La acción arranca en una escuela de cocina. Es aquí donde se encuentran llorando desconsoladamente (pero por efecto de la cebolla picada) los seis alumnos del último año, futuros cocineros:
ALBERTO (un inmigrante boliviano, con aspecto de indígena), PIRAS (un joven muy espabilado y movido), IKERNE (una joven de pueblo, moderna, con aspecto saludable) , GALDER (algo más mayor que el resto, un hombre perdido), XALBA (el guaperas del grupo, surfista), y ESTEFANÍA (una joven nada interesada en la cocina, viene obligada por sus padres que son dueños de un pequeño restaurante).
El profesor, JUANTXO, que es un hombre grande, como un oso, cascarrabias, un loco bullicioso que aunque lo intente no puede esconder la pluma. Intentara poner algo de fundamento en esta cuadrilla de vagos, pero le va a costar ya que le lloverán problemas uno tras otro como caídos del cielo. Este tosco cocinero vive hastiado con sus alumnos ya que estos tienen mas interés en fumar porros que en aprender a ser los transmisores de la cultura culinaria. Ya que lo único que tienen en la cabeza es, como irse de allí, para la desesperación de Juantxo. Por fortuna siempre hay alguna joya, este es Alberto el inmigrante. Justamente es la madre de este quien recientemente se ocupa de cuidar a la madre de Juantxo que sufre de Alzehimer. Juantxo esta muy unido a su madre y no le va a resultar facil dejar el cuidado de su madre en manos de una desconocida. Ademas la madre tiene una forma de ser muy viva y Hilda, la madre de Alberto, al contrario tiene poco fundamento.
Ese día en concreto Juantxo no puede soportar por mas tiempo la peste que hay en la cocina. Alguien ha dejado pudrir comida en algún lugar y no se puede soportar la peste. Hay que hacer una limpieza profunda . Las quejas de los alumnos serán en vano.
Al final Piras siguiendo el olor descubrirá que viene del techo...