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Chronicle cartel reducidoChronicleDirigida por Josh Trank
¿Qué te parece la película?

¿Qué harías tú si de repente poseyeras unos poderes que exceden tu comprensión? ¿Te pondrías un traje especial, echarías a volar y combatirías a los villanos? Si fueras un adolescente, probablemente la respuesta sería: ¡Cielos, no! Te lo pasarías bomba con tus poderes, gastarías elaboradas bromas y quizás te vengarías de aquéllos que se portaron mal contigo. Puede que esos superpoderes desarrollaran tus cualidades menos elevadas. O las peores.

"En la mayoría de las historias, los superpoderes se emplean generalmente en la lucha entre el bien y el mal, pero en la realidad se aplicarían a la necesidad", dice Josh Trank, que realiza su debut en la dirección cinematográfica y también fue coautor de la historia junto a Max Landis. "Y cuando eres adolescente, tu verdadera necesidad consiste en sentirte feliz contigo mismo. Querrías reírte y pasártelo bien con esos poderes".

Trank estaba absolutamente decidido a que CHRONICLE no fuera "la típica película POV que le gustaría tu padre". La historia es muy realista; no es una fantasía ni un filme de género; es una historia sobre gente joven. Trata sobre adolescentes auténticos y no hace una caricatura de la juventud. Sus vidas son cualquier cosa menos perfectas. Nos introducimos en su mundo y descubrimos los desafíos a los que se enfrentan, mucho antes de que algo extraordinario les empiece a suceder. Para cuando los chicos poseen sus poderes, ese elemento está tan firmemente enraizado en la historia y en los personajes que la película fluye fácilmente hacia la indagación de cómo ellos se las arreglan con esos poderes".

Max Landis, que escribió el guion basándose en la historia escrita por Trank y él mismo, añade: "Creo que CHRONICLE va a proporcionar a los espectadores una experiencia tal que los espectadores saldrán del cine pensando: Eso es exactamente lo que yo habría hecho si tuviera poderes telequinéticos".

El productor John Davis señala que CHRONICLE es cualquier cosa menos corriente, y cubre una necesidad de relatos atrevidos y no convencionales que se dirige específicamente al público de hoy en día. "Es una película muy fresca y diferente", dice Davis, que conoce al guionista Landis desde que éste era un niño. "CHRONICLE incorpora una visión única que se ha mantenido fielmente desde que Josh y Max discutieron la idea por primera vez. Toma algunos conceptos familiares, como superhéroe y cine de "metraje encontrado", y los integra por vías distintas".

El propio título de la película alude a nuestra obsesión por documentar todo lo que nos pasa, a través de las redes sociales o aunque sea simplemente a través de una cámara que va grabando nuestra vida, justamente porque tenemos los medios para hacerlo. "Vivimos en un mundo donde se puede filmar todo lo que se quiera, en cualquier momento", dice Trank. "Hay toda una estética que emerge a partir de esta generación. Actualmente, los estudiantes de instituto son las personas que más se fotografían a sí mismas de toda la historia. Casi todos tienen una cámara de algún tipo, y suben imágenes a las redes sociales cada pocos segundos. En consecuencia, cada vez vemos más películas inspiradas en este nuevo estilo de rodaje".

Trank, cuyo experimental cortometraje "Stabbing at Leia’s 22nd Birthday" constituyó un éxito online, alcanzando más de 10 millones de visitas, adopta vehementemente esta nueva estética, pero también incrementa su potencial e impacto. "El trabajo de Josh en CHRONICLE es el paso siguiente en este tipo de narración cinematográfica", dice el productor Adam Schroeder. "Hemos visto películas que han usado ampliamente los conceptos de punto de vista subjetivo y la cámara en mano, pero no se ha utilizado la cámara de la misma forma que aquí. La cámara es algo más que un dispositivo que cuenta una historia; es un personaje más, o una extensión del personaje protagonista".

La mayor parte del filme se narra desde la perspectiva de Andrew, un conflictivo pero creativo joven con una gran agudeza visual y propietario de una magnífica cámara de alta definición. "Por lo tanto, CHRONICLE no es realmente la típica película de ‘metraje encontrado’", dice Trank, refiriéndose a los filmes, a menudo borrosos, realizados con "cámara temblorosa". "En lugar de eso, nosotros queríamos un filme con una estética muy controlada y meditada, la que perciben los ojos de un joven con talento. Hay inteligencia detrás del modo en que Andrew opera su cámara y capta esos sucesos cada vez más increíbles".

Los poderes telequinéticos que Andrew ha adquirido recientemente añaden una inesperada dimensión a sus habilidades con la cámara, lo que proporciona a CHRONICLE una estética y una textura únicas en su género. "Andrew empieza a trabajar con su cámara sacando partido de sus poderes, lo cual le abre todo un mundo de posibilidades", explica Trank. "Su cámara está, en cierto modo, unida a su cerebro, de tal forma que puede hacerla flotar, volar y capturar la acción de una forma excepcional. En la mitad de la película, te das cuenta de que estás viendo algo que no has visto nunca, y posteriormente, en los últimos 15 minutos, el filme se convierte en una absoluta locura. La película evoluciona constantemente, desde el carácter más íntimo y realista a la aventura más épica e increíble".

Cuando la historia empieza, se nos muestra a Andrew como un adolescente introvertido y socialmente inadaptado que, incluso antes de adquirir sus poderes, parece estar adosado a su cámara. Es la única cosa con la que Andrew conecta. "Es el típico chico que pasa desapercibido que todo el mundo conoce en el instituto, pero al cual sus compañeros ignoran o acosan", dice Trank.

Andrew evoluciona desde su inseguridad adolescente a un descomunal narcisismo, de igual forma que podría pasarle a cualquiera que se enfrentara a sus extraordinarias circunstancias. Dane DeHaan, que interpreta a Andrew, afirma: "Cuando te otorgan el máximo poder, y si experimentas algo que nunca nadie ha experimentado, eso te produce una cierta sensación de ser Dios".

"Andrew es un solitario, pero visualmente es muy creativo", añade Trank. "Su permanente compañera –la cámara digital– no es sólo un medio para narrar la historia. La forma en que se mueve la cámara y lo que Andrew ve a través de ella nos cuenta mucho acerca de él".

En gran parte del filme, Andrew se "siente" solamente como la figura oculta tras el objetivo de la cámara, por lo tanto, resultaba esencial elegir para el papel a un actor con una presencia suficientemente fuerte como para ser detectada incluso cuando no está en el campo de visión. DeHaan, un destacado actor de teatro, reunía los requisitos necesarios para dar vida a este personaje fundamental. "Dane también es un actor muy naturalista, lo cual era importante porque queríamos que tanto el personaje como sus acciones fueran de verdad", dice Adam Schroeder.

"Estaba muy entusiasmado con CHRONICLE precisamente porque es una película absolutamente nueva y diferente", dice DeHaan. "Resulta muy verosímil, a pesar de que a partir del tercer acto se describen unas cosas bastante asombrosas".

La perspectiva de Andrew –él está tras la cámara, filmando todo lo que ve– le adjudicó a DeHaan la responsabilidad adicional del trabajo de cámara, así como enfocar su interpretación como si realmente estuviera operando tras ella. Al mismo tiempo, el director de fotografía, Matthew Jensen, y los operadores de cámara de CHRONICLE tenían que pensar como si fueran actores.

Para lograr transmitir el punto de vista de Andrew, el equipo de operadores de cámara debía "desaprender" su esmerada y perfeccionada experiencia técnica. A menudo, Jensen trabajaba estrechamente con DeHaan para crear la ilusión de que el personaje estaba filmando sus experiencias, cuando en realidad era un equipo de avezados profesionales el que operaba tras la cámara.

Trank dio total libertad a Jensen y su equipo para aportar nuevas ideas y concebir nuevos artilugios y soportes, y crear así ingeniosos sistemas de suspensión de la cámara para obtener el "telequinético" estilo de cámara en mano. El resultado es impresionante: un elegante y delicado trabajo de cámara que transmite los poderes del personaje. "Josh fue tan específico que incluso dibujó cada movimiento de cámara", señala Jensen. "Al final de la película, la cámara revolotea sobre las calles de Seattle (donde tiene lugar la historia). La cámara tiene una libertad y una flexibilidad asombrosas, que reflejan la fortaleza y los poderes que nuestros protagonistas han ido desarrollando progresivamente a lo largo del filme".

Los otros dos componentes del trío de estudiantes recientemente investidos de poderes son el primo de Andrew, Matt (interpretado por Alex Russell), y el rey del campus, Steve (interpretado por Michael B. Jordan). Cuando comienza la historia, Matt es un cínico y pedante adolescente, demasiado guay como para preocuparse por algo. Pero al igual que sus dos nuevos compañeros de aventura, Matt experimenta un cambio radical tras el encuentro con una misteriosa fuerza que le proporciona increíbles poderes.

El actor australiano Alex Russell interpreta al típico estudiante de instituto norteamericano: "Lo que me atrajo del proyecto fue que el concepto es realmente surrealista; la película trata sobre unos adolescentes con superpoderes, pero, al mismo tiempo, está firmemente incrustada en la realidad. Matt no podría ser más distinto de Andrew y Steve –nunca habrían sido amigos en circunstancias ‘normales’–, pero entre ellos, sorprendentemente, se establece un fuerte vínculo a partir de la experiencia que los tres comparten".

Michael B. Jordan, que fue actor habitual en la aclamada serie de televisión "Friday Night Lights" y que ha participado en la épica e histórica película de George Lucas "Red Tails", interpreta a Steve, quien, según el actor, "es todo lo que un adolescente querría ser. Es el estudiante más popular del instituto, un destacado atleta, y se halla muy cerca de conseguir liderar a los estudiantes en el consejo escolar. Irrumpe en la vida de Andrew como una especie de ángel guardián, introduciéndole en la esfera social del instituto, con lo que Andrew empieza a sentirse bien consigo mismo".

El reparto estelar incluye también al veterano actor de carácter Michael Kelly, que interpreta al padre de Andrew, Richard, un bombero en paro cuyas carencias como padre repercuten en su hijo tanto como los poderes recientemente adquiridos por éste; y Ashley Hinshaw, que interpreta a Casey, la novia de Matt, que descubre el secreto de Matt cuando se ve inmersa en una increíble batalla aérea.


Sobre la producción
La visión que Trank tenía respecto a CHRONICLE fue meticulosamente… "contada" antes de dar inicio a la producción. Trank elaboró una pre-visualización de todos y cada uno de los efectos visuales y ángulos de cámara, y asimismo escribió una pormenorizada "Declaración del Director", donde resumía sus planes, temas de fondo y metodología. Dado el extraordinario desafío que suponía fusionar adecuadamente el rodaje de la acción en directo con las secuencias peligrosas y los efectos visuales y especiales, la citada pre-visualización fue una inestimable guía para todos los responsables de departamento de la producción.

La consigna de Trank era ceñirse siempre a la realidad. "Lo que hace diferente a esta película es que en realidad es una historia personal; llegamos a conocer a los chicos muy profundamente", dice Robert Habros, uno de los supervisores de efectos visuales del filme. "Queremos que el público viva la experiencia de Andrew y no que se ponga a pensar en cómo están volando los chicos. El trabajo de efectos visuales tenía que desaparecer dentro de la historia, los personajes y las emociones".

Las secuencias de vuelo de la película eran extremadamente complicadas, y fueron posibles gracias a la magia, no solo de los efectos visuales, sino también de los innovadores mecanismos diseñados por Simon Hansen, un reputado supervisor de efectos visuales que en el pasado trabajó estrechamente con el aclamado realizador Neill Blomkamp. Hansen inventó una serie de técnicas y artilugios que crearon, dice Trank, "la sensación de volar como nunca se ha visto antes en el cine. Realmente es la forma de volar más realista que he visto nunca".

Hansen diseñó una plataforma circular que simulaba la libertad que produce el paracaidismo en caída libre y permitía todo tipo de iluminación interactiva, así como elaborar movimientos en el aire tales como tirabuzones y volteretas. Los realizadores querían que pareciera que los personajes se pasaban todo el tiempo volando.

Los actores se sometieron a un exhaustivo entrenamiento para poder utilizar dicha plataforma. "Desde el primer momento, Josh quería hacer tanto como fuera posible en estudio, en vivo, y con los propios actores haciendo las correspondientes escenas en lugar de los especialistas", dice el productor ejecutivo James Dodson. "Tuvimos que combinar con naturalidad estos fantásticos efectos de acción en directo, que realmente están sucediendo, con las mejoras adicionales que Simon creó digitalmente. Yo creo que algunas de las tomas que podemos ver en la película no se han hecho nunca, todo gracias a esa invisible integración".

La meticulosa preparación, los innovadores artefactos voladores y el complicado trabajo de cámara, todo ello resultaba esencial para el épico tercer acto del filme: una batalla de superpoderes sobrevolando las calles (y el emblemático Space Needle) de Seattle. En esta secuencia no solo se muestran acrobáticas evoluciones aéreas, sino también coches lanzados por los aires, un autobús estrellándose contra un edificio, y una ciudad sitiada. Particularmente, porque la omnipresente cámara de Andrew, ahora destruida, se sustituye por una plétora de dispositivos de grabación que capturan la batalla, incluyendo cámaras de teléfonos móviles, de seguridad y de cajeros automáticos, así como monitores de vigilancia de la policía.

Es un clímax de elevada intensidad, que conduce a una emotiva resolución. Pero ¿qué pasa con el origen de todo esto?, ¿de dónde les vinieron esos poderes? Trank y Landis lo mantienen bastante en secreto, pero el diseñador de producción Stephen Altman disfrutó recreando el lugar donde ocurrió: un escarpado agujero subterráneo, en donde se aloja una cámara que contiene una enorme estructura de roca cristalina, la cual emite unas tenues nubes de luz.

Altman confiesa que crear esta "materia" desconocida fue lo que más le gustó hacer. "No se parece a nada que haya diseñado anteriormente y espero que nadie más haya visto algo así. La idea de Josh [Trank] al respecto era que no se trataba de algo de este planeta. No sabemos si es animal, vegetal o mineral. Quizás es una combinación de las tres cosas. Para diseñar la estructura, tomamos como referencia materiales geológicos, biológicos así como elementos orgánicos e inorgánicos".

Este escenario y lo que sucede después suscitará numerosos interrogantes entre los espectadores; y eso es exactamente lo que los realizadores querían. Max Landis señala: "Josh y yo sabemos lo que ocurrió en esa cueva. Pero nunca tuvimos intención de explicarlo en la película".

Además de los innovadores efectos visuales y artilugios, así como del trabajo de los especialistas, CHRONICLE ofrece unos impresionantes efectos especiales, incluyendo el empleo de gas comprimido para hacer saltar unos 10 metros en el aire a dos vehículos de más de 450 kilos, haciéndolos aterrizar después completamente destruidos. Otra escena que muchos supondrán que está generada por ordenador pero que en realidad fue realizada en estudio, muestra a Andrew levantando ligeramente su brazo y aplastando con sus poderes telequinéticos un coche, que implosiona y se desploma. El coche explotó en el momento justo gracias a unas bombas hidráulicas de casi 10 toneladas de capacidad, que efectivamente engullen el metal y crean un inolvidable y desgarradoramente distorsionado estruendo metálico.

Aplastar coches simplemente pensando en ello. Volar. Disponer del suficiente poder como para arrasar una ciudad. ¿Quién no querría adquirir este tipo de facultades? ¿Quién no querría realizar lo imposible? ¿Qué harías tú, pregunta CHRONICLE, si fueras Andrew, Matt o Steve?

¿Qué serías capaz de hacer tú?


Josh Trank
El director y escritor Josh Trank se dió a conocer en 2009 gracias a la película independiente con gran éxito de crítica “Big Fan”, de la que fue editor. Su corto “Stabbing at Leia’sTwenty-ThirdBirthday” fue toda una sensación en internet, recibiendo más de diez millones de visitas en YouTube.

Criado en un ambiente cinematográfico, ya que es hijo de Richard Trank (ganador de un Oscar por su documental “The Long Way Home” en 1997), es posible que el cine estuviera en el ADN de Josh y desde pequeño mostró su predisposición para hacerse realizador.

Después de terminar el instituto, Josh se dio cuenta que nunca encajaría en un trabajo “normal”. Comenzó a trabajar en el montaje y la producción de una película en Nueva York. A pesar de un durísimo horario durante treinta días y de un salario miserable, ese trabajo le haría decidirse a seguir con su carrera en el cine.