Notas de producción
Yo suelo escuchar al tiempo y a las cosas que se cruzan en el camino. Nada es gratuito si prestamos atención a lo que nos pasa al lado.
Realizaba un trabajo para la televisión andaluza, una propuesta mía de serie sobre la historia del teatro en Andalucía, cuando me encuentro con Madre Amadísima. Antes de acabar una de las muchas entrevistas para la serie, en este caso la de Ramón Rivero y Santiago Escalante, mientras los escuchaba, lo decidí. Ellos me hablaban de su larga trayectoria teatral como "Teatro del Mentidero" de Cádiz y de su última obra en cartel. Cuando terminamos, me acerqué a darles un beso y agradecerles la entrevista, y, al despedirme, les dije: "quiero hacer una película con esa historia y ponerle el mismo título y lo digo en serio, así que comencemos a trabajar." Ellos se entusiasmaron aunque no estoy segura de que en aquel momento, pensaran que Madre Amadísima llegaría a ser una realidad cinematográfica, desconociendo que cuando quiero algo, voy hasta el final para conseguirlo, cueste lo que cueste. Y costó.
Las motivaciones que me empujaron a decidir en aquel mismo momento que quería hacer la película fueron varias. Ahora puedo organizarlas en mi cabeza y entender el por qué de cada una de ellas, pero en aquel momento, sólo fue un impulso, una intuición, una emoción en definitiva, que es lo único que me mueve a la aventura del cine, de producir y dirigir.
Mi interés y mi trabajo está en lo andaluz como forma de expresión cultural y vivencial y en elevar lo que hago a comunicación internacional sin desprenderme de mis claves culturales. Eso lo aprendí desde pequeña siguiendo a mi padre por el mundo y vi, comprobé por mí misma, que era posible, que aquello de "si quieres ser universal, habla de tu aldea" era totalmente cierto en contra de lo que muchos progres andaluces, que nunca habían salido al mundo, pensaban. Por eso, en ese impulso que me llevó hasta Madre Amadísima, había muchas motivaciones.
La primera de ellas era la emoción, el personaje de Alfredito me emocionaba, me hacía recordar a mariquitas, amigos de la familia, que cuando era pequeña, venían a casa a pintar, a hablar con mi madre, a ver algunos programas de tele con nosotros
me acordé de un tal Padilla que era pintor como "la Titanlux" de nuestra película y de esas historias que contaba, en las que no faltaba el humor incluso si había mucho de tragedia dentro. Nunca olvidaré (yo no tendría más de 7 años) cuando le escuché contar a mis padres que la noche anterior, una pandilla de machos, burlándose de él, lo habían tirado a un canal que pasaba cerca de nuestra casa, ni cuando se agarraba a mi madre gritando de miedo ante alguna película de terror. Quizás su realidad no era tal y como se grabó en mi recuerdo de niña pero lo cierto es que mientras se hablaba de Alfredito, me emocionaba el recuerdo de Padilla y de tantos mariquitas, que había oído contar a mi padre, que servían de cachondeo a los señoritos en las fiestas y en la Feria y que eran incondicionales e inseparables de sus madres en sus barrios o en sus pueblos.
Con esta emoción, imagino que también se mezclaba en aquel momento lo cultural. La importancia que para mi tiene contar las historias desde Andalucía, con personajes andaluces, con geografía y estética andaluzas. Viajo desde muy pequeña, he vivido en Estados Unidos y con 25 años ya conocía medio mundo y sé que las historias humanas son parecidas, que nos reímos, lloramos, queremos y morimos todos por las mismas causas, que esos sentimientos son universales, les pongas el telón de fondo que les ponga, que el telón de fondo, en vez de empequeñecer, lo que hace es enriquecer la historia, vestirla de tus colores y enseñarle tus colores al otro, intercambiándolos con los suyos, cuando te cuentan historias desde otro lugar geográfico. Por eso, que el protagonista fuera un mariquita andaluz, también era, para mí, un aliciente.
Otras de las motivaciones mezcladas en el impulso, fue, sin duda, el tema de la madre, "de la mujer", que tanto me interesa. La madre defensora y protectora de su hijo, la que sufre con él la maldad del mundo, como Alfredito nos cuenta. La mujer que sufre maltrato físico y emocional por parte de su marido, la mujer como nuestras madres, nuestras abuelas, nuestras bisabuelas, metidas entre cuatro paredes y dejando en ellas la huella de sus sufrimientos y sus silencios.
No eran pocas las motivaciones, las principales, las que estoy segura me provocaron el impulso de decir, aquella tarde, tras la entrevista con Ramón Rivero y Santiago Escalante, sin casi pensarlo, "Yo quiero contar esa historia, quiero hacer esa película".
No sé aún cómo se recibirá, ni qué pasará con ella cuando salga al mundo pero ya sé que la alfombra roja de un Festival de Cine como el de Sevilla se extendió en 2009 en honor de todos los mariquitas del mundo. Aunque solo sea por eso, simbólicamente, ya mereció la pena el gran esfuerzo que ha sido llevar a cabo y estrenar Madre Amadísima.
Entrevista con la directora Pilar Tavora
P: Madre amadísima es su tercera película. Han pasado diez años desde Yerma. ¿Es difícil hacer cine en España?
R: En realidad, la dificultad de hacer cine o no en España no la puedo medir por los años entre una película de ficción y otra, ya que mi trabajo audiovisual no ha parado en ningún momento. Para mí tan importante es, en mi carrera, una película de ficción, como una serie documental sobre la historia del flamenco como Cavilaciones o un docu-drama como Brujas o un documental de creación como Banderilleros, por poner algunos ejemplos. El hecho, en mi caso particular, de no haber hecho cine más seguido es porque me ha interesado investigar y contar ciertos aspectos culturales e históricos de Andalucía en vez de hacer ficción. Ahora creo que ya puedo pensar en hacer trabajos de ficción de forma mas continuada. Pero, contestando directamente a su pregunta, le diré que no es fácil hacer cine, nada fácil. Y no es un problema exclusivamente español.
P: Hasta ahora había varios temas recurrentes en toda su trayectoria: la mujer, Andalucía y un compromiso social. En Madre Amadísima el protagonista es un hombre. Cuénteme como se le ocurrió contar la historia de un mariquita de pueblo.
R: Haciendo una entrevista a Ramón Rivero y Santiago Escalante para una serie que estaba realizando para Canal Sur, sobre la historia del Teatro en Andalucía, me hablaron de la obra que tenían en Cartel, e inmediatamente les dije, sin pensármelo dos veces: yo quiero contar esta historia, quiero hacer una película donde un mariquita de pueblo sea el protagonista y con la que pueda aportar algo a la tolerancia y el respeto al otro y reflejar la soledad y el sufrimiento de tantos seres humanos que vivieron y viven la realidad de Alfredito.
P: ¿Piensa que esta historia es universal?
R: Por supuesto, yo he viajado por todo el mundo y el mariquita, el homosexual, es igual en todos los lugares, ha pasado por situaciones similares y ha tenido vivencias muy parecidas. Además, los sentimientos son los mismos en todos lados, y cuando una historia es humana, se entiende perfectamente en La India o en Chicago. Lo sé por experiencia propia. Madre Amadísima es una historia universal contada desde Andalucía. Todos conocemos eso de "si quieres ser universal, habla de tu aldea". Y no hay nada más cierto.
P: La película se estrenará en un país algo diferente. La ley sobre el matrimonio homosexual está cambiando muchos parámetros que hasta ahora parecían inamovibles. ¿Veremos algo de esto en la película?
R: Si, sobre todo veremos la normalidad con la que se habla del casamiento entre hombres o mujeres del mismo sexo y sobre otros aspectos de las relaciones que antes eran impensables tratarlos con cierta normalidad.
P: ¿Qué nos cuenta Madre Amadísima?
R: La historia de un ser humano que refleja la de otros muchos miles de seres humanos que nunca fueron protagonistas de nada más que de las burlas y el rechazo de los demás. Pero eso sí, y creo que es un dato importante : la cuenta con humor.
P: Volviendo a la película ¿Como está estructurada y desarrollada?
R: Alfredito es el vestidor de la Virgen de su pueblo. Se dispone a desvestir a la Virgen y a vestirla para la procesión y mientras que lo hace, como si se tratara de una amiga íntima, le cuenta su vida. La conversación de Alfredito con la Virgen es el hilo conductor a partir del cual vamos entrando en su vida, una vida que cuenta sin recato, con pelos y señales, a una Virgen que parece escucharle, entenderle, perdonarle y amarle, como lo hace su propia madre. No sigue un orden cronológico, como no lo sigue ninguna conversación informal, no es lineal, va de unos recuerdos a otros, de la anécdota y el humor, al amor y al odio, del miedo a la ternura, del amigo al enemigo, de la droga al sexo, de la juventud a la madurez, de la ilusión a la soledad, del pasado al presente, de la vida a la muerte
Con sólo dos amigos, La Titanlux y La Girasol y una madre que, como él mismo dice, fue quien le protegió de la maldad del mundo.
P: La cinta transcurre durante 60 años de la historia de España? ¿No le dio miedo enfrentarse a un periodo tan largo y con tantos cambios?
R: No, porque no es una película histórica, el protagonismo no lo tienen los hechos históricos, no pretendo contar la historia de esos sesenta años en España sino la vida de una persona desde 1.952 hasta el 2009.
P: Alfredito es el nombre del protagonista. ¿Cómo es Alfredito? ¿Quién lo interpreta?
R: Alfredito es un niño que vive la brutalidad de su padre y el maltrato de éste a su madre, que se siente querido y protegido por su abuela y por su madre, a la que adora, que vive su sexualidad a escondidas durante gran parte de su vida, que le teme al cura, que ama a su Virgen, que "no se lleva" con la Iglesia, que tiene pocos amigos, que no encuentra el amor con el que sueña, que vive una mili de terror, que se sumerge en el mundo de la droga, que tiene miedo a la soledad y al que le aterran las tormentas. Y muchas otras cosas mas que forman parte de la complejidad humana. Lo interpreta en su periodo de madurez Ramón Rivero y en su periodo de adolescencia y juventud, Jose Burgos. Debo decir que ambos han realizado un magnífico trabajo.
P: Cómo ya ocurrió en Yerma, usted ha vuelto a apostar por caras nuevas. Tengo entendido que el elenco aparte de contar con actrices consagradas como María Alfonsa Rosso y Gloría de Jesús contiene un buen número de caras nuevas. ¿Hizo usted un casting o ya los conocía?
R: No, a la mayoría no los conocía, entre otras cosas porque Madre Amadísima es la primera película que hacen. Se realizó un casting al que se presentaron muchísimos actores y actrices y de ese casting salió el elenco de la película. A Ramón Rivero, María Alfonsa, Gloria, Gala Evora, Belén López
ya los conocía por sus trabajos y con algunos había trabajado ya.
P: Se siente especialmente orgullosa del trabajo de sus jóvenes actores. Hábleme de ellos.
R: Le aseguro que es una de las cosas de la que más orgullosa me siento. Pusieron el alma en esta película, lo dieron todo, fue un placer dirigirlos y saber que era la primera vez ante la cámara era como darles la mano para que entraran en un mundo con el que habían soñado muchas veces ya que la mayoría de los jóvenes acababan de terminar la carrera de Arte Dramático. Me emocionaba ver cómo trabajaban, su ilusión, sus expectativas
y mejor no se puede hacer, Han hecho un trabajo digno de todo elogio.
P: Aunque la película es tierna e intenta ser respetuosa, las propias experiencias del personaje con la Iglesia, la violencia doméstica, las drogas, hacen que la cinta pueda ser incómoda para algunos sectores de poder de la sociedad. ¿Es usted consciente?
R: Perfectamente consciente, como lo soy de no querer provocar gratuitamente, pero no se puede contar una historia como la de Alfredito intentando agradar a todo el mundo, entre otras cosas porque el Arte no está para agradar a todos sino para desnudar el alma y contar la vida y, en este caso concreto, además, para ser honesto con la verdad del protagonista, le duela a quien le duela, le moleste a quien le moleste
yo hago cine para aportar algo, para abrir, si es posible, algún otro camino por el que llegar a la tolerancia y al respeto al otro, no para que me halaguen, me aplaudan y me condecoren y, mucho menos, para ocultar la realidad.
P: ¿Dónde transcurre la historia? La fotografía parece que ha sabido captar con verdadero acierto el color de los pueblos del sur de Europa y, sobre todo, ha sabido iluminar muy bien la tarde de esas casas de pueblo. ¿Cómo preparó la luz?
R: La historia transcurre en Andalucía occidental, en uno de sus muchos pueblos. Hablé mucho, como lo hago siempre, con el director de fotografía explicándole que película quiero, qué clima espero conseguir con la luz
y le enseño pinturas o fotografías que se asemejen a lo que busco. Luego él, hace su trabajo. Hablamos mucho durante el rodaje y, cuando podíamos, visionábamos el material para ir viendo lo que hacíamos y corrigiendo lo que hiciera falta. El problema es que rodamos en pleno mes de agosto y en esta época, en Andalucía, no es fácil hacer la fotografía de una película que tiene muchos exteriores, por eso es más meritoria la luz que se consiguió.
P: Gala Évora, famosa cantante e intérprete de Lola ha confiado en usted para volver al cine. ¿Cómo es Gala?
R: Gala tiene la suerte de vivir entre artistas, de saber que el arte es una forma de vida y de amar y valorar lo que hace, por eso, no necesitamos mucho para entendernos. Es una persona excelente, disciplinada, respetuosa, amable y compañera de sus compañeros. Si no fuera así, también lo diría. Ha sido un verdadero placer trabajar con ella.
P: No sólo Gala Évora interviene en la película. Ha conseguido que Borja (su hermano) y José Miguel Évora (su padre y reconocido compositor) hayan compuesto la música de la que creo que se siente especialmente orgullosa.
R: Pues así es. La música es otra de las cosas de las que me siento orgullosa en esta obra. Tanto José Miguel, como su hijo Borja han creado una banda sonora en la que cada fotograma, cada gesto, cada respiración, está contemplada, acentuada, sabiendo ser protagonista cuando hay que serlo y manteniéndose en segundo lugar cuando la imagen lo requiere. Los momentos de charla con ellos y con Blanca, de ver juntos la película, de hablar sobre todo ese universo sonoro que se quería conseguir, de escucharla en el estudio, oliendo el mar de Sanlúcar, han sido irrepetibles. Y eso se debe sentir, o al menos, eso espero.
P: ¿Cree que los homosexuales se sentirán reflejados en Madre Amadísima?
R: Nadie puede esperar que todos y cada uno de los espectadores de una película se sienta reflejado en ella porque cada uno tiene su propia experiencia, distinta a la del otro, pero sí creo que van a sentirse queridos y respetados y que, si no en todo, en muchas partes de esta historia van a proyectar algo propio. Y muchos otros van a ver reflejado al amigo, al hijo, al hermano
Por otro lado hay que destacar que no toda la comunidad gay se ve reflejada en la figura del mariquita. Su realidad, su aspecto, sus modos, pretenden ser otros.
P: El rodaje se realizó en verano, mucho calor, ¿Fue agradable trabajar en esas circunstancias?
R: Fue horrible, sencillamente horrible. A pesar de todos los esfuerzos de producción por hacernos más llevadero el calor, rodar a 40 grados 10 horas al día, como hicimos en muchas ocasiones, es tremendo. Esta profesión es mucho mas dura de lo que se cree, compensada, eso si, por tener el privilegio de hacer lo que has elegido en la vida y la posibilidad de expresarte a través del arte.
P: ¿No le da miedo de que digan que es una película gay?
R: En el arte no se puede tener miedo. No me da miedo nada
bueno, las tormentas me dan miedo, como a Alfredito. En serio, quiero decir que para mi el arte siempre ha sido riesgo, hay que meterse en el barro como decía Federico. Es lo que he aprendido de mi familia, lo que he visto y admirado siempre. A mi no me preocupan lo que digan o no, me preocupa hacer bien mi trabajo, contar lo que creo que hay que contar, lo que necesito contar, las etiquetas las dejo para la ropa. Y si dicen que es una película gay
¿cual es el problema? Yo no tengo ninguno.
P: ¿Por qué una mujer heterosexual se ha interesado por este mundo?
R: Porque una mujer heterosexual es un ser humano al que le preocupan los problemas y los sufrimientos de otros seres humanos, porque hay seres humanos que por su sexualidad han sido y son injustamente rechazados, humillados, marginados
porque tengo muchos amigos y amigas homosexuales a los que quiero mucho y porque sé de la existencia de muchos Alfreditos que necesitan ser valorados, entendidos y respetados.
P: Usted trabaja indistintamente en el cine, la televisión y también crea espectáculos de flamenco. ¿Cómo se mueve con facilidad en estos tres campos?
R: El cine y la televisión son lenguajes audiovisuales por los que aprendí a moverme casi al mismo tiempo. Comencé haciendo cine y luego, rápidamente, pasé a la televisión. Para mi, desde el punto de vista de la creación, no hay grandes diferencias teniendo en cuenta que en la mayoría de mis trabajos televisivos (documentales) , hay partes de ficción. Por el mundo flamenco me muevo con facilidad porque es mi mundo interno, vivencial, cultural y por el teatro porque ha formado parte de mi vida desde siempre a través de mi padre. Son formas de expresión que, para mi, son familiares, he convivido con ellas y están incorporadas a mi vida.
P: ¿Se preocupa de que su imagen esté unida a Andalucía, incluso de que la acusen de ello?
R: ¿Preocuparme? Me preocuparía si fuera al contrario, si mi imagen no estuviera unida a mi tierra y a mi cultura y si no les diera el gran valor que tienen. Seria señal de enajenación histórica y cultural que, cuando la veo en otros, me da mucha pena. Yo no suelo estar pendiente de los que no tienen otra cosa que hacer que inventar etiquetas o estar clasificando constantemente a los demás. Yo sé lo que quiero, por lo que lucho, lo que amo, de lo que estoy orgullosa y todo eso, para mi, desde chica, ha sido siempre Andalucía, ni lo puedo remediar, ni lo quiero remediar y me trae sin cuidado lo que piensen otros de mi por ello. No forma parte de mis preocupaciones.
P: ¿Está preparando ya otro proyecto, seguro que sí. Qué se trae entre manos?
R: Estoy preparando varios proyectos que irán viendo la luz (si los bancos no lo impiden y si se sigue apoyando a la industria audiovisual en Andalucía) en el próximo año. Dos películas documentales que se rodarán en Sevilla, Roma, Nueva York y algunos países latinoamericanos (Argentina, Perú y Bolivia), otra película de ficción y dos obras flamencas, una con el cantaor Rafael de Utrera y otra con la pianista y compositora Miriam Méndez que ojalá pueda estrenarse en la próxima Bienal de Flamenco. Y acabo de estrenar espectáculo con Rafael Amargo y Manuel Molina en Madrid, que seguirá también su recorrido natural tras el éxito en el Teatro del Canal de la Comunidad de Madrid. Y, en los huecos, me he prometido a mí misma dormir un poco.
Equipo artístico
Alfredito Mayor - Ramón Rivero
Rosario Joven - Gala Évora
Alfredito Joven - Jose Burgos
Rosario Mayor - Gloria de Jesús
Abuela Antonia - Mª Alfonsa Rosso
Padre - Carlos Cabra
Javi - David Lora
La Girasol - Nacho Iqueño
Titanlux Joven - Julio Vargas
Titanlux Mayor - Santiago Escalante
Madre amadisimaDirigida por Pilar Távora