"La lucha constante contra el demonio, que caracteriza la figura del Arcángel Miguel, es actual también hoy, porque el demonio está todavía vivo y operante en la tierra" - Papa Juan Pablo II
Dirigida por Mikael Håfström (1408), El Rito está protagonizada por el oscarizado Anthony Hopkins (El silencio de los corderos) y por Colin O'Donoghue en su papel debut, Alice Braga (Predators), Toby Jones (El desafío: Frost contra Nixon), con Ciarán Hinds (Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 2) y Rutger Hauer (Batman Begins, Blade Runner).
Beau Flynn y Tripp Vinson (El exorcismo de Emily Rose) son los productores de la película, con el sello de Contrafilm. El guión es de Michael Petroni (Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero del alba), inspirado en el libro de Matt Baglio. Richard Brener, Merideth Finn y Robert Bernacchi son los productores ejecutivos junto con la coproducción de Mark Tuohy.
"Elegir no creer en el demonio no te protegerá de él" - Padre Lucas
Los exorcismos y la oscuridad que se viven de primera mano se han mantenido durante mucho tiempo como una fascinación cultural, independientemente de la fe de cada uno o de vivencias anteriores. El director Mikael Håfström asegura: "El interés por el rito del exorcismo es universal. Muchas de las experiencias vienen de la mano de la religión, pero también otras muchas surgen de la cultura popular. La película El exorcista de los años 70 sigue siendo todavía la película más famosa sobre este fenómeno. En todo el mundo, existen personas que se sienten atraídas por este tema, a pesar de que, o quizás incluso porque, no se puede demostrar o comprender del todo. Cuanto más buscas, más compruebas que no hay respuestas sencillas".
Como actor, Anthony Hopkins ha profundizado en la naturaleza del demonio, sobre todo en su encarnación de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos. De la película El rito dice: "Existe un debate en esta película: ¿Existe el diablo? ¿Es una personificación? ¿O es solo psicológico? ¿Es Freud o Dios? ¿Quién sabe?"
El actor irlandés Colin O'Donoghue, protagonista junto con Hopkins de la película, señala que la historia posee preguntas universales acerca de cómo podemos tratar lo inexplicable. "Existe la razón psicológica en la que la idea de posesión es causa y efecto de una enfermedad mental y existe la creencia en demonios y posesión, un debate que ha existido durante miles de años. La película dibuja inquietantes escenarios y el hecho de que está inspirada en la vida real te hace creer que hay algo de real en todo esto".
La historia de El Rito empezó como un proyecto de libro de Matt Baglio, un reportero residente en Roma, quien se encontró con el anuncio en 2007 del Vaticano sobre la iniciativa de reinstruir al clero en el rito del exorcismo con el objetivo de ofrecer un exorcista en diócesis de todo el mundo.
Cuando el proyecto de Baglio contaba con 10 páginas intrigó de forma inmediata a los productores. La productora Beau Flynn dice: "Matt escuchó hablar de una escuela de exorcismo en el Vaticano y se quedó fascinado con la idea. En el transcurso de su investigación, conoció a un sacerdote norteamericano que estaba recibiendo esta formación, de tal forma que, en vez de un artículo, Matt decidió escribir un libro".
El resultado de esto fue The Rite: The Making of a Modern Exorcist, (El Rito: La creación de un exorcista), que narra los acontecimientos que inspiraron a la película. "El exorcismo en sí es algo de lo que pocas personas tienen conocimiento", dice Baglio. "Quería no solo entenderlo por mí mismo, sino también desvelar el misterio a los demás. Conocí un sacerdote norteamericano, el Padre Gary Thomas, quien había venido al Seminario Regina Apostolorum en Roma para aprender cómo ser un exorcista y sus experiencias son las que configuran el personaje central de Michael Kovak en el guión".
El productor Tripp Vinson comenta: "Cuando haces una película como esta, necesitas tratar el tema de forma seria y con absoluto respeto. Si tratas temas tan grandes como el bien y el mal, no tienes que añadir florituras. La verdad es más convincente que cualquier otro maquillaje que le podamos añadir".
Los productores contrataron como guionista a Michael Petroni para que adaptara la idea al guión, incluso cuando Baglio aún escribía su libro. "La gente se queda obnubilada con la idea de la posesión porque su existencia sigue siendo una pregunta sin respuesta", dice Petroni. "La historia es el fruto de una investigación a fondo a través de entrevistas con sacerdotes y crónicas de experiencias reales, en las que todo lo que presenciaron era aterrador".
El Padre Gary, ahora pastor y exorcista en el Norte de California, quien ejerció de asesor en la película, explica: "El rito del exorcismo existe desde 1614 y todavía muchos obispos y sacerdotes no tienen ni idea de lo que esperar en un exorcismo, excepto que tiene que ver con Satanás. La oportunidad que tuve para entrenar en Roma me dio una gran base, en la medida en que fui capaz de trabajar con un exorcista experimentado al que puede preguntar todas mis dudas. Lo que realmente me resonaba era el hecho de que se trataba de un sacerdocio curativo que ofrecía a los sacerdotes como yo la oportunidad de ayudar a personas que realmente estaban sufriendo".
Håfström estaba intrigado con el asunto de explorar el exorcismo con una base tan sólida en la realidad. "No es una película de terror sin más", aclara. "Es una película de ficción, pero dentro de un marco real y objetivo. Cuando leí el guión, sentí que había logrado la idea de la posesión demoníaca desde un ángulo que nunca habíamos visto antes, el cual te sumerge en este mundo de una forma de suspense, impactante y entretenida".
La historia y los personajes de El Rito
"Lo interesante de los escépticos es que siempre estamos en busca de pruebas. La pregunta es ¿qué haremos si las encontramos?" - Padre Lucas
Anthony Hopkins interpreta al Padre Lucas, un polémico exorcista conocido por llevar los límites más oscuros de su espiritualidad al servicio de Dios. "El Padre Lucas tiene triste fama entre el clero", según Vinson. "Ha realizado miles de exorcismos y es el único sacerdote que ha estado en las trincheras luchando contra el demonio durante muchísimos años. No es un sacerdote como los demás. Hay una sensación de ambigüedad y peligro en él. Para algunos está loco pero, al mismo tiempo, posee una genuina calidez y amabilidad. Anthony Hopkins interpreta esta dualidad de forma brillante".
"Lo que me intrigaba sobre el Padre Lucas era la duda sobre su posición en el mundo de la teología", comenta Hopkins. "Era jesuita, pero multidimensional. Cuando Michael le conoció, no sabía qué hacer con él porque el sacerdote más mayor era solo un hombre irascible e impaciente. Y cuando este joven desafía sus creencias, el Padre Lucas le dice: 'Disfruta de tus dudas, nútrelas. Sé amigo de tus dudas porque son estas las que te van a dirigir'. El Padre Lucas tiene dudas de sí mismo hasta que empiezan a ocurrir sucesos terroríficos".
En el papel del Padre Lucas, Hopkins es el enorme centro de gravedad para la historia y sus personajes. "Obviamente, él aporta mucho a la historia", afirma Håfström. "Es el corazón y el alma de esta película. Este personaje del Padre Lucas es fascinante por no saber realmente quién es y cuáles son sus creencias, si es un simple mago o algo real.
Este personaje tiene muchas facetas y Anthony ha sabido combinarlas todas de una forma muy convincente.
Tener la oportunidad de trabajar con un gran actor como él ha sido fantástico".
Aunque enviaron a Michael a casa del Padre Lucas para entender mejor el lado oscuro de su fe, el seminarista parece tener más fe en la psiquiatría que en el poder del exorcismo. "Ser un exorcista eficaz requiere la absoluta certeza de que vas a librar una batalla con una sorprendente fuerza detrás de ti", dice Vinson. "No es algo que puedas hacer solo. Así que, mientras Michael sigue al Padre Lucas al mundo del exorcismo, se enfrenta con algunos sucesos aterradores y maléficos que le llevan a mirar a sus adentros y reconciliarse con lo que realmente cree".
El Rito explora los misterios del exorcismo a través de los ojos de un experto y un novato. Reflejo de esa relación, Colin O'Donoghue representa su papel debut como Michael Kovak, frente al veterano Hopkins.
El joven actor de Drogheda, Irlanda, no tenía ninguna experiencia, pero envió una cinta de audio a los cineastas. "Hice yo mismo la cinta en el jardín de mi mejor amigo, pero no sabía si alguien la vería siquiera. Gracias a Dios lo hicieron", dice con una sonrisa. "Era un sueño hecho realidad porque sentí realmente una conexión con Michael Kovak. Si crees o no en Dios o en una fuerza superior, si crees que tu vida está predestinada o que controlas absolutamente todo, todas estas preguntas son sobre las que reflexiona Michael".
"Creo que Colin es una persona en la que confías de forma innata y, por tanto, sirve de una muy buena guía en este mundo", añade el director.
Reconocer estas cualidades en O'Donoghue, su profundidad más allá de sus años y su naturaleza introspectiva, llevó a los cineastas a que volara a Los Ángeles para una prueba con Hopkins. Su química con el carismático actor selló el trato. "Esta es la primera película de Colin, en la cual aparece prácticamente en cada escena y la mayoría del tiempo frente al gran Anthony Hopkins, así que era comprensible que estuviera nervioso el primer día", recuerda Håfström. "Pero Anthony fue, como persona y como actor, generoso con Colin y le ayudó en todos los sentidos. Se hicieron buenos amigos, algo esencial porque, en cierta forma, esta es una película de amigos entre un sacerdote joven y otro más mayor. También existe entre ellos una dinámica entre padre e hijo. Al mismo tiempo, era importante crear una situación donde pudiéramos sentir una falta de armonía en la relación. Creo que ambos actores crearon esa tensión de una forma genial".
"Creo que Colin es extraordinario", resalta Hopkins. "Ha sido maravilloso trabajar con él. Es un actor excepcional, por no mencionar lo buena persona que también es".
El Padre Lucas no es la única persona por la que Michael se siente atraído en su estancia en Roma. En su primer día de escuela de exorcismo, le llama la atención otra visitante, Angeline, una reportera que investiga la nueva iniciativa del Vaticano. "Michael es muy convincente para Angeline por que, como periodista, está formada para ver todo de forma objetiva", dice Vinson. "Ella no es necesariamente una persona de fe que vaya a aceptar todo lo que oiga, de tal forma que cuando ve a Michael cuestionando este asunto, ella sabe que son almas gemelas y que quizás puede ayudarla en su trabajo".
Para este papel, los cineastas eligieron la actriz brasileña Alice Braga, quien quedó cautivada por el guión, aunque admite que la mantuvo despierta esa noche. "Después de leerlo, no podía dormir", dice. "Es una película de ficción, pero el fenómeno es real y los personajes se adentran cada vez más para averiguar de qué se trata. Todos tememos a la posesión, incluso aunque no estemos de acuerdo en cómo llamarla. Me enamoré de mi personaje, Angeline, porque es una mujer fuerte y directa que tiene su propio plan en la vida, que empiezas a descubrir cuando queda claro por qué busca respuestas en un curso de exorcismo".
"Alice había hecho muchas películas, pero su fama le vino con la película independiente Ciudad de Dios, una interpretación que nunca se me olvidó", revela Flynn. "Esta película requería que la chica creara intimidad con Colin sin connotaciones románticas y Alice tiene tanta complejidad y calidez que fue capaz de comunicarla de una forma increíble. Es una actriz de gran talento".
Como Michael, Angeline también se ve arrastrada a enfrentarse a sus propias dudas y miedos por lo que ella ver con sus propios ojos. "Ella se descubre a sí misma a través de este viaje en muchas de las formas en las que Michael se descubre a sí mismo", dice Braga. "Es una manera realmente interesante de hablar de religión porque se ve desde la perspectiva de diferentes seres humanos".
El propio reflejo de Michael le devuelve a su infancia con su padre, Istvan, un inmigrante húngaro que se convierte en fuente constante de complejas emociones. Este papel lo interpreta Rutger Hauer, quien dice: "El padre trabaja duro, es muy religioso y un poco estricto. Es un director de pompas fúnebres que quiere que su hijo se haga cargo del negocio familiar. Por supuesto, su hijo se muere por salir de allí, literalmente. La suya es una relación fuerte, aunque difícil. Quizás el hijo odia un poco a su padre".
La figura de Istvan Kovak dominaba la mente de su hijo a través de sus experiencias en Roma, en gran medida, dice Håfström, debido a la interpretación de Hauer. "Rutger tiene una enorme presencia que da al personaje un gran impacto en un tiempo limitado en pantalla".
En el seminario, Michael encuentra a su mentor el Padre Matthew, interpretado por Toby Jones. Un sacerdote actual que se ocupa de la caída de personas que deciden ser clérigos y ve un potencial fuera de lo común en su estudiante. "El Padre Matthew sabe que Michael está en conflicto con sus propias ideas y con lo que cree, pero siente algo más en su interior, quizás incluso que es un enviado de Dios", dice Flynn. "Pero Michael no ve eso en sí mismo, así que el Padre Matthew intenta básicamente levantar un espejo que muestre a Michael que realmente está bendecido. Toby es capaz de traducir todo eso a una forma humana y de forma inteligente".
"El Padre Matthew presencia un accidente en el que Michael se comporta de forma tan extraordinaria que se da cuenta de que tiene el potencial para satisfacer las necesidades de los exorcistas", añade Jones. "Hay algo en su personalidad y sus vivencias que él reconoce".
El Padre Matthew de Jones se compensa con el personaje del Vaticano el Padre Xavier, interpretado por Ciarán Hinds. La labor del Padre Xavier es transmitir los métodos de probada eficacia para tratar un exorcismo y el equilibrio necesario entre las implicaciones psiquiátricas y espirituales de su trabajo. "No es una batalla entre voluntades", dice Hinds. "Creo que el Padre Xavier comprende que Michael tiene mucho que ofrecer a la iglesia, pero sus dudas tienen que solucionarse. Finalmente, sugiere que Michael vaya a ver al Padre Lucas, quien puede transmitirle el lado menos ortodoxo de la posesión demoníaca. Les espera un infierno de paseo en montaña rusa juntos".
"Me sentí atraído por este proyecto porque no se trata de una historia frívola", dice Ciarán Hinds. "No tiene solo la intención de asustar. Es algo más profundo para todos nosotros, no solo nuestras preocupaciones, dudas o fe, sino ese lado que se puede completar en la oscuridad y cómo luchar para salir de eso".
Cuando Michael va a visitar al Padre Lucas en su pequeña casa parroquial en las afueras de Roma, el exorcista se ve envuelto en un caso de una adolescente embarazada llamada Rosaria, de quien el Padre Lucas determina que sufre una posesión demoníaca. Este papel tan importante recae sobre la actriz novel de 21 años Marta Gastini. "Marta tiene probablemente el papel que requiere más físico de la película", afirma Håfström. "Es una joven actriz con muy poca experiencia, una cara totalmente nueva, pero creo que hizo un trabajo enorme".
El director ha contado con el coordinador de especialistas de cine Charlie Croughwell, pero Gastini hizo ella misma las secuencias de exorcismo más difíciles. "Quería asegurar que todo era posible físicamente y podría ocurrir realmente a una persona desesperada", afirma del director.
"Marta tenía que retratar a una niña poseída por un ente", dice Croughwell, quien hizo una prueba a Gastini antes de rodar para ver el tipo de movimientos que sería capaz de hacer. "Cada movimiento que hacía debía ser completamente físico, a veces tan sutil que se siente más que se ve. Requería mucha fuerza corporal y con la interpretación de Marta simplemente me entraron escalofríos".
Las principales interacciones de Rosaria son con el Padre Lucas, lo cual era tanto reto como alegría para la joven actriz. "Estaba muy feliz porque me di cuenta de que no solo, creo, es el mejor actor que aún vive, si no que también es una fantástica persona. Incluso cuando estaba fuera de escena, él siempre se dirigía a mí con la misma energía para ayudarme en mi interpretación. Le admiro profundamente. Fue realmente emocionante tener la oportunidad de trabajar con él."
Para la preparación de las secuencias de exorcismo, Gastini y O'Donoghue acompañaron a Matt Baglio para presenciar algunos exorcismos, escuchando al otro lado de la puerta por respeto. Gastini recuerda que el contraste entre lo que estaba sucediendo a los dos lados de la puerta era asombroso. "Fuera, el mundo seguía con normalidad, los turistas de Roma, el tráfico, todo, pero en esa pequeña habitación, estaba ocurriendo algo inexplicable, como una lucha fuerte y terrible en el espíritu entre el bien y el mal".
O'Donoghue estaba igualmente afectado. "Lo que pensaba era especialmente sorprendente en lo que respecta a los exorcistas, a todos ellos, de hecho. Es lo a lo que se enfrentan continuamente, pero para nosotros era una experiencia extraordinaria".
"En los exorcismos y la posesión, independientemente de lo que creas, al fin y al cabo estás viendo a una persona sufrir un increíble dolor", comenta Flynn. "Y, te diré, que pasaron unos momentos difíciles de olvidar, porque una vez que empiezas a examinar ese mundo, de nuevo, independientemente de lo que creas, es algo intenso, oscuro y muy aterrador".
El demonio en detalle
"¿Un ladrón enciende las luces cuando roba en tu casa? No. Prefiere que creas que no está allí. Como el demonio" - Padre Lucas
Antes de empezar el largo rodaje que abarcaría las ciudades europeas de Roma y Budapest, los directores de cada departamento visitaron a Matt Baglio en Roma para ir a algunos de los lugares que él había explorado durante su investigación, incluyendo el Vaticano. "No importa el ambiente, si antiguo o actual, queríamos lograr una sensación de que cualquiera puede entrar en estos espacios y no sentir nada extraño inmediatamente", afirma el diseñador de producción Andrew Laws.
Para Håfström, la clave para los espacios físicos de la película era crear la sensación de sucesos extraordinarios dentro de un ambiente real, y aclara: "Utilizar lo que fuera eficaz y, después, interpretar eso con nuestra propia realidad".
"La fotografía de la película evolucionó durante la producción", dice el director de fotografía Benjamin Davis. "Ambos somos fans del cine de los años 70 y Mikael quería que la película tuviera esa verdad y estilo naturales. Queríamos asegurarnos de que la imagen se sintiera como en la vida real":
Tras una preparación e investigación detallada, la producción empezó con 10 días de rodaje en Roma, grabando sus abarrotadas calles y puntos turísticos en temporada alta. Algunas de las localizaciones incluyen la Piazza della Republicca; Piazza Pio XI, la escalinata de la Plaza de España; Ponte Sant'Angelo, vistas al río Tíber, la Via della Conciliazione, que conecta con la Plaza de San Pedro, donde Michael Kovac llega a Ciudad del Vaticano.
"Hicimos todas las escenas exteriores más grandes en Roma, una ciudad de cine", añade Håfström. "Tiene una imagen y sentimiento difícil de encontrar en otro lugar del mundo. Viajamos después a Budapest para las escenas de estudio y para encontrar una "Roma" a escala más pequeña en algunas de sus iglesias y calles empedradas, lo que resultó realmente bueno".
El responsable de localización Marco Giacalone añade: "Pudimos encontrar en Budapest una arquitectura similar a lo que puedes encontrar en Roma, además de algunos edificios enormes vacíos donde se podían construir fácilmente los escenarios de gran escala".
En Budapest, el equipo de Laws construyó escenarios interiores para representar localizaciones de la historia, incluyendo el Jardín del Vaticano dentro de una casa de subastas vacía llamada Báv, un apartamento con jardín en ruinas donde el Padre Lucas lleva a Michael en Damjanich y un hospital construido en el edificio histórico de Hungría llamado Ludovica, una antigua academia militar y más recientemente el Museo de Historia Natural de la ciudad. El famoso Caffé Santo Staccio de Roma se recreó en una cafetería en la Plaza de la Basílica de San Esteban y la excepcional localización empedrada llamada The Narrow Street evoca un ambiente idóneo para un paseo bajo la lluvia.
Quizás el desafío de diseño más difícil para la producción fue capturar las experiencias de Michael en el Vaticano cuando asistía a su primera clase de exorcismo con el Padre Xavier. "La iglesia católica es muy sensible con la grabación en el Vaticano", revela Giacalone.
El equipo de Laws construyó una sección más antigua de la Academia Pontificia del Vaticano, así como el despacho del Padre Xavier, dentro del Museo Etnográfico de Budapest. "Nuestra idea era que la arquitectura tradicional del museo se pareciera a lo que muchos esperaban de lo pontificio", explica.
En marcado contraste, la brillante y contemporánea sala de conferencias coge a Kovac con la guardia baja. El atrio y el auditorio se construyeron en los estudios de Astra Filmstudios cerca de Budapest.
"El Auditorio del Vaticano establece un precedente para Michael Kovac", añade el diseñador de producción. "Él viene a Roma con algunas falsas expectativas sobre lo que piensa que se va a encontrar. El momento cuando entra en el auditorio es uno de los primeros en los que entra en un ambiente que no se había imaginado de ninguna manera. Nuestra Academia del Vaticano intenta ser bastante moderna, más actualizada, representativa de una academia más científica, lo que le lleva a librarse un poco de sus ideas preconcebidas de que todo iba a ser bastante místico e históricamente pesado".
Laws estructuró el auditorio superponiendo hojas y colores simples. "En nuestra Academia del Vaticano existe el sentimiento de que no están escondiendo nada", dice Håfström. "Su trabajo está expuesto al público, tal y como se demuestra con el personaje de Alice Braga, una reportera que tiene pleno acceso a sus cursos de exorcismo".
El espacio del auditorio de forma ovalada está marcado con filas de asientos modernos, un sofisticado monitor táctil y lo que Laws llama la pieza clave de la sala: su techo estructurado con elegancia. "Queríamos algo más dramático para terminar este espacio", dice Laws. "Tenía que ser algo que realmente fuera sentencioso. Así que repetimos un poco el techo luminoso y lo terminamos con un techo de bonitas esculturas, festoneado y con forma de concha con una luz entre cada aleta. No era lo más fácil de colgar allí, pero al final mereció la pena".
Las suposiciones de Michael se ponen a prueba también cuando entre en la casa parroquial del Padre Lucas a las afueras de Roma. Esta importante localización se dividió en dos partes: Gül Baba, que se parece mucho a Rocca di Papi de Roma, para los exteriores, la calle y el jardín, el apartamento y habitación parroquial de exorcismos se crearon en Astra Filmstudios.
En la casa parroquial, Michael vislumbra otra faceta del Padre Lucas, desde la motocicleta del patio y los libros potencialmente blasfemos en las estanterías hasta el mobiliario sencillo y moderno de la propia casa.
La ropa del Padre Lucas también refleja su naturaleza poco convencional. En un principio, el diseñador de vestuario Carlo Pogglioli había pensado en trajes más tradicionales del clero. Pero entonces se topó con el mismo Hopkins. "Cuando vino a la primera prueba de vestuario dijo: 'Quiero mezclar lo tradicional con algo más moderno' y tenía toda la razón", dice Pogglioli. "Lo imaginábamos con una vieja sotana, que fabriqué desde cero porque ya no existen fábricas para algo tan antiguo, pero, de repente, vimos que tenía una camiseta debajo y un teléfono en el bolsillo".
Pogglioli se entusiasmó con la oportunidad de buscar la ropa de clérigo que la película requería. "No había mejor oportunidad de mostrar a Mikael, nuestro director, la vida real del Vaticano", dice el diseñador de vestuario. "Fuimos a ver al Papa cuando tuvo audiencia con la gente. Fue emocionante porque tuvimos cientos de tipos diferentes de monjes, monjas y sacerdotes de todo el mundo. Esta fue la referencia que utilizamos en la película".
Para Michael Kovac, Pogglioli creó un aspecto norteamericano al principio de la película, el cual se iría haciendo más oscuro y serio en el transcurso de su viaje. "Pasamos exactamente lo mismo que pasa por su mente cuando empieza a encontrarse esta posible posesión demoníaca", explica Pogglioli. "De tal forma que empezamos con colores claros en su casa en Illinois y nos movemos en colores más fríos en Roma".
La sensación de frialdad en el ambiente impregna todas las aventuras de Michael hacia el lado oscuro con el Padre Lucas. "El sol apenas brilla en esta película", dice el director de fotografía Davis. "Según la historia se vuelve más oscura, la luz del día se siente más fría, como si nunca hiciera calor. Es un sentimiento siempre frío y agobiante. Imagina una tarde de noviembre, llueve y no estás seguro cuando caminas de si es de día o de noche. Esa es la sensación que buscábamos para el tono de la película".
A medida que se acelera la posesión demoníaca y Michael empieza a perder el control de sus firmes creencias, su mundo empieza a resquebrajarse literalmente. Para las últimas escenas, el director quería proyectar la idea de que la posesión demoníaca era como un agujero negro que drena la energía y la vida de todo lo que toca.
"Queríamos evitar efectos abiertamente sobrenaturales, como objetos flotantes en el aire, pero en los ambientes a lo largo de la película, hay un incremento de lluvia y formación de moho en las paredes y un decaimiento en la arquitectura", describe Andrew Laws. "Vimos como una función de posesión demoníaca la idea de derrumbe, bien de una persona, bien del ambiente o bien de sus vidas".
La sala de exorcismos por sí misma representa el punto más bajo de este efecto. Desde una ventana circular lejos del nivel del ojo, rodeada de dos tragaluces, la luz que proyecta Davis a este espacio desolado es lo más fría posible. "La idea fue siempre el no poder encontrar un ápice de alegría en ese lugar", afirma el cineasta.
El enfoque sobrio y visceral del director para traer a la vida el mundo de los exorcistas y demonios impresionó enormemente a muchos del reparto y del equipo. "Mikael no exagera las cosas", elogia Hopkins. "Quiere hacerlo rutinario, cuando estás a plena luz del día y todo es normal, excepto que debajo de esa normalidad está ocurriendo algo terrible. Mueve su cámara silenciosamente por la sala, como si alguien estuviera presenciándolo.
"Creo que todos nosotros hemos vivido un momento extraño o dos en el que ocurre algo que nos resulta un poco raro y tenemos preguntas sobre lo que puede ser", dice Matt Baglio. El sentimiento de ser tocado por algo espiritual, en claridad u oscuridad, o el momento en el que nos preguntamos si tenemos o no el control de nuestras decisiones. Creo que para muchas personas hay algo atávico en este tema. Realmente volvemos a nuestras raíces e intentamos entender mejor y tener el control de nuestras vidas".
Como para muchos del reparto y del equipo, para Håfström, hacer El Rito era de alguna forma un reflejo del viaje de su personaje principal. "Todos buscamos algo en la vida y, como cineasta, tienes la oportunidad de investigar temas de una forma excepcional", dice. "Puede ser en un tiempo histórico o en un lugar especial, o puede ser un fenómeno como lo es el exorcismo. Cada vez me encuentro más intrigado por esta exploración. Era una forma de aventurarme en este mundo fascinante".