Protagonizado por Jackman y Gyllenhaal, el thriller dramático "Prisioneros" cuenta con un reparto plagado de estrellas entre las que destacan la actriz nominada a un Óscar® Viola Davis ("Criadas y señoras", "La duda"), la nominada a los Globos de Oro Maria Bello ("Una historia de violencia", "The Cooler") y el nominado al Óscar® Terrence Howard ("Hustle & Flow"), además de la oscarizada Melissa Leo ("The Fighter") y Paul Dano.
Denis Villeneuve dirige a partir de un guión original de Aaron Guzikowski. Sus productores son el nominado a los Óscar® Broderick Johnson ("Un sueño posible"), Kira Davis, el nominado a los premios de la Academia Andrew A. Kosove ("Un sueño posible"), y Adam Kolbrenner, mientras que Edward L. McDonnell, John H. Starke, Robyn Meisinger, Mark Wahlberg y Stephen Levinson se han encargado de la producción ejecutiva.
Villeneuve cuenta con el respaldo de un equipo técnico estelar que incluye al director de fotografía diez veces nominado a los Óscar® Roger A. Deakins ("Skyfall"), el diseñador de producción también nominado a los Óscar® Patrice Vermette ("La reina Victoria"), el oscarizado Joel Cox ("Sin perdón") al frente del montaje junto a Gary Roach, y la diseñadora de vestuario Renée April. La música es de Jóhann Jóhannsson.
Alcon Entertainment presenta "Prisioneros", una producción de 8:38 Productions/Madhouse Entertainment. La cinta será distribuida a escala nacional y en algunos territorios internacionales seleccionados por Warner Bros. Pictures, una compañía Warner Bros. Entertainment.
KELLER DOVER - Los niños que llevan desaparecidos una semana tienen un cincuenta por ciento de posibilidades de aparecer y, al cabo de un mes, casi ninguno aparece, al menos no vivo. Así que, ¡perdón por hacer todo lo que puedo!
Es un frío y nuboso día de Acción de Gracias en un modesto barrio a las afueras de Pensilvania, el tipo de ciudad en la que los niños van en bici y juegan en la calle todos los días. Dentro de un hogar cálido y acogedor, los trabajadores Dover y los Birch, sus mejores amigos y vecinos, comparten esta tradicional comida familiar relajados, entre risas, totalmente a gusto. Todo es perfecto.
Pero, de pronto, algo ocurre.
En un abrir y cerrar de ojos, las dos niñas más pequeñas, de tan solo seis y siete años de edad, han desaparecido. Posiblemente sea lo peor que pueda imaginar cualquier padre y cualquier familia, y para los Dover y los Birch supone el comienzo de una traumática pesadilla de la que no pueden escapar.
El director Denis Villeneuve afirma: Prisioneros afronta uno de los temas más complejos de la vida: los niños desaparecidos. El simple hecho de pensar en ello nos hace sentir incómodos, instantáneamente el miedo se apodera de nosotros. Y la idea ¿Qué haría si me ocurriera a mí? resulta verdaderamente impensable. Te preguntas hasta dónde llegarías para encontrar a tu hijo antes de que sea demasiado tarde. O qué es lo que le harías a la persona de la que estuvieras convencido que es la responsable si pudieras. Y qué pasaría si no lo hicieras y eso marcara la diferencia. El miedo te lleva a pensar así y condiciona las respuestas. Incluso desde la seguridad de la butaca en el cine, los complejos conflictos morales que surgen a partir de nuestras reacciones ante esta emoción tan singular resultan fascinantes. Para mí, como director, estudiarlas y analizar nuestra humanidad a través de la riqueza de estos personajes me resultaba tan atractivo que estaba dispuesto a enfrentarme a mis propios miedos".
En la película, se acude a la policía y el regreso de las niñas, sanas y salvas, se convierte en una carrera contrarreloj. Todo el mundo sabe que cuanto más se tarde en encontrarlas, menos probable será que estén bien. Cuando la policía arresta a un sospechoso bastante pronto, pero lo deja en libertad por falta de pruebas, uno de los padres no será capaz de soportar lo que ve como un error por su parte, ni tampoco confía en las palabras tranquilizadoras y sin sentido para él. Convencido de que no tiene más alternativa, hará todo lo que sea preciso para encontrar a las niñas, sin tener en cuenta las consecuencias.
Hugh Jackman, que da vida a Keller Dover, el padre de la desaparecida Anna Dover, afirma: "Se trata de un thriller de suspense clásico sometido a la tiranía del reloj que te mantiene en tensión todo el tiempo, está muy bien escrito, con unos giros estupendos. Pero también resulta verdaderamente conmovedor al tratar lo que le ocurre al espíritu humano, al psiquismo, al alma, cuando una persona se ve sometida a esa presión".
La historia profundiza en una situación que afecta tanto a ambas familias como a la comunidad en la que viven, y al policía que trata de resolver a marchas forzadas el caso antes de que sea demasiado tarde.
Jake Gyllenhaal, en el papel del detective al frente del caso, apreció la forma en que el guión analizaba la cuestión tanto desde dentro como desde fuera de las familias afectadas. "Planteaba preguntas verdaderamente duras acerca de hasta dónde estarías dispuesto a llegar por la gente a la que amas, estudiando también muy de cerca las distintas relaciones interpersonales en una ciudad pequeña cuando ocurre algo así, incluida la perspectiva de un policía, al que algunos ven como parte de la solución y otros como parte del problema".
La productora Kira Davis, recordando la primera vez que leyó el guión, afirma: "Aunque como madre me resultaba muy doloroso incluso imaginar algo así, me conquistó la intensidad del material, el suspense, y me resultaba imposible adivinar lo que iba a suceder a continuación. Me gustó que la historia se contara desde la perspectiva de diferentes personajes, y que los vieras a cada uno de ellos haciendo un viaje emocional muy diferente".
El guión de "Prisioneros" es obra de Aaron Guzikowski, quien afirma que su primera inspiración era algo mucho menos oscura que lo que terminó siendo. "Lo primero que tuve fue ese sentimiento, lo que te ocurre cuando no encuentras algo tan trivial como las llaves del coche o el teléfono", recuerda. "Ese ligero pánico que sientes cuando vas a buscar algo que sabes que estaba en un sitio y no lo encuentras".
Pero eso fue antes de que tuviera hijos. "Cuando tuve a mis hijos y traté de imaginar la misma sensación pero en este caso con ellos la cosa fue totalmente distinta. ¿Qué efecto tiene eso en la mente de las personas? ¿Cómo te cambia, qué te impulsa a hacer que normalmente nunca harías?"
El productor Adam Kolbrenner ha acompañado a Guzikowski en el proceso de creación del guión. "Aaron nunca ha cejado en su compromiso con la historia y sus increíbles personajes, de principio a fin", señala. "Lo más importante para él era cómo enfrentaba cada uno de ellos esta tragedia a su manera, y que todo empezara de forma tan inocente: con la decisión de los padres de dejar salir a sus hijas pequeñas. Es algo muy habitual, algo que los padres y las madres hacen todos los días".
El productor Broderick Johnson añade: "El guión de Aaron te engancha desde el primer instante. Descubres a unos personajes encantadores que de pronto se tienen que enfrentar a esta increíble situación y, a medida que va pasando el tiempo, la presión va aumentando, y se convierte en un thriller oscuro y sobrecogedor que te aterra y te hace pensar al mismo tiempo".
Consciente de que el proyecto planteaba unas preguntas muy difíciles, Johnson apunta que la clave para Alcon y los demás productores pasaba por encontrar a un director que fuera, no solo capaz de tratar un tema tan complejo, sino también de llevarlo a la gran pantalla de forma que las crudas emociones subyacentes se expusieran al público, para que este pudiera sentir junto a los personajes. "Si te fijas en el trabajo de Denis, uno de sus denominadores comunes es la humanidad absoluta, la naturaleza real de los conflictos emocionales. Sabíamos que la historia no podía estar en mejores manos".
Villeneuve afirma: "Desde el primer momento me impresionó la forma en que Aaron describía lo que un padre estaría dispuesto a hacer por su hijo en unas circunstancias tan extraordinarias, pero también la forma en que este acto violento contra una familia se cuela dentro de ellos y entre ellos, destruyendo una parte de su intimidad, y lo que cada uno tiene que hacer para sobrevivir. Me conmovió enormemente".
"Denis me dijo: Entiendo quiénes son estos personajes, entiendo lo que están pasando. Sé cómo enfrentarme a ellos y quiero expresarlo el términos cinematográficos", recuerda Kolbrenner. "Y eso ha sido exactamente lo que ha hecho. En una película que te lleva a los rincones más oscuros, los personajes estaban a merced de un director que les aportaba pasión y creatividad cada día".
"Desde el principio me di cuenta de que podía enfocar la historia desde distintas perspectivas", recuerda Villeneuve. "Es un tema oscuro y duro, pero también es muy profundo, y sabía que resultaría muy interesante para el público si podía vivir la experiencia junto a los personajes, si realmente era capaz de conectar con ellos".
El guión de Guzikowski y el enfoque de Villeneuve fue lo que atrajo a un buen número de estrellas, incluidos los propios Jackman y Gyllenhaal, además de Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard, Melissa Leo y Paul Dano. Y detrás de las cámaras, colaborando con Villeneuve para capturar la historia, estaba el legendario director de fotografía Roger Deakins.
"Contar con Denis y Roger, además de este estupendo reparto, ha sido una verdadera bendición para la película desde cualquier punto de vista", reconoce Davis.
KELLER - Se quedará detenido hasta que aparezca mi hija, ¿verdad?
LOKI - Podemos retenerle durante 48 horas. Y saldrá mañana a menos que presentemos cargos
KELLER - ¡Entonces acúsenle de algo!
Reparto y personajes
Los terribles acontecimientos que se narran en "Prisioneros", empezando por la desaparición de Anna Dover y Joy Birch, hacen que cada personaje reaccione de una forma que probablemente nunca hubiera creído posible. Especialmente Keller Dover. Hugh Jackman lo explica así: "La gente no es educada en circunstancias tan extremas. No le preocupa lo que piensen los demás de su comportamiento. Este se vuelve básico, gutural. Pueden venirse abajo y hundirse, o enfadarse y volverse violentos, o desilusionarse
Y todo ello desde la sinceridad. Es lo que tienen que hacer en cada momento para pasar el trago".
Villeneuve está de acuerdo. "Cada personaje de la película es, en uno u otro sentido, un prisionero de las circunstancias, de sus propias neurosis, del miedo
Cada persona tiene que enfrentarse a su propio encierro, y cada una tendrá que encontrar su forma de salir".
Dover es un carpintero que se refiere a sí mismo como un superviviente, con un sótano lleno de cosas que así lo demuestran. Este amante esposo y padre de dos hijos, está preparado para todo. O eso es lo que cree. "Mi personaje tiene una frase que me encanta: Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor", comenta Jackman. "Tiene un plan B para todo
pero no para algo así. Cuando desaparece su hija de seis años, pierde la confianza en que la policía pueda encontrarla, y se le ocurre que él es el único que puede salvarla. Tiene una necesidad primaria de proteger a su familia, y en ese preciso instante eso pasa por encontrar a Anna".
"Keller tiene muchas cosas en su sótano; si algo va mal, él va a estar preparado", añade Villeneuve. "Hay otro extremo de su personalidad que, un día cualquiera, no tendría mucha importancia, pero ahora vemos que no confía en que la sociedad se haga cargo de las situaciones, y cree que es el único que puede garantizar la supervivencia de su familia. Eso le empuja a buscar a las niñas".
Jackman investigó el comportamiento de supervivencia. Su personaje es también un alcohólico rehabilitado, algo que entra en juego en un momento crucial de la historia, así que el actor estudió también los efectos que tiene la privación del sueño a lo largo de varios días. Combinó ambas cosas, con lo que aprendió qué ocurre con frecuencia en la dinámica familiar en este tipo de situaciones. Y explica que Dover, en su auto-atribuido papel de detective y con su desesperada necesidad de controlar los resultados: "necesita que saber con certeza todo lo que está haciendo la policía, y eso incluye sus métodos, así como todas las estadísticas sobre casos de niños desaparecidos y cómo estas empeoran a medida que pasan los días".
El actor prosigue: "Keller no se cree un vigilante. No le mueven las emociones. Cree que tiene pruebas concretas a las que la policía no está haciendo caso, y eso le vuelve aún más loco, y también justifica su determinación de seguir a su propio sospechoso e interrogarlo".
Davis comenta: "Creo que cualquier padre cuyo hijo haya desaparecido y piense que la policía no está dando los pasos adecuados sentiría pánico. De hecho, Keller empieza a sentirlo muy pronto porque cree que la policía no está haciendo lo suficiente y que él tiene que hacer algo. Cree que tiene una pista a la que nadie está prestando atención, y que las autoridades consideran que no es más que un padre histérico y por eso no le creen. De nuevo, desde la perspectiva de un padre, el otoño está acabando, cada vez hace más frío y las posibilidades de encontrar a las niñas disminuyen con cada minuto que pasa, por lo que Keller piensa que no tiene más alternativa que tomar las riendas del asunto".
"Hugh ha aportado mucha fuerza y humanidad a Keller", afirma Villeneuve. "Es un personaje que se vuelve emocional de forma imprevista y que es arrastrado a lugares oscuros que nosotros, como seres humanos, sabemos que están en nuestro interior, aunque no queramos fijarnos en ellos. Keller nos muestra ese lado oscuro, así que tenía que ser interpretado por alguien que estuviera dispuesto a llegar hasta allí, a darlo todo, y a explorar tanto la desesperación como la vulnerabilidad al mismo tiempo. La generosidad de Hugh con el personaje y sus compañeros no ha tenido límite".
Dover se niega a sentirse desvalido, pero se siente traicionado por la policía, especialmente por el detective Loki, el investigador a cargo del caso. Solo le pidió una cosa a Loki, que retuviera al sospecho inicial durante más de 48 horas y, aunque no es Loki quien decide ponerlo en libertad, él es quien debe afrontar el enfado y la frustración de Dover.
"Keller desconfía inmediatamente de Loki", señala Kolbrenner. "Cree que es joven y le falta experiencia, y puesto que Loki no tiene hijos, Keller no cree que pueda ponerse en el lugar de las familias que están pasando por algo así, y por eso no se esfuerza lo suficiente para encontrar a las niñas".
Mientras Villeneuve y Jake Gyllenhaal estaban trabajando juntos en su primera película, "Enemy", el director recibió el guión de "Prisioneros". Villeneuve pensó inmediatamente en Gyllenhaal para el papel del detective Loki.
"Jake es un actor fantástico y un artista muy sólido, y también un amigo", afirma Villeneuve. "Estaba encantado de que hubiera aceptado el papel y emprender este proyecto conmigo".
"Denis conoce mis puntos fuertes, sabe hasta dónde puede empujarme, cuándo me frustro y cuándo me siento cómodo en mi trabajo", comenta Gyllenhaal. "No había trabajado nunca con un director en dos películas consecutivas antes, pero estábamos teniendo una experiencia creativa tan increíble con la primera que ya me interesaba esta antes de leer siquiera el guión. Y, cuando lo hice, encontré mi personaje verdaderamente fascinante".
El director y el actor pasaron mucho tiempo hablando sobre la historia y el conflicto entre Loki y Dover, haciendo evolucionar aún más la profundidad y la dimensión del personaje de Gyllenhaal. Recrearon la vida de Loki como un huérfano y delincuente juvenil, entrando y saliendo de hogares de acogida, algo que no podía tratarse directamente en la película, pero que se filtraría a través del personaje que se vería en pantalla. "Después de pasar por el sistema de reformatorios, finalmente encontró su lugar en otra institución, el cuerpo de policía. Creo que eso es lo que hace que no tenga miedo de entrar en ese mundo: ya lo ha visto, no es un territorio desconocido para él", explica Gyllenhaal.
El actor cree también que las pistas acerca de los demonios interiores de Loki y la influencia de su juventud que vemos en pantalla dicen mucho acerca de por qué es bueno en su trabajo. "Oculta su historia, especialmente en su forma de vestir, aunque puedes adivinar algunas cosas por sus tatuajes. También pasa mucho tiempo solo, apartándose en lugar de hablar con los de más fuera del trabajo. Está dispuesto a introducirse en la mente de los sospechosos, adentrándose en los rincones más oscuros de la psicología criminal. Es una persona que tiene metas, reservas e intensidad, pero también una rabia que bulle en su interior, y todo ello hace que sea muy persistente, realmente escéptico en ocasiones, y muy bueno en su trabajo. Y lo sabe".
El hecho de que Loki prefiera trabajar solo hace que también se muestre más intolerante hacia las interferencias de Dover en su trabajo. "Desde la perspectiva de mi personaje, lo que le ocurre un padre que se enfrenta a una situación como esta es verdaderamente incomprensible", prosigue Gyllenhaal. "Pero la forma en que Keller afronta el tema es muy inocente; no tiene ninguna experiencia en la resolución de casos ni sabe a qué detalles debe prestar atención. Tenemos el mismo objetivo, que es encontrar a su hija, pero también hay que dar cierto crédito a su experiencia".
"El detective Loki es un policía abnegado y astuto", admite Johnson, "pero también resulta un tanto arrogante, y cree que la intuición de Keller, su certeza absoluta de que un sospechoso en particular es culpable, se debe a su ansiedad. Loki respeta la postura en que se sitúa como padre, pero no se toma demasiado en serio las acusaciones de Keller. Resulta demasiado agresivo para él; Loki es muy meticuloso y no elimina a nadie de la lista".
"Loki ha resuelto todos los casos que se le han asignado", añade Jackman, "y ahora está atrapado en un laberinto. Cree que va por buen camino en una dirección y luego algo hace que tenga que seguir otra. Y cuando más extraño y errático se vuelve el comportamiento de Keller, más se pone en su punto de mira".
"Creo que quienes se toman las cosas por su mano de forma tan impulsiva suelen sufrir mucho a causa de ello", afirma Gyllenhaal. "Keller está atrapado en su instinto animal, siguiendo su corazonada, y eso le lleva por muy mal camino. Loki se limita a observar y esperar para ver qué es lo que hace. Especialmente en lo que respecta a Alex Jones".
Alex Jones es un joven del que la policía sospecha en un primer momento que está detrás de la desaparición de las niñas. Lo detienen y le interrogan, pero terminan por dejarlo en libertad sin cargos.
"Loki no cree necesariamente que Alex Jones sea la persona que está detrás de esto, pero tiene algo sospechoso", comenta Gyllenhaal. "Hay otras cosas que hacen que Loki se concentre en otras pistas, pero no termina de descartarlo del todo tampoco".
Por otra parte, Dover está absolutamente convencido. El más leve de los susurros le da todas las pruebas que necesita, y si la policía no recibe respuestas de él, - por el amor y por la vida de su hija- Dover estará dispuesto a hacer todo lo posible para que Alex Jones hable. Por supuesto, lo irónico es que cuando más presiona a Alex, menos habla éste.
Paul Dano interpreta al enigmático Alex Jones. Experto en papeles fuera de lo común, Dano afirma: "Alex es un tipo complicado. Es un chico malo y una víctima al mismo tiempo, es misterioso y eso le da muchas posibilidades a un actor para explorar".
Johnson está de acuerdo: "Alex es un papel muy difícil de interpretar porque proyecta al mismo tiempo cierto elemento de peligro, que es lo que ve Keller, y de inocencia. Es mayor de puertas para afuera, pero en su interior, su madurez y su intelecto son los de alguien mucho más joven, alguien que apenas sabe qué es capaz de hacer".
"En cierto sentido, Alex simplemente quiere ayudar y, en un momento de pánico, dice algo para tranquilizar a Keller, algo que cree que quiere oír", comenta Villeneuve. "Pero eso empeora las cosas, tanto para Keller como para él. Alex tiene una relación complicada con la realidad, y eso es parte de lo que hace que su experiencia sea tan horrible".
Villeneuve supo nada más leer el guión que era un papel para Dano. "Me dije: 'Necesito a Paul Dano. Paul es uno de mis actores favoritos, y necesitaba a alguien con una presencia muy fuerte para que el público pudiera sentir esa presencia incluso cuando no le estuvieran viendo en pantalla. Paul aportó una estupenda dimensión infantil al personaje, como un niño que no ha crecido, o que se ha quedado atrapado en un momento determinado".
Aunque sus escenas juntos son de las más desgarradoras de la película, Dano y Jackman tuvieron una relación caracterizada por la colaboración durante el rodaje. "Hugh es muy generoso y gracioso", señala Dano. "Tuvimos algunas escenas difíciles solos juntos y eran muy intensas e íntimas, pero creo que hemos llegado hasta donde teníamos que llegar".
Aunque el vecino de Dover, Franklin Birch, está igual de afectado por la desaparición de su hija, no se siente cómodo con hasta dónde está dispuesto a llegar Keller para encontrar a las niñas. La situación los está devorando a los dos emocionalmente, pero Franklin responde de forma mucho más contenida.
Terrence Howard, que interpreta a Birch, recuerda cómo se sintió cuando leyó el guión por primera vez: "Me interesó mucho. Me llevó a las profundidades de estos personajes verdaderamente humanos. Todos vemos las noticias y nos preguntamos qué haríamos si alguien hiciera daño de esta forma a nuestra familia, a nuestros hijos. ¿Me tomaría la justicia por mi mano o confiaría en que las autoridades harían todo lo posible? Y es que, al fin y al cabo, se van a casa después de trabajar mientras mi hija sigue desaparecida. Así que, cuando ves la película, te preguntas qué tipo de personaje serías tú. ¿Cómo cuál de ellos actuarías? Y es que todos resultan tener una naturaleza muy humana".
A pesar de su estrecha amistad, Birch, un profesor de música, es un hombre muy diferente a Dover. Cuando las niñas desaparecen, prefiere dejar que la policía haga su trabajo. Luego, se pasa a regañadientes a los métodos más duros de Keller, pero solo hasta cierto punto, y eso crea una fisura entre ellos.
Howard afirma que Villeneuve creó un entorno seguro y de confianza que permitía al reparto subirse con seguridad a la complicadísima montaña rusa emocional en la que están embarcados los personajes. "Aunque el asunto que se estaba tratando era muy duro, probablemente ha sido el rodaje con menos estrés en el que he trabajado. Conscientes de que teníamos que transmitir algunas de las peores cosas a las que puede enfrentarse cualquier persona, también se nos permitió dar rienda suelta a nuestras inseguridades gracias a Denis. Todos pudimos sumergirnos tanto como deseamos en nuestros personajes con la seguridad de que él estaría allí para ayudarnos".
"Franklin mantiene una terrible lucha moral con las acciones de Keller en lo que respecta a Alex Jones. Cuando Keller secuestra a Alex, y Franklin participa en el hecho, se gesta una guerra en su interior", señala Villeneuve. "En cierto sentido, creo que Franklin es el personaje que representa el punto de vista del público, y Terrence hizo un trabajo estupendo transmitiéndolo".
Viola Davis da vida a la mujer de Franklin, Nancy Birch, y afirma que tanto él como Howard mantuvieron una relación estupenda durante el rodaje. "Me encanta Terrence", comenta. "Es dulce, amable y sensible. Rebosa emociones, y eso resulta muy útil en una historia como esta; es un compañero estupendo".
A su vez, el director Villeneuve no tiene más que elogios hacia la propia Davis. "Viola está maravillosa. Ha sido capaz de mostrar la fortaleza de su personaje como una debilidad, lo que permite a Nancy replegarse en su propia compasión, mirar hacia otro lado. Nadie sería capaz de gestionar algo así con tanta sutileza".
Desde la perspectiva del público, Davis afirma: "Todos nuestros personajes recorren este camino juntos pero por separado. En ocasiones, los espectadores van a querer gritar a la pantalla: ¿Cómo sois capaces de sentaros y hablar, compartir y dejar salir esos sentimientos juntos en lugar de quebrarse y quedar aplastados por el peso de todo ese dolor? Pero simplemente no pueden hacerlo, es demasiado".
Aunque la reacción de Nancy es quedarse alerta en su casa, como un pilar fuerte y tranquilo que no desea venirse abajo, la de Grace Dover pasa por hundirse del todo, meterse en la cama y anestesiarse para poder dejar a un lado su dolor.
"Grace se viene abajo", comenta Maria Bello, que da vida a la mujer y esposa que se convierte en la mera sombra de quien era. "Toma medicación para calmarse, porque de lo contrario estaría histérica. Y su marido está ahí fuera haciendo las cosas a su modo, no está en casa con ella para consolarla".
Aunque sabe que Keller está buscando a Anna y Joy, Grace no puede evitar culparle también un poco al mismo tiempo, enfatiza Bello. "Él está preparado para el fin del mundo, así que, ¿por qué no puede salvar a su hija? Empieza a aclararse, y lo mismo le ocurre a su relación en cierta medida. Está tan enfadada con él y con toda la situación que tiene que hacerlo, o morirá".
"La reacción de Grace ante el dolor pasa por desaparecer, por esfumarse", afirma Villeneuve. "Necesitábamos a una actriz que, al comenzar la película, mostrara una gran vida y mucha felicidad, y que luego, poco a poco, fuese perdiendo fuerza y convirtiéndose prácticamente en un fantasma. La belleza innata de Maria permitía al personaje dejar salir la angustia sin maquillaje, a la que se ve cansada y que se convierte cada vez más en una sombra , con lo que puedes hacerte una perfecta idea del dolor del que tanto le cuesta escapar a Grace".
Además de añadir sus propios elogios, Jackman dice acerca de su mujer en la ficción: "Maria, que es una mujer increíblemente fuerte y valiente en la vida real, logró llenar su personaje de vulnerabilidad, y mostrar que la gente sometida a una situación así puede venirse abajo".
Otra mujer que ha pasado por una tragedia similar perder a su hijo y a su marido y, ahora, probablemente a su sobrino es Holly Jones, la tía de Alex Jones. El marido de Holly se fue de casa hace unos años sin decir una palabra, dejándola sola para criar a Alex, que ahora es sospechoso de la desaparición de Anna y Joy. Y cuando le dejan en libertad, él también desaparece y Holly sospecha que, a su vez, ha sido víctima de algo.
Melissa Leo está prácticamente irreconocible en su papel de Holly. "Es una mujer muy solitaria, que vive sola con su perro y su sobrino, después de perder a su familia, un dolor insuperable para cualquiera", afirma Leo. "No quiere saber nada del mundo, ni que el mundo sepa nada de ella. Creo que confiaba ciegamente en su marido, que la abandonó hace más de cinco años, y del que ni siquiera sabe dónde está. Ahora está a cargo de Alex, que es un hombre frágil, para empezar, pero es todo lo que tiene y quiere protegerle".
Dano añade: "Creo que Alex y Holly mantienen una relación interesante. Llevan un tiempo juntos, así que depende más de ella como madre que como tía. Pero, al mismo tiempo, no es precisamente una buena compañía para ella".
Un elemento esencial dentro de la historia de "Prisioneros" es el análisis de la situación de crisis desde distintas perspectivas, cómo afecta a los padres, madres y hermanos de las niñas desaparecidas, además de a quienes participan en la investigación y, en cierta medida, a la comunidad en su conjunto. Por eso, en palabras de Villeneuve: "Todos los personajes tienen momentos importantes, y sus interpretaciones tenían que ser completamente auténticas para alcanzar el nivel de realismo que estábamos buscando. Necesitábamos a unos actores estupendos para cada papel, y los encontramos".
El reparto se completa con Dylan Minnette en el papel del hijo adolescente de Keller y Grace, Ralph, y Zoë Soul, como la hija adolescente de Franklin y Nancy, Eliza; Erin Gerasimovich y Kyla-Drew Simmons, que encarnan a las niñas desaparecidas, Anna Dover y Joy Birch; Wayne Duvall en el papel del jefe de Loki, el capitán Richard OMalley; David Dastmalchian como Bob Taylor, otro sospechoso en el punto de mira de Loki; y el veterano actor Len Cariou como el sacerdote de la comunidad, el padre Patrick Dunn.
KELLER - Día seis. Y cada día, se estará preguntando por qué no estoy ahí
Crear la atmósfera del miedo
"Prisioneros" está ambientada en Pensilvania, pero se rodó en su totalidad en Stone Mountain y sus alrededores, además de otras zonas de las afueras al este de Atlanta, Georgia. El equipo se asentó en Stanton Woods, un barrio cerca de Conyers, que se convirtió en el Conyers de ficción que podemos ver en la cinta. El rodaje debía comenzar en el mes de enero, lo que también agradó especialmente a Villeneuve, quien recuerda: "La previsión era de tres meses de tiempo similar al de Acción de Gracias, con lluvia, frío, pero no decía nada de tres pies de nieve como si estuviéramos más al norte. La gente del lugar nos dijo que era peor invierno que recordaban pero, para nosotros, resultaba perfecto".
Para recrear el ambiente de una ciudad del noreste cuando se acerca el invierno y el frío pesa tanto en sentido literal como figurado en las calles, las casas y sus habitantes, el director recurrió al director de producción Patrice Vermette, la diseñadora de vestuario Renée April y el veterano director de fotografía Roger Deakins.
"Para mí, era la oportunidad de cumplir uno de mis mayores sueños como director: trabajar con un director de fotografía magistral como Roger. Es uno de mis héroes contemporáneos", declara Villeneuve.
El director ya había trabajado tanto con Vermette como con April con anterioridad. "Patrice y Renée participaron en mi primera película, y los dos son unos artistas estupendos. Renée hace todo lo posible para ayudar a los actores a dar vida a los personajes, y Patrice se desvive por los detalles, detrás de cada puerta, de cada cortina, todo cobra vida real, y creo que eso es muy importante".
La primera inspiración de Vermette para "Prisioneros" provino de fotografías, especialmente de algunos de los trabajos menos surrealistas del fotógrafo Gregory Crewdson. "Cuando leo un guión, para mí es como leer un libro. Veo las imágenes en mi mente. Y luego empiezo a recopilar imágenes a partir de fotografías y bosquejos personales, libros e Internet", confiesa. "También me gusta salir y hacer fotografías de imágenes que creo que encajarían para transmitir el ambiente de la película. Elaboro un libro de recortes virtual de cómo creo que debería estar ambientada la cinta para cada lugar en el que transcurre. Ese trabajo va creciendo y finalmente se convierte en la referencia y una guía que puedes aprovechar durante las fases de preparación y producción. Creo que resulta una herramienta útil para todos".
Luego le presentó este material a Villeneuve, y conectaron a la perfección. Los dos viajaron a Atlanta, rastreando los barrios para encontrar localizaciones que encajaran con lo que tenían en mente para una historia transcurre en Pensilvania.
Mientras hacían este trabajo, recuerda Vermette: "Comentamos los entornos visuales: colores, texturas, superficies reflectantes, todo lo que conforma el ambiente. Visitamos varias casas y nos dimos cuenta de que la gente frecuentemente tenía muchas cosas de los años 70 y 80. No se trataba de antigüedades, sino de un verdadero cóctel ecléctico de texturas que, para nuestros fines, encontré mucho más interesantes que muchos elementos actuales".
Por suerte, encontraron localizaciones de exterior igualmente buenas para la producción, con una arquitectura y una vegetación que recordaban a los de un barrio típico del noreste. "Fairmount Circle podría estar perfectamente en el estado de Nueva York o Pensilvania", prosigue el diseñador. "Todos creíamos que para el film era importante que diera la sensación de que podía ocurrir en cualquier lugar, de que podía pasarle a cualquiera. Por eso, en lugar de necesitar que la ciudad fuera un verdadero barrio residencial o una pequeña ciudad, localizamos la historia en lo que bautizamos como "exburbio". Creo que Norteamérica se está convirtiendo en algo así: todas esas pequeñas ciudades conectadas por autopistas y paseos que terminan por formar en una sola. De hecho, si miras fotografías aéreas de muchos de esos "exburbios", es como un laberinto, no hay puntos de referencia. Los laberintos también son un elemento visual importante en la película que introdujimos de forma discreta en algunas localizaciones".
Una de esas localizaciones a las que se refiere Vermette es el destartalado y abandonado edificio de apartamentos al que Dover lleva a Jones. El equipo de diseño construyó su interior en un decorado y su exterior correspondía a un lugar cerca de Midtown Atlanta, al que añadieron una ampliación y convirtieron en un edificio de apartamentos abandonado. También remodelaron el interior de las casas que emplearon como los hogares de los Birch y los Dover unos cambios que fueron muy bien recibidos por sus propietarios reales convirtiendo de forma efectiva unas localizaciones naturales en sets de rodaje con paredes deslizantes. Se utilizaron distintas casas para los exteriores.
En línea con el clima opresivo de la cinta, Vermette buscó tonos apagados en lugar de una paleta de colores vivos. "Optamos por los azules claros, los grises y los verdes para los Birch", comenta Vermette, "y los marrones, los ocres y los rojos caldera para los Dover".
De igual forma, la diseñadora de vestuario Renée April trató de atenuar su propia paleta de colores. "Cogí todas las prendas y las teñí de gris claro, solamente para rebajar el color un poco. Elegí grises, marrones, púrpuras
colores melancólicos en general". Compró en tiendas como Sears, Wal-Mart y Target, e incluso en Goodwill, en los lugares en los que cree que estos personajes de clase trabajadora comprarían su ropa.
La única excepción a estos colores apagados lo encontramos en el centro de toda la historia: las niñas desaparecidas. "Denis dijo que quería que Anna y Joy fueran todas de rosa, y estuve de acuerdo en que así sería como vestirían", recuerda April.
"Sus hijas son la luz de la vida de estos padres, y quise reflejar eso en los colores de su ropa", afirma Villeneuve.
Roger Deakins también se sirvió del color, además de las luces y las sombras, para magnificar el ambiente de la historia. Afirma que la mayor parte del tiempo optó por una atmósfera monocromática. "Hay un par de escenas con color, pero no con un gran variedad, todo es bastante austero. La tabla de consulta era divertida, un tanto desaturada, con un ligero contraste añadido para resaltar un poco las imágenes".
El objetivo de Villeneuve era ser lo más realista y auténtico posible. "Quería que se sintiera la lluvia y el polvo que rodea al dolor de los personajes". Para ello, tanto él como Deakins trabajaron con luz natural, o práctica, siempre que fue posible y con la menor cantidad posible empleando unos movimientos de cámara lentos para aumentar la tensión.
"Roger creó un elemento claustrofóbico que se adaptaba muy bien a la historia", afirma Villeneuve. "La oscuridad es muy importante en la película: los días son sombríos y están nublados, y las noches, sobre todo debido al trabajo de Roger, resultan muy poéticas".
Un reto especialmente complicado en términos de iluminación fue una escena nocturna que se desarrolla en el linde del bosque, cuando los policías encuentran a Alex Jones en su caravana por primera vez.
Deakins recuerda: "Había una gasolinera al fondo, con lámparas de vapor de mercurio. Los coches de policía llevan sus luces azules centelleantes y si no quieres que destaquen demasiado, tienes que trabajar con mucha amplitud. Utilicé una ARRI ALEXA, ASA a 1280 para obtener una iluminación baja, que era precisamente lo que necesitaba en esta película. Básicamente rodamos la escena con las linternas de gran potencia en la mano de los actores para poder obtener un haz de luz adecuado y una buena imagen caliente de ellos".
Broderick Johnson afirma: "Ver cómo ilumina y rueda una película Roger Deakins ha sido una de mejores cosas que me han pasado en mi carrera. Utiliza la luz natural de forma no evidente, e incluso en una cinta como esta, tan oscura, sus elecciones siempre resultan interesantes. Cuando le ves empezar a diseñar un rodaje, siempre tiene muchas capas".
Deakins comenta: "He trabajado sobre todo en documentales, y me sigue gustando el trabajo práctico, implicarme plenamente, manejando la cámara y moviendo las luces yo mismo".
El director de fotografía rodó la película digitalmente, algo con lo que disfrutó mucho. "¡Puedo dormir por las noches porque veo lo que estoy haciendo!", bromea. "Me gusta especialmente la inmediatez de lo digital. El director puede ver lo que hago; y yo también. Es genial poder mirar en un monitor calibrado y ver exactamente cómo van a ser las imágenes después y hablar con el director de ello. Supone una gran ventaja".
Debido al gran número de luces empleadas en "Prisioneros", Deakins encontró el rodaje digital aún más beneficioso. "Gran parte del trabajo de elección de las luces durante el rodaje, como el uso de luces prácticas sobre una mesa o que iluminan una habitación en lugar de luces de rodaje para crear el ambiente. Es más fácil hacerlo digitalmente, puedes jugar con un mayor abanico dinámico".
Una vez terminada la fotografía principal, Villeneuve quedó encantado con el trabajo de los expertos en montaje Joel Cox y Gary Roach. "Por sus trabajos anteriores sabía que Joel y Gary tenían un gran instinto en lo que a la condición humana se refiere. La forma en que montan sus películas siempre está profundamente enraizada con la exploración del desarrollo de los personajes, y eso era precisamente lo que necesitaba contar en esta historia".
FRANKLIN BIRCH - ¿Qué demonios has hecho?
KELLER DOVER - Alguien tiene que hacerle hablar, o morirán
Establecer el tono
Para crear la banda sonora del viaje emocional que supone "Prisioneros", Villeneuve recurrió al compositor islandés Jóhann Jóhannsson. Su particular música electrónica disonante atraía mucho al director, que pidió a Jóhannsson que creara algo descarnado en lugar de sinfónico.
El compositor afrontó el trabajo combinando una orquesta, compuesta por una importante sección de cuerda y madera-viento, con dos instrumentos no tan conocidos: las ondas de Martenot, una especie primaria de sintonizador, y el órgano de cristal, que produce sonido a partir de la oscilación de unos cilindros de cristal. La combinación de todos esos sonidos creó lo que Jóhannsson describe como "una música con una superficie delicada, como de cristal, que pone de relieve la tensión de la cinta".
"Quería que la música fuera una voz que sirviera de contrapunto a la acción que transcurría en la pantalla", prosigue. "Incluso aunque se trate de un thriller de suspense, la música es con frecuencia lírica".
El director quería que la música amplificara la resonancia emocional de toda la película. "El trabajo de Jóhann es hermoso y potente, muy gracioso, clásico, pero con identidad propia", afirma Villeneuve. "Ha hecho un trabajo estupendo componiendo algo capaz de elevar el espíritu humano a pesar de la melancolía de la historia, haciendo que el público se sienta cómodo aunque se evoquen sentimientos de tristeza y desesperación".
Puesto que la desesperación es lo que hace que los personajes de la película se vayan desarrollando cada uno a su manera el objetivo último de quienes han hecho esta cinta es que los espectadores se planteen su propio comportamiento al enfrentarse a lo impensable. Las respuestas que ofrece el film no son fáciles, pero lo que el reparto y los creadores desean es provocar la auto-reflexión y el diálogo.
Jackman lo explica así: "Un hombre obligado a proteger a su familia siente mucha rabia. Se trata de una rabia a la que todos esperamos no tener que enfrentarnos nunca pero, una vez que surge, no tienes ni idea de hasta dónde estarías dispuesto a llegar para salvar a tu hijo. ¿Haría lo que hace Keller? No lo sé. Esa es la clave, y la fuerza, de esta cinta".
Para Villeneuve, la película analiza los acontecimientos extraordinarios de la vida que salen de ninguna parte y hacen añicos una familia en un instante. "Le ocurre a quienes más queremos, a aquellos en quienes tenemos depositado nuestro corazón y nuestra seguridad", afirma. "Creo que esta historia, narrada a través de un buen guión e interpretada por actores de gran talento, tiene su origen en un punto de vista muy humano. Espero que el público vea en ella un drama potente y complejo contado de forma interesante, con intriga, y que sigan pensando en ello y hablando al respecto mucho después de salir del cine".
GRACE - Me hacías sentir muy segura. Nos dijiste que podías protegernos de todo