Aprovechando una ventisca nocturna para cubrir sus huellas, siete prisioneros, atrapados en el reinado de terror de Stalin, escapan de un gulag soviético en 1940. Ahora son hombres libres aunque, casi con certeza, acaben muertos... pues la larguísima caminata que les aguarda hasta llegar a lugar seguro desafía toda probabilidad razonable de una resolución feliz y el terreno que habrán de atravesar es implacable.
Con escaso equipo, sin comida, y sin certeza alguna de su posición ni de la dirección que deberían seguir, emprenden un viaje que los obligará a afrontar grandes penalidades y situaciones dramáticas. Empujados por sus instintos animales más básicos supervivencia y miedo pero dependiendo a la vez de rasgos humanos más evolucionados compasión y confianza el grupo sufrirá experiencias que los transformarán, profundas y atroces, angustiosas y eufóricas.
Se rigen en todo momento por un principio inapelable: seguir adelante, seguir adelante, seguir adelante...