El director nos cuenta...
Muy a menudo, las películas sobre músicos suelen ser sobre americanos o británicos ya muertos como por ejemplo Jim Morrison, Charly Parker, Joe Strummer, Kurt Cobain, Brian Jones, Ian Curtis o Johnny Cash. La lucha de estos músicos por sobrevivir está siempre relacionada con el contexto de la época en la cual cada uno vivió. Por tanto, todas estas películas se convierten en una especie de retrato de la sociedad, un retrato de las costumbres y un estudio de la época. Cuando se trata de un héroe del rockŽnŽroll, la batalla auto destructiva del artista a menudo se transforma en la metáfora de una generación, ya que el aspecto de rebelión contra la sociedad es a menudo el foco importante. Para mí, el principal tema de todos estos retratos es “el arte y la locura”. El espectador queda cautivado por la vida pasional y poco convencional del héroe. Esperas con una tensión que va en aumento hasta que el artista se asusta o, por decirlo de otra manera, ves como vuela muy cerca del sol. Led Zeppelin, de hecho, utilizaba la figura mitológica de Icaro como su logo.

Así que, ¿por qué no hacer un retrato de un músico alemán? Incluso ¿Por qué no de uno que todavía vive? ¿Por que siempre hablamos del pasado cuando el presente es tan emocionante?¿Por qué no hacer una película de un compositor de música electrónica? Los músicos de la generación YouTube componen en sus ordenadores portátiles, vuelan por todo el mundo y no necesitan que sus composiciones tengan letra. Vendes sus piezas como descargas, lo que les hace ser independientes de las grandes discográficas y de los proveedores de servicios.

Berlin Calling no es un biopic. La película nos cuenta la vida de un músico ficticio en el Berlín actual, y trata del arte, la locura, la intoxicación y el extasy, la esperanza y el futuro, la amistad y la familia, la música y la lujuria por la vida y, por supuesto, el amor.


Entrevista con el director

P: ¿Como surgió la idea de hacer una película sobre un tipo que compone música electrónica?

R: En los años 90 pasé varias noches en sótanos oscuros de Strobo y vi muchos amaneceres después de largas noches de fiesta. Los chamanes de las noches de fiesta siempre han sido los DJs, y su música siempre ha sido la banda sonora de la película que cada participante siente, aunqeu cada uno de manera diferente. De vez en cuando iba a E-Week, Casino, Tresor o Bunker o a raves al aire libre como las de Fusion. Pero nunca he sido el clásico fiestero que se pasaba toda la semana sentado esperando que llegara el fin de semana para que empezara la acción de nuevo. Todavía me sigue fascinando este mundo. Lo que de verdad siempre me gustó fue que para conseguir que la gente baile no necesitas a nadie que salte a escena y te transmita su mensaje a través de su música como hacen los chamanes del rock. Si la música era buena, yo podía estar horas bailando. Incluso hoy en día sigue siendo así, aunque mis años de grandes fiestas ya se hayan marchado.

Me emocionaban las historias de los DJs que viajaban por todo el país con maletas llenas de discos y así fue como anoté mis primeras ideas. La película se iba a desarrollar en un club de Berlín. La música no iba a ser de una superestrella pero el protagonista tendría que vivir y luchar por su arte. Incluso mientras estaba rodando mis anteriores películas, a menudo me iba a bailar para relajarme o reflexionar. Tenía claro que la película tenía que desarrollarse en el presente y no volver otra vez a los 90. ¿Por qué hacer una película sobre el pasado cuando el presente es tan emocionante y el pasado siempre se puede encontrar de alguna manera en el presente? Empecé a anotar personajes de la vida real que interpretarían un papel en la película. La película tampoco retrataría a estudiantes de 20 ó 25 años sino más bien a alguien de treinta y tantos. Todos los personajes – Ickarus, Mathilde, Corinna, el dueño del club – se convirtieron en lo que son en la actualidad en los 90. Siempre llevaba conmigo el sentimiento por esta historia, incluso mucho tiempo antes de que escribiese el primer borrador del guión.


P: ¿Como conseguiste la colaboración con el actor y músico de la película Paul Kalkbrenner?

R: Di con él a finales de 2003 y mientras estaba buscando la música para la película. Estaba en Arena con unos amigos en una fiesta y Paul era el DJ, o para decirlo con más precisión, Paul estaba tocando en directo con su ordenador. Poco tiempo despues de que empezara su concierto, todo lo que se podía oír era un terrible ruido, un super-mega desastre delante de unas 2000 personas. Los cables estaban mal conectados en algún sitio. Paul empezó a desconectar cables allí mismo. Era absurdo. Una situación totalmente grotesca. Esa fue la primera imagen que tuve de él. Más tarde, en 2004, Paul lanzó su álbum “Self” con temas que eran bandas sonoras de películas. Era autentica música electrónica.

Le conté a Paul la idea que tenía de hacer una película e inmediatamente se mostró interesado. Acompañé a Paul a varios conciertos en Alemania y fuera del país y, de hecho, también hizo un par de mezclas para la BSO de mi película “One Day in Europe”. Para mi la música de Paul tiene una estructura muy clara, un gran sentido de la dramaturgia, un gran sentido de la melodía y un gran amor por el detalle. Cuando está en directo se comunica con su público a través de ideas musicales y sabe exactamente cuando tiene que darles algo nuevo. Lo que siempre me ha fascinado ha sido que Paul compone su música en su ordenador y después se sube al escenario con su propia música y la interpreta allí en directo. Siempre me he identificado con esta idea: crear con tu ordenador y luego subirte a un escenario con tu tema. Los guionistas, diseñadores web o muchos otros profesionales básicamente hacen lo mismo a diario.


Entrevista con el actor y compositor Paul Kalkbrenner

P: Berlin Calling, ¿una película sobre la escena musical tecno o sobre el artista Paul Kalkbremmer?

R: Ni lo uno ni lo otro. Es un retrato. Un retrato de nuestro tiempo. Una película al fin y al cabo. El tecno y las drogas son solo los pinceles con los que pintamos el cuadro. Es mucho más que una historia universal sobre el tecno y la vida de un club. Básicamente, Ickarus, el protagonista, podría haber hecho cualquier otro tipo de música. Tiene los problemas que muchos artistas tienen: la locura de los genios, la incomprensión de las cosas, el descuido sobre si mismo, y finalmente caer delante de sus propias narices. Es una historia que pasa en cualquier época y a muchas personas.


P: Pero no tienes miedo de que la gente que no te conoce piense que lo que está viendo es la vida de Paul Kalkbrenner y no una ficción?

R: El personaje es muy cercano a mi. Incluso creo que está mucho más cerca de mí de lo que Hannes cree. El piensa que Ickarus es totalmente diferente de Paul Kalkbrenner. Y yo te diría que los límites están ahi, ahí, y eso es lo que hace que sea más emocionante. Esencialmente es una historia de ficción en la que pasan algunas locuras con las que pronto la gente se da cuenta que no es una biografía mía.


P: ¿Te identificas entonces con Ickarus?

R: Mas o menos. Bueno, siempre digo que conozco a Ickarus muy bien porque él es la persona en la que justamente no quiero convertirme. Es como mi propio demonio, pero también es una persona que quiere llegar donde Paul Kalkbrenner quizá está a día de hoy.


P: ¿Escribiste tú toda la banda sonora?

R: Hay un tema de Sascha Funke pero el resto es todo mío.


Miembros del equipo nos cuentan...

- Rita Lengyel (Actriz)

"...Mathilde se divierte siendo la novia de un DJ, claro que sí. Es como ser la primera dama. Mathilde cree en Ickarus y en su música pero está lo suficientemente familiarizada con la escena para saber lo duro que es mantener la compostura en ella. Mathilde se siente desplazada cuando Ickarus se mete en temas de drogas. Es como si perdiera la fe cuando Ickarus la amenaza con las drogas. Por supuesto Mathilde no es una mosquita muerta pero sabe cuando parar. El momento en el que ella empieza a temer por Ickarus coincide con el momento en que empieza a temer por si misma. Si estás muy al límite como Ickarus, tienes que pararte e intentar protegerte, si no caerás. La película es un emocionante paseo por nuestra generación pero en la cuerda floja. Muestra los personajes en una lucha personal con todo el caos al que se enfrentan y que habitualmente llamamos vida cotidiana..."


- Corinna Harfouch (Actriz)

"...Bueno, a mi hijo mayor también le gusta el techno y compone música electrónica, así que yo me familiaricé con todo esto a través de él. La encuentro extremadamente dinámica pero hay que acostumbrarse a ella. Al principio era extraño, molesto. Tenía la sensación de que no distinguía los diferentes temas. Si no oyes este tipo de música a menudo, no puedes distinguir nada. Solo oyes aplausos y ruidos que parecen de alguna manera manipulados. ¿Cual es el verdadero sentido de todo esto? Realmente no es más que el baile, el modo de unir mente y cuerpo en uno..."


- Karsten Aurich (Productor)

"... lo que fue particularmente interesante de Berlin Calling fue todo lo relacionado con la película. En todo el mundo la gente se reúne por la noche para bailar o charlar después de un día duro. La escena toma sus influencias y es conducida por música electrónica y sus creadores. Muy pocas películas hablan de este mundo, que generalmente se relaciona con la fiesta. Berlin Calling se sumerge justo en el centro de todo este mundo. Transporta este mundo a la pantalla de la forma más realista posible. Nosotros organizábamos fiestas y asumíamos el riesgo de que nadie viniera. Pero nuestros protagonistas llenaban las salas. Así que grabamos durante toda una noche con dos cámara, prácticamente como si fuera un documental, con auténticos invitados a esa fiesta. La honestidad de estas tomas realmente se puede sentir en la película. Todo es real, tanto el sonido como la imagen, así que ... ¡Bienvenidos al club!..."


Equipo artístico
Paul Kalkbrenner - Ickarus
Rita Lengyel - Mathilde
Corinna Harfouch - Dr. Petra Paul
Araba Walton - Corinna
Peter Schneider - Crystal Pete
RP Kahl - Erbse
Henriette Müller - Jenny