Josef es un profesor de Literatura de Secundaria que, al darse cuenta un día de que ya no entiende a sus alumnos, abandona de inmediato la enseñanza. Esto supone un duro golpe para Elika, su mujer desde hace treinta años, que ahora tiene a su irritable y gruñón compañero en casa todo el día. Sin embargo, Josef piensa que aún tiene mucho que aportar a la sociedad y que debería conseguir otro trabajo. Ninguno de sus intentos laborales funciona (y mucho menos el de ser el único mensajero en bicicleta de sesenta y ocho años de Praga), hasta que acepta un puesto a tiempo parcial como reponedor de botellas en el supermercado local.
A lo largo de este tiempo en el supermercado, Josef llega a la conclusión de que lo que tiene que enseñar a la gente no está necesariamente en los libros; por tanto, decide convertirse en un estudiante de la vida. No obstante, Josef siempre ha sido un entrometido, y muy pronto su fina implicación en las vidas de otras personas le busca complicaciones que requieren soluciones dramáticas.