Cyril, con casi 12 años, solo tiene un plan: encontrar al padre que le dejó temporalmente en un hogar para niños. Por casualidad conoce a Samantha, que tiene una peluquería y que le permite quedarse con ella los fines de semana.
Cyril no reconoce el amor que siente Samantha por él, un amor que él necesita desesperadamente para calmar su rabia.