Fermí Reixach lleva desde los 12 años subido a los escenarios y es reconocido por crítica, público y compañeros de profesión como uno de los actores de nuestro país con una trayectoria interpretativa más sólida y coherente, tanto en teatro como en cine y televisión. Ha trabajado en un sinfín de series y películas, algunas tan internacionales como Darkness, El perfume o El Greco. En Estación del olvido interpreta a Domingo, un viejo marinero.
A parte de Fermí Reixach, el equipo artístico de Estación del olvido está compuesto por Nilo Mur ( El Celo, El calentito, Héctor, por la que fue nominado al Goya al mejor actor revelación), Katia Klein (Eskalofrío), Francesc Garrido (Alatriste, Mar Adentro, Te doy mis ojos, Smoking room, película por la que ganó el premio a la mejor interpretación masculina en el Festival de Cine de Málaga), Belén Fabra (Canciones de amor, LolitaŽs club, Diario de una ninfómana), Teresa Manresa (Rojo sangre, Hospital Central, El síndrome de Ulises) y Jordi Sànchez (La que se avecina, Aquí no hay quien viva, Polícias).
El grupo de Cadaqués ix!, donde transcurre gran parte de la historia, ha compuesto la banda sonora del filme. Su álbum debut Autòmat Infinit Hexatylic Records 2008- los colocó rápidamente en el centro de atención de la nueva hornada de grupos independientes catalanes, y su tremendo directo daba la razón a quienes apostaban por esa particular propuesta musical. Ahora vuelven, autogestionados y con un segundo disco. Más atrevido que nunca, LIngenu és Lliure Gat Records 2010-, es una muestra del excelente estado creativo de la música alternativa de este país.
El joven director catalán Christian Molina se ha vuelto a poner tras las cámaras después del éxito obtenido con sus anteriores largometrajes Rojo Sangre (2004) Diario de una ninfómana (2008) y de finalizar el rodaje de De mayor quiero ser soldado, con Danny Glover, Robert Englund y Valeria Marini. Englund, conocido por su interpretación de Freddy Krueger en la saga de Pesadilla en Elm Street, decidió embarcarse en este proyecto con Christian Molina una vez visionada la película Estación del olvido en Los Ángeles, de la que ha manifestado su admiración en diversos medios de comunicación de nuestro país.
Estación del olvido es la ópera prima de Sandra Serna, después de haber colaborado como script en las anteriores películas de Christian Molina.
Notas sobre la película
Memoria
"La vida es un viaje personal, y Estación del olvido es esa parada donde nunca queremos bajar. Es ese lugar donde residen todos los momentos de nuestra existencia que no queremos recordar, nuestros miedos, nuestras inseguridades y todo aquello que al recordar nos hace daño. Nuestros personajes viajan a esa estación, para intentar acabar con esos fantasmas".
Christian Molina y Sandra Serna
La estación
Estación del olvido, es un proyecto que surge de la necesidad de contar los miedos y todo aquello que tenemos apartado en nuestras vidas. Establecimos una metáfora, un viaje en tren donde nuestra parada final iba a ser el enfrenarnos a los recuerdos que habíamos dejado aparcados.
Esta vez quisimos plantear una historia protagonizada por 5 personajes. Cada uno de ellos pertenece a diferentes etapas vitales aunque todos están dominados por factores comunes como las mentiras y los miedos que envuelven sus vidas.
Leyendo el guión, nos dimos cuenta que era interesante plantear la historia en dos bloques, visualmente muy diferenciados para conseguir transmitir las emociones en que viven inmersos nuestros personajes al espectador. Basándonos en esta estructura, en el primer bloque, la cámara está fija, los personajes se encuentran también estáticos, sometidos a sus miedos, y aparecen incomunicados con su entorno.
Es en el segundo bloque donde la cámara se mueve con los personajes, del mismo modo que les vemos reaccionar según sus sentimientos y emprender ese viaje que definitivamente transformará a cada uno de ellos.
Christian Molina y Sandra Serna
Nuestra estación
A Christian Molina y a Sandra Serna les unen más de ocho años de amistad. Esta vez codirigen Estación del olvido y afirman que ha sido una experiencia muy enriquecedora para ambos. Para Christian ha sido trabajar de nuevo con su script de confianza de proyectos anteriores, pero esta vez compartiendo el mismo rango de responsabilidades. Y, en lo que concierne a Sandra, Estación del olvido ha sido su debut en el mundo de la dirección cinematográfica, después de sólo dirigir un cortometraje. Para ella, como toda directora novel, ha sido el mayor reto de su trayectoria profesional. Sin duda, esta oportunidad que le brindó Canónigo Films de codirigir una película con Christian Molina ha supuesto también realizar un viaje como el que hacen los personajes de la película hacia los miedos e inseguridades. El viaje, en este caso, le ha llevado a conocerse mejor, pero sobretodo, a evolucionar a nivel personal y profesional, -que como dice ella- es difícil de expresar con palabras.