Notas del director
Cómo ser Uno, sin perder la propia personalidad.
La magia, pero también la dureza de la realidad. El amor es la belleza del cuento de hadas, pero también es el compromiso de un proyecto en común, que crece y se hace más fuerte cada día. Alex y Niki. La diferencia de edad no se puede negar, ni ignorar, porque no estaría bien. Pero tal vez eso les dé la oportunidad de volver a descubrir su unidad y complicidad, día a día, sin perder de vista su propia personalidad. Y luego viene el deseo de convertirlo en una promesa oficial, una promesa con muchos testigos, que habrá que renovar día a día.
Alex y la sorpresa de estar perdidamente enamorado de Niki. Estas palabras escritas con letras gigantes para que todo el mundo sea consciente de la fuerza de su amor. Y Niki dice que sí. Pero luego llegan los problemas, la organización del evento, las ideas, las dudas, los consejos que hay que escuchar y el cansancio. Porque lo único de lo que estás seguro es de tu amor, y debes protegerlo de lo más superficial, del peligro de no haberos entendido del todo, de las distancias repentinas que se disfrazan de rutina, de las ausencias y de todo lo que pone en peligro la vida en pareja. Eso también intenté explicarlo. Pero sin perder de vista el matrimonio como celebración. No solo la ceremonia, o sea, la recepción, y los regalos y las felicitaciones, etc.; sino la celebración desde el corazón, la ilusión de celebrarlo con los que más amas, la inmensa emoción de dos personas a punto de emprender un viaje en común.
Federico Moccia
Notas de la productora
Nunca cambies un equipo ganador.
Tras Perdona si te llamo amor Federico y yo empezamos a trabajar entusiasmados en una secuela para nuestra primera y exitosa película. En toda mi carrera jamás había producido una secuela. ¿Casualidad? No. Intenté hacer una secuela de Il Ciclione y no funcionó. No es fácil hacer una segunda parte de una película. Pero eso es algo que sólo comprendí cuando me puse a ello. Por suerte, tanto Federico Moccia como los jefes de Medusa querían continuar con el proyecto. Buscamos al mismo equipo: Luca Infascelli y Chiara Barzini, que ya habían colaborado con el guión de Federico, y un equipo veterano de primera categoría. Y todos aceptaron el reto de la nueva aventura. Naturalmente también contamos con los mismos actores. Raoul Bova, tras su espectacular éxito en Perdona si te llamo amor, se puso a nuestra disposición con la condición de que no daría una respuesta final hasta haber leído muchas versiones del guión.
En general las secuelas no son tan buenas como la película original, por lo que la tarea más difícil fue encontrar una historia que fuera aún más romántica, atractiva, brillante y divertida que la anterior. Y no fue fácil. Raoul es perfecto e intenso. Y creo que se lo pasó muy bien haciendo de Alex. Le encanta ser el centro de atención y en está película aún tenía más protagonismo: encantador, romántico y decidido.
Michela Quattrociocche es adorable. Y sus primeros planos son espectaculares. Su interpretación mejora día a día, ha estado estudiando y se nota. El resto de actores: amigos de Alex y de Niki, sus padres, son más importantes que nunca para el desarrollo del argumento. Y hay una cara nueva: Andrea Montovoli: joven, atractivo, algo inmaduro, pero una auténtica tentación para nuestra Niki, y no sólo para ella.
Desde el punto de vista de la producción, intentamos que Perdona pero quiero casarme contigo fuera una comedia. Los decorados y el vestuario son refinados e intentamos hacer una película para todos los públicos, no sólo adolescentes. Federico Moccia ha hecho un trabajo espectacular y ha demostrado que es un director excelente, capaz de contar una historia y hacernos reír. Perdona pero quiero casarme contigo es la segunda parte de una serie de comedias para todos los gustos.
Rita Rusic