En las plantas superiores de un rascacielos de Wall Street, un grupo de banqueros, operadores de Bolsa y analistas observan la noche de Manhattan. Son los únicos testigos de las últimas horas de una era. Cuando el sol salga y abra la Bolsa, el mundo se verá envuelto en un colapso financiero de enorme magnitud... un colapso que sólo ellos ven venir y que han contribuido a crear.
En estas circunstancias ¿cómo puedes vivir contigo mismo?
Tras la estela de la crisis que hizo tambalear los mercados financieros mundiales en 2008, mucha gente formuló esa misma pregunta a los ingenieros del desastre. ¿Cómo se enfrenta un hombre a la realidad del fracaso? un fracaso que no sólo puede costarle el trabajo a él sino que pone en peligro el sustento de millones de personas. Margin Call, el fascinante y desgarrado thriller de J.C. Chandor nos lleva a un territorio al que no nos ha llevado ninguna otra película: al corazón de uno de esos gigantes financieros de Wall Street demasiado grandes para caer.
Margin Call discurre durante 24 horas: desde el momento en que aparece la terrible sospecha de que algo va mal hasta el reconocimiento total de la envergadura del desastre, al naufragio tanto personal como financiero en el que están sumidos... hasta que suena la campana y el "baño de sangre" de la Bolsa llega a su final. Desde los analistas junior a los grandes CEO (consejeros delegados), todos los miembros de la jerarquía corporativa deben lidiar con esa pesadilla hecha realidad, y con los papeles que han jugado en su creación. Y para dar vida a esta historia la película cuenta con un elenco de estrellas entre las que se encuentran Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Zachary Quinto, Penn Badgley, Simon Baker, Mary McDonnell, Demi Moore, y Stanley Tucci
Al final, Margin Call nos revela una verdad que es tan conmovedora como inquietante: que los hombres y mujeres que estuvieron en el origen de la crisis financiera sólo eran seres humanos corrientes que, por sus conocimientos, inteligencia y también sus asombrosas retribuciones, acaban siendo víctimas de sus negligentes, miopes e irresponsables prioridades. Es posible que Wall Street no tenga alma, pero los individuos que trabajan en sus santuarios de poder si la tienen. Margin Call cuenta la historia de esas almas y de la noche más larga y oscura de sus vidas, en las que están al borde de un precipicio que ellos mismos han urdido.
Se puede decir sin caer en la exageración que la crisis financiera ha afectado a todos los habitantes del planeta, pero las raíces de Margin Call provienen de una situación muy personal del guionista y director novel J.C. Chandor. "Creo que mucha gente se pregunta por qué conocía este sector si no había trabajado en él", afirma Chandor. Y añade: "Mi padre trabajó casi 40 años en Merrill Lynch así que conocía bastante bien ese mundo y lo que es más importante, sabía muy bien qué cosas y qué personas les preocupaban más." Chandor consultó con su padre y un amplio espectro de veteranos del sector financiero. Todos desempeñaron un importante papel para que Margin Call reprodujera de forma auténtica los escenarios y las personalidades propios del sector financiero. Su padre Jeffrey afirma: "J.C. ha contado momentos de mi vida en los que tenía que contratar apresuradamente personal durante los periodos de alza y después despedirlos cuando llegaban las vacas flacas. Y él conoció a algunos de ellos".
Continúa diciendo: "A lo largo de su historia, se puede decir que Wall Street es un negocio que no está bien gestionado. Hay muy buenos brokers, muy buenos banqueros de inversiones y muy buenos vendedores, pero resulta muy difícil hacer que ese negocio sea rentable todos los años. Y no hay muchas compañías realmente buenas en este negocio. El gran talento de J.C. es haber conseguido que un hombre de la calle pueda comprender todos estos elementos a través de una historia y aprender muchísimo. Es lo que sabe hacer".
Para el actor y productor Zachary Quinto (Star Trek), esa perspectiva personal era fundamental para que el guión fuera efectivo y atractivo. "Incluso antes de conocer de verdad a J.C. me di cuenta que esta historia tenía mucho que ver con él", afirma Quinto. Y añade: "Es maravilloso ver la experiencia de una persona tan perfectamente reflejada en una hoja y que su interpretación resulte tan evidente desde el punto de vista de un actor. Es algo que no ocurre casi nunca". Quinto continúa: "Para él son personajes reales... Y eso es un gancho increíble para nosotros... Al tener a J.C. al timón del proyecto, hemos ahorrado mucho tiempo y energía porque este es el mundo de donde viene él. Sabe decirnos con exactitud a nosotros, los actores, en qué proceso están sumidas esas personas y qué relación tienen con esta historia, con estos números, con este dinero. Ha sido un factor muy valioso y tremendamente inspirador".
Esa relación personal con la historia da a Chandor un nivel de conocimiento excepcional de las vidas de sus personajes. En otras manos esta película hubiera podido convertirse en una diatriba anticorporativa y no el retrato de un grupo rico en matices y con el que se acaba sintiendo empatía. "Es una auténtica historia humana", explica Chandor. "Intenté acercarme a ella con una mirada más receptiva y desde ambos lados. No soy un banquero que defiende a otros banqueros, pero conozco a muchos de ellos y tampoco son la encarnación del mal".
Como explica Quinto: "Una de las cosas que más me gusta de este guión es que no juzga. No está escrito para arrastrarles por el fango o colgarles por los pies. En realidad, la película explora las elecciones que hace la gente en sus vidas y cómo acaban perdiendo el control. J.C. lo comprende desde un punto de vista muy profundo y personal, y creo que su visión es tremendamente sincera". Rob Barnum, que también es productor, añade: "Habrá miles de versiones sobre esta historia que se van a traducir en películas. Se harán versiones que querrán poner a Wall Street en una pica, mostrarlo por toda la ciudad y enseñar a la gente los males del capitalismo. Pero esta película no se dedica a eso. Es una historia muy humana".
La importancia que se concede al elemento humano de la crisis resultó fundamental. A pesar de que los personajes utilizan mucho lenguaje técnico, Margin Call no es una historia sobre manipulaciones financieras esotéricas. "Va más allá de los detalles de esa complicada jerga", afirma Quinto. "Cuando leí el guión eso fue muy importante para mí. Creo que una de las virtudes de esta película es que la historia hace la crisis comprensible a un público muy amplio. Es lo que nos atrajo a todos cuando leímos por primera vez el guión y tomamos la decisión de que sería el primer proyecto que haría nuestra productora, la primera película por la que íbamos a luchar para hacerla realidad".
Margin Call no sólo es el trabajo de un guionista/director novel, sino también de un trío de jóvenes productores novatos: Quinto, Neal Dodson y Corey Moosa, que son los directores de Before the Door Pictures. Quinto recuerda: "Fue un año y medio antes de que saliera Star Trek. Neal y yo hablamos por primera vez del deseo de controlar las historias en las que desempeñamos nuestro trabajo de actores y las que pueblan nuestro sector. Y desde ese momento hasta ahora, puedo decir sin dudarlo que ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida".
No hay duda de que es una experiencia gratificante, pero también agotadora. "J.C. creó el proyecto", indica Penn Badgley (Rumores y mentiras; Gossip Girl), que interpreta en la película al joven analista financiero Seth Bregman. Y añade: "Pero se necesitaban productores que se ocuparan de unir todos los cabos: el equipo técnico, el maquillaje, el vestuario, los maquinistas, los electricistas... Tienes que elaborar un proyecto de verdad para que los que van a financiarlo sepan que va a funcionar. Estos tres chicos no han dormido nada, pero se han demostrado a sí mismos de lo que son capaces. Este es su primer proyecto de verdad como productores y ahora todo el mundo dice: 'Sí, son ellos. Lo han conseguido'".
Esa iniciativa causó una excelente impresión en su veterano reparto, incluyendo a Paul Bettany (El Código Da Vinci; Master and Commander), que interpreta al jefe de brokers Will Emerson. "Zach, a sus 13 años más o menos, tiene muchísima energía", afirmando bromeando Bettany. "Es un ser humano como la copa de un pino. Puede que sea porque tengo hijos, pero me impresiona que esté todo el tiempo colgado del teléfono solucionando todo tipo de cosas. Recuerdo que la primera vez que me subí en el coche con él, Demi Moore también estaba, y él estaba solucionando algo de la habitación de Demi y también se estaba preparando para este papel. Y justo después de este proyecto empieza otro muy importante. Así que siempre está trabajando, no para. Puede que yo sea un poco vago, pero es fantástico contar con alguien con tanta energía y tan concentrado en lo que tiene que hacer", dice Bettany riendo.
Para Quinto, todos los socios de producción han aportado lo mismo. "Corey y Neal..." dice sonriendo, y añade: "No hay dos personas en la faz de la tierra en las que confiaría más. No dejo de maravillarme ante su inteligencia, su paciencia, su constancia, su comprensión, su compasión... Forman un gran triángulo de energía y es perfecto porque es un grupo muy equilibrado. Cada uno de nosotros aporta algo totalmente diferente a la ecuación, y sin esa aportación la ecuación no existiría. Bromeamos sobre ello. Decimos que Neal es el cerebro, Corey el corazón y yo doy la cara. Pero la verdad es que hay algo de cierto en esto".
Si existía alguna discrepancia en el triunvirato, desapareció cuando les llegó el guión de Chandor. "Fue una de las lecturas más rápidas que he visto jamás", recuerda Corey Moosa. Y añade: "Todos íbamos por la misma página. Normalmente tenemos gustos diferentes y estéticas diversas cuando abordamos una historia. Pero en este caso teníamos la misma opinión sobre esta en menos de 24 horas".
Esta convicción se fue afianzando durante el proceso de desarrollo de la película. Neal Dodson afirma: "Teníamos la oportunidad de conseguir más dinero para hacer la película de lo que habíamos planeado en un principio si añadíamos una persecución en coche, un tiroteo o si al final de la película alguien salía esposado. Somos una productora joven así que era muy tentador. Pero al ser nuestra película elegimos el camino más sencillo y que no nos íbamos a complicar más. Ya tendríamos tiempo de hacer esas cosas más adelante".
Afortunadamente, como productores noveles, el trío de Before the Door contó con más ayuda para poner en marcha la película. Michael Benaroya y Rob Barnum de Benaroya Pictures también son productores jóvenes, pero ya han hecho un trecho con películas como New York, I Love You y The Romantics. Así que tenían más experiencia en el campo de la financiación. "Había muchas formas diferentes de elegir al reparto... Hay un montón de escenas tremendamente fuertes así que manejamos varios presupuestos. Creo que al final elegimos la versión 'más larga', pero creo que hubiéramos podido hacer esta película con varios presupuestos, dependiendo del reparto que hubiéramos elegido".
El equipo se completó con el productor Joe Jenckens, un amigo de J.C. que trajo esta historia a Before The Door y que estuvo al pie del cañón todos los días. Los veteranos Cassian Elwes y Laura Rister fueron unos productores ejecutivos indispensables, al igual que Joshua Blum, cuya productora Washington Square Films fue la sede neoyorquina de la película desde la preproducción hasta la postproducción.
Está claro que el reparto de la película es un sueño hecho realidad. Es cierto que los equipos de producción no eran los típicos veteranos de Hollywood curtidos en mil batallas, pero causaron una excelente impresión en el reparto. Como Simon Baker (El mentalista) que interpreta a Jared Cohen, uno de los máximos ejecutivos de la compañía, confirma: "¿Trabajar en una película independiente? Personalmente me gusta el ritmo que tiene, esa sensación de improvisar sobre la marcha. Pero estos chicos son muy organizados y bastante eficaces. El reparto es increíble. Aunque contaras con un presupuesto ilimitado no podrías reunir un reparto como éste." La mayoría de los realizadores noveles se darían por satisfechos consiguiendo uno o dos actores con 'nombre'. Chandor y sus productores tenían de sobra donde escoger con dos ganadores de Oscar, dos nominados al Oscar y un buen puñado de caras familiares de las listas de los Emmy, los Globos de Oro y los BAFTA. Como observa Quinto: "Creo que ninguno de nosotros imaginó el calibre del reparto que íbamos a reunir para hacer esta película. No lo hubiéramos imaginado ni en nuestros sueños más salvajes. Es increíble estar con toda esta gente que llevo años viendo en el cine... Es alucinante y la verdad es que no me explico como ha ocurrido".
Por supuesto, el primer gancho fue el guión de Chandor. Era inteligente, fino y tremendamente atractivo. "Resulta bastante difícil encontrar un buen guión", confirma Stanley Tucci (Desde mi cielo; El diablo viste de Prada), que interpreta al analista de riesgos Eric Dale. "Está escrito con muchísima inteligencia, es totalmente creíble. Eso es lo que me dicen los amigos que tengo en ese mundillo. Los diálogos eran reales sin ser demasiado naturalistas. Además tenía ritmo y la acción dramática es muy sutil. No era nada torpe. Tenía todos los elementos que debe tener una cinta independiente". Paul Bettany suscribe las palabras de Tucci casi palabra por palabra. "Era como un David Mamet, pero en el buen sentido", recuerda Bettany. Y añade para aclarar sus palabras: "Quiero decir que no era una mala versión de Mamet. No era farragoso y tenía un ritmo muy rápido. Y supe que como actor, me daría muchas posibilidades".
Bettany no es el único que alaba la calidad del guión. Todos admiran su lenguaje intenso, su retrato único de los temas, cómo representa a estos hombres y mujeres tan poderosos en sus momentos de mayor vulnerabilidad. Zachary lo explica así: "En cada personaje vemos una cara desconocida de su vida y su personalidad. Llegamos a conocer zonas privadas de la vida diaria que no suelen conocerse. Como actor, es muy interesante tener acceso a todos esos momentos privados y creo que eso es lo que más atrajo a este fabuloso elenco de actores. Esos momentos privados son los que más desea interpretar un actor".
Bueno, está eso y también trabajar con Kevin Spacey, que interpreta a Sam Rogers, el ejecutivo que vive un profundo conflicto. La historia gira en torno a él. Prácticamente todos los actores del reparto querían tener la oportunidad de trabajar con el ganador de dos Oscar. Fue uno de los motivos para trabajar en la película. Y hay que decir que Spacey es un factor tan fundamental en el ADN de Margin Call como cualquiera de sus realizadores. Bettany afirma: "La idea de que Kevin Spacey y Stanley Tucci estuvieran en la película me hizo saltar de alegría. Son dos actores con los que siempre he querido trabajar". (Tucci le devuelve el cumplido al decir que Bettany es uno de sus actores favoritos por los que siempre ha sentido una profunda admiración).
Como es lógico, Zachary Quinto y Penn Badgely, los miembros más jóvenes del reparto, estaban encantados con las clases magistrales que recibían en el plató y también fuera de él. Badgely lo recuerda así: "Escuchar a Paul Bettany y Kevin Spacey hablar de teatro una noche ya fue como una lección. Pensé mucho en lo que dijeron e inconscientemente apliqué lo que dijeron los días siguientes. Para mí ha sido una verdadera experiencia de aprendizaje".
Quinto se muestra aún más efusivo a la hora de alabar a su compañero: "La verdad es que no me esperaba menos de Kevin Spacey porque llevo años siendo fan de su trabajo. Pero superó todas mis expectativas a la primera media hora que pasé con él cenando. Kevin estaba hablando sobre el trabajo que hacía en el Old Vic de Londres [Spacey es el director artístico de este prestigioso teatro]. Se sacó unas fichas de notas del bolsillo de su chaqueta. Había transcrito en ellas todo el guión para que le resultara más accesible y menos evidente si tenía que trabajar en su diálogo en público. Con esto quiero decir que es un profesional consumado, aunque la verdad es que me quedo corto con ese apelativo. Es un actor que invierte toda su energía en su trabajo y eso resulta tremendamente inspirador".
Pero una cosa es que los grandes actores se sientan atraídos por tu película y otra cosa muy diferente es que un director novel consiga convencer a un reparto tan veterano de lo que necesita de ellos. Pero tal y como cuentan sus actores, J.C. Chandor superó el examen con matrícula de honor. Stanley Tucci afirma: "J.C. es increíble. Es un hombre muy inteligente. Es amable y modesto. No le plantea ningún problema cambiar el diálogo si a nosotros o a él nos parece que no funciona. Es muy espontáneo a la vez que tremendamente organizado". Y Penn Badgely confirma la opinión de Tucci: "Es un guionista/director con una mentalidad abierta al que no le importa cambiar las cosas. No tiene prejuicios. Si alguien llega con una idea mejor la adopta. Es genial".
Pero Chandor estaba empeñado en que su visión se reflejara en la pantalla con la mayor exactitud posible. Como afirma Paul Bettany: "Creo que J.C. tuvo valor para dejar que todo el mundo le comunicara sus ideas. No le asustaba que hubiera diferencias de opinión. Pero al mismo tiempo es muy directo al decirte que estás equivocado. Eso demuestra que es un director y guionista muy valiente, ya que tú llevas viviendo mucho tiempo con esos personajes y ahora invitas a otros a compartir tu trabajo. Estoy seguro de que debes sentir pánico, pero él nunca lo demostró".
De la misma forma, el director siempre estuvo a disposición de los actores con las sutilezas de un material que en algunas ocasiones era tremendamente complicado. Demi Moore (La Teniente ONeil; Algunos hombres buenos), que interpreta a la durísima jefa de riesgos Sarah Robertson afirma: "En ningún momento se paró a juzgar nuestra falta de conocimiento. Eso dice mucho de él. Teniendo en cuenta que es un director independiente con tiempo limitado y que no puede perder ni un segundo, había momentos en los que me explicaba con inmensa paciencia el significado del lenguaje que tenía que utilizar. Y lo hacía con mucha naturalidad porque es el entorno en el que ha crecido y lo conoce a la perfección. Y eso aumenta muchísimo tu confianza y tu seguridad con un director novel".
"El guión es ingenioso, tiene suspense y los personajes están maravillosamente bien dibujados", comenta Jeremy Irons, que interpreta al poderoso y misterioso CEO (consejero delegado) John Tuld. "J.C. es un director muy generoso y no le importaba reconocer que no había dirigido nunca. Pero lo compensaba con su profundo conocimiento del tema de la película. Te mete en la piel de los personajes y en la forma que deben comportarse porque él ha vivido a través de todos ellos. Tiene mucha experiencia en ese mundo de las finanzas".
Muchos de los actores principales han sido (o son en la actualidad) estrellas de sus propias películas o series de televisión, así que formar el conjunto coral unido y equilibrado que exigía la película no parecía fácil. Pero el reparto y los realizadores supieron responder al desafío y estuvieron a la altura del proyecto. "Me encanta hacer películas corales", dice Stanley Tucci. "Fue uno de los motivos que me atrajo a la hora de hacer esta película. Me encantan las películas corales porque disfrutas de ese compañerismo tan gratificante con el resto de los actores. Si el director hace bien su trabajo y contrata a la gente adecuada, todo el mundo trabaja al mismo nivel y adapta el mismo tono para la película. Por eso la película tiene una gran consistencia y transmite una gran conexión entre los actores. Y se lo debemos a J.C.".
La limitación de espacios que hay en la película contribuyó a esa conexión. Margin Call se desarrolla casi todo el tiempo en las mismas oficinas y salas de reuniones. La limitación del número de escenarios no sólo favorece al presupuesto, sino que también creó un espíritu de equipo entre el reparto y el equipo técnico. Demi Moore afirma: "Para mí ha sido una experiencia completamente única porque todo tiene lugar en una planta de un edificio de oficinas. Fue como tener nuestro pequeño miniestudio en el cielo. Y eso crea una atmósfera de intimidad. Es algo que se percibe más en el teatro, ya que todo el mundo está en un mismo sitio y para hablar con alguien que está en otro camerino sólo tienes que andar unos pasos. No se parece nada a las películas en las que cada uno está en su caravana o se traslada de un lugar a otro".
El productor Corey Moosa concuerda con el punto de vista de Moore y con su metáfora: "Los actores ni tienen que bajar 42 pisos para ir a sus caravanas porque ya están allí. Pasan más tiempo juntos y eso crea una maravillosa sensación de familia. Además todos hemos trabajado en el teatro... Neal y yo bromeamos mucho sobre este tema. Es como si estuviéramos haciendo teatro de verano".
Aparte de los beneficios que reportó para estrechar los lazos entre los actores y el equipo, Margin Call también tenía que ajustarse a las limitaciones presupuestarias del proyecto, y sobre todo por los temas que recoge su historia. El productor Rob Barnum observa: "Si íbamos a hacer una película sobre Wall Street, teníamos que ser responsables en el aspecto financiero. Resultaría bastante irónico hacer una de esas películas de Wall Street con gastos obscenos cuando lo que se está criticando son las prácticas irresponsable del negocio".
Pero a pesar de la limitación de los escenarios de la película, lo cierto es que estas oficinas son una parte muy importante de la cinta. Paul Bettany afirma: "Nueva York siempre está en el fondo de todas las tomas y eso es algo asombroso. Decir esto suena a tópico, pero es que es una ciudad tan fotogénica... tiene que ver con esos colores dorados, la anchura de las calles y la altura de los edificios... Es extraordinaria. Tiene mucha personalidad y es tremendamente cinematográfica. Yo vivo en Nueva York y ver la ciudad en esta película te da una perspectiva nueva".
Y es esa perspectiva -tanto personal como cultural- lo que diferencia a Margin Call de otras películas que han intentado hablar de la crisis y de su efecto sobre la gente y las empresas de todo el mundo. Para Penn Badgely, la oportunidad de participar en esta película es una continuación de las oportunidades que tuvieron sus antecesores de interpretar situaciones del mundo en el que vivían. "Creo que la crisis financiera es el tema que más preocupa a la gente y lo seguirá siendo durante mucho tiempo", añade Badgely. "Así que para un actor joven, es como hacer una película de guerra. Creo que las películas sobre la crisis financiera que están saliendo ahora se convertirán en clásicos del cine".
Para Stanley Tucci, Margin Call representa una oportunidad para hablar de la experiencia casi universal de ver cómo una situación se convierte en una espiral fuera de control. "Cero que lo que atrajo a todo el mundo fue la inteligencia del guión y la representación verídica de ese mundo, pero sin resultar melodramático o demasiado hollywoodiense. Funciona de una forma sencilla, de una forma humana. Humaniza todos esos acontecimientos que para muchos de nosotros resultan abstractos. Pero lo cierto es que dejaron de ser abstractos cuando esas compañías empezaron a derrumbarse. Todo el país sufrió las consecuencias, el hombre más pobre, el de clase media y también el rico. Todo el mundo sufrió. Todo el mundo sintió los efectos del daño que se les infligió. Así que para mí no sólo se trata de comprender mejor lo que pasó sino también de querer formar parte de la narración de esa historia".
El estreno de Margin Call no va a revitalizar la Bolsa, impedir los desahucios, o devolver el dinero a los fondos de pensiones. Lo que esperan su reparto y su director y productores que haga es ofrecer al público una visión nueva e interesante desde el punto de vista dramático de cómo estalló la crisis, minuto a minuto. Y lo que es más importante permitirá al público reconocerse a sí mismo: sus sueños, sus demonios y sus remordimientos como arquitectos de una catástrofe absolutamente humana.
Margin CallDirigida por J.C. Chandor