Stewart Hendler (Hellion, el ángel caído) dirige el guión escrito por Josh Stolberg y Pete Goldfinger (Piraña 3D), basado en 7 mujeres atrapadas (The House on Sorority Row), el terrorífico éxito original de 1983 de Mark Rosman. Mike Karz, de Karz Entertainment, y Darrin Holender ejercen de productores, mientras Bill Bannerman, Josie Rosen y Mark Rosman son los productores ejecutivos.
Entre los miembros clave del equipo de producción figuran el director de fotografía Ken Seng (Quarantine), el diseñador de producción Philip Toolin (de la serie de televisión "Bones"), la diseñadora de vestuario Mona May (Encantada: La historia de Giselle), el montador Elliot Greenberg (Quarantine) y el diseñador de efectos de maquillaje, Gino Crognale (La niebla de Stephen King).
La planificación de un nuevo viaje a "Sorority Row"
En 1983, el director primerizo Mark Rosman creó una nueva y asombrosa película de terror a partir de un presupuesto modesto, que acabaría convirtiéndose en un sorprendente éxito de taquilla: 7 mujeres atrapadas (The House on Sorority Row). Buena parte del novel reparto y equipo técnico de la película, entre los que figuraban la actriz Harley Jane Kozak (Aracnofobia) y el director de fotografía Tim Suhrstedt (Pequeña Miss Sunshine), acabarían disfrutando de ajetreadas carreras cinematográficas. El propio Rosman se convirtió en un solicitado director de cine y televisión, y dejó ese primer proyecto suyo para los archivos, hasta que fue recuperado por los productores Mike Karz y Darrin Holender.
"La película original formaba parte de un catálogo de películas cuyos derechos de licencia y distribución mundial gestionaba mi padre", explica Darrin Holender. "Pensé que esta cinta tenía un gran potencial para un remake". Holender le mostró el mencionado catálogo a su amigo y productor Mike Karz, cuya compañía, Karz Entertainment, cuenta en su haber con producciones importantes, como Novio por una noche.
"El título me llamó la atención", comenta Mike Karz. "Lo recordaba porque otro amigo, Mark Rosman, que dirigió una película que yo había producido llamada Sueños cambiados, había creado el original. Siempre me había gustado la idea de esa película y me pareció que sería estupenda para un remake".
Mike Karz acababa de trabajar con el guionista Josh Stolberg en Novio por una noche y pensó que, junto con su colaborador ocasional Pete Goldfinger, podrían hacer una buena pareja para crear una nueva historia basada en la película original. La condición fue que se dotara de más humor a la premisa básica de terror.
"Al echar un vistazo al género del terror en los últimos años, llegué básicamente a la conclusión de que se había vuelto demasiado duro y serio, con películas como Saw o Hostel", explica Mike Karz. "Los guionistas y yo apostamos a que el género daría un giro, como hace a menudo. Cuando empezaron a volver a dar forma a 7 mujeres atrapadas (The House on Sorority Row), lo hicieron de modo que siguiera ofreciendo los sustos que esperaban los fans, pero también proporcionara una visión sobre el tema de las hermandades más divertida y centrada en los personajes. Josh y Pete son unos tipos muy graciosos y todos vimos oportunidades para el humor en el ambiente universitario actual".
Los guionistas se pusieron a reinventar la historia original de Mark Rosman, actualizándola a los tiempos modernos, sin perder parte de la estructura básica original.
"La película original se hizo hace 25 años", explica el guionista Josh Stolberg. "Las chicas han cambiado. Las costumbres han cambiado. Queríamos conservar la esencia y el espíritu de la historia de Mark, pero a la vez crear algo que fuera claramente propio de nosotros".
La nueva versión agradó no solo a los productores, sino también al creador original, Mark Rosman. "La nueva película cuenta con una broma central, como hacía la mía", comenta Mark Rosman, "pero, en vez de matar sin querer a la responsable de la residencia, la víctima pasa a ser una chica de la hermandad. Lo que han conservado en la nueva versión es la idea muy contemporánea de las hermanas que gastan una broma que sale muy mal, lo que hace que se sientan culpables y luego sean asesinadas por su crimen. Pero ése no es más que el punto de partida de la nueva película, ya que, a partir de ahí, van en una dirección que contiene mucha más violencia y humor que mi versión".
Una vez terminado el guión, el director Stewart Hendler lo leyó y se apuntó inmediatamente para llevar el proyecto a buen puerto.
"Lo que más me atrajo de la película fue el desarrollo de sus personajes", explica Hendler, que también había dirigido el thriller de suspense Hellion, el ángel caído. "Demasiadas películas recientes de terror se ponen enseguida a matar y rajar, a torturar personajes a los que nadie puede llegar a conocer entre tanta sangre y violencia. En nuestra película, nos pasamos los primeros 20 minutos conociendo a los personajes antes de que pase nada. Creo que los espectadores actuales están listos para ver un filme así, que recupera la esencia de las películas de miedo, que se supone que son divertidas".
A los productores también les impresionó el asombroso currículum de trabajos publicitarios de primera línea de Stewart Hendler, que incluía innovadores anuncios para clientes como Budweiser, BMW y MTV.
"Stewart posee una increíble combinación de talentos", afirma Mike Karz. "Nos habían encantado sus trabajos publicitarios, muy buenos tanto en el aspecto visual como en el interpretativo. Sabíamos que se haría cargo de esta película y la haría suya".
Aspirantes a "Sorority Row": La selección del reparto
Con el guión ya listo y aprobado por Summit Entertainment, los cineastas dirigieron su atención a lo que consideraban que sería el aspecto más importante: el reparto.
"Nos gustaba la idea de que cada una de nuestras chicas protagonistas fuera un arquetipo, por así decirlo", explica Mike Karz. "Está Jessica, la rubia guay llena de mala leche, cabecilla de la hermandad. Y Claire, la chica que está tan desesperada por ser como Jessica que la sigue ciegamente. Ellie es la verdaderamente lista que suele tomar la decisión correcta, pero a la que siempre le pone bastante nerviosa la vida en general. Chugs es la juerguista, a la que no le importa lo más mínimo lo que nadie opine de ella. Y, por último, está Cassidy, la brújula moral de la historia, que siempre trata bien a los demás y sufre la mayor crisis de conciencia por las trágicas decisiones que llegan a tomar".
El director Stewart Hendler consideraba que las actrices elegidas para encarnar a 'Cassidy' y 'Jessica' debían ser lo bastante fuertes para reflejar adecuadamente la colosal batalla de conciencias y voluntades de sus personajes. "Las mejores dinámicas de la película vendrían de los choques entre Jessica, la 'abeja reina' de la hermandad, y Cassidy, su miembro más sensata y decente. Jessica tiene su vida planificada y no piensa permitir que nadie se interponga en su camino para conseguir lo que quiere. Cassidy, por otro lado, se siente horrorizada por la actitud de Jessica y se enfrenta a ella a lo largo de toda la película".
Para encarnar a Cassidy se decidieron por Briana Evigan, que había ofrecido una interpretación atlética y llena de fuerza como la bailarina de hip-hop 'Andie' en la popular película Street Dance.
"Briana posee ese aire avispado y con mucha garra que había demostrado en su anterior película", comenta Stewart Hendler. "Llegó con una energía inconformista, dura y atlética, que considerábamos que el papel necesitaba. El guión estaba lleno de acción que tendría que interpretar y creíamos que ella sería capaz de sacarla adelante. Luego resultó increíble ver trabajar a Briana".
A Briana Evigan le interesaba hacerse con el papel de Cassidy porque era un personaje fuerte y con recursos, alguien con quien se identificaba en la realidad.
"Mientras leía el personaje de Cassidy, no dejaba de repetirme 'me gusta mucho'. Es el tipo de persona fuerte y llena de confianza que yo también tiendo a ser en mi vida o, al menos, intento ser cada día", explica Briana Evigan. "De todas las chicas, destacaba como la más lista, con la cabeza puesta en su sitio. Pero también tenía ganas de hacer las escenas arriesgadas. Esa siempre sería para mí la parte más divertida del día".
Para el papel de Jessica, los creadores recurrirían a una actriz no tan conocida como Briana Evigan, pero que también ofrecía un gran nivel interpretativo, además de un fuerte carácter: la relativamente recién llegada, Leah Pipes.
A pesar de ser la más joven de las actrices elegidas para la película, ya era una curtida veterana de papeles televisivos, que estaba empezando a dar el salto al cine, al acabar de protagonizar una pequeña película de terror, Huella dactilar (Fingerprints), que había sido elegida Mejor película del reciente Festival de Cine de Terror de Nueva York.
"Leah Pipes ha sido el gran descubrimiento para todos nosotros", afirma Mike Karz. "Aunque era la que tenía menos experiencia en el cine al empezar, resultó ser una excelente elección. Tiene tanto carisma que tomó el papel y lo dotó de mucha más dimensión y empaque".
La actriz, que hasta la fecha había interpretado el personaje de "niña buena" en casi todos sus papeles, se mostró encantada ante la oportunidad de poder interpretar a alguien con una faceta más oscura.
"Jessica es mala y egocéntrica en grado sumo", explica Leah Pipes. "Es casi una parodia de persona. Pero eso también puede dar pie a mucho humor y hacer que resulte divertida de explorar. Interpretarla me ayudaría a ver más allá de las 'buenazas' de las que suelo hacer, para observar el mundo desde el punto de vista de una persona verdaderamente malvada".
Para el personaje de Ellie, los responsables de la película tenían una idea muy clara: la actriz que eligieran para el papel no solo tenía que ser una intérprete veterana, sino que tenía que poseer algo que toda película de terror que se precie necesita: un grito que ponga la carne de gallina.
"Rumer Willis resultó ser perfecta para Ellie, aunque el personaje no se parezca nada a cómo es ella en realidad. Ellie pasa la mayor parte del tiempo asustada y muerta de miedo, mientras que Rumer siempre está alegre y bromeando en el plató", comenta Mike Karz. "Pero, cuando se metía en su personaje, tenía más gritos y sollozos por minuto que nadie más en la película".
"Hay chicas que pueden gritar y chicas que no", explica Stewart Hendler. "Rumer Willis está sin duda entre la flor y nata. Consiguió asustar a muchos miembros del equipo con su grito durante el rodaje".
Tras conseguir el papel, Rumer Willis se puso a documentarse sobre algunas de las reinas del grito más célebres del cine de terror a las que admiraba para hacerse una idea de lo que iba a necesitar. "Desde luego que me trabajé mi grito", afirma Willis. "Tienes que practicar para asegurarte de que suene real. Un ejemplo que estudié fue el grito de Neve Campbell en las películas de la serie de Scream. Es como un grito a dos tonos, muy impresionante. Es mucho más difícil de lo que parece".
Jamie Chung era otra actriz cuya belleza encajaba bien con las exigencias físicas que supondrían las escenas arriesgadas de Sorority Row. Tras haber demostrado su capacidad para manejar la acción en películas como Dragonball Evolution, el papel de Claire entraría dentro de lo habitual para la joven actriz.
"Jamie Chung es una de las chicas más guapas que he visto en mi vida", declara Stewart Hendler. "Y la había visto repartir leña en televisión en la serie 'Samurai Girl'. Se presentó a una prueba y encajó al instante con la dinámica del grupo de compañeras de hermandad en lo referente a su aspecto y presencia".
Para Jamie Chung, el desafío de interpretar a Claire era el giro que da el personaje a media película, donde pasa de hacerle todo el día la pelota a Jessica a querer lo que sea mejor para los demás.
"Claire no es más que una chica que quiere encajar", explica Jamie Chung. "En Zeta Pi no quiere más que ser como Jessica. Empieza dejándose llevar y hacia el final de la película la ves pasar por una transición tras la que se convierte en una persona de buen corazón que tiene en cuenta los problemas de los demás. Es agradable tener un personaje con tanto crecimiento personal".
Para el personaje de Chugs, de fiesta perenne, los guionistas Josh Stolberg y Pete Goldfinger tenían previsto elegir a una actriz más grande y escandalosa que la menuda Margo Harshman.
"Al principio pensamos que el personaje de Chugs sería una chica de tallas grandes, voceras, grandullona y subida de todo", comenta Josh Stolberg. "Cuando se presentó Margo a hacer la prueba, tenía otro enfoque totalmente distinto. Era distante y mordaz, todo lo contrario de lo que iba a ser Chugs. Y encajaba a la perfección".
"Margo llegó y clavó al personaje", agrega Stewart Hendler. "Le encantaba el humor, le encantaban las bromas y su prueba nos dejó entusiasmados".
Un aspecto de la carrera de Margo Harshman que gustaba al productor Mike Karz era la conducta completamente profesional de la actriz, desarrollada gracias a sus muchos años como joven estrella de televisión en series como "Even Stevens". "Me gusta la idea de la gente joven que ha crecido interpretando", comenta Mike Karz, "porque siempre están muy preparados y no se arredran ante nada. Margo es un grandísima profesional. Este papel sería pan comido para ella comparado con el trabajo que supone una serie de televisión".
"Me gustaba el hecho de que Chugs tuviera mucho carácter", explica Margo Harshman. "Es descarada, es directa, es sincera y quizá un poco vulgar, lo que me encantaba. Adoro hacer comedia y el aspecto cómico de su vida me atrajo al momento".
Para los papeles de las dos hermanas de increíble parecido Megan y Maggie, se optó por una pareja de actrices relativamente nuevas, con experiencia en televisión. Como Megan, la desgraciada víctima de la broma de la hermandad, la famosa estrella Audrina Patridge (sensación de la serie de la cadena MTV de gran éxito de audiencia, "The Hills") podría crear un personaje en un género que siempre le había gustado: el terror.
"Me encantan las películas de miedo", comenta Audrina Patridge. "El exorcista es la película más terrorífica de todos los tiempos. Pero también me gustan películas como Scream y El caramelo asesino, que son más del estilo de Sorority Row. Por fin consigo un papel en el que tengo ocasión de escupir sangre, toser y convulsionarme. Me lo pasé genial metiéndome en el personaje y preparándome para hacer que lo que le pasaba resultara tan real y repugnante como fuera posible".
"Audrina resultó ser una agradable sorpresa", comenta el productor Mike Karz. "Se portó como toda una profesional, sin quejarse nunca durante sus escenas, que se rodaron con mucho frío mientras ella iba ligera de ropa. Nos impresionó a todos".
Para Maggie, se optó por la actriz y modelo Caroline D'Amore, no solo por su parecido físico con Audrina Patridge, sino por su propio sentido del humor mordaz, que beneficiaría a su interpretación de Maggie.
"Acabábamos de ver a Caroline en un capítulo de 'Entourage: Juego de Hollywood - El séquito'", explica Mike Karz. "Nos pareció que tenía la mala uva necesaria para plantar cara a Jessica en nuestra película, además de la capacidad para lograr que los espectadores sintieran empatía por ella. Superó ampliamente nuestras expectativas para el personaje y lo hizo enteramente suyo".
Para el crucial papel de la 'Sra. Crenshaw', supervisora de la residencia, un personaje que tenía que resultar algo borrachín, un poco autoritario y, en última instancia, capaz de manejar con soltura una escopeta, hacía falta recurrir a una actriz veterana. Solo se les ocurría una posible elección: Carrie Fisher.
"Queríamos a alguien divertida, alguien a la que quisiéramos ver empuñando una escopeta y repartiendo leña", comenta Stewart Hendler. "Pero pensamos que no teníamos ninguna posibilidad de que le interesara".
Después de enviar el guión a la actriz, ésta insistió en reunirse con el director a solas para discutir su punto de vista de la película.
"Jamás imaginamos que pudiéramos conseguir a Carrie", afirma Mike Karz. "Pero, después de reunirse con Stewart, dijo: 'me gusta este tipo... haré la película'. Y ya pudimos ponernos con el rodaje. Fue muy divertido trabajar con ella y las chicas la adoraban".
Para Carrie Fisher, el papel resultaba interesante por muchas razones, a pesar del hecho de que fuera a actuar con muchas jóvenes estrellas. "Soy unos 25 años más vieja que cualquiera de estas chicas", comenta Carrie Fisher. "Eso ya lo convierte en cierto sentido en una película de terror para mí. La pobre Sra. Crenshaw ha tenido una triste vida. Creo que el Sr. Crenshaw la abandonó por una chica más joven de una hermandad y no tuvo hijos, así que la hermandad es su familia. Me gusta acabar la película como una tipa dura. De algún modo, esta supervisora de residencia aprende a manejar una escopeta de dos cañones, aunque para mí no fuera nada nuevo. Ya me habían enseñado antes, y recibí unas clases más para esta película para asegurarme. Al fin y al cabo, he disparado muchas armas en Star Wars y Granujas a todo ritmo (The Blues Brothers)".
Para completar el reparto, se eligieron actores que interpretaran a los novios de las chicas de la hermandad: Julian Morris ("Urgencias") como 'Andy', el novio formal de Cassidy, Matt Lanter ("Sensación de vivir: la nueva generación") para el niño rico mimado de Jessica, 'Kyle', y el recién llegado Maxx Hennard (Dear John) como el travieso galán de Claire, 'Mickey'.
Para Julian Morris, resultó refrescante invertir los papeles de modo que fuera el reparto femenino el que dominara a sus homólogos masculinos en lo referente a importancia y acción. "Hollywood no ofrece suficientes papeles jugosos y dinámicos para jóvenes actrices", opina Julian Morris. "Lo genial de esta película es que cuenta con un buen número de ellos, y cada actriz acomete su papel con garbo y habilidad. Son personajes muy completos, interesantes y carismáticos".
Una vez completo el reparto, los creadores se llevaron a los intérpretes a Pittsburgh, Pensilvania a ensayar en los mismos escenarios de la película, para lo que iba a ser un intenso, oscuro y gélido calendario de rodaje.
El rodaje de la película: Un paseo por "Sorority Row"
El primer paso importante después de que el reparto principal hubiera llegado a Pittsburgh fue crear un lazo entre ellas que se trasladara a la pantalla como auténticas compañeras de una hermandad. El director Stewart Hendler se aseguró de que las mujeres se alojaran todas en el mismo hotel del centro, y las juntaba tras los ensayos a cenar y salir para promover una sensación de familia.
"Stewart es asombroso", comenta Mike Karz. "Hizo que el reparto viniera una semana antes para ensayar, lo que resultó ser lo más inteligente que pudimos hacer, ya que se pasaron una semana juntas viviendo de forma similar a como lo harían en una hermandad. Salían a museos y a comer y a pasar el rato juntas, de modo que, al terminar la semana, eran realmente como una hermandad".
Muchas de las actrices eran músicas consumadas, como Rumer
Willis, Briana Evigan y Margo Harshman. A menudo, el grupo acababa en el piano del hotel, cantando canciones juntas antes de irse a dormir.
"Todas estas chicas tienen múltiples talentos", explica Jamie Chung. "Briana no solo sabe bailar, sino que toca el piano y la guitarra y canta. Igual que Rumer y Margo. Montábamos sesiones de improvisación por las noches en la segunda planta del hotel, donde hay un piano de cola, y tocábamos y cantábamos hasta que los de seguridad nos echaban. Margo, por ejemplo, tiene una voz conmovedora, como la de Norah Jones. Y Rumer ha estudiado ópera y tiene formación clásica. Es posible que eso la ayudara con sus gritos".
Mientras las actrices estaban ocupadas trabando amistad, el productor ejecutivo Bill Bannerman se centró en encontrar los escenarios adecuados en Pittsburgh y alrededores con los que satisfacer al director Stewart Hendler. Bannerman había ya trabajado antes en esa zona y había utilizado una árida cantera del cercano pueblo de Carnegie, que encajaría a la perfección con la crucial 'escena de la cantera' de esta película.
"Encontrar la cantera no me resultó especialmente sorprendente", comenta Bill Bannerman. "Ya había estado antes allí con otro proyecto y la había descubierto tras semanas de búsqueda. Así que, cuando Stewart la vio, quedó inmediatamente impresionado. ¡Hala! ¡Solucionado! Ya solo quedaban por encontrar otros dos escenarios clave: la residencia de la hermandad y un lugar que pudiéramos usar tanto para nuestras oficinas como para albergar nuestras escenas en interiores".
El pueblo de Homestead, levantado a finales de siglo por magnates del acero, con intención de aprovechar su proximidad al río Ohio para el transporte fluvial, contaba con un barrio que se convertiría en el 'paseo de las hermandades' de la película, lleno de viejas y recargadas mansiones.
"Homestead contaba con una parte más antigua que lo tenía todo: la arquitectura, la vegetación y los vecinos dispuestos a aguantar a un equipo de rodaje durante varias semanas de rodaje nocturno", comenta Bill Bannerman. "Encontramos una preciosa sección triangular de un barrio de una ladera donde Andrew Carnegie había construido enormes casas para sus directivos un siglo antes. Como sabíamos que había que quemar parte de la residencia Zeta Pi, buscamos una casa con un amplio terreno, que nuestro diseñador de producción pudiera usar para añadirle una zona construida por nosotros mismos que pudiéramos quemar con seguridad".
Philip Toolin, responsable del diseño de producción de varias películas y series de televisión, como "Bones" y "Divorcio en Hollywood (The Starter Wife)", vio enseguida las ventajas de la mansión Zeta Pi de Homestead.
"La residencia es como un personaje en sí mismo", explica Philip Toolin. "Y tuvimos la suerte de encontrar una vieja mansión en Homestead que era perfecta, aunque algo pequeña tal cual era. Así que preguntamos a los dueños si podíamos añadir una fachada en la parte posterior, para convertir la entrada trasera en la delantera y crear un ala falsa que más tarde usaríamos para ambientar allí las escenas culminantes del incendio de la película".
El departamento artístico construyó una residencia de hermandad de ensueño, que incluía un jacuzzi que funcionaba, una fuente de mármol y amplios patios en los que poder organizar las bulliciosas fiestas de la película. Se instalaron conductos de gas en los tejados y ventanas, a la espera de la última escena del rodaje en esa localización, en la que los expertos en efectos especiales tenían que crear un gran incendio en la casa para las últimas escenas del filme.
Contrataron al consultor de efectos especiales de maquillaje Gino Crognale, residente de la zona de Pittsburgh, para crear prostéticos y mecanismos que realzaran las numerosas y complicadas (y sangrientas) escenas de muerte de la película. Veterano del famoso grupo KNB Effects, ejerció de consultor de Stewart Hendler para crear una serie de escenas de asesinato que llevaran, con un poco de suerte, la propensión del género a la sangre a nuevas cotas.
"Queríamos mantenerlo todo lo más cercano posible a los actores reales, como solían hacer en las películas de miedo de la década de 1980", explica Gino Crognale. "La forma de montar las secuencias de muerte, la forma de usar el maquillaje, tenían ese aire años 80. Queríamos darle un toque a la vieja escuela, sin dejar por ello de buscar innovadoras formas de matar, que los espectadores modernos fueran a recordar durante un tiempo".
Uno de los aspectos más importantes del estilo de la vieja escuela era la insistencia en usar sangre a base de sirope de maíz de buena calidad. "El sirope claro de maíz es lo que queda mejor", explica Crognale. "Lo mezclamos con lavavajillas, óxido de cinc y colorante alimentario hasta que tenga la consistencia adecuada. Nunca se disgrega... siempre fluye como lo haría la sangre de verdad".
Entre los prostéticos de los personajes habría un modelo de busto completo, por cuya garganta se metería brutalmente una botella de vino... para pisotearla después. Otro sería una boca abierta perforada, mientras otro tendría un hacha clavada en el cuero cabelludo. Quizá la pieza más ingeniosa sea la que implica una muerte por bengala, en la que a uno de los actores le dispararían una bengala en la boca, que se le quedaría atravesada en la garganta, todavía encendida.
El mayor reto para todos los departamentos, sobre todo el de maquillaje, llegó cuando la compañía se trasladó después de dos semanas en Homestead a una imponente cantera en las colinas de Carnegie, Pensilvania. No solo sería esta localización el escenario de la primera y fundamental escena de muerte de la película y el posterior encubrimiento por parte de las compañeras de hermandad, sino que se rodaría enteramente de noche con temperaturas bajo cero.
"El tiempo nos había acompañado hasta que llegamos a la cantera", comenta Bill Bannerman. "Pero, por la noche, alcanzó la temperatura de congelación. Para empeorar aún más las cosas, la escena se desarrolla la misma noche en la que las chicas están celebrando una fiesta de pijamas, de modo que no llevan casi nada puesto. Pero las actrices se portaron como auténticas profesionales y supieron salir adelante. El frío seguramente ayudó a la escena, porque estaban todas temblando".
"Por suerte, teníamos a gente de vestuario esperando con gruesos abrigos y botas a cada corte", recuerda Margo Harshman. "Pero, después de tres noches, empecé a temblar de manera incontrolable, lo que seguramente me ayudó a parecer muerta de miedo y desesperada".
"Teníamos estufas y tiendas para entrar en calor, incluso calentadores para pies y manos, cualquier cosa que pudiéramos encontrar", agrega Briana Evigan. "Encontramos formas de ponernos almohadillas calentadoras en la espalda, el estómago, los zapatos. Fue tan brutal como suena".
Quizá sea Leah Pipes quien resuma mejor la experiencia: "Estábamos a tres grados bajo cero, llevábamos todas lencería y nos estábamos congelando de verdad. Nuestro lema pasó a ser: 'somos marines... ¡podemos con esto!' Los marines no se quejan. Creo que Audrina era quien lo llevaba peor. Tenía que quedarse tumbada, sin moverse, en el suelo, cubierta de sangre. Y nunca se quejó".
Audrina Patridge, estrella de la serie de gran éxito de la cadena MTV "The Hills", acababa de llegar en avión a Pittsburgh tras terminar su papel en el cálido clima de Hawai para la nueva película Inmersión letal 2 (Into the Blue 2: The Reef). En su primera noche de trabajo en Pensilvania, se encontró casi desnuda, muriendo de una herida en el pecho y tirada en el suelo toma tras toma.
"Todas reconocimos el mérito que tuvo Audrina", comenta Jamie Chung. "Porque le tocó llegar su primer día de rodaje y ponerse a trabajar en pleno frío sin nada puesto. Se merece una medalla".
"Se portó como una campeona", agrega Rumer Willis. "Audrina era la que llevaba menos ropa puesta y estaba chorreando sangre. La verdad es que me sorprendió, no se quejó ni una sola vez".
Para Audrina Patridge, las escenas resultaron divertidas de rodar, a pesar de las dificultades. "Cuando volé a Pittsburgh, no tenía ni idea del frío que haría", reconoce Audrina Patridge. "Tenía que llevar un diminuto vestidito de encaje con tacones. Toda la noche me sacaban sin vida del coche, me tiraban al suelo y me cubrían de tierra y sangre. Pero todas las chicas nos apoyamos mutuamente y al final nos resultó divertidísimo. Nos unió".
La escena incluye una muerte en la que se hunde con fuerza una llave de cruz en una cavidad pectoral humana, con borbotones de sangre incluidos. El actor Matt O'Leary, en el papel de 'Garret', tenía que encargarse de acertar en la marca de muerte una y otra vez con la herramienta, esperando siempre que no le fallara la puntería a lo largo de toda la gélida noche.
"La verdad es que tenía que acertar a un torso prostético, así que no iba a hacer daño a nadie si no acertaba", explica Matt O'Leary. "Sin embargo, podría ser casi peor si golpeara por accidente un prostético caro".
Una vez terminada la secuencia de la cantera, el equipo de rodaje se trasladó a una gran instalación abandonada de almacenamiento de cintas de vídeo (y antigua planta de empaquetado de carne) en el suburbio de Pittsburgh de Crafton, Pensilvania para un último mes de rodaje en interiores. Aunque el edificio ofrecía la ventaja de albergar las oficinas de la película y tenía sitio para una cafetería, era no obstante muy frío y estaba lleno de corrientes, con poco que separara al equipo de las temperaturas en descenso del exterior.
"Aquí pensamos que, una vez en el interior, tendríamos más calor", recuerda Margo Harshman. "Pero llamamos al plató interior el 'refrigerador de carne'. En cierto momento, mientras nevaba fuera, creo que hacía más frío dentro, la verdad. Todos llevaban sus abrigos más gruesos sobre el vestuario más exiguo".
Mona May, alabada diseñadora de vestuario de películas como Encantada: La historia de Giselle y Clueless (Fuera de onda), se aseguró de que cada conjunto para las chicas de la hermandad fuera a la última, intentando predecir hacia dónde iría la moda en el tiempo transcurrido desde el rodaje hasta el estreno un año más tarde.
"Queríamos ir a la última moda en la película y ofrecer algo atractivo y fresco a los espectadores, sobre todo a las chicas jóvenes que fueran a ver la película", explica Mona May. "Intento conseguir cosas que todavía no habían llegado siquiera a las tiendas, prediciendo la moda con un año de antelación. Queríamos que estas chicas casi parecieran sacadas de las pasarelas de moda, con ropa que resultara tan sexy como moderna".
"Tuvimos suerte de conseguir a Mona May", comenta el director Stewart Hendler. "Se le ocurrió un vestuario alucinante, que le permitió darle un aire a la moda con cierto toque de dureza que pudiera interesar a nuestras muy exigentes espectadoras más jóvenes".
Otro aspecto esencial de la película eran sus escenas peligrosas, muchas de las cuales fueron realizadas por los propios actores principales.
"Tuve la suerte de contar con muchas jóvenes actrices familiarizadas con el trabajo de especialistas", afirma el coordinador de especialistas Brian Smyj, que ha ideado y realizado escenas peligrosas en producciones que van desde "Saturday Night Live" a El ultimátum de Bourne. "Briana es muy dura y física, y también ayuda que tenga formación como bailarina. Jamie Chung es una estrella de acción por derecho propio en el mundo de las películas de artes marciales. Y Rumer se ha criado en platós de cine y ha visto todas las escenas arriesgadas imaginables. Eso siempre es una ventaja".
Una de las escenas arriesgadas más complicadas suponía trabajar muy cerca del fuego, algo que Smyj tuvo muchísimo cuidado al diseñar para asegurar que ningún intérprete corriera peligro de sufrir quemaduras graves.
"Hay muchísimos detalles a tener en cuenta a la hora de planificar una escena con fuego", explica Smyj. "¿Va a estar la ropa hecha de fibras naturales o sintéticas? ¿Se pondrán muy calientes las llamas? ¿Alguien lleva extensiones de pelo por las que debamos preocuparnos? ¿Se prenderá fuego la laca del pelo? Siempre hay mucha interacción entre los distintos departamentos, porque basta que una sola cosa salga mal para que arruine la escena".
Una vez terminado el rodaje, el productor Mike Karz se dispuso a preparar una película que resultara atractiva en todos los aspectos posibles para su público.
"Es divertida, da miedo, las chicas son preciosas, tiene un aspecto sensacional", afirma Mike Karz. "No es una simple película del género de terror, sino un thriller que cuenta con muchos aspectos interesantes. Pero, en el fondo, es una historia atractiva y fascinante, con personajes que te involucran en sus vidas. También es una auténtica intriga policíaca, no será nada fácil descubrir quién es el asesino".
"Sorority Row disecciona además una cultura y se burla de algo que también está dominado por mujeres", agrega Stewart Hendler. "Hemos puesto mucho cuidado para asegurarnos de que en la película pesen tanto las personalidades de estas chicas como el aspecto de terror y miedo. Espero que eso interese a un amplio espectro de personas. Nos hemos esforzado mucho para conseguirlo y creo que ha merecido totalmente la pena".