Ian McKellen regresa como Gandalf el Gris, personaje que ya interpretó en la trilogía de "El Señor de los Anillos", acompañado de Martin Freeman, desempeñando el papel protagonista de Bilbo Bolsón, y con Richard Armitage como Thorin Escudo de Roble. Otros actores que también vuelven a desempeñar los papeles que ya hicieron en "El Señor de los Anillos" son: Cate Blanchett como Galadriel; Ian Holm como el Bilbo anciano; Christopher Lee como Saruman; Hugo Weaving como Elrond; Elijah Wood como Frodo; y Andy Serkis como Gollum. El resto del elenco internacional que forma parte de la trilogía es: James Nesbitt, Ken Stott, Sylvester McCoy, Barry Humphries, Aidan Turner, Dean OGorman, Graham McTavish, Adam Brown, Peter Hambleton, John Callen, Mark Hadlow, Jed Brophy, William Kircher, Stephen Hunter, Lee Pace, Benedict Cumberbatch, Manu Bennett y Conan Stevens.
El guion de "El Hobbit: un viaje inesperado" es una adaptación basada en la novela de J.R.R. Tolkien y ha sido realizado por Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson y Guillermo del Toro. Junto con Jackson, los productores de la película han sido Carolynne Cunningham, Zane Weiner y Fran Walsh. Los productores ejecutivos son Alan Horn, Toby Emmerich, Ken Kamins y Carolyn Blackwood y como co-productores, Boyens y Eileen Moran.
Bajo la dirección de Jackson, la grabación de "El Hobbit: un viaje inesperado" se ha realizado en 3D en 48 fotogramas por segundo y se proyectará en 3D HFR en algunos cines, así como en formato 2D, 3D e IMAX®. La producción se ha llevado a cabo en las propias instalaciones que Jackson posee en Miramar, Wellington, y en exteriores de toda Nueva Zelanda. La post producción se ha desarrollado en Park Road Pot Production, en Wellington.
Todo el equipo creativo "tras las cámaras" vuelve a trabajar para Jackson, incluido el director de fotografía Andrew Lesnie, el diseñador de producción Dan Hennah, los diseñadores conceptuales Alan Lee y John Howe, el editor Jabez Losen y el diseñador de maquillaje y peluquería Peter Sword King. El diseño del vestuario quedó a cargo de Ann Maskrey, Richard Taylor y Bob Back; además, Taylor ha sido el encargado de supervisar el diseño de las armaduras, las armas, las criaturas y el maquillaje especial que, una vez más, quedó en las manos de la galardonada empresa Weta Workshop. Weta Digital, por su parte, contrató los efectos especiales de la película, capitaneados por el director de supervisión de efectos especiales Joe Letteri. El supervisor de efectos especiales fue Eric Saindom y el de animación, David Clayton. En la película aparece la canción "La canción de la Montaña Solitaria", interpretada por Neil Finn.
Adaptación de El Hobbit
"En un agujero en el suelo vivía un hobbit.
No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad."
El Hobbit, de J.R.R. Tolkien
El 21 de septiembre de 1937, J.R.R. Tolkien publica un libro infantil titulado El Hobbit o Historia de una ida y una vuelta. Desde su primera publicación, se han vendido más de 100 millones de copias del libro y se ha traducido a unos 50 idiomas diferentes. En 75 años, nunca ha dejado de estar en circulación.
El Hobbit, tal y como se conoce popularmente el libro, surge de la imaginación de un venerado autor, poeta, profesor de universidad y filósofo que concibió la historia como un cuento para contar a los niños antes de que éstos se fueran a dormir; sin embargo, el texto está iluminado por el amor que siente el autor hacia la naturaleza y los cuentos de hadas, sus experiencias en la guerra y el afecto que siente por aquellas almas humildes que prevalecen a pesar de obstáculos insuperables.
La historia de Bilbo Bolsón, un hobbit al que se saca de su acomodado agujero-hobbit y al que se empuja a una maravillosa aventura llena de peligros en compañía del mago Gandalf el Gris y 13 enanos, la han devorado generaciones de lectores como si de un rito literario se tratase. Es una obra que define al mismo tiempo la llamada a la aventura, la naturaleza del honor y la lealtad, el anhelo del hogar y el silencioso coraje del que dispone el más inesperado de los héroes. Además, introduce al mundo la complejidad de las civilizaciones y el mágico paisaje de la Tierra Media, un universo profundo y rico que Tolkien exploró en sus escritos a lo largo de su vida y que dejaría una huella cultural profunda en todo el mundo.
A pesar de que el libro ha servido de inspiración para muchas adaptaciones en diversos medios (desde escenarios o tebeos hasta videojuegos), la historia completa de El Hobbit no se había llevado nunca a la gran pantalla
hasta ahora. En el mundo del cine contemporáneo solo existe un director que ha demostrado su pasión y dedicación por dar vida a las grandes obras maestras, alguien que ya antes se había aventurado en la Tierra Media.
Hace aproximadamente una década, el director Peter Jackson se embarcó por su cuenta y riesgo en la adaptación del último trabajo de Tolkien, la revolucionaria trilogía de "El Señor de los Anillos", tres películas que han forjado su propia huella imborrable en el léxico cultural. Cada una de ellas fue un éxito en taquilla que obtuvo elogios y premios por parte de la crítica; un trabajo que culminó con la película final "El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey", galardonada con 11 Oscars®, incluyendo entre ellos los de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado.
Tolkien escribió en un primer momento El Hobbit para luego continuar con El Señor de los Anillos, su ópera prima de tres volúmenes; sin embargo, Jackson hizo el viaje en la dirección opuesta. Continuando con la experiencia que vivió al hacer las películas de "El Señor de los Anillos" ha decidido volver atrás en el tiempo, 60 años atrás, para contar en una nueva trilogía lo que, de hecho, es la primera parte de la historia, comenzando para ello con "El Hobbit: un viaje inesperado".
"Cuando hicimos 'El Señor de los Anillos' estaba completamente seguro de que iba a ser una experiencia única en la vida", comenta Jackson. "Fue algo tan increíble que cuando acabamos el trabajo ninguno de nosotros podía creer que no volveríamos a aventurarnos en la Tierra Media; sin embargo, la experiencia de hacer la trilogía de El Hobbit fue igual de especial para todos. Así que lo que tengo ahora es el haber vivido una experiencia única en la vida dos veces."
Jackson ha estado implicado en el desarrollo del proyecto desde el principio, sin embargo, hasta que no se hubo sumergido en el trabajo de elaboración del guión junto a sus viejos colaboradores Fran Walsh y Philippa Boyens, y en esta ocasión también con Guillermo del Toro, no decidió dirigir él mismo las películas. Atraído por los hilos temáticos y las luchas emocionales que se incorporan a lo largo de la narración, imaginó que las películas serían un reflejo de la escala, la amplitud y la gran apuesta que ya fueron las películas de "El Señor de los Anillos".
"En El Hobbit se respira paz porque cuando Tolkien lo escribió lo hizo pensando en que era un cuento para sus hijos y para todos los niños del mundo," apunta Jackson. "Es una historia estupenda que avanza pasito a pasito y que nunca para. Es cierto que hay un poco más de humor que en El Señor de los Anillos y que los personajes son más pintorescos, pero no obstante aparecen elementos como la codicia y la locura, la vida de un inocente que cambió para siempre y fuerzas crecientes que conducen directamente a los sucesos de El Señor de los Anillos. Es donde empieza todo."
Lo que los directores de "El Hobbit: un viaje inesperado" esperaban al realizar la película era que la historia pareciese real, que reflejara la magia, la majestuosidad, el humor y la oscuridad, así como la intimidad de la emoción humana que el propio autor dejó recogidas en la obra. El guionista y productor Fran Walsh dijo: "Siempre hemos visto El Hobbit como un novela de fantasía un poquito más positiva; sin embargo, según vas llegando al final de la novela te das cuenta el modo en que Tolkien va allanándose el camino para situarse donde comienza el épico viaje de El Señor de los Anillos, lo que para nosotros es la transición natural hacia un tiempo más oscuro. El honor, el liderazgo y el poder, los grandes temas que prevalecen en El Señor de los Anillos, despiertan en El Hobbit."
Para dar forma a esa transición en la elaboración del guión, Jackson, Walsh y Bovensdid han adaptado El Hobbit de tal manera que quede lo más cercano posible a la publicación original. Lo que mucha gente no sabe es que el propio autor continuó desarrollando la historia, de hecho, en última instancia publicó unas exhaustivas notas en las que desplegaba El Hobbit a lo largo de 125 páginas de apéndices que quedaron incluidas al final de El Señor de los Anillos. "Con El Hobbit Tolkien abandonó por primera vez el resto del mundo para sumergirse en la mitología y el universo de la Tierra Media," comenta Philippa Boyens, la amante declarada de la obra de Tolkien dentro del equipo de guionistas. "Existen conflictos, relaciones y hechos a los que se hace alusión indirectamente pero que no están explícitamente descritos en el libro, así que cuando Tolkien se sentó a escribir su continuación y terminó escribiendo El Señor de los Anillos, se tomó un tiempo para releer los hechos que rodeaban a El Hobbit porque
tenía la sensación de que dentro de ese pequeño libro infantil se encontraba la semilla de un leyenda más grande."
Este increíble recurso dio alas a los directores para ampliar ese mundo y contar más sobre la historia en sus películas, pero, al mismo tiempo, se vieron esclavos de una obra que a todos nos encantó, por lo que al tocar ciertos puntos más oscuros lo que intentaron fue no comprometer el tono del libro. Jackson da fe de que "El Hobbit fue el trabajo de casi toda una vida para Tolkien", y que "muchas de las ideas que tenía para dar cuerpo a la historia, como la naturaleza y la política de la época, quedan recogidas en los apéndices del volumen final de El Señor de los Anillos. Esto nos ayuda a entender que la historia tiene la habilidad de expandir aún más El Hobbit que todo el mundo conoce y adora. Y eso es lo que nosotros hicimos, utilizar mucho sus notas para nuestro anteproyecto. Encontré fascinante que algo que relativamente empieza como una cosa inocente, acabe siendo épico dentro de sí mismo."
También quisieron sumergir por completo a la audiencia en la Tierra Media, así que, por primera vez, Jackson hizo uso de cámaras digitales de última generación para grabar, en lo que es un hecho sin precedentes, la acción en 3D en 48 fotogramas por segundo (fps) para que pudiese verse en HFR 3D, además de en los formatos estándar. "Queremos que la experiencia que se sienta al ver las películas de El Hobbit vaya mucho más allá de lo que se sintió con El Señor de los Anillos," comenta Jackson. "El 3D que se podía ver en las principales salas de cine no es el que se puede ver a día de hoy, y encima nosotros hemos grabado la película en 48 fps, lo que la convierte en la primera película que se rueda utilizando la tecnología HFR actual."
Jackson ha reunido una vez más a los miembros del reparto de "El Señor de los Anillos", incluyendo a Ian McKellen como el mago Gandalf el Gris, Cate Blanchett como la reina elfa Galadriel, Hugo Weaving como el Señor de los Elfos Elrond y a Andy Serkis realizando, una vez más, el papel de Gollum. Cerrando el elenco están Elijah Word, que retoma el papel de Frodo Bolsón, e Ian Holm como el anciano Bilbo Bolsón, que recuerda su gran aventura antes de abandonar Bolsón Cerrado. Para completar el reparto internacional están Martin Freeman como Bilbo Bolsón, el hobbit entorno al cual gira la historia, y Richard Armitage como el guerrero enano Thorin Escudo de Roble.
Juntos, el equipo de directores y actores, se embarcan en una nueva aventura que, una vez más, supone la grabación de tres películas que se suceden en el tiempo para crear así una nueva trilogía cinematográfica que empieza con un hobbit viviendo en un agujero en el suelo y que, sin embargo, está a punto de realizar el viaje más inesperado e increíble de su vida.
Una tertulia inesperada: La historia y los personajes
"Mi querido Frodo, una vez me preguntaste
si te había contado todo sobre mis aventuras. Si bien puedo decirte de corazón
que te conté la verdad, tal vez no te la contara toda."
Bilbo Bolsón, "El Hobbit: un viaje inesperado"
Un mago, un hobbit y un rey enano
Sesenta años antes de que su sobrino Frodo realizara su terrible viaje, Bilbo Bolsón llevaba una existencia de lo más tranquila en su acogedora casa de Bolsón Cerrado que se encuentra situada en la ciudad comercial de Hobbiton. Como a todos los de su especie, le encanta su casa y, salvo aquello que pueda haber aprendido de sus preciosos libros y mapas, sabe poco del mundo que hay más allá de la Comarca.
Para realizar el papel del hobbit protagonista los directores solo tenían a un actor en mente: Martin Freeman, porque ha sido reconocido por la humanidad y el humor sin esfuerzo de los que dota a sus personajes, ya sea en papeles dramáticos o cómicos. "Martin tiene el asombroso don de ser vulnerable y fuerte al mismo tiempo," dice de él Boyens. "Es capaz de ser divertido al mismo tiempo que patético. Todas esas cualidades son las que nos hicieron ver que él era Bilbo Bolsón. Sabíamos que Martin podía llevaros de la mano en este extraordinario viaje."
Dejando a un lado el pintoresco grupo de enanos y magos, elfos y trols que aparecen en la película, posiblemente Bilbo sea el personaje con el que más pueda identificarse la audiencia. Jackson confirma que "Bilbo es como una persona normal y reacciona como todos lo haríamos si nos encontrásemos en su situación. Cuando Bilbo se encuentra de cara con un trol, no saca su espada y se pone a luchar con él, se aterroriza; y eso es lo increíble de Martin, que no finge, siempre es real y auténtico. Yo siempre he pensado en los hobbits como seres muy ingleses, con sus tacitas de té y calentándose los pies al fuego. Creo que Martin es una de las personas más parecidas a un hobbit que haya conocido jamás," añade el director con una sonrisa en la cara.
Una vez acordado que Freeman sería Bilbo, Jackson reorganizó el plan de rodaje para hacer un receso y que así el actor pudiese salir de Nueva Zelanda y viajar a Reino Unido, donde estaba realizando su papel de Watson en la serie de televisión "Sherlock". Freeman asegura que "estaba realmente emocionado y agradecido porque de verdad que tenía ganas de hacer el papel de Bilbo y ésta no es del tipo de ofertas que hay que dejar escapar." "Noté que habían puesto mucha fe en mí como Bilbo, que debían haber visto algo en mí que transmitía preocupación, pero con humor."
Freeman describe a Bilbo como "bastante autosuficiente y también es algo autocomplaciente, creo, un hombre ilustrado que lo es sin haber viajado por el mundo. Las cosas que me llamaron la atención de él fueron esa timidez que le aparece en ciertas situaciones y la vacilación que presenta ante la vida; para él su mundo es su casa y Hobbiton, y todo lo que haya más allá le causa un poco de miedo."
Sin embargo, la apacible vida de Bilbo se verá alterada con la llegada del mago Gandalf el Gris, que tiene ambiciosos planes para el confiado hobbit. Una vez más, es Ian McKellen quien interpreta el papel del inteligente, intuitivo y, en algunas ocasiones, travieso mago. Es posible que de entre sus muchos papeles aclamados el más emblemático que ha realizado la estrella de cine haya sido la encarnación que hace de Gandalf a lo largo de la trilogía de "El Señor de los Anillos".
"Ver a Ian McKellen en el rodaje vestido con la barba y el gorro... eso es ver a Gandalf," reconoce Jackson. "Es una mezcla rara entre el personaje de la película y el icono cultural."
Aunque el reconocido actor tenía un poco de miedo a volver a meterse en la piel del personaje, al final no pudo resistirse a la perspectiva de volver a ponerse las ropas, la barba y el gorro de Gandalf. "Volver a este personaje quizás no sea tan tentador como asumir un papel nuevo, supuso un gran compromiso, pero es que al final no podía soportar la idea de que alguien más interpretase a Gandalf," reconoce McKellen. "Además, que a lo largo de los años he oído que muchos de los seguidores se iban a enfadar si no era yo quien lo interpretaba. Así que estoy emocionado de volver y haber pasado tiempo una vez más con esta maravillosa familia."
Gandalf es el elegido para avisar y acompañar al señor de los enanos Thorin Escudo de Roble en la misión que los llevará a las tierras yermas de la Montaña Solitaria para recuperar Erebor, el reino perdido y hogar de su pueblo que largo tiempo atrás atacó y conquistó el dragón Smaug. "Parece que a Gandalf le gustan los enanos, o que los admira", explica McKellen, "y dado que él es anciano, tiene 6.000 años o más, está capacitado para poner la situación actual en el contexto de la historia pasada y presente y juzgar correctamente que ha llegado el momento de ayudarlos."
Gandalf ve a Bilbo como una pieza imprescindible del rompecabezas, el arma secreta que utilizará de ser necesario al alcanzar Erebor. "Gandalf es quien aconseja tácticamente y en lo que ha estrategia se refiere a los enanos, cree que lo que necesitan es un ladrón," explica Jackson. "Alguien que pueda colarse en Erebor bajo las mismísimas narices del dragón y a Gandalf le gusta la idea de que sea un hobbit porque los dragones no captan su olor. Él quiere que Bilbo sea ese ladrón."
Esto es nuevo para Bilbo, ya que nunca ha robado nada en su vida; sin embargo, como Gandalf lo conoce desde niño, cree que es el hobbit indicado para el trabajo. "Creo que Gandalf piensa en él porque lo recuerda como un muchacho luchador que estaba dispuesto a todo," dice McKellen. "Para su sorpresa, descubre que ese chico brillante se ha estancado en una vida de complacencia. No obstante, Gandalf confía en que en algún lugar del interior de Bilbo aún existe ese espíritu aventurero."
Antes de que Bilbo sepa lo que está pasando exactamente, se encuentra su acogedor agujero-hobbit lleno de enanos que hacen mucho ruido, hasta que, al final, aparece en la puerta su líder, el legendario guerrero enano Thorin Escudo de Roble, interpretado por Richard Armitage. Thorin es descendiente directo del linaje de Durin, reyes de los enanos de la Tierra Media.; además, es el heredero al trono de Erebor y fue testigo de la destrucción del reino bajo el terrible ataque de Smaug, que provocó que perdiese a su padre Thráin y a su abuelo Thrór en la posguerra.
"Thorin hereda la sed de venganza de su padre por recuperar lo que es suyo y devolver a su pueblo Erebor," dice Armitage. "Y ése es un peso con el que carga él solo. Thráin murió intentando lo mismo cientos de años antes, así que Thorin siente que el momento es ahora o nunca. Creo que es como una llama que se extingue. Tiene el potencial necesario para avivarla y convertirla en una llama enorme, pero si no lo hace ahora, la llama morirá."
"Es interesante," añade Armitage, "porque la traducción de Thráin es el que anhela y Thorin el que reta. Thráin es el que lo anhela, pero no lo consigue y Thorin el que se propone el reto para hacerlo posible."
"Thorin es un personaje extremadamente noble e imperfecto," comenta Fran Walsh. "La suya es una historia trágica y llena de idas y venidas. Él lucha por su pueblo, que se ha quedado sin hogar y lleva deambulando mucho años sin el status que poseían. Su historia habla de Erebor y su sueño de alcanzar el hogar."
Más apuesto, majestuoso y alto de lo que es normal en un enano, Thorin es un líder valiente digno de respeto. Podría ir rodeado de un ejército, sin embargo, prefiere llevar consigo a un selecto grupo de 12 enanos. "En su interior siempre existe la duda de si es líder lo suficientemente bueno o no, y eso es algo que lo ahoga," comenta Jackson. "Yo he experimentado el mismo sentimiento como actor mientras lo interpretaba, había ocasiones en las que sentía que el suelo temblaba bajo mis pies; pero lo fantástico de trabajar con Peter es que tiene toda la película metida dentro de su cabeza, así que sabes que estás en buenas manos. Conoce mi personaje mejor que yo, así que las sutiles pautas que me proporciona me llenan de confianza."
La seriedad que conlleva el viaje hizo que los directores dieran gran importancia al casting de Thorin. "Thorin es el líder del grupo de enanos, así que necesitábamos a alguien que de forma natural transmitiese su fuerza y autoridad", explica Jackson. "Todas estas cualidades se reflejan muy bien en el modo en que Richard hace suyo el personaje de Thorin. En la vida real es la persona más tranquila del mundo e incluso cuando se calza las botas de Thorin Escudo de Roble es completamente capaz de tener el control del grupo."
¡Y qué grupo!
La compañía de los enanos
Quince son los principales personajes que realizan la aventura de "El Hobbit: un viaje inesperado": Bilbo, Gandalf y la Compañía de los Enanos, lo que supuso un reto para los directores a la hora de contar la historia. Jackson apunta que "los enanos juegan un gran papel en la historia, así que para nosotros era importante crear personajes que fuesen diferentes entre ellos, cada uno con un estilo personal, de ahí que quisiésemos asignarles actores fuertes. Lo que conseguimos fue formar un grupo de personalidades increíblemente excepcionales para encarnar a la Compañía de los Enanos."
Los más cercanos a Thorin son los hermanos Balin y Dwalin, dos enanos que están directamente emparentados con Thorin por el linaje Durin. Balin, interpretado por Ken Scott, es un enano inteligente, diplomático y gentil por naturaleza, además de uno de los consejeros de mayor confianza de Thorin. Aunque es leal, Scott dice que "Balin siente cierta reticencia a la idea de verse envuelto en la situación, en el sentido de que no sabe si es una buena idea intentar recuperar Erebor. Lo que piensa es que tendrían que dejarlo estar y que si van a confiar sus vidas a alguien, Bilbo debería ser su última opción. Solo hace falta mirarlo para saber que no hay modo alguno de vayan a conseguirlo con su ayuda; sin embargo, poco a poco y a paso seguro se irá ganado el respeto de todos."
Ambos hermanos tienen experiencia en el arte de la guerra, pero mientras Balin mantiene una postura reacia, su hermano Dwalin, interpretado por Graham McTavish, está ansioso con la idea. Un guerrero poderoso como es Dwalin (alto, musculoso, tatuado y sin miedo alguno), tiene una fe inquebrantable en el liderazgo de Thorin y lo defenderá hasta la muerte. "Dwalin es un guerrero cojonudo," dice McTavish. "No se hace ilusiones pensando cómo será la búsqueda, porque ya sabe que es casi una misión suicida y tampoco cree que ninguno del grupo se haya parado a pensarlo. Dwalin no tiene tiempo para bromas ni para estar contando historias en torno a la hoguera. No, no. ¡Saca sus hachas y afila sus preciosas hojas!".
La otra cara de la moneda son los sobrinos de Thorin, Fili y Kili, interpretados por Dean OGorman y Aidan Turner respectivamente. Son demasiado jóvenes como para haber vivido en el tiempo de las grandes batallas de los enanos, así que no saben muy bien donde se meten. "Son los que más entusiasmados están," exclama OGorman. "Fili ve la búsqueda como un derecho que tiene de nacimiento, la ve como una parte importante del curso de su vida, es como el sueño de su infancia. Empieza el viaje con un entusiasmo juvenil que, según avanza la historia, se va transformando en responsabilidad."
Fili y Kili no reaccionan muy bien cuando llegan a Bolsón Cerrado y ven la compañía con la que van a realizar el viaje. Turner comenta entre risas que "ellos pensaban que les esperaba un equipo de ensueño, y de repente se encuentran mirando al otro lado de una mesa en la que solo ven un hatajo de granujas. Hay un hombre con un hacha clavada en la cabeza, unos cuantos borrachos, algunos jubilados, un ladrón que robaría hasta a su propia madre y un hobbit." "Pero Fili y Kili lo encuentran gracioso y ven muy fácil el burlarse de Bilbo, ¡incluso en esa habitación llena de completos inadaptados!"
A diferencia del linaje real de Durin del que provienen Fili y Kili, Bofur y Bombur, así como el primo de éstos, Bifur, interpretados respectivamente por James Nesbitt, Stephen Hunter y William Kircher, son descendientes de un largo linaje de mineros y herreros.
Bofur no comparte la inquietud de Balin, el ojo de tigre de Dwalin o el entusiasmo de Fili y Kili. "El motivo de Bofur es mucho más simple que el del resto de los enanos," dice Nesbitt. "No creo que esté necesariamente interesado en la noble búsqueda que les empuja a reclamar la tierra que perdieron, creo que tanto a él y como a los suyos lo único que les apetece es pasarlo bien, armar un poco de jaleo. Boruf es un enano bastante optimista, tiene una opinión muy buena de la vida; creo que es un personaje bruto y honesto pero también bondadoso."
Bifur resalta en la Compañía porque tiene los restos oxidados del hacha de un orco incrustados en la frente. Con un pelo despeinado y unos ojos salvajes, Bifur es un impredecible y feroz luchador que se comunica con gestos, gruñidos y, muy de vez en cuando, con expresiones en Khuzdul, una lengua antigua y secreta conocida solo por los enanos. Kircher dice de él que "tiene una lesión en la cabeza que solo le permite hablar en la antigua lengua de los enanos. Desafortunadamente nadie le entiende, ni siquiera sus semejantes. El único que le comprende es Gandalf porque conoce el antiguo idioma de los enanos."
Lo que sí entiende muy bien Bombur es la comida, así que no es de extrañar que su pasión y principal preocupación en la vida sean cocinar y comer. "Bombur es el enano más grande, aunque no por su altura, como les pasa a Thorin o Dwalin," cuenta Hunter. "No voy a irme por las ramas, es el enano gordo. Tanto él como Bofur y Bifur son personajes bastante brutos; son los más peleones, pueden incluso ponerse a luchar entre ellos."
Los hermanos Oin y Gloin, interpretados por John Callen y Peter Hambleton respectivamente, son los miembros de mayor edad del grupo. Valientes Enanos del Norte y primos lejanos de Thorin Escudo de Roble, poseen un profundo sentimiento de lealtad hacia sus parientes. Oin, el mayor de los dos hermanos, es curandero y una especie de vidente; de hecho, sus percepciones son las que pusieron el viaje en marcha. "Oin comprendió que el hecho de que las aves volasen y los cuervos volviesen a Erebor, quizá podría significar que el reinado de terror de Smaug se había terminado," explica Callen.
Gloin es el "contable" de la empresa y se encarga de mantener a raya los gastos; además, es un adorable hombre de familia. Su mujer es una aclamada belleza con una fina barba y su hijo, que todavía es un niño, es Gimli, el mismo que, 60 años más tarde, se unirá a La Compañía del Anillo. "Los seguidores verán el parecido," dice Hambleton. "El hacha de Gloin está directamente conectada con la historia de Gimli, ya que pasa de padre a hijo y, como le pasará a su hijo en el futuro, a Gloin también le gusta mucho enseñarla."
Los tres hermanos Dori, Nori y Ori, interpretados respectivamente por Mark Hadlow, Jed Brophy y Adam Brown, son parientes lejanos por parte de madre de Thorin Escudo de Roble, sin embargo, cada uno de ellos tiene un padre diferente, así como temperamentos muy distintos.
Dori es el mayor de los tres. Hace un poco las funciones de madre, en concreto con todo lo que concierne a proteger a Ori, el más pequeño de los hermanos, de la influencia de su hermano Nori; es decir, que, en cierto modo, le toca desempeñar el papel de jefe. Hadlow dice que "Dori siempre intenta tener a sus hermanos bajo control, siente que tiene que mantener la unidad familiar. Estos enanos son de clanes diferentes, así que, en un principio, todos sienten cierto escepticismo respecto al resto, pero un vínculo muy fuerte se irá creando entre ellos a lo largo de la película."
La verdad es que Nori no es como el resto de sus hermanos. Se fue de casa siendo muy joven y vivió de su agudo ingenuo durante años antes de volver al redil. Cualquier cosa que sea atractiva o útil y que no se encuentre clavada tiene grandes posibilidades de caer presa de sus ligeros dedos. Brophy dice de su personaje que "es bastante astuto, un poco traidor, un poco ladrón. A ver, es un tío encantador, pero no es chico con el que querrías que se casase tu hija enana."
Ori es todo lo contrario a su hermano: de naturaleza dulce e inocente de una manera encantadora, se dedica a escribir y dibujar para dejar constancia de la búsqueda. "Creo que Ori es un enano bastante insólito," dice Brown, que debuta con este personaje en la gran pantalla. "Es el más joven del grupo, el inocentón, pero quiere demostrar su valía, no solo ante sus hermanos que no paran de protegerle, como si de su madre se tratase, sino también a Thorin. Quiere formar parte de la leyenda."
En este largo viaje en compañía de los enanos, Bilbo comienza a sentirse identificado con la profunda necesidad de sus compañeros de volver a su hogar: Erebor. "A lo largo de su aventura, Bilbo mantiene consigo sus recuerdos de Bolsón Cerrado, el lugar al que pertenece," explica Boyens. "Anhela volver allí y los pensamientos de su hogar son una gran fuente de fuerza para él y es a través de esa conexión con su propia casa lo que le hace comenzar a entender lo que le ha sido arrebatado a los enanos: el sentimiento de pertenencia a algún sitio. Por encima de otras cosas, eso es lo que le ayuda a entender a los enanos con los que viaja."
Aunque entre ellos los acentos y la personalidad son diferentes, los enanos son toda una experiencia. "Podrías comparar a los enanos con un grupo de trabajadores siderúrgicos y mineros que trabajan muy duro y poseen nobleza y una gran ética de trabajo, pero también les gusta más como a nadie sentarse en un pub y tomar unas cuantas pintas de cerveza," dice Jackson. "Además tienen sentido del humor y son grandes luchadores. Hay una cualidad que llama mucho la atención de ellos: son tan buenos dando rienda suelta a su indignación como lo son luchando contra los orcos en batalla."
Una vez los enanos han invadido la casa de Bilbo, han vaciado su despensa para hacer un festín y han terminado la cena con una batalla campal de lanzamiento de comida, el hobbit comienza a comprender lo que Gandalf y Thorin quieren de él: que se una a ellos para realizar un largo y peligroso viaje en cuyo final les espera un mortífero dragón. "Bilbo no es un guerrero," dice Freeman. "No es hábil con la espada y nunca ha montado a caballo, cosa que podéis deducir del modo en que coge las riendas. Además, Gandalf quiere que deje Hobbiton con una panda de granujas, una idea que es un poco una locura. Bilbo tiene una rutina y le gusta, y lo que le están pidiendo es que se ponga en peligro a sabiendas, con la amenaza de sufrir daño físico y sin la certeza de poder volver. Así que la pregunta es ¿por qué debería ir? Va porque sabe que nunca volverá a tener una oportunidad como esa."
Gandalf aporta una llave y un antiguo mapa que les revelarán una entrada secreta a la Montaña Solitaria, donde el reino subterráneo de Erebor les espera. Sin embargo, la Compañía de los Enanos necesita un especialista más para poder completar su tarea ya que el mapa está encriptado, y Gandalf conoce al único ser vivo con la habilidad de descifrarlo.
El concilio blanco y la oscuridad del bosque verde
Dejando atrás la Comarca montados ya sobre los lomos de los ponis, la compañía se detiene para descansar en el Bosque de los Trols, pero pronto tres corpulentos y hambrientos trols (William, Bert y Tom) les tienden una emboscada y cerca están de asarlos vivos. La última vez que se vio a estos tres trols fue en el "Señor de los Anillos" y eran estatuas. "Ésta es la primera vez en el viaje que Bilbo experimenta el peligro en estado puro, la primera vez que se le pone a prueba," cuenta Jackson. "Es un punto determinante en lo que a la relación de Bilbo con los enanos se refiere."
No mucho más tarde coinciden con un viejo conocido de Gandalf, el mago Radagast el Pardo, interpretado por el actor de teatro y durante un tiempo Doctor Who, Sylvester McCoy.
Excéntrico, un poco olvidadizo y con facilidad para la distracción, Radagast es uno de los Istari o magos de la Tierra Media, un grupo de cinco magos al que pertenecen Gandalf el Gris y Saruman el Blanco. Sin embargo, a diferencia del resto, Radagast se retiró tiempo atrás para vivir tranquilamente en la frontera suroeste del Bosque Verde donde tiene su ruinoso hogar, Rhosgobel. Los amigos de Radagast son los animales salvajes y las aves del bosque y su medio de transporte un trineo tirado por conejos gigantes. McCoy ve el personaje como un ser emblemático, dado el conocido afán que sentía Tolkien por la preservación de la Tierra. "Creo que en muchos sentidos Radagast es parecido a San Francisco de Asís," reflexiona McCoy.
Boyens piensa que "Radagast no está interesado en los líos de los seres de la Tierra Media, ya sean elfos, enanos o hobbits, le importa más el bienestar de los animales, los árboles y del mundo natural y es, como consecuencia de esta conexión, por lo que él es el primero en descubrir que está creciendo un demonio en el Bosque Verde, más adelante conocido por el nombre de Bosque Negro. Es entonces cuando empieza a comprender que tras años de paz y prosperidad a lo largo y ancho de la Tierra Media, un antiguo monstruo podría haber vuelto al mundo."
"La Tierra Media está empezando a temblar," dice McKellen. "Las cosas parecen estar cambiando y no para bien. Existen fuerzas que están despertando y Gandalf intenta descubrir cuáles son esas fueras, lo que le lleva hasta Radagast, porque él es el primero en ver las señales; pero se necesitan la inteligencia y la percepción en conjunto de las imágenes de Gandalf para realizar las conexiones."
La confianza que tiene en Radagast es un punto clave para Gandalf, que mientras comienza a descubrir un misterio en el que está implicada la antigua fortaleza de Dol Guldur. "Ésta es una parte de la historia a la que Tolkien hace referencia pero sobre la que no escribe," apunta Walsh. "Siempre hemos intentado vincular la historia de Gandalf a Dol Guldur y sé que muchos de los seguidores están entusiasmados con la idea de ver esta parte de la historia."
La posible presencia del Nigromante, un oscuro hechicero, en Dol Guldur, hace que sea aún más importante la presencia de Gandalf en la búsqueda. Otro acontecimiento inesperado es la aparición de un enjambre de monstruosos y peligrosos orcos que persiguen a la Compañía montados sobre los mortíferos wargos. Tras salir ilesos de una emboscada que les tienden estas poderosas y fieras criaturas, la Compañía continúa su camino hacia el puesto fronterizo que los elfos tienen en Rivendell, un majestuoso oasis escondido en el profundo valle de un río donde no son exactamente bienvenidos.
El sentimiento es mutuo. "Se remonta a Erebor," explica Armitage. "Los elfos codiciaban aquello que pertenecía a los enanos así que cuando el dragón atacó, no hicieron nada. Dejaron que los enanos ardiesen, y eso es algo que Thorin nunca olvidará."
Al final, Elrond, interpretado una vez más por Hugo Weaving que ya lo encarnó como el Señor de los Elfos en la trilogía de "El Señor de los Anillos", da la bienvenida a los enanos; sin embargo, el elfo se mantiene escéptico en lo que a la sensatez de la búsqueda de Thorin respecta y del papel de Gandalf en ella. "Creo que existe un gran respeto entre Elrond y Gandalf," explica Weaving. "Pero Gandalf está haciendo algo que Elrond no aprueba: proteger a Thorin y los enanos. Él considera que si van a la Montaña Solitaria y despiertan a Smaug, lo único que harán será remover las cosas. Además, que Gandalf también tiene otras intenciones ocultas, y ese es otro gran problema con el que habrán de enfrentarse."
Gandalf tiene un motivo oculto para esta visita a Rivendell: quiere llevar sus sospechas sobre Dol Guldur al Concilio Blanco, compuesto por el mismo Gandalf, Saruman y los Altos Elfos Elrond y Galadriel, interpretada una vez más por Cate Blanchett. "Las referencias que tenemos del Concilio Blanco aparecen en las notas que Tolkien creó como parte del universo de la Tierra Media," cuenta Jackson. "Ellos son los verdaderos guardianes de la Tierra Media; se creó para mantenerla vigilada de cualquier peligro. Si hablamos de material, para nosotros es una mina de oro porque nos permite introducir en las películas personajes que ya habíamos introducido y contar la fascinante historia de su presencia en Dol Guldur."
De acuerdo con Weaving, la función del Concilio Blanco "es esencialmente trabajar por la paz en el mundo y es consciente del hecho de que existen fuerzas en torno a ellos que pueden reavivarse en cualquier momento y amenazar su modo de vida."
Volver a realizar el papel significó para Weaving tener la oportunidad de trabajar con viejos amigos. "Ha sido bastante emotivo volver y ver a gente tanto del elenco como del equipo a quienes no había visto durante tantos años."
"Muchas de las personas que formaron parte del primer viaje, forman parte de este," añade Blanchett, que ya encarnó a la hermosa e inteligente Dama Blanca de Lothlorien. "No esperaba que fuese a haber nada después de la trilogía de El Señor de los Anillos, donde además mi aparición era muy breve; así que cuando oí que Peter, Fran y Philippa se iban a embarcar en las películas de El Hobbit, no paré de acosarlos. No sabía si Galadriel iba a aparecer en ellas, pero lo esperaba con todas mis fuerzas; así que cuando me dijeron que de hecho sí que aparecía creí estar en la luna."
Galadriel es un miembro poderoso dentro del Concilio Blanco y una aliada vital para Gandalf. Blanchett dice de ella que es "solo una parte diminuta del rompecabezas. Me atrevería a decir que nuestro cometido en la historia, el hecho de que Gandalf y Galadriel sientan que algo va mal, tendrá una particular repercusión y presencia en lo que está por venir, solo que el Concilio Blanco no es capaz de verlo. La parte noble y heroica que comparten Gandalf y Galadriel es que, juntos, tienen la capacidad de ver el futuro. Eso es lo que hace de Gandalf el más maravilloso de los héroes, el coraje de adentrarse en una oscuridad en la que ninguno está preparado adentrarse, sin importarle lo que opine el resto."
Tanto a Blanchett como a McKellen les entusiasma la idea de volver a trabajar juntos y de dar vida al extraordinario vínculo que existe entre sus personajes. "Existe un lazo emocional entre ellos que creo reflejan tanto actores como guión," dice sonriendo McKellen. "Está basado en la admiración y la confianza mutua que sienten el uno por el otro. De hecho, no creería que la palabra "amor" sea demasiado fuerte, la verdad. Existe una intimidad sublime entre ellos. "
"No es muy difícil querer a Ian, así que, como les ocurre a los personajes, quizá en otra vida
" comenta entre risas Blanchett.
El último de los miembros del Concilio Blanco es Saruman el Blanco, su líder y el más poderoso y venerado de los Istari, interpretado por el legendario actor Christopher Lee, un actor que también recupera el papel que ya realizó en la trilogía de "El Señor de los Anillos". "Esta historia se desarrolla 60 años antes de El Señor de los Anillos, así que interpreto a Saruman el Blanco original, el noble, el decente, el señor de los magos, el que aún no se ha convertido en el peligroso personaje que llegará a ser", explica Lee.
A Lee, seguidor de toda la vida de Tolkien y con el que se llevó divinamente una vez que se encontraron en un pub de Oxford, se le puso la piel de gallina cuando Peter Jackson le pidió que volviese a encarnar al personaje de la Tierra Media. Dice que fue "como viajar en una máquina del tiempo: extraordinario. Además que en vez de avanzar en el tiempo, lo que hemos hecho es retroceder."
Como Elrond, Saruman ve la búsqueda de los enanos como una amenaza para la paz que se ha conseguido durante todos estos años, y no es capaz de escuchar las advertencias de Gandalf sobre las señales que avisan de una creciente oscuridad. "Saruman piensa que Gandalf debería ser más sensato", exclama Lee. "No aprueba para nada la búsqueda, eso es cosa de los enanos. Si hubiesen acudido a Saruman, les habría ahorrado la desilusión."
Sin embargo, la elección de Gandalf de ayudar a los enanos contra las difíciles y, casi seguro, catastróficas posibilidades que éstos tienen es uno de los principales temas que hilan la historia. Boyens apunta que "Galadriel hace una pregunta a Gandalf y su respuesta habla de algo que nosotros consideramos que era importante para Tolkien y que sentimos que tenía que ser el eje central de nuestra película, que es la bondad de la gente de a pie, y cómo la simplicidad de las buenas obras, un sencillo acto de generosidad es tan potente y poderoso como lo puede ser el mayor acto de heroísmo."
Trasgos, Gollum y un sencillo anillo de oro
Dejando atrás a Gandalf, Thorin se escabulle de Rivendell con Bilbo y sus compañeros enanos. Su destino queda al Este, pero primero deberán cruzar las traicioneras Montañas Nubladas, una situación delicada en la que tendrán que hacer frente a una fuerte tormenta o a los muros de la montaña que, literalmente, cobran vida para dar paso a un enfrentamiento de un gran número de Gigantes de Piedra. Los mismos peligros les esperaban bajo la montaña, cuando cayeron en la trampa que una horda de trasgos tenía preparada para ellos.
En las profundidades de los túneles de los trasgos, Thorin y sus hombres deberán enfrentarse a esa raza cruel y deforme de carroñeros y asesinos que está liderada por el descomunal rey de los trasgos, interpretado por Barry Humphries, más conocido por su cómico alter ego Dame Edna. "Interpreto al rey de los trasgos, que es uno de los personajes más desagradables que he encarnado en mi vida," dice Humphries. "Es un ser mentiroso, cruel, totalmente carente de empatía y, sobre todo, es espantoso. Tiene bajo su mando a un grupo de trasgos que le obedecen ciegamente porque le temen demasiado como consecuencia de su crueldad; pero, los enanos son sus enemigos y le encanta hacer experimentos culinarios con ellos."
Mientras tanto, Bilbo ha de hacer frente a una criatura muy distinta. Cuando los enanos y el hobbit se separan, éste cae muy por debajo de los túneles, a la orilla de un lago subterráneo, el dominio de una extraña y demacrada criatura que parece sobrevivir a base de pescado y trasgos: Gollum, que posee y codicia un anillo con sorprendentes poderes mágicos.
"Fue divertido para todos nosotros poder volver a escribir para Gollum, porque es uno de nuestros personajes preferidos," dice Boyens. "No es el mismo Gollum que conocemos de las películas de El Señor de los Anillos, es más joven, tiene unos cuantos dientes más y en esta película es un poquito más valiente, porque al llevar tanto tiempo, unos 540 años, allí abajo, en la oscuridad, alimentándose de desafortunados trasgos, ha olvidado que en realidad es un ser débil. Su error es creer que el anillo, su "tesoro", le hace fuerte. No se da cuenta de lo que pasará si lo pierde."
Mientras registra la caverna, el hobbit encuentra el anillo y se guarda la baratija en el bolsillo sin saber lo importante que es para Gollum y para el futuro de la Tierra Media.
Dando vida una vez más a Gollum tenemos a Andy Serkis que, con su original encarnación en "El Señor de los Anillos" y en King Kong, así como al hacer de César en "El origen del planeta de los simios", ha ayudado a definir el arte de interpretación a través de la captura de movimiento. La caracterización del ser con doble personalidad y obsesivo de Serkis se ha hecho su propio hueco dentro de la cultura cinematográfica.
Habiendo pasado tanto tiempo entre el antes y el ahora, redescubrir a Gollum ha supuesto un esfuerzo para el actor. "Cuando lo interpreté hace una década o más me metí mucho en la piel del personaje" comenta Serkis. "Así que no tuve duda alguna de que sería capaz de llegar a esa profundidad una vez más; sin embargo, hubo un par de momentos al principio en los que sentí que estaba haciendo una imitación mediocre. De hecho, cuando estábamos rodando la irónica escena entre Bilbo y Gollum fue cuando sentí que por fin había vuelto a meterme por completo en su piel. Pude sentir toda la realidad de la situación que Gollum estaba viviendo, la tragedia y la gran pérdida de verse privado de su objeto más preciado."
Gollum quiere que Bilbo sea su comida, pero el hobbit, en un momento de desesperación, trata de salvar su vida y asegurar su libertad a través de un juego de acertijos. "Gollum confraterniza con ese ser del que recela pero al que cree que puede dominar", explica Serkis. "Una parte de él disfruta con el juego, hasta que llega un punto en el que empieza a fallar acertijos. Este encuentro es trascendental porque será el que haga que Gollum pase el resto de su vida persiguiendo la única cosa que ama."
Esta secuencia crítica tiene lugar bien entrada la película y sin embargo fue la primera en rodarse cuando comenzó la producción, lo que fue una grata sorpresa para Freeman. "Está muy bien escrita y fue muy divertido rodarla, y más obviamente teniendo enfrente a Andy," cuenta el protagonista. "Él es tan bueno y Gollum tan querido
El simple hecho de oírle hacer la voz ya fue algo increíble porque se hizo realidad algo con lo que ya estaba familiarizado; está ahí, justo delante de ti. Peter grabó la escena sin ningún corte, así que de alguna manera es como si estuviéramos haciendo una obra de nueve minutos. La semana que pasamos rodando esta pequeña secuencia me sirvió mucho para saber cómo era Bilbo."
El encuentro con Gollum tiene un profundo efecto sobre el hobbit. Aunque sabe que nunca concordará con la idea que nadie tiene de un gran héroe, "a lo largo del viaje encuentra el coraje que nadie veía en él, que ni siquiera él veía en sí mismo", reflexiona Freeman. "No siempre sabemos cómo vamos a reaccionar bajo presión, pero él encuentra en su interior la lealtad, la compasión y el ingenio que nunca había pensado que tenía. Además, ahora tiene de su lado un poco de magia y el anillo, que posee su propia magia."
Diseño, fotografía, y el mundo físico de la película
Stone Street Studios, la central de producción de Peter Jackson en Miramar, Nueva Zelanda, casi ha triplicado su tamaño y su potencial desde los días en que él y su equipo trabajaron en la trilogía de "El Señor de los Anillos" en lo que previamente fuera una fábrica de pintura. Construir el mundo de "El Hobbit: Un viaje inesperado" ocupó ocho acres y abarca seis escenarios, entre ellos dos de última generación construidos específicamente para la nueva trilogía.
Volver a hacer tres películas consecutivas requería el despliegue de una operación logística verdaderamente épica que aprovecharía el talento de cientos de personas, supondría la construcción de casi 100 decorados, la fabricación de miles de prendas, prótesis, pelucas, accesorios y armas, y trasladar a la compañía desde los estudios de rodaje de Miramar a espectaculares entornos distribuidos por diferentes puntos de las islas de Nueva Zelanda.
Dar vida a la Tierra Media para "El Hobbit: Un viaje inesperado" ha sido tarea de los viejos colaboradores de Jackson, equipo encabezado por el director de fotografía Andrew Lesnie, el diseñador de producción Dan Hennah, el compositor Howard Shore, el diseñador de maquillaje y vestuario Peter Swords King, Richard Taylor de Weta Workshop y Joe Letteri de Weta Digital, todos ellos ganadores de un Oscar® por su trabajo en la trilogía de "El Señor de los Anillos", así como los diseñadores de vestuario Ann Maskrey y Bob Buck. "Diez años después de la producción de El Señor de los Anillos, volvimos a coincidir en el rodaje con muchos de los artistas creativos y miembros del equipo de entonces", comenta Jackson. "Había un ambiente muy familiar ya desde el primer día".
Además, un viejo amigo de Jackson se ha incorporado como nuevo miembro del equipo: Andy Serkis, que, además de interpretar a Gollum, ha dirigido la segunda unidad durante todo el rodaje. "Peter sabía que yo quería dirigir desde que trabajamos juntos en El Señor de los Anillos", comenta Serkis. "Me dijo: Mira, esta es una oportunidad para que amplíes tu experiencia en el cine a gran escala. Y ha resultado ser la experiencia más extraordinaria, desafiante y trascendental de mi vida".
Jackson y su equipo querían transmitir una sensación de armonía visual con la anterior trilogía, con una importante diferencia: "Una década después, gran parte de la imaginería de la Tierra Media se ha vuelto muy representativa", comenta, "pero para El Hobbit: Un viaje inesperado era importante crear la sensación de que se trata de una época más idílica. La oscuridad que descenderá sobre este mundo se está gestando pero todavía no se ha expandido, y queríamos reflejar esa idea visualmente con un tono más ligero y que recordase más a un cuento en cuanto a diseño y fotografía."
Los cimientos de este mundo surgieron del departamento artístico de la producción. Trabajando con un equipo de unas 350 personas, Dan Hennah era el encargado de diseñar una Tierra Media estratificada, polifacética y palpablemente real en los escenarios físicos, que fueran de la mano con los personajes y los ambientes que crearía posteriormente Weta Digital.
Este proceso en constante evolución empezó con miles de bocetos meticulosa y perfectamente elaborados por los célebres ilustradores de Tolkien John Howe y Alan Lee, que también crearon las influyentes imágenes de la trilogía de "El Señor de los Anillos". Su imaginería fue surgiendo a partir de las conversaciones que mantuvieron con Jackson y Hennah, del guion y de su propio amor por el libro.
"Trabajar en una película requiere muchísimo más detalle de lo que te puedes imaginar al leer el guión o incluso el libro", explica Lee. "Tolkien utilizaba el lenguaje para crear la historia y la profundidad de las culturas de la Tierra Media. Evoca un sentimiento, una sensación de dónde estas, y una atmósfera sin indicar realmente dónde estará el sol o por dónde saldrá la luna."
A veces, su arte conceptual también expresaba el contenido emocional del material. "Principalmente, lo que quiere Peter es que el espectador obtenga de la película las mismas imágenes que crearía su imaginación al leer el texto. Por eso describe los lugares sin dar prácticamente detalles, pero sí nos da la impresión que tienen los personajes. No tienes por qué saber cómo es físicamente el lugar, pero sí notas la sensación que debe crearte."
Con el arte conceptual como guía, Hennah diseñaba escenarios que cumplirían el mandato de Jackson respecto a realismo y exquisitez de detalles. "Para construir el escenario, me fijaba en la parte con la que interactuarían los personajes para calcular cuánto íbamos a necesitar construir", comenta Hennah.
Los maquetistas crearon modelos a escala de cada escenario, lo que permitía a Jackson definir la acción y resolver cualquier problema que pudiera surgir. Después, Hennah y el director artístico Simon Bright supervisaban la construcción, una tarea que ocupó veinticuatro horas al día durante toda la producción, con el personal trabajando por turnos alternos para construir escenarios detallados y con todos los complementos en poco tiempo.
"Hemos desarrollado unas cuantas técnicas que no teníamos hace diez años", apunta Hennah. "Por ejemplo, para todos los elementos naturales, los moldes se hacían a partir de objetos vivos o reales. Íbamos a la montaña y poníamos una gran muestra de silicona sobre una roca para obtener su molde. Teníamos cinco o seis moldes de roca, de unos cinco o seis metros de alto cada uno, que encajaban unos con otros en cualquier combinación posible, y también teníamos árboles con ruedas. Era muy parecido a trabajar con un escenario de teatro."
Esta forma de crear escenarios funcionó especialmente bien para escenarios como el Bosque de los Trols, la Ciudad de los Trasgos y la caverna de Gollum. El departamento artístico podía cambiar o ampliar un escenario a lo largo de la noche de manera que Jackson tenía completa libertad y flexibilidad para rodar como quisiera.
Elfos, hobbits, enanos, magos y trasgos, cada reino era diferente y requería que los diseñadores establecieran identidades, no solo a través de los actores y el vestuario, sino también a través del attrezzo y los ambientes. "Teníamos muchas historias que representar, especialmente en cuanto al uso que hacían de los materiales, así que investigamos mucho y establecimos ciertas reglas basándonos en ello", explica Hennah.
Algunos escenarios resultarán familiares a los fans de la trilogía de "El Señor de los anillos". El escenario a pequeña escala del hogar de Bilbo, Bolsón Cerrado, lo sacamos del almacén, lo restauramos y lo mejoramos considerablemente para "El Hobbit: Un viaje inesperado". Jackson quería crear la sensación de que se trataba del mismo lugar que ocuparon el viejo Bilbo y Frodo en las anteriores películas, lugar que el director de fotografía Andrew Lesnie describe como "El sitio más ideal del mundo para vivir: acogedor, atractivo, sencillo pero asombroso".
Lesnie disfrutó la oportunidad de volver a la Tierra Media con Jackson, esta vez rodando en 3D con cámaras digitales de última generación Red Epic. Compactas y móviles, estas cámaras se adaptaban a la plataforma rodante, a la grúa y al rodaje con cámara en mano mientras registraban muchísima más información que las cámaras tradicionales, a una velocidad sin precedentes de 48 fotogramas por segundo (fps). "Es una experiencia técnica completamente diferente que refleja los impresionantes adelantos que se han producido en el terreno digital en los últimos diez años."
Una de las primeras escenas en las que se probaron las técnicas que Jackson tenía pensado aprovechar en "El Hobbit: Un viaje inesperado" fue la de la cena en Bolsón Cerrado, cuando a Bilbo se le unen trece escandalosos enanos y Gandalf, que sobresale por encima del grupo.
Mientras que la anterior visita de Jackson a la Tierra Media, en 2D, les permitió utilizar la "perspectiva forzada" para engañar a la vista y hacernos creer que Gandalf es mucho más alto que sus amigos hobbits y enanos, rodar en 3D ha dejado prácticamente obsoletas las antiguas técnicas. Al igual que en las producciones anteriores, en "El Hobbit: Un viaje inesperado" se hace un gran uso de dobles a escala de cada personaje, que van desde una altura de menos de cuatro pies a más de siete pies. Sin embargo, en la fiesta de Bolsón Cerrado, y otras muchas escenas que incluían interacción cara a cara, Jackson aprovechó la oportunidad para probar una innovadora tecnología de cámara llamada Slave Motion Control o Slave MoCon.
Esta técnica exigía que el departamento artístico construyera dos escenarios para instalar la acción: uno a tamaño de los principales actores de la escena y otro creado sobre pantalla verde para los personajes más altos o más bajos que apareciesen en esa misma escena. Los actores interpretaban la escena simultáneamente en los dos escenarios, con indicadores visuales para los ejes de mirada y auriculares para el diálogo, mientras que las cámaras que rodaban en cada escenario estaban se movían perfectamente sincronizadas. Este proceso permitía a Peter Jackson dirigir simultáneamente los dos escenarios, que posteriormente se fundirían digitalmente en una sola escena.
"El equipo central del escenario principal funcionaba sobre una grúa de rodaje normal", explica el supervisor de Slave MoCon Alex Funke. "Sin embargo, codificaba todos y cada uno de los movimientos: pluma, pista, enfoque, inclinación y demás, de manera que todo lo que hacía se convertía en datos numéricos, se cambiaba la escala al porcentaje correcto y se enviaba por un cable hasta la grúa de rodaje con movimiento controlado, o equipo esclavo, que estaba rodando a escala en el escenario de pantalla verde. Entonces, este otro equipo reproducía los movimientos del equipo central a una distancia a escala y velocidad específicas".
Las tomas resultantes muestran a los enanos corriendo en todas direcciones llevando comida de la despensa al comedor, con un Gandalf muy alto, a la escala correcta, en medio de todos.
Jackson también quería la libertad de poder seguir a los personajes de una habitación a otra, así que amplió el escenario de Bolsón Cerrado añadiendo un comedor, una habitación y una gran despensa, todo ello meticulosamente detallado tanto en la escala grande como en la reducida. "A Peter le gusta mover la cámara de manera que realmente no hay un fondo, especialmente teniendo en cuenta que estamos rodando en alta definición", comenta el decorador de escenarios Ra Vincent. "Así que todo en Bolsón Cerrado tiene que dar la sensación de pertenecer a ese lugar, incluidas algunas réplicas de accesorios que la gente recordará de las películas de El Señor de los Anillos".
La Tierra Media es una sociedad preindustrial, así que todo tenía que parecer hecho a mano y único, lo que fue posible gracias al ejército de artesanos de la empresa, entre ellos un alfarero, un herrero, un soplador de vidrio, carpinteros, un estilista de alimentos, un talabartero, un taller de complementos textiles para el hogar, un constructor de barcos, cesteros y todo el personal de una fundición para el moldeado de aluminio y bronce.
Para los bucólicos exteriores de Hobbiton, Jackson y los demás volvieron a la granja Alexander, en la región de Matamata de la isla norte de Nueva Zelanda. Hace una década, una parte de esta granja de ovejas y vacas en funcionamiento se transformó en un Hobbiton de verdad para "El Señor de los Anillos" y, hasta hoy, todavía ofrecen tours guiados del escenario. El departamento de vegetación se traslado allí antes para preparar una zona de cultivo de plantas y árboles para reponer los jardines de Hobbiton y se restauraron los agujeros hobbit ya existentes.
Un escenario que se ha creado nuevo para "El Hobbit: Un viaje inesperado" es el bosque Rhosgobel, morada del mago Radagast. Entre sus muchas excentricidades, un árbol atraviesa por completo su casa, que se inclina precipitadamente sobre suelos y paredes torcidos, planteando numerosos desafíos prácticos para los constructores.
Otro escenario nuevo es la caverna de Gollum, un lugar que recordarán bien los lectores del libro, que Lesnie iluminó con tonos taciturnos y oscuros. "Es la calma en medio de una tormenta", describe. "Su quietud solo aumenta la sensación extraña y espeluznante que reina en esta caverna. Apesta a soledad y a desesperación de almas perdidas."
En una caverna de roca situada muy por debajo de los túneles de los trasgos, la criatura cruza un lago de aguas turbias en un pequeño bote, o barquilla, hecho de huesos y piel de trasgos y orcos. "Hay muchísimas grietas y Gollum ha estado viviendo a base del pescado que ha podido coger y, bueno, principalmente de los trasgos que se caen por esas grietas
es bastante espeluznante", comenta Hennah.
Los trasgos viven bajo tierra rodeados de restos de basura y descomposición. "En nuestra paleta de colores, vamos desde colores graníticos a tonos mostaza", describe Hennah. "La podredumbre rezuma de esos pequeños agujeros en la roca. Cuanto más penetras, más obvio es que la roca se ha descompuesto por los ácidos que vierten los trasgos y, en la superficie, estos han construido plataformas altas y pasarelas estrechas."
Para el departamento artístico, decorar la Ciudad de los Trasgos fue una labor bastante imaginativa. "Los trasgos son un poco de hacer las cosas de cualquier manera y después ir arreglándolas", explica el experto en attrezzo Nick Weir. "Juntan las cosas para conseguir sus propios enrevesados, y probablemente desagradables, fines. Fue muy divertido."
El opuesto estético de la Ciudad de los Trasgos, el refugio élfico de Rivendell, es etéreo, misterioso y está íntimamente conectado con el bosque y el río que lo rodean. Para volver a Rivendell, Hennah restituyó y amplió el escenario físico original de la producción de "El Señor de los Anillos", que se mejoró todavía más mediante efectos especiales.
En cuanto a las estancias de Lord Elrond, Alan Lee conceptualizó y reveló una parte más de Rivendell añadiendo el observatorio en el que Elrond examina el mapa de Thorin, así como un exquisito patio y la sala del Concilio Blanco. "La sala del Concilio Blanco es un lugar mágico, que se posa sobre una roca completamente rodeada de unas vistas asombrosas, cortesía de Weta Digital", comenta Lee.
Hennah intentó mantener la consistencia con la paleta de colores plateados y azules que ya se había establecido para Rivendell pero con una diferencia esencial. "En las últimas películas, los elfos eran una cultura en vías de extinción y esto se reflejaba en su entorno", explica, "pero en esta película estamos viendo a una encarnación anterior de la cultura élfica, así que intensificamos los azules e impregnamos el entorno con mucha más vida".
Tanto para Rivendell como para el resto de escenarios de la película, los innovadores sistemas de cámara que estaban utilizando Jackson y Lesnie exigían una capa extra de diseño. Estas cámaras capturan una cantidad de información exponencialmente mayor en cada toma pero "se comen el color", explica Hennah. "Así que tuvimos que tenerlo en cuenta en nuestras paletas de colores, especialmente considerando que estábamos creando una versión más brillante y, en definitiva, más feliz de la Tierra Media. Al nivelar, podíamos quitar color, pero es más difícil añadirlo, así que se tenía que aplicar el mismo pensamiento para todos los escenarios, y también para el vestuario y el maquillaje".
Pese a haber transcurrido una década entre las dos películas y a todos los avances tecnológicos que han tenido lugar en ese tiempo, Lesnei quería mantener la apariencia de las películas de "El Señor de los Anillos" y a la vez aprovechar todas las posibilidades que ofrece esta nueva tecnología. "Como las imágenes a 48 fps son tan claras y tan definidas, utilicé una iluminación más suave para crear una sensación más fílmica, y en el proceso de nivelado de la postproducción, sudamos tinta para darle a la película un poco de suavidad y cuerpo."
3Ality proporcionó los equipos de espejo necesarios para el rodaje en 3D, pero tanto estos como las propias cámaras todavía estaban a medio hacer al principio del rodaje. El sistema de cámaras completo tenía que sincronizarse hasta un punto concreto a medida que recogía y procesaba datos para preparar la postproducción. El equipo también diseñó nuevos periféricos para permitir la comunicación inalámbrica entre el sistema central y los múltiples aparatos.
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