Julien Monnier tiene un grave problema. A pesar de ser un brillante asesor matrimonial, es incapaz de tener una relación que dure más de dos semanas.
La razón es simple: desde su más tierna infancia, es un auténtico gafe para las mujeres que se interesan por él.
No hablamos de esos gafes que dan un poquitín de mala suerte, no, lo suyo es a lo grande. Es de los gafes que mandan al hospital, hacen perder el trabajo y los amigos
Julien es lo peor de lo peor para las mujeres.
Joanna Sorini no tarda en darse cuenta cuando sus caminos se cruzan. Las cosas le van de maravilla profesionalmente y por fin parece que su vida amorosa se despierta
pero todo va a cambiar.