Zoe es una niña que cree en cuentos de hadas. No porque sea ingenua, sino porque le gustan los cuentos de hadas. Por eso, para ayudar a su tío Lord Arnold a deshacerse de un terrible dragón, Zoe decide que tiene que encontrar a los héroes apropiados. Cuando conoce a Gwizdo y Lian-Chu -una pareja del tres al cuarto, irresponsables cazadores de dragones- qué diablos!, decide que va a creer en ellos de todas maneras.