Eliseo es feo, cojo y soltero. No ha encontrado a la mujer de su vida y no conoce el amor. Nati es fea, le falta un pecho y está separada. Encontró al hombre de su vida, pero pese a eso, no conoce el verdadero amor. Eliseo piensa que lo peor de su vida está por llegar. Nati piensa que lo mejor de su vida está por llegar. La muerte de la madre de Eliseo vuelve a cruzar sus caminos después de veinte años, para darles una última oportunidad de ser felices de y enamorarse.
Pero,
¿Qué pasa cuando la mujer de tú vida está casada con tu hermano?.
Los personajes principales
Javier Cámara interpreta a Eliseo Vidal: "Eliseo el Feo" (41 años)
Eliseo ha rebasado la cuarentena,. Es muy poco agraciado físicamente con pelo a lo Anasagasti y con cojera. Desde pequeño arrastra el mote del feo. Bueno, el mote y la desgracia de serlo. Con estos mimbres es normal que Eliseo viva acomplejado, tanto por su aspecto físico y su cojera, como por su inseguridad sentimental. Desde que era pequeño, creció a la sombra de su hermano Juan, que es todo lo que Eliseo nunca ha sido: extrovertido, encantador y resultón.
Eliseo aprendió, desde crío, a aislarse y a esconderse. Solía refugiarse junto a las vacas de su familia, a las que hablaba, cuidaba y daba cariño sin que se metieran con su aspecto. Pero sobre todo se refugiaba en la música. Eliseo buscaba demostrar que de algo feo, puede salir algo bonito, y por eso aprende a tocar la trompeta y funda la charanga del pueblo, para poder matar el gusanillo de la música, y aunque nunca lo ha confesado, también le atrae la erótica del escenario.
A pesar de todo esto, Eliseo no renuncia a encontrar a la mujer de su vida. El problema es que un hombre que ha nacido como la excepción a la regla de que todas las criaturas de Dios son bellas, no tiene total confianza en su poder de seducción, por lo que sus citas suelen acabar en desastre. En desastre y en la anécdota de la semana en el bar del pueblo.
Bonachón, tímido, afable y sin malicia. Eliseo, como los payasos, ríe por fuera mientras llora por dentro. Llora porque se siente solo, diferente, y desea enamorarse (y lo que es mas importante, enamorar) por encima de todo.
Carmen Machi interpreta a Natividad Corral: (38 años)
Su infancia parece un plagio de "El patito feo", solo que en esta versión el escritor ha decidido quitar el final feliz. Desde pequeña Nati, siempre ha sido muy poco agraciada. Creció en un pueblo grande (o en una ciudad pequeña, como les gusta decir) muy cercano al pueblo de Eliseo. A pesar de sus esfuerzos por superar sus complejos e intentar que su padre se sintiera orgulloso de ella, éste siempre la ninguneó por ser mujer y además tan fea. Incluso cuando tenía que hacer negocios o quedar bien con alguien decía que era una sobrina que estaba de visita. En el fondo, lo que siempre deseó era un varón que pudiera aprender y continuar con el negocio familiar, una pequeña empresa de construcción. Ese varón pensó que lo había encontrado en su yerno, Juan, el hijo que siempre quiso tener y que hizo el "sacrificio" de casarse con su hija.
El noviazgo entre Juan y Nati fue rápido y sin mucho romanticismo. No lo necesitaba. Juan sabía que Nati nunca rechazaría la oportunidad de casarse con él: guapo, simpático y ojito derecho de su padre.
Si su noviazgo fue rápido, el matrimonio se le hizo eterno. Hay mujeres que buscan en su marido algo que les recuerde la figura paterna; desgraciadamente, Nati no lo buscaba pero lo encontró. Su marido la ninguneaba tanto o más que su padre. Harta de que su relación con Juan fuera un eterno "ahora te engaño, ahora te dejo, ahora me arrepiento y vuelvo", Nati perdió la esperanza en su matrimonio, aunque no ha perdido la de lograr ser feliz.
Abnegada, generosa y optimista, Nati lucha con todas sus fuerzas por darle la vuelta a un destino que acepta, pero que, a veces, le gustaría que no se ensañara tanto.
Juan Diego interpreta a Auxilio García (64 años)
Auxilio es el tío de Eliseo, hermano de su madre y oveja negra de la familia. Vivió la transición como nadie, fumando marihuana, descubriendo el amor libre y terminó montando una comuna hippie cerca del pueblo, en la que se dedicó a la artesanía, hasta que se dio cuenta de que vivía mucho mejor de las rentas del negocio familiar que haciendo ponchos de macramé, y decidió volver a su casa donde su hermana no tuvo más remedio que acogerle.
Pero con lo que no contaba Auxilio era con que le diagnosticaran un tumor en el cerebro, incurable e inoperable, por el que le dieron sólo cinco meses de vida. Pero eso fue hace cinco años. Al principio Auxilio hizo lo que (casi) todo el mundo hace cuando le dan una fecha de caducidad: vivir la vida a tope y hacer todo lo que no había hecho. Buscó actividades que le aceleraran la adrenalina y le hicieran sentir vivo, desde el paracaidismo hasta el descenso de cañones, pasando por el puenting.
Pero se dio cuenta de que eso, a la larga, le hacía sentir más idiota que vivo. Ahora sólo le interesa disfrutar del día a día, mientras espera una muerte que los médicos daban por segura y que lleva ya cinco años de retraso.
Irónico, rebelde y de vuelta de todo, Auxilio sabe que lo único que le queda es disfrutar, porque la vida es muy corta y él ya ha consumido gran parte de la suya. No dice que no a nada, y eso le ha hecho parecer superficial, pero Auxilio sigue empeñado en demostrar que no es un loco, sino alguien que ama la vida.
Que se mueran los feosDirigida por Nacho García Velilla