Notas del director
Ya en "El Inquilino" (1957) Nieves Conde planteaba el dilema que vivía una familia madrileña condenada a buscarse otra vivienda porque la suya iba a ser derruida. A pesar del gran cambio sufrido en nuestro país en esos cincuenta años, y saltando por encima de consideraciones sociales y políticas, podemos decir que los problemas de la vivienda siguen produciendo hoy como ayer situaciones tan kafkianas como las que sufren los protagonistas de Cinco Metros Cuadrados, como si la friolera de cincuenta años no hubiera hecho tambalearse del todo las viejas estructuras sociales y económicas como para que está nueva pareja pueda resolver sus problemas sin tantas penalidades.
Hoy en día la necesidad de que el cineasta adopte un punto de vista sobre la realidad que filma no debe entenderse como obligación de emitir un juicio a priori, sino como la elección acertada y rigurosa de un lugar desde el que filmar esa realidad.
Enfrentado a su tema, el cineasta debe elegir, ante todo, el sitio en el que va a colocarse, desde donde va a filmar, pero el hecho de elegir dónde estará la cámara y lo que habrá delante de ella no resuelve el problema de la mirada, de la puesta en escena, del encuadre, del montaje.
Si el cine consigue cambiar a veces nuestra mirada sobre el mundo, haciéndonoslo ver como nunca lo habíamos visto, es porque constituye un instrumento de investigación y de conocimiento de lo real, porque lo analiza al mismo tiempo que nos lo muestra y porque no podría limitarse a una reproducción ilusoria de lo que vemos sin necesidad de él. El cineasta no está tanto ante la realidad como frente a su tema. Un tema anclado en la realidad, en la vida misma. Esto sucede así en Cinco metros cuadrados una película, en la que el espectador puede entrar para encontrar su lugar en el mundo aunque, quizá el mundo que refleje, esté muy cercano del suyo.
Esta es una película muy pegada a los personajes, cuya idea central gira en torno a luchar o no, por los sueños y nuestras pequeñas ambiciones, si es que tener un piso que te guste, donde vivir, no es ya hoy en día casi una ambición.
Cinco Metros Cuadrados, es en definitiva, un proyecto de largometraje moderno, actual, preocupado por las relaciones de pareja, por la amistad, la dignidad y el amor en los tiempos de la burbuja inmobiliaria. Es a la vez de intimista, de autor, pero audaz e universal. Con un guión brillante -de los hermanos Remón- y un elenco de actores de primera categoría, será una de las películas más interesantes del próximo año.
5 metros cuadradosDirigida por Max Lemcke