Un joven muere atropellado en un accidente de tráfico. El culpable huye sin dejar rastro. Ninguna prueba lo incrimina. Pero el padre del joven, apoyado por los medios de comunicación, exige encontrar al responsable y llevarlo a la cárcel.

Una serie de acontecimientos fortuitos y una justicia contaminada por la opinión pública ponen al hombre equivocado en el banquillo de los acusados.

Envueltos en el entretejido del azar y las decisiones desesperadas, estos hombres deberán enfrentarse a la culpa, la responsabilidad y la necesidad íntima de redención en una espiral que no tendrá retorno.


Personajes

Federico Samaniego
La especialidad de Federico Samaniego es hacer sentir bien al otro. Ya sea en los shows de ventriloquia que ofrece en fiestas y reuniones, en su casa con su mujer y su hija o en la calle con un completo extraño, Federico sólo quiere que los otros se sientan a gusto. Ésa es su principal preocupación. Federico es, además, un optimista incansable que ha peleado mucho por lo que tiene: una linda casa, una hermosa familia y un trabajo fuera de lo común que, con los años, le ha dado grandes satisfacciones.

Pero cuando Federico se ve relacionado con la muerte de un joven ciclista, ningún recurso a su alcance le sirve para enfrentar una situación que escapa por completo a su lógica. Víctima de un sistema perverso y fallido, Federico observa impotente cómo la presión social y mediática por hallar a un culpable van destruyendo todo lo que él ha construido.

Años después, seco por fuera y por dentro, Federico se ha convertido en otro hombre, un hombre obsesionado con un plan con el que cree podrá recuperar lo que alguna vez tuvo.

Matías Fustiniano
A Matías Fustiniano nada le preocupa demasiado. Su mayor desafío, a los 22 años, es pasárselo lo mejor posible. Vive con sus padres, estudia arquitectura y sale con amigos en busca de diversión y chicas. Matías sabe que esa época de la vida está hecha para descubrir nuevas experiencias y a eso se dedica. Ya llegará el tiempo de ocuparse de cosas más serias y aburridas.

Pero un sábado por la noche, mientras conduce el coche de su madre, una fracción de segundo y una mínima distracción cambian, de golpe, todo su universo. La muerte cercana y violenta, y un miedo que nunca sintió lo llevan a tomar una decisión desesperada. Y esa decisión, quizá la primera que Matías toma como adulto, lo modificará para siempre. A partir de entonces, huir de los otros y de sí mismo parece convertirse en un mecanismo con el que cree sentirse a salvo. Matías, poco a poco, se transforma en un hombre que nunca imaginó.

Víctor Marchetti
Víctor Marchetti es un hombre taciturno y obcecado. Viudo, con pocos amigos, sus días transcurren sin grandes lujos ni grandes acontecimientos. La visita semanal y casi religiosa de Pablo, su único hijo, es de los pocos placeres que le quedan. Cenando con él, mirando juntos una película, Víctor no se siente tan solo. Por eso, la muerte absurda de Pablo en un accidente de tráfico le arranca de cuajo lo único que le daba sentido a su vida.

Encontrar al hombre que atropelló y abandonó a su hijo se convertirá pronto en la meta que lo mantendrá en pie. Tocando timbres, llamando a todas las puertas, hablando ante las cámaras de televisión, Víctor intentará apaciguar el dolor que lo atraviesa.

Pero, tiempo después, Víctor comprenderá que la paz de los muertos no siempre se consigue con la justicia de los hombres.