, a quienes, sin ser conscientes de quienes eran, grabaron con sus cámaras.

La ciudad se encontraba totalmente derruida, pero Kimberly de 24 años regresaba para recuperarla. "Mirad", decía señalando las cámaras de Deal y Lessin, "lo mismo que estáis haciendo, ya lo hice yo… ¿Cuándo vendréis conmigo para ver lo que tengo grabado?

El día antes de que el Katrina asolase la ciudad, Kimberly cogía una cámara de vídeo por primera vez en su vida. Una semana antes, se había comprado la videocámara, en la calle, por 20$, "porque estaba a muy buen precio". Dice que la compró para grabar fiestas de cumpleaños y fiestas familiares. Una vez que la tormenta les dejó sin luz, a Kimberly sólo le quedaba batería para dos horas en su cámara. Al día siguiente, cuando se quedó sin batería, logro filmar pequeños clips cortos de video, documentando lo larga que fue la espera de un rescate que nunca llegaba.

"El momento en que nos encontramos, fue mágico", dice Deal. "La valía de Kimberly y Scott, como contadores de historias, fue evidente desde el primer instante. Tras conocerles, decidimos iniciar la película con ese primer encuentro, para presentar al público a Kimberly y Scott, de la misma manera que les conocimos nosotros".

"Cuando les encontramos, estaban vendiendo, en la calle, su video casero del huracán. Se autodefinían como "estafadores". Cuando les conocimos, comprendimos que además eran personas con mucho talento, imaginación y profundamente comprensivos, que sobrevivían, no solo al fracaso, sino también a los soldados armados, a torpes burócratas, e incluso a su propio pasado" dice Lessin. "Kimberly y Scott han sobrevivido a todas las tormentas de su vida, no porque sean afortunados, sino porque tienen inteligencia, agallas, y la clase de esperanza que crece, y se hace más fuerte, con cada una de sus experiencias", dice
Deal.


Uniendo todas las piezas
El primer acto de Trouble the Water está compuesto por quince minutos de las dramáticas imágenes filmadas por Kimberley y Scott, durante el día de antes y el mismo día de la llegada del huracán.

De este modo, los directores consiguen entremezclar la crudeza de los acontecimientos, con la extraña cautivación producida al ver y oir los hechos narrados en primera persona.

El resto de la película, es una combinación de imágenes filmadas con una cámara de 16mm, una video cámara digital, y de audio y video sacado de los informativos.

"Decidimos no entrevistar a expertos, no usar la voz en off de un narrador, ni ninguno de los recursos propios del género documental. Consideramos que esos elementos dan como resultado unos buenos productos para la televisión, pero no son tan importantes en el cine. Decidimos hacer una película dramática, no un mero instrumento informativo".

El director de fotografía, PJ Raval dijo: "Kimberly y Scott son muy naturales delante de la cámara. Tan pronto cómo empezamos a rodar, la película se convirtió en algo mucho más narrativo de lo que esperábamos. Kimberly y Scott eran las estrellas, y el guión era… bueno… una auténtica revelación".

La primera llamada que hicieron los directores, cuando regresaron a Nueva York después de rodar, fue a T. Woody Richman, un montador con el que ya habían trabajado en Bowling for Columbine y en Fahrenheit 9/11. "El corazón de Woody es tan grande como su talento, y nosotros sabíamos que esta era un historia extraordinaria, que nadie podía haber tratado mejor que él", dijo Deal.

"Estaba encantado de poder trabajar con Tia y Carl en este proyecto. ¡La forma de rodar de Kim me vuelve loco! Aunque la película se presentaba llena de retos tecnológicos – el día antes de la llegada del huracán era la primera vez que Kim cogía una cámara de vídeo - El resultado es algo que nunca antes había visto", dijo Richman. "Su narración en tiempo real, confería un gran poder a las imágenes".

La edición comenzó en Agosto de 2006, con aproximadamente 160 horas de material filmado durante el Katrina y los meses siguientes, cientos de horas de informativos de diferentes medios de comunicación, y las imágenes que Kimberly logró grabar el día antes y el mismo día que llego el huracán.

Querían contar la historia de una ciudad, la peregrinación de un grupo de personas durante el desastre y la respuesta oficial del gobierno ante la catástrofe. Todas las historias se conectan a través del viaje de Kimberly, Scott y de su "amigo" Brian, al que conocieron durante la huida.

"Fue trabajando en la sala de montaje, cuando decidimos introducir el punto de vista personal de Kimberly y Scott, a través de flashbacks, que nos permitieran volver la vista atrás hacia los recuerdos traumáticos del pasado", dice Lessin.

De este modo, la historia se va desarrollando al margen de las normas convencionales de narración; aquí, los narradores son los propios protagonistas, sus palabras marcan el tono, sus puntos de vista delimitan el metraje, y su viaje es el que impulsa el desarrollo de la historia.

Uno de los "problemas" que tuvo que afrontar el equipo, fue el de encontrar imágenes del Katrina que encajaran con el tono y el punto de vista de las rodadas por Kimberly y Scott, antes de quedarse sin batería.

Las imágenes tenían que contener la carga emocional suficiente, y la emoción necesaria para que no desentonaran con las grabadas por Kimberly y Scott, y a su vez, completaran el relato de la huida de la ciudad"
, dice Deal.

Los directores recibieron imágenes de un productor de noticias y de Orlean Parish Prison. Con las imágenes de la prisión, se narraba como vivieron los reclusos la situación desde su encierro.

También recibieron grabaciones de audio de las llamadas recibidas en el servicio de emergencias, durante la tormenta.

"La gente estaba atrapada en sus áticos, escuchando como los operadores les decían que no había ninguna ayuda en camino. Cuando escuchamos esas aterradoras llamadas de auxilio, rompimos a llorar. Nunca supimos que pasó con toda esa gente, ni siquiera si están vivos o muertos", dice Lessin.

Al mezclar el audio de esas conversaciones telefónicas con los videos de Kimberly desde la ventana de su ático, mostrando cómo la tormenta iba creciendo, surgió una escena devastadora que nos revelaba a Kimberly, Scott, a sus vecinos y amigos como sus mejores rescatadores.

En el verano de 2007, tras completar un primer montaje de la película, Carl, Tia y Woody fueron invitados a los laboratorios de Sundance Institute. Tanto el centro, como los asesores del Instituto Sundance, (Robb Moss, Mary Lampson) les ofrecieron apoyo y ayuda incondicional para finalizar la película. Era su primera oportunidad para ver las imágenes en la gran pantalla, en las instalaciones de Sundance. Al regresar a Nueva Cork, Lampson se unió al equipo para finalizar la película.

"Cuando fuimos a Nueva Orleans, nos esforzamos por hacer las cosas bien, por ser coherentes y mantenernos fieles a las voces y a las diferentes experiencias que habíamos vivido y que eran diferentes a las nuestras. Y mostrar así, del modo más veraz posible, el enfrentamiento de razas y clases que define a los Estados Unidos. La única petición que Kimberly y Scott nos hicieron fue que nos mantuviéramos fieles a la realidad. No querían ver la película hasta que estuviese totalmente terminada".

En septiembre de 2007, Tia y Carl estaban tan ansiosos que organizaron una proyección para Kimberly y Scott. "Esperábamos que les gustase, pero no sabíamos como iban a responder al verse en pantalla".

"Me gustó la película. Tia y Carl me retrataron tal y como soy", dice Kimberly. "La película me permitió descubrir una parte de mi que, siempre ha estado ahí dormida, y que sólo aflora ante determinadas circunstancias y acontecimientos negativos.

La película me ha ayudado a verme desde otra perspectiva. Estoy muy agradecida a Carl y a Tia por la persona en la que esta película me ha convertido. Me gustaría que la película ayudara a la gente a coger la fuerza y coraje necesarios para cuando la tormenta llegue a sus vidas"
.


Kimberly Roberts (Black Kold Madina)
Antes de la llegada del Katrina, con el pseudónimo de Black Kold Madina, Kimberly había grabado Tryed and Trae, una maqueta compuesta por una docena de temas rap. Kimberly creía que las aguas se habían llevado sus canciones para siempre. Justo después de encontrar, con un pariente, la única maqueta que existía con sus canciones, Kimberly interpreta espontáneamente su canción Amazing.

Las raíces de Black Kold Madina están profundamente arraigadas dentro del hip hop de Nueva Orleáns. Es muy conocida dentro de los mejores locales de jazz, pero no termina de identificarse fuera de estos, lo que no impide que su sonido sea imitado por todo el mundo.

Antes del Katrina, Kim luchaba por abrirse un hueco dentro de la escena del rap underground de su ciudad, de dónde salieron artistas como Juvenile and Master P, o Mia X.

Después del Katrina, Black Kold Madina grabó docenas de canciones mas para Born Hustler Records (http://www.bornhustlerrecords.com), el sello discográfico creado por ella y Scott. Dentro de su repertorio se incluyen dos temas compuestas para el film: Bone Gristle y Trouble the Waters.


La banda sonora: Massive Attack
Neil Davidge y Robert Del Naja, componentes del grupo de Trip hop Massive Attack, aportaron a la película su fusión de hip hop, soul y melodías hipnóticas. Del Naja conocido como "3D", fue en sus orígenes un famoso artista grafitero y miembro de un grupo de hip hop, llamado The Wild Bunch.

Tanto Davidge, como Del Naja, eran ya unos expertos escritores y productores al haber colaborado anteriormente en la banda sonora de títulos importantes, cómo Snatch, Matrix y Unleashed.

Admiradores de los Massive, los directores habían pensado ya en algunos de sus temas cuando enviaron un dvd con uno de los primeros montajes de la película, al manager de la banda. "En cuanto vi la escena de las llamadas al 911 pensé, tenemos que hacer esto. La pena era no haber estado en el proceso desde el principio", reconoce Davidge.

La banda sonora de Davidge y Del Naja, aporta al film unos toques de blues, gospel, jazz y hip hop underground e incluye unos arreglos de piano del clásico Wade the Water, del Dr. John, y una versión gospel de esa misma canción, interpretada por el dúo Mary Mary. Además incluye el blues de John Lee Hooker, el hip hop de The Roots, y el soul emergente del tema Hurricane Waters, interpretado por The Free Agents Brass Band.