Diego y Gemma sienten un inmenso amor el uno por el otro. Sin embargo, la imposibilidad de concebir un hijo empaña la felicidad de la pareja y convierte la maternidad de Gemma en una obsesión.
En el entorno más hostil, una Sarajevo destruida por la guerra, el destino acabará ofreciéndoles de la manera más cruel e inesperada ese hijo que desean.
Años más tarde, Gemma regresa a Sarajevo con su hijo, Pietro, para asistir a una exposición en memoria de las víctimas del asedio que incluye fotografías de Diego, y tendrá que enfrentarse a su pasado.