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Morente cartel reducidoMorenteDirigida por Emilio Ruiz Barrachina
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Sección Oficial Festival de cine español de Málaga, fuera de concurso.

Ficha artística: Enrique Morente, Estrella Morente, Soleá Morente y José Enrique Morente


Memoria del director
La posibilidad de trabajar con alguien a quien se admira y a quien se viene siguiendo desde hace muchos años es siempre gratificante e induce a plantearse el proyecto como algo más personal y propio. Mi relación con el mundo lorquiano ha sido desde hace bastantes años muy profunda. Ya desde antes del rodaje del documental “Lorca. El mar deja de moverse”, el disco “Omega” de Enrique Morente fue más que una referencia. Haber tenido la posibilidad de rodar un largometraje con Morente, basado en uno de los artistas más admirados de nuestros días, como es Pablo Picasso, ha resultado un verdadero lujo y una gran responsabilidad.

Si me preguntasen a qué obra cinematográfica puede parecerse este “Morente Picasso” no dudaría que al monumental “Buena Vista Social Club” de Wim Wenders. Al menos en cuanto al ritmo y a la manera de contar la historia.

El encuentro con grandes personalidades, el hecho de que queden registrados momentos y situaciones irrepetibles, me parece fundamental. Sin restarle importancia a los conciertos en vivo, a la técnica de rodaje que hemos utilizado, al despliegue extraordinario de medios, a la calidad del sonido, a la decoración o a la iluminación que Universal Music ha tenido a bien dejar en nuestras manos para que la integración con la película del espectáculo sea total, creo que el complemento de los viajes, la obra de Picasso, las reuniones informales, conforman un hábeas novedoso, de un ritmo trepidante y una emoción excepcionales.

No se trata de un documental clásico con entrevistas al uso, sino una especie de videoclip de gran formato, una verdadera película, donde se mezclan partes dramatizadas, conciertos, reuniones, archivo, en un totum revolotum que va conduciendo el propio barbero de Picasso (Eugenio Arias) y donde se mezcla la realidad y la fantasía. Es un largometraje novedoso, dedicado principalmente al tema de la Amistad, tan cubista como la obra del pintor malagueño, con una calidad musical y de imagen como pocas veces se ha visto.

Emilio R. Barrachina
Director



Morente
Enrique Morente es uno de los máximos exponentes de la música flamenca y española en la actualidad, con una relevancia internacional de gran calado. Desde su rupturista visión musical de la obra de Federico García Lorca a través de su disco “Omega”, Morente se ha convertido en uno de los referentes tanto de la música flamenca ortodoxa como de la fusión con otros géneros. En la misma línea de aquel legendario “Omega”, Enrique Morente ha creado otra obra destinada al altar de los mitos musicales, basada en los textos escritos y la obra de Pablo Picasso. Como él mismo afirma: “Sus escritos son su propia autobiografía, donde se cuela su nostalgia por lo andaluz, los toros, la gastronomía o el costumbrismo”.

Este “Picasso” parte del conocimiento que Morente tiene de Eugenio Arias Herranz, barbero, amigo y confidente del pintor malagueño desde que, en 1946, ambos se conocieran en el pueblo francés de Vallauris. Exiliados tras la Guerra Civil, barbero y pintor comparten una larga amistad. Desde 1948 Picasso asistía habitualmente a la peluquería de Eugenio, que había nacido en 1909 en el madrileño pueblo de Buitrago de Lozoya, y que terminaría haciendo parte del círculo de amigos que en aquella población de la Costa Azul se reunián: Jacqueline Rocque, Francoise Gilot, Jean Cocteau, David Douglas Ducan, Edouard Pignos, Helene Parmelin o André Villers, entre otros. Más que hablar de política se dedicaban a jugar a las cartas, a frecuentar los bares, a acudir a corridas de toros o a recitar poesía española.

Todos los que pretendían visitar a Picasso en Vallauris debían pasar antes por la peluquería de Eugenio Arias, quien hacía de filtro y ahuyentaba a los curiosos. Durante 26 años, el barbero atesoró los regalos de Picasso; pinturas o cerámicas que hoy conforman el Museo Picasso de Buitrago de Lozoya. A la muerte del pintor, Eugenio lo amortajó con una capa española. La historia del barbero es tan singular como la del propio artista: casi un fugitivo, casi un creador, casi una sombra siempre cercana a Picasso.

Las letras son una selección realizada por Enrique Morente de la “Antología de Textos Españoles” (18941968), sobre los que el cantaor afirma: “Desde luego, hubiera sido más fácil cantar la guía telefónica. Picasso escribe muy libremente, aunque eso me gustó, claro. Las comas, los puntos y los guiones no existían para él, nada de nada. Ha sido muy difícil musicar su poesía, que es muy surrealista”.

La película arranca con esta historia y se va mezclando con la propia de Morente. Y con este “Barbero de Picasso” recorremos las principales ciudades y lugares donde vivió o realizó su obra el genio del cubismo. También entramos en los temas y emplazamientos de las canciones, como la de “Guern-Irak”, dedicada al famoso cuadro y bombardeo de la ciudad. “Abre el disco un tema horroroso sobre el cuadro de Guernica”. Afirma Morente, este revolucionario del flamenco, que ha perseguido hacer un trabajo completamente ”visual, pues estamos hablando de pintura”. Y en este empeño es que le acompañamos, de la mano de su barbero y amigo.

Morente toca y habla con grandes músicos o artistas, como el caso del pianista de Jazz Federico Lechner. Grandes personajes que aparecen a lo largo de la película y que la dotan de una internacionalidad inexcusable.

También se ha rodado en Granada, en los lugares próximos a Morente, donde una reunión de músicos y artistas de su gusto interpretan, improvisan, hablan sobre música, creación y vida en una velada irrepetible. Enrique Morente canta por primera vez junto a todos sus hijos: Estrella, Soleá y José Enrique. La grabación ha sido realizada en el incomparable marco de los Baños Árabes de Granada.

En la música de este “Barbero de Picasso”, además de los hijos de Morente, tienen gran presencia Eric Jiménez, batería de Lagartija Nick, las Bandurrias del Albaycín y los violines de la Orquesta Chikara de Tetuán.

Se entremezclan con los conciertos diversas conversaciones, improvisaciones y apuntes que jamás volverán a repetirse y que salpican al largometraje de anécdotas vitales, de creatividad, de vida, de sorpresas, además del propio barrio de Morente donde, junto a sus vecinos, evoca el transcurso de su vida.

El eje principal del documental son los conciertos dados por Enrique Morente en varios puntos de la geografía española, comenzando por el de Buitrago el 2 de julio de 2010 y terminando en el marco incomparable del Liceo de Barcelona. Se han rodado tanto el concierto como los preparativos, ensayos, y cuanto rodea al espectáculo. Los críticos afirman que el concierto del Liceo ha sido el mejor de su carrera.

Según Enrique Morente: “Intentar explicar este trabajo yo mismo seguro que es una tontería, porque las sensaciones que reciba el espectador son las únicas válidas. ¡Cómo surgió cantar a Picasso? Fue cuando Carmen Jiménez me contrató para cantar en la inauguración del Museo Picasso de Málaga. Entonces pensé en hacer algunos temas para esa noche. Hice “Pan Tostao”, “Autorretrato” y “Borrachuelo con Aguardiente”. Pedí documentación sobre escritos y glosas de Picasso y contacté con Rafael Inglada (documentalista y poeta malagueño) que entre otros muchos poetas me descubrió al Picasso escritor. Me llamó la atención el sentido de libertad, como no podía ser de otra forma, ya que todas sus líneas estaban escritas con amor y gracejo, sentido que no había perdido de su condición de malagueño recordando una y otra vez la luz, los sabores y los olores de Málaga”.

Es fundamental también el sonido, mezclado en Dolby 7.1, última tecnología para salas digitales, y que será un aliciente para atraer al público a los cines. También se ha realizado una mezcla de gran calidad para emisión en tv y distribución en dvd.

La conjunción de Morente y Picasso, en esta fusión visual y musical, dirigida por la maestría de Barrachina en el campo documental, garantizan una película fresca, repleta de fuerza y verdad, estética, colorista, de extraordinaria belleza y de resultados artísticos de gran trascendencia y amplias miras comerciales.