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Tres veces 20 años cartel reducidoTres veces 20 años(Late bloomers)
Dirigida por Julie Gavras
¿Qué te parece la película?

Entrevista a Julie Gavras (directora y guionista) (por Claire Vassé)

P: ¿Qué significa el título de la película?

R: "Late bloomers", el título de “Tres veces veinte años” en inglés es una expresión que significa asumir tardíamente la madurez, que es el caso de pareja de esta historia…


P: ¿Cuándo empezó a pensar en TRES VECES VEINTE AÑOS?

R: AMEN se estrenó hace 10 años. Mi padre recorrió el mundo y todos los festivales de cine con esa película y cada vez que la exhibían, se celebraba en paralelo una retrospectiva de sus trabajos. Después de un año, empezó a parecerme angustioso. Para mi padre era extraordinario que la gente apreciara tanto su trabajo, pero al mismo tiempo era una sensación de que estaba llegando el final, como si fuera '¡su última gran película!'

La idea de utilizarlo en una historia surgió cuando volvieron a homenajearle, esta vez por el vigésimo cuarto aniversario de Z. Fue cuando comprendí que podría ser una gran historia. Una historia sobre el hecho de que llega un momento en la vida en que la mirada de los otros es lo que nos hace sentir viejos, mientras que nosotros no tenemos esa sensación.

Así que imaginé la vida de este arquitecto al que conceden un premio a toda su carrera y a todos sus logros profesionales. Porque el arquitecto se parece a mi padre, que lo único que quiere es seguir trabajando sin que la edad sea un problema.


P: ¿Por qué eligió un arquitecto?

R: Un arquitecto trabaja de forma similar a la de un realizador de cine. Tiene una gran carga de creación artística combinada con elementos técnicos y financieros que en algunas ocasiones pesan mucho. Y en lo que se refiere a la vida familiar, el recorrido de un proyecto arquitectónico se parece bastante al de la una película...

Me inspiré en Paul Andreu, un arquitecto al que admiro mucho, que empezó su carrera muy joven, algo poco habitual en su generación. Al igual que William en la película, durante mucho tiempo sólo se dedicó a diseñar aeropuertos: el de Abu Dhabi, el Charles de Gaulle 1 y 2... Le decían lo mismo que a mi padre al que acusan de hacer siempre la misma película. Esos paralelismos me gustaron ¡y me hizo mucha gracia que al final de su carrera le propusieran diseñar residencias para ancianos!


P: ¿Tenía ganas de abordar el tema del paso del tiempo en una comedia romántica?

R: La idea que tenía sólo era un punto de partida, así que necesitaba encontrar la forma de desarrollarla. Como me chiflan las comedias románticas, pensé que la idea de una comedia romántica sería un excelente telón de fondo: la pareja antagónica, una historia sólida y bien construida con momentos de gran intensidad como la primera cita, el amor, la decepción, la separación y el reencuentro. No me basé en un libro como hice en mi primera película, sino en convenciones del género que ofrecen unas pautas que ofrecen seguridad. Pero lo que más nos divirtió a mí y a al coguionista Olivier Dazat fue coger esos códigos y esos escenarios y esquivarlos. Porque en este tipo de historia los protagonistas están cerca de cumplir 20 o 30 o casi 60…


P: Así que escribió el guión con Olivier Dazat…

Escribí LA CULPA LA TIENE FIDEL completamente sola basándome en el libro y Olivier Dazat actuó como asesor. Sin embargo para un guión original como este, no me sentía con fuerzas para hacerlo sola y me daba menos miedo compartir su escritura. Olivier se implicó inmediatamente, yo escribía las páginas, él las leía, hablábamos de ello y luego yo volvía a trabajar en ellas. Es genial tener alguien con quien hablar las cosas; las ideas surgen mucho más rápido. Además Olivier tiene 50 años. Tiene experiencia en las situaciones de la vida y eso tenía un valor enorme para el tema de la película…


P: ¿La familia que describe se parece a la suya?

R: No tengo abuelos, pero somos los mismos hermanos: tengo un hermano mayor y otro más joven. Pero ahí acaban las similitudes.


P: ¿Por qué pensó en Isabella Rossellini y William Hurt para los personajes de Mary y Adam?

R: La edad que tienen ellos es el tema de la película y no quería hacer trampas con la edad de los actores. Quería a dos actores que tuvieran los mismos años que Adam y Mary pero que no lo parecieran, como les pasa ahora a mucha gente de 60 años.

En lo que se refiere a Isabella, la elección fue evidente porque un día encontré que había hecho una serie de cortos de un minuto llamada "Green Porno" sobre la sexualidad de los insectos. En un decorado muy de cartón piedra, la actriz de más de 50 años sale disfrazada de insecto, llevando sólo unas mallas y unos ojos de cartón para parecerse a una mosca. Hace gala de una libertad y de una serenidad tan absolutas con relación a su cuerpo y a su edad que pensé que sería perfecta para el papel. Sabía que no le importaría que se dijera que tenía casi 60 años, una edad crítica para muchos actores.

El caso de William Hurt fue totalmente diferente. La primera vez que fui al cine sola vi EL BESO DE LA MUJER ARAÑA donde su interpretación es magnífica. Así que es una de las estrellas que me hicieron descubrir el cine. Es un gran actor, romántico a la vez que imponente, casi da miedo. Así que era perfecto para encarnar a ese padre a la que su familia tiene en un pedestal.

También me gustaba la idea de que Isabella y William no hubieran trabajado nunca juntos. Así que iban a ser pareja por primera vez. Y yo quería tener esa exclusiva.


P: ¿Y el resto del reparto?

R: Arta Dobroshi, que interpreta a Maya, había protagonizado EL SILENCIO DE LORNA, de los hermanos belgas Dardenne. Puede que no la reconozcan porque aquí tiene el pelo largo y está maquillada. Su papel era difícil porque no tenía que actuar demasiado: sólo estaba presente y hacer comprender poco a poco que se había enamorado de su jefe. En cada escena, Arta logra mostrar esa evolución tan lenta. No había pensado en ella. Fue Kahleen Crawford, la directora de casting, que se ha encargado del reparto de las últimas películas de Ken Loach, quien sugirió su nombre porque Arta acababa de mudarse a Londres.

Kate Ashfield interpreta a la hija, y Kahleen no dudó en escogerla para ese papel. Entrevistamos a otras actrices, pero enseguida me di cuenta de que ella era perfecta. Fue la protagonista de ZOMBIES PARTY (UNA NOCHE... DE MUERTE), una comedia sobre zombies protagonizada por Simon Pegg.

Al principio del casting, me di cuenta de que Aidan McArdle, que interpreta al anciano, no era muy alto. Así que no sabía cómo resultaría con William que es altísimo. Así que seguimos buscando. Pero al final, volvimos a él ya que no nos gustó nadie y mi preocupación por la altura era absurda…

En lo que se refiere a Luke Treadaway, ya le había visto a su hermano gemelo en FISH TANK. Pero Kahleen llamó a Luke, nos reunimos con él y nos entendimos muy bien.


P: ¿Cómo trabajó con ellos?

R: Hicimos 15 días de ensayos en Londres antes del rodaje, a petición de William. No lo hice en mi primera película ya que los protagonistas era niños y no quería que perdieran la espontaneidad, que era además muy necesaria ya que el rodaje fue muy corto. Los ensayos nos permitieron imaginar la historia del matrimonio y de la familia. Fue muy importante porque es una familia multicultural con una madre italiana, un padre con raíces norteamericanas y tres hijos que son ingleses porque han nacido y crecido en Londres.

Durante los ensayos decidí "italianizar" a la familia... Isabella enseño a "sus hijos" algunos gestos típicamente italianos y cambiamos el nombre de la hija de Irene por el de Giulia…


P: ¿Rodar en inglés y en Londres fue una especie de homenaje a las comedias románticas inglesas?

R: Sí, y como el punto de partida de la película estaba aquí en Francia, ir a Inglaterra era una forma de poner distancia entre todo eso y yo misma, y además, una oportunidad de dar a la familia su propia identidad. Lo cierto es que al principio fui muy ingenua y me fui a Londres pensando que sería como cualquier otra ciudad. Pero durante la búsqueda de localizaciones y hablando con colegas, descubrí que no lo era en absoluto. De hecho, trabajar en un mundo tan diferente al mío es lo que ha hecho que la película sea tan especial. Por ejemplo, jamás se me habría ocurrido pintar el piso de Adam y Mary de morado y verde... Pero resultó muy bien... Tengo que decir que Eve Stewart, la diseñadora de producción de la cinta, también había hecho los escenarios del DISCURSO DEL REY. Me había fijado en su trabajo cuando fui a ver THE DAMNED UNITED antes de irme de Londres.

Cuando volví a rodar a Londres, tuve la impresión de que me permitía deshacerme de mis inhibiciones, de que podía dejarme llevar porque estaba lejos de casa.


P: ¿Por qué Londres y no Nueva York?

R: ¡Demasiado lejos! Y de todas formas, Londres es una ciudad que ha dado grandes arquitectos como Norman Foster que es conocido mundialmente. Además es una ciudad muy cosmopolita que encaja perfectamente con esta familia multicultural.


P: ¿Y qué tal fue rodar en inglés?

R: No es mi lengua materna, pero hablo inglés. En el plató hablaba en francés con Nathalie Durand, la directora de fotografía, en italiano a Isabella, y en inglés al resto del equipo. Dio origen a momentos muy divertidos de confusión y propició que el ambiente del rodaje fuera mucho más agradable porque todo el mundo se esforzaba en entender y en hacerse entender. Además también estaban los diferentes acentos que había en el plató (escocés, irlandés, etc.)


P: ¿Le resultó natural meterse en la cabeza de Mary o tuvo que hablar con mujeres de esa edad?

R: Desde AMEN, he observado y hablando con muchas personas de mi entorno. Por ejemplo, me dijeron que a mí no se hubiese ocurrido nunca esa escena de las gafas cuando Mary se está maquillando. O la exasperación que se siente cuando uno de tus hijos te echa una mano... Para recopilar ideas para esas escenas leí un montón de cosas antes de ponerme a escribir: novelas, ensayos y artículos. Llegué a abonarme a una revista para la tercera edad llamada Senior Plus. ¡Llegó durante dos años por correo y mi marido no lo soportaba!

En general, cuando se habla de crisis de pareja en el cine, suele ser por falta de deseo físico. Pero Mary y Adam siguen llevándose muy bien en la cama…

¡Y la verdad es que es muy importante porque si no se llevaran bien en la cama, ya no tendrían casi nada en común! Todo se hubiera centrado en ese tema y no nos hubiera preocupado el problema específico que tienen: su forma radicalmente opuesta de hacer frente a los 60 años.


P: ¿La tercera edad le parece un ángulo especialmente interesante para abordar nuestra sociedad actual?

R: Sí, porque es una generación que lo ha reinventado todo. Cuando empecé a interesarme en la forma en la que la sociedad "trata" a los jubilados, lo que ahora llamamos "la tercera edad", descubrí una categoría que está muy analizada por los medios y en muchos estudios. Es una población cambiante que resulta atractiva porque no para de crecer en los países ricos. La generación del boom demográfico se está llegando a los 60 años. Es una generación que ha asistido a la modernización, a la transformación del mundo, y que creyó que nunca iba a envejecer. Y al mismo tiempo, llegar a los 60 es entrar en tierra de nadie, un lugar entre grupos de edad que está por inventar. No son tan jóvenes como algunos creen ni tan viejos como otros pueden pensar. Como dice Charlotte, no tienen ningún modelo…

Puede que a Mary le preocupen sus arrugas, pero lo peor es cuando intenta volver a trabajar. En esto también me basé en la realidad, pensando en el trabajo de voluntariado que hacen los jubilados. Teniendo en cuenta que a ninguno de ellos se les paga, es horrible decir a los jubilados voluntarios que su trabajo es una forma de estar en contacto con el mundo, o decir a los becarios de 20 años que es bueno para su futuro.


P: Esto da lugar a una de las escenas más divertidas de la película: cuando Mary va a buscar trabajo a una ONG…

R: Joanna Bobin, que interpreta a la mujer que recibe a Mary, es una actriz de monólogo. Tiene un gran sentido del ritmo y está fantástica como mujer de negocios reconvertida. Su pragmatismo gélido choca con los valores humanísticos de una ONG.


P: Al igual que en todas las comedias románticas dignas de ese nombre, los papeles secundarios son muy importantes y divertidos.

R: A diferencia de los protagonistas, que necesitan ser más delicados en su trabajo, se puede ser mucho más excesivo con los personajes secundarios. Es una delicia crearlos y escribir sus papeles. Una vez que decidimos rodar la película en Londres, necesitábamos convencer a Joanna Lumley y a Simon Callow que hicieran la película. En mi opinión, la serie “Absolutely Fabulous” y CUATRO BODAS Y UN FUNERAL son dos pilares del humor británico…


P: Las Panteras Grises de Charlotte (Joanna Lumley) son muy divertidas....

R: Las Panteras Grises existen de verdad al menos en Francia y en Estados Unidos. Estuvieron muy de moda en los años noventa. Las Panteras Grises lograron que se votaran muchas leyes por los derechos y los beneficios de la tercera edad. Hay muy pocos hombres en esa organización. Es una especie de movimiento de liberación de la mujer que se ha hecho mayor y que ahora lucha por nuevas causas. Además añadí un elemento a este grupo inspirado en Londres: Los acentos ingleses. Cada uno tiene un acento en concreto: escocés, del sur, etc.…


P: Sin olvidar la frescura del personaje de mayor edad: Nora, la excéntrica madre de Mary...

R: Resulta muy divertido ver cómo evoluciona una familia, con todas sus rarezas. Nora ha cuidado dos generaciones y está harta. Para interpretar esa exuberante abuela buscamos actrices muy conocidas. Y un día, Dorren Mantle llegó al casting con un anorak de plumas y dos pares de gafas, una de ellas en la frente. Acababa de rodar un anuncio, llegaba tarde y se había hecho un lío con las páginas del guión. Cuando la vimos, antes de que pronunciara una sola palabra, supe que era perfecta para el papel.


P: Otra situación absurda es el curso de aqua gym que intenta hacer Mary…..

R: Lo sé por experiencia, aunque yo hago todo lo contrario que Mary: sólo voy al gimnasio con mujeres mayores que yo. ¡De esa forma me siento mucho más en forma! Sabía que merecía la pena desde el punto de vista visual: flotadores tipo churro de todos los colores y gorros de baño, las sonrisas forzadas de las chicas... Está claro que exageramos un poco. Pero es una situación que se repite incluso en mujeres de más edad: se observan unas a otras, ven quién tiene mejor pecho... ¡La verdad es que reunir a un grupo de mujeres en bañador provoca cosas divertidas inmediatamente!

Incluso cuando los personajes se colocan en situaciones cómicas o ridículas, como Mary en la piscina, las miras con ternura, nunca parecen patéticas.

Siempre he tenido problemas con las películas en las que sientes que al director no le gustan sus personajes. Pero yo ni siquiera me esfuerzo en sentir simpatía porque siempre me identifico de forma muy natural con mis personajes. Es cierto que a veces están en situaciones absurdas y crueles, incluso en situaciones horribles como la escena en la ONG. Mientras más horrible sea la situación más jugo puedes sacarle…


P: Una niña pequeña en LA CULPA LA TIENE FIDEL, mujeres de 60 años en TRES VECES VEINTE AÑOS… ¡Nunca hacer películas sobre gente de su edad!

R: Sí, esa diferencia me permite esconderme y divertirme, pero al final, el punto de vista de la niña pequeña en LA CULPA LA TIENE FIDEL y el punto de vista de Mary en TRES VECES VEINTE AÑOS son mis puntos de vista. Todos mis personajes tienen algo en común: están empezando una nueva etapa de la vida y buscan su lugar en la familia, en la sociedad, en los ojos de los demás y en sus propios ojos.

Y ese "buscar su lugar" es un tema que me gusta mucho y al que sigo dándole vueltas...


Entrevista a Isabella Rossellini (en el papel de Mary)

P: ¿Por qué quería trabajar con Julie Gavras?

R: Me atraen las personalidades fuertes, directores que van de David Lynch a John Schlesinger, sin olvidar Guy Maddin. Intento escoger películas dirigidas por personas que merecen el calificativo de autores. En LA CULPA LA TIENE FIDEL, Julie ya empezó a demostrar que era una auténtica autora y esta película lo confirma. Es sincera y ofrece su propia visión de las cosas. La combinación de sensibilidad y humor debería conmover a mucha gente.


P: ¿Qué le atrajo del guión?

R: Julie ha logrado crear ese matiz "tragicómico" tan típico de las películas europeas, sobre todo en las de sur, que mezclan tan bien risas y lágrimas. Su película aborda temas de gran importancia: la edad, nuestra percepción de esa edad y el hecho de que nadie vive para siempre. Trata sobre ese momento en que somos conscientes de lo que nos queda de vida y lo que queremos hacer con ella. Y Mary, mi personaje está justamente en ese momento. A pesar de que desde la infancia todos sabemos lo que es la muerte, la fecha límite es algo abstracto, hasta que sentimos que la tenemos delante. Y eso es lo que siente Mary. Está a punto de cumplir 60, la realidad se le echa encima, y quiere asegurarse de que su marido y toda su familia también son plenamente conscientes de esa realidad.

El guión tiene mucha fuerza porque aborda una situación grave con mucha elegancia, ternura y esperanza. Es una historia muy particular con la que los espectadores podrán identificarse. Me impresionó mucho cuando lo leí. Julie es una directora fantástica y nunca tuve dudas sobre ella. ¡Sólo necesita tiempo para que su trabajo sea reconocido!


P: ¿Podría describir a Mary, su personaje?

R: A pesar de que su madre y su marido son ingleses y sus hijos han crecido en Inglaterra, el padre de Mary es italiano y ella creció en Italia. Así que no es la típica madre inglesa y eso añade matices a su personaje. Creo que se definiría más como una mamma, una esposa para la que la familia es lo más importante de la vida. Mary tiene ese rasgo latino.


P: ¿Se siente identificada con su personaje?

R: Soy italiana, aunque mi madre era sueca. Y tampoco soy la típica mamma. Seguramente me identifiqué inmediatamente con Mary debido a la mezcla de culturas y a la forma en la que se comporta con sus hijos. Mary me resulta muy familiar.


P: Su manera de ver la vida nos concierne a todos nosotros...

R: Está lo que ha logrado hasta ahora y lo que queda todavía por hacer. Siempre se ha ocupado de su marido y de sus hijos dejando su propia carrera de lado. Las mujeres suelen hacerlo. Pero de repente, Mary se da cuenta de que la muerte está mucho más cerca de cuando tenía tan sólo 20 años. Y comprende que en nuestra sociedad no hay un lugar de verdad para los que tienen entre 60 y 80, a pesar de que muchos podrían ser siendo útiles y les gustaría participar. Según el país en el que vivas, la edad de jubilación está entre 60 y 65, pero sigues siendo joven y estás lleno de energía. Así que, ¿qué te queda por hacer y en qué se convierte tu vida? Mary tiene un marido que se niega a aceptar la edad, así que va a intentar ser realista y reaccionar. Es divertido, conmovedor y profundamente humano.


P: ¿Trabajó bien con Julie Gavras?

R: Ensayamos dos semanas, algo poco habitual. Normalmente hay un par de lecturas del guión, pero no hay ensayos de verdad como en el teatro. Julie nos pidió que llegáramos quince días antes del rodaje para trabajar con William Hurt y el equipo. Hablamos de todo; de la infancia de Mary, de la forma en la que aterrizó en Inglaterra, cómo conoció a Adam... Conocer la historia de tu personaje, incluso de algunos elementos que no están en la película te ayuda a definirlo y a interpretarlo mejor.

Julie estaba siempre allí respondiendo a nuestras innumerables preguntas. Es su trabajo y lo hace francamente bien. La verdad es que había pensado en todo.


P: ¿Cómo fue trabajar con William Hurt?

R: Es la primera vez que trabajamos juntos. Admiro su trabajo y esta película me dio la oportunidad de conocerle mejor. Es realmente bueno. Una parte significativa de la interpretación consiste en reaccionar ante tu compañero y trabajar con William fue muy fácil.

La primera vez que nos vimos fue bastante extraña. Estaba en un avión y un hombre con una barba blanca y larga me cogió del brazo mientras se dirigía a mi asiento y dijo que era mi marido. Sonreí y me dirigí a mi asiento. Una vez sentada empecé a preguntarme quién era ese extraño 'Papa Noel'. No le había reconocido, ¡pero era William! Esperó pacientemente a que el avión aterrizara, vino hacía mí y me repitió que era mi marido en la película que íbamos a rodar. Ese encuentro se parece a él, insólito y elegante. Caí rendida ante su encanto, ¡un buen principio para interpretar a una mujer enamorada! Es un hombre de verdad y trabajar con él fue fascinante. Es un grandísimo actor.


P: ¿Se identifica con el tema de la película?

R: El título se refiere a la eclosión de la madurez. Es una metáfora sobre la madurez. La historia evoca el recorrido hasta la madurez a través de las diferentes etapas de la vida de una persona. Un día, William le preguntó a Julie sobre qué trataba la película y ella contestó que era sobre gente que intentaba buscar su lugar en la vida.

Con ligereza y sutileza, la película recoge muchas preguntas que no tienen respuesta. Compartir la experiencia es lo único que puede ayudarnos. Al final Mary se da cuenta de que es una buena persona y de que a pesar de no ser perfecta, hace lo que cree que está bien. Comprende que ha hecho un buen trabajo y que su familia se ha convertido en lo que ella quería.


P: ¿TRES VECES VEINTE AÑOS es una película de mujeres?

R: Seguramente, pero hace más hincapié en su compasión que en el feminismo puro y simple. Es evidente que la película tiene un punto de vista femenino, el punto de vista de Julie. Ella está más interesada en las relaciones entre la gente y la familia que un director hombre. Pero no hay que generalizar. La verdad es que es raro encontrar una buena película sobre la vida y la familia, ¡pero no hay duda de que ésta es una de ellas!


Entrevista a William Hurt (en el papel de Adam)

P: ¿Qué le impulsó a participar en esta película?

R: El guión. Después de leerlo acepté el papel inmediatamente. Y también me impresionó que Julie cruzase el Atlántico sólo para hablar conmigo.


P: ¿Qué sintió al leer el guión?

R: A pesar de que leí la versión en inglés -que no es la versión original en francés- me pareció muy sincero. Los sentimientos estaban ahí, en todas las páginas. Las palabras de Julie me resultaron familiares. Comprendí inmediatamente de qué iba la película: el tiempo que se escapa mientras la vejez y la muerte asoman por el horizonte. La historia reúne muchas generaciones. Y cada una tiene sus preocupaciones y sus identidades, algo que también suele ocurrir con la música. La historia tenía algo de melódico, algo de profundamente compasivo.


P: ¿Esa compasión es importante para usted?

R: No tengo la intención de perder el tiempo o mi vida. Necesito sentir algo, encontrar un sentido a mi trabajo y la única forma de hacerlo es aceptando proyectos que abordan temas reales que no tienen nada de superficial.

En la industria del cine nos enfrentamos continuamente al artificio teniendo en cuenta la esencia de nuestro trabajo. Por eso buscamos la verdad y también comprender mejor las cosas, porque necesitamos comprender la realidad para ser actores.


P: ¿Se identifica con el tema de la película?

R: ¿Y quién no? Una de las escenas más importantes de la película se desarrolla en un cementerio. Incluso en ese tipo de escenario, Julie y su historia nos ofrecen esperanza. Todos acabaremos en un cementerio. Así que la película nos concierne a todos.

Creo que es maravilloso abordar un tema que tantos tratan de evitar. En Moby Dick, Herman Melville explicó que su libro planteaba una pregunta sobre una paradoja humana. Si recuerdo bien, decía: “¿Por qué los muertos se toman tantas molestias para silenciar a los muertos? Los muertos siguen vivos en nuestra mente, y por esa razón su existencia puede continuar eternamente. Por lo tanto no hay nada más precioso que el presente. Tanto para recordar a los que vivieron como para nosotros mismos, porque todos nosotros estaremos un día muertos para nuestros seres queridos”. He reflexionado sobre esto desde que era joven. Empecé mi carrera de interpretación en el teatro clásico en que las grandes preguntas sobre la naturaleza humana están muy presentes. Siempre me he hecho preguntas sobre estas cuestiones así que estoy encantado de poder hacerlo con esta película. Tener la oportunidad de abordar esta cuestión vital, sublime y profunda es una ocasión excepcional para un actor y me alegro de que Julie Gavras pensara en mí.


P: Adam, su personaje, se niega a aceptar su edad...

R: Esa es una de las cuestiones que aborda la película. ¿Cómo es posible estar de acuerdo con lo que nos hemos convertido, independientemente de la edad? ¿A quién no le aterra la imagen de ese futuro que está cada vez más cerca? ¿Cómo vivimos nuestras vidas? Se necesita mucho valor para encontrar las respuestas. Hacerse mayor es un gran reto. Y la vida puede ser maravillosa para los que puedan aceptarlo.


P: ¿Qué le parecen Mary y Adam?

R: Como la mayoría de las parejas que llevan mucho tiempo, están tan unidos como separados. A pesar de que ambos están viviendo un viaje personal, siguen siendo un equipo. Eso me recuerda algo que alguien me dijo hace un par de años: una relación no es una suma, es una multiplicación. Esta película recrea esa idea ya que tanto Adam como Mary tienen sus propias personalidades pero siguen siendo una pareja. Es un matiz maravilloso. ¿Cómo se las arregla esta pareja para comprometerse sin que ninguno de ellos pierda su propia identidad? Así es cómo funcionan las cosas en todas esas maravillosas parejas.


P: ¿Se identifica con su personaje?

R: Sólo soy un actor. Cuando interpreto un papel, intento encontrar algo en mí mismo que se parezca a mi personaje, pero no es suficiente para definirme como persona.

Cuando estábamos empezando a preparar la película, mis compañeros me regalaron un librito titulado "101 lecciones de la facultad de arquitectura". Antes de eso, había visitado el departamento de arquitectura de la librería de mi barrio para leer sobre el tema. Pero todos los libros me intimidaban, así que leí este regalo que parecía más accesible para mí. Es un libro increíble. En la página 101, entre otras muchas observaciones, se dice que los arquitectos son 'late bloomers' (florecen de forma tardía). ¡Qué coincidencia! Entonces, ¿el actor es el personaje que interpreta? Cuando la gente me para en la calle y me habla de la imagen que les inspiro, les contesto que no soy quien ellos creen. Me identifico con el personaje a través de los detalles. Y lo hago prestando mucha atención a la historia y de forma que haya siempre un nexo de unión con el resto de los personajes. El objetivo es que el espectador también pueda identificarse. Ese es el secreto de la interpretación: ayudar a la gente a reconocer quiénes son.


P: ¿Qué tal fue trabajar con Isabella Rossellini?

R: Me gusta trabajar con gente que tiene los pies en el suelo, que son naturales y que están contentos consigo mismos. Isabella es fantástica, siempre es ella misma. En mi opinión, actuar es un acto de generosidad, un deseo de compartir, y creo que Isabella ve las cosas de la misma forma. Siempre demuestra una gran consideración hacia los demás, algo que en parte heredó de sus padres. Rodar una escena con ella es pura felicidad.


P: ¿La película le ha ayudado a encontrar respuestas sobre la vida?

R: Todo el mundo puede encontrar pistas en la película. En lo que a mí respecta, ahora me siento más capaz de afrontar mejor mi propia mortalidad y mis elecciones.