Warren Schmidt (Jack Nicholson) se encuentra en varias encrucijadas al mismo tiempo. Para empezar, se acaba de jubilar tras trabajar durante toda su vida en la empresa de seguros "Woodmen of the World" y ahora se siente completamente perdido. Además, su única hija Jeannie (Hope Davis) está a punto de casarse con un necio. Y su mujer Helen, con la que llevaba 42 años casado, ha muerto repentinamente.
Sin trabajo, ni mujer ni familia, Warren intenta desesperadamente dar algún significado a su vida, con una trayectoria de lo más corriente. Emprende un viaje de autodescubrimiento y explora sus raíces cruzando el estado de Nebraska en la caravana en la que pensaba recorrer el país en compañía de su mujer. Su destino final es Denver, donde espera salvar las diferencias que le separan de su hija llegando pronto para ayudarle con los preparativos de la boda. Por desgracia, no soporta a su futuro marido - Randall (Dermot Mulroney) - un vendedor de colchones de agua profundamente mediocre. Y lo que es peor, a Warren le horroriza el comportamiento liberal de sus futuros consuegros (Kathy Bates y Howard Hesseman). Rápidamente se convencerá de que su nueva misión en la vida es impedir el matrimonio de su hija.
A lo largo de su viaje Warren cuenta sus aventuras y comparte sus impresiones, de forma epistolar, con un inesperado nuevo amigo y confesor, Ndugu Umbo, un niño huérfano de seis años, de Tanzania, al que Warren apadrina por $22 al mes a través de una organización que se anuncia en la televisión. En estas largas cartas llenas de una vida de cosas no expresadas, Warren empieza, quizás por primera vez, a conocerse a sí mismo y la vida que ha llevado.