Acerca de la saga Saw
¿Qué coño está pasando? ¿Dónde estoy?
Estas palabras, pronunciadas apenas dos minutos después del comienzo de SAW (2004), expresan las emociones primarias (la confusión desesperada, la horrible sensación de impotencia y el pánico más absoluto) que conforman la columna vertebral de la saga SAW, de Lionsgate y Twisted Pictures; y son precisamente estas emociones la clave de su espectacular éxito. Las películas de SAW narran las maquinaciones de Jigsaw, un enfermo terminal de cáncer con un riguroso plan moral y un peculiar talento para los juegos de supervivencia más truculentos, «jugados» por personas que él considera que han dejado de valorar y apreciar el regalo de la vida. La saga, que con cada nueva película se supera en cuanto a tensión e inventiva, ha crispado los nervios de millones de personas en todo el mundo. SAW ha tomado el relevo de series como Halloween y Pesadilla en Elm Street para convertirse no sólo en una referencia cultural, sino también en la saga de terror más rentable, tanto en taquilla como en DVD, de la historia del cine. Hasta la fecha, los cinco títulos de SAW han recaudado más de 665 millones de dólares en los cines de todo el mundo, y las ventas de sus DVD han superado los 28 millones de unidades. Esta serie de películas ha convertido a los estudios Lionsgate en los líderes actuales del género de terror, donde triunfan tanto en recaudación de taquilla como en ventas de DVD.
SAW se estrenó en 2004 en el Festival de Cine de Sundance, como parte de su popular sección «Park City at Midnight». El director del festival y responsable del programa, Geoffrey Gilmore, recuerda haberse quedado impresionado por el dominio tanto de la forma como del contenido que demostraron aquellos creadores noveles: «SAW atrapaba al espectador desde el primer fotograma: era una película audaz, construida con inteligencia y rotundamente aterradora», explica. «Pero lo que sin duda la distinguía era su gravedad moral. SAW no pretendía sólo asustarte, sino también hacerte reflexionar sobre lo que serías capaz de hacer por conservar tu vida. Hoy en día, este tipo de reflexión no debería resultarnos trivial, ni como individuos ni como miembros de la sociedad.»
A medida que la saga continuaba, las películas se adentraban más en las creencias y la forma de ver la vida de Jigsaw. Leigh Whannell, que escribió la historia original junto con el director James Wan y que ha escrito o coescrito los guiones de SAW, SAW II y SAW III, dice: «El cáncer de Jigsaw le ha llevado a reflexionar mucho sobre lo que significa estar vivo y sobre lo cerca que estamos siempre de la muerte. Pero, para él, no basta con un simple carpe diem y un viaje a Europa. El concepto del valor de la vida se convierte en un trampolín para considerar otras elecciones morales, como el perdón frente al castigo. Jigsaw sigue indagando en estas cuestiones, que sirven al propósito de sus juegos. Sin embargo, por retorcidos que sean estos juegos, su intención es ayudar a la gente. Entre su vertiente filosófica y su enfermizo concepto del altruismo, quiero pensar que Jigsaw es de algún modo único en el universo del terror».
La saga SAW forma parte de una oleada de películas de terror que han sido felizmente comparadas con el cine de terror independiente de los años setenta. Dicha comparación se puso de manifiesto en una retrospectiva presentada en el verano de 2007 en el Museo de la Imagen en Movimiento de Nueva York titulada «Its Only a Movie: Horror Films from the 1970s and Today» («Sólo es una película: el cine de terror desde los años 70 hasta nuestros días»). Esta retrospectiva, que se prolongó durante seis fines de semana, vinculaba películas como La última casa a la izquierda (Last House on the Left, de Wes Craven, 1972) o La matanza de Texas (Texas Chainsaw Massacre, de Tobe Hooper, 1974), que horrorizaron a los espectadores de la época con sus escenas de gore extremo y sus inquietantes exploraciones del comportamiento humano, con títulos de la era de SAW, como SAW II (de Darren Lynn Bousman, 2005), que contienen imágenes e historias que han dejado a los espectadores actuales tan impactados y horrorizados (y sedientos de más) como los de los años setenta. En «Its Only a Movie», se proyectaba un programa doble con cintas de ambas décadas, llegando a compartir programa SAW II con La naranja mecánica (The Clockwork Orange, de Stanley Kubrick, 1971).
El anunciar la retrospectiva en junio de 2007, el conservador jefe del museo, David Schwartz, dijo: «Estas películas son de un considerable interés estético y cultural, y reflejan claramente los miedos de la vida actual. Por supuesto, somos conscientes de que estas películas contienen imágenes perturbadoras, incluso escandalosas, pero lo que las hace tan impactantes es que apelan a nuestras inquietudes más profundas».
La ayudante del conservador, Livia Bloom, apuntó: «Los creadores de esta saga usan el terror como marco comercial para crear películas inteligentes e incluso subversivas. Su trabajo analiza profundas cuestiones psicológicas y aborda preocupaciones sociales y políticas de actualidad». Bloom añadió también que en las «impactantes escenas de tortura» de SAW había encontrado «reflejos de la vida en momentos de guerra y agitación».
La coherencia temática y estilística de la saga SAW debe mucho al compromiso y la colaboración de un equipo central que incluye a sus creadores, James Wan y Leigh Whannell, el guionista y director Darren Lynn Bousman, que se unió al equipo en SAW II, los productores Oren Koules, Mark Burg y el difunto Gregg Hoffman, así como los productores ejecutivos Stacey Testro, Peter Block y Jason Constantine. El equipo creativo principal ha participado en la saga desde el principio, y a él pertenecen el director de fotografía David A. Armstrong, el director artístico David Hackl, el montador y actual director Kevin Greutert, y el compositor Charlie Clouser, antiguo componente de la banda de rock industrial Nine Inch Nails.
Otro miembro importante del equipo de SAW es el actor Tobin Bell, que ha interpretado a Jigsaw en todas las películas. En un estudio sobre las películas de terror actuales, publicado el 7 de septiembre de 2007 en el periódico L.A. Weekly, el crítico de cine Luke Thomson escribió: «La interpretación de Tobin Bell en el papel de Jigsaw es un prodigio; es el mejor antihéroe del género desde que Anthony Hopkins interpretara por primera vez a Hannibal Lecter».
Las películas de SAW, tan intrincadas como los propios juegos de Jigsaw, van revelando sus retorcidos entramados paulatinamente. La saga en sí es como un rompecabezas mayor en el que cada nueva película enlaza de algún modo con la precedente. Con el próximo estreno de SAW VI tendremos la oportunidad de echar un vistazo a las piezas con que contamos hasta ahora, y veremos si podemos dar una respuesta a la eterna pregunta de las víctimas de Jigsaw: «¿Dónde estamos?»
Saw VIDirigida por Kevin Greutert