¿Cuándo se convertirá por fin el pequeño Vicky (JONAS HÄMMERLE) en un vikingo de verdad? Esa es la pregunta que mantiene a su padre, el jefe Halvar (WALDEMAR KOBUS), sin poder pegar ojo noche tras noche. Pero cuando Sven, el Terrible (GÜNTHER KAUFMANN), secuestra al jefe de la aldea de Flake, Vicky se encuentra inesperadamente con su gran oportunidad. Como jefe suplente, dirige la expedición de rescate integrada por los temibles vikingos Tjure (NIC ROMM), Snorre (CHRISTIAN A. KOCH), Urobe (OLAF KRÄTKE), Gorm (MIKE MAAS), Ulme (PATRICK REICHEL) y Faxe (JÖRG MOUKADDAM), y recibe también la ayuda de la intrépida Svenja (VALERIA EISENBART). Zarpan con rumbo al Cabo del Miedo y, tras un buen número de peripecias, consiguen llegar al castillo de Sven, donde se encuentra prisionero Halvar. Sin embargo, los vikingos todavía tienen por delante su empresa más complicada. Tendrán que atravesar mares embravecidos, playas tropicales y peligrosos páramos helados en pos del legendario tesoro de los dioses, mientras se enfrentan a un Sven el Terrible tan decidido como ellos. Pero Vicky no sería Vicky si no tuviera unos cuantos ases en la manga para impedir que Sven se les adelante.
Sinopsis larga
¿Cuándo se convertirá por fin el pequeño y tímido Vicky (Jonas Hämmerle) en un vikingo de verdad? Esa es la pregunta que le ronda constantemente por la cabeza a su padre, Halvar (Waldemar Kobus), el temible jefe de los vikingos de Flake. En un asalto que estaban preparando sobre un campamento de caballeros lleno de carromatos cargados de tesoros, Vicky parece no dar una a derechas. En vez de machacar a los caballeros, negocia con ellos, acaba encerrado en un carromato, ayuda a unos esquimales esclavizados a escapar e incluso permite que la descarada Svenja (Valerie Eisenbart) se la juegue.
Halvar, Vicky, y los vikingos Tjure (Nic Romm), Snorre (Christian A. Koch), Urobe (Olaf Krätke), Gorm (Mike Maas), Ulme (Patrick Reichel) y Faxe (Jörg Moukaddam) se ven obligados a regresar a Flake prácticamente con las manos vacías, con lo que incurren en la ira de las mujeres de la aldea, al no llevarles ni oro, ni hidromiel, ni siquiera pieles. Halvar logra llevar a su mujer, Ylva (Sanne Schnapp), una esclava: Svenja, que se había colado de polizona en el drakar.
Ylvi (Mercedes Jadea Díaz) recibe rebosante de alegría a Vicky, su mejor amigo, en cuyo poder obra ahora un misterioso libro que cayó del bolsillo de uno de los esquimales en su huída. Es el cuaderno de bitácora de Erik el Rojo, al que otrora sirviera el bisabuelo de Vicky. El libro indica cómo llegar al Palacio del Hielo Eterno, donde parece ser que se encuentra guardado el legendario tesoro de los dioses. Y resulta que Halvar lleva colgada del cuello la llave del palacio: un amuleto con forma de martillo heredado de su abuelo.
Halvar decide entonces recuperar el mítico tesoro. Sin embargo, esa misma noche, el jefe de Flake es secuestrado, junto con su amuleto, por Sven, el Terrible (Günther Kaufmann). Urobe, el sabio, recuerda a la tribu la antigua tradición por la que el hijo del jefe pasa a convertirse siempre en el nuevo cabecilla. ¡Por fin Vicky podrá tener la última palabra! Y su primera orden es, naturalmente: "¡Iremos a rescatar a mi padre!". Vicky, la pequeña esclava Svenja y los vikingos se hacen a la mar rumbo al Cabo del Miedo, pero su drakar se ve atrapado en una fuerte borrasca. Para evitar volcar, se ven obligados a sacrificar las velas, tras lo que quedan varados en la idílica Isla de las Valquirias. Las hermosas mujeres quedan sorprendidas al descubrir que nada menos que Sven, el Terrible, es quien tiene la llave del Palacio de Hielo.
Las valquirias cosen unas insólitas velas nuevas para que los vikingos puedan proseguir su viaje al Cabo del Miedo. Disfrazados de bufones, Vicky y sus hombres logran colarse en el castillo de Sven. Consiguen localizar a Halvar, solo para caer en la emboscada del repelente lugarteniente de Sven, Pokka (Christoph Maria Herbst), que encierra a los intrusos en la mazmorra. Vicky es el único que logra escapar y se encuentra en la necesidad de ser más valiente de lo que nunca ha sido. Roba el amuleto de Halvar de los aposentos de Sven y libera a los vikingos de la mazmorra.
Enfurecido, Sven emprende una enconada persecución pero, tras un espectacular duelo en la Garganta de Odín, sus caminos se separan. El barco de Sven pone rumbo a Groenlandia, mientras que el drakar de los vikingos se precipita por el borde de una enorme catarata y queda atrapado en la masa flotante de hielo del fondo. Para evitar morir congelados, nuestros héroes se ven obligados a quemar trozo a trozo su barco.
A la mañana siguiente, los casi congelados vikingos son rescatados por esquimales, que conducen a Vicky y sus hombres hasta el Palacio del Hielo Eterno. Sven se les ha adelantado, pero no logra descifrar los tres grandes acertijos creados para proteger el tesoro y evitar que caiga en malas manos. Para resolver esos acertijos, hace falta valor, discreción y sentido común. En otras palabras: ¡se necesita a Vicky!.