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En tierra de sangre y miel cartel reducidoEn tierra de sangre y miel(In the land of blood and honey)
Dirigida por Angelina Jolie
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Unas palabras de Angelina Jolie
Quería hacer una película que expresara, de manera artística, mis frustraciones con la incapacidad de la comunidad internacional a la hora de intervenir en conflictos en el momento oportuno y de manera eficaz. También quería explorar y comprender la Guerra de Bosnia, así como cuestiones más generales, como las mujeres en los conflictos, la violencia sexual, la responsabilidad por los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad y el desafío de la reconciliación. Fue la guerra más letal que se haya producido en Europa desde la 2ª Guerra Mundial, pero a veces la gente se olvida de la terrible violencia sucedida en nuestros tiempos, en nuestra generación, a nuestra generación". Teniendo esto presente, Jolie empezó a escribir lo que acabaría convirtiéndose en el guión de EN TIERRA DE SANGRE Y MIEL, que acabaría dirigiendo ella misma.


La guerra de Bosnia
Durante casi cinco décadas tras la 2ª Guerra Mundial, la República de Bosnia-Herzegovina formó parte de Yugoslavia, junto a las Repúblicas de Serbia, Croacia, Montenegro, Eslovenia, Macedonia y las provincias semiautónomas serbias de Kosovo y Voivodina. Durante ese tiempo, un rico tejido de identidades étnicas y religiosas convertía a la población de 4 millones de bosnios en una de las más variadas de Europa. Los bosnios musulmanes constituían la mayor parte de la población, seguidos de serbios, croatas y otros grupos. Todos hablaban el mismo idioma y los matrimonios mixtos eran algo corriente.

Tras la muerte en 1980 del mariscal Josip Broz Tito, líder comunista de Yugoslavia en ejercicio desde hacía décadas, empezaron a aflorar las tensiones que se habían mantenido contenidas hasta entonces entre las distintas repúblicas, e incluso dentro de las mismas. A medida que los problemas económicos iban en aumento en Yugoslavia, los líderes nacionalistas fueron ganando poder, entre ellos Franjo Tuđman en Croacia y Slobodan Milošević en Serbia. Milošević procedió a consolidar el control de Serbia sobre el gobierno y el ejército yugoslavos, dejando cada vez más de lado a las restantes repúblicas. Tras el hundimiento de los regímenes comunistas en el resto de la Europa del Este, Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina declararon su independencia de Yugoslavia.

La Guerra de Bosnia estalló en 1992 cuando los serbobosnios, respaldados por el ejército yugoslavo, empezaron a ocupar pueblos y ciudades del este de Bosnia-Herzegovina y sitiaron Sarajevo, la capital, a fin de formar una "República de Serbios" propia que fuera étnicamente pura. Los croatas bosnios, respaldados por Croacia, también intentaron crear su propia república en la parte occidental de Bosnia-Herzegovina, aunque a menudo se aliarían con fuerzas bosnias, en su mayoría musulmanas, contra los serbios. Al principio del conflicto bosnio, llegaría una Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (UNPROFOR) con intención de frenar la escalada bélica, pero no logró evitar que la violencia se propagara.

La guerra se convertiría en el conflicto más devastador en Europa desde la 2ª Guerra Mundial. Entre 1992 y 1995, los enfrentamientos se cobraron las vidas de 100.000 personas aproximadamente y obligaron a más de 2 millones de personas a abandonar sus hogares, para pasar a convertirse en refugiados o personas desplazadas internamente. Siguiendo un patrón de "limpieza étnica", las milicias atacaron y expulsaron a civiles de zonas bajo su control para crear enclaves étnicamente puros. A menudo, separaban a hombres de mujeres y dividían a las familias. Muchos bosnios de todos los orígenes étnicos abandonaron el país; otros fueron hechos prisioneros y fueron víctimas de abusos. En un pueblo, Srebrenica, fuerzas serbobosnias aniquilaron a más de 7.000 hombres y niños bosnios musulmanes. A lo largo de la guerra violaron a entre 20.000 y 50.000 mujeres, muchas de ellas mientras eran prisioneras. Como consecuencia de todos estos actos, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia acabaría acusando a 161 personas de orígenes étnicos diversos de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio durante la Guerra de Bosnia y se convertiría en el primer tribunal en procesar la violación como un crimen independiente contra la humanidad. El último fugitivo del tribunal que quedaba fue capturado en julio de 2011, aunque, a noviembre de 2011, quedan 35 casos pendientes de juicio.

La decisiva intervención militar de la OTAN y la intensa presión diplomática acabó por llevar a un alto el fuego y a la firma de los Acuerdos de Paz de Dayton en 1995. Desde entonces, ha reinado una delicada paz en Bosnia-Herzegovina, pero las divisiones creadas por el conflicto siguen existiendo y continúan los esfuerzos por lograr la reconciliación.


Encontrar las voces adecuadas
Jolie sabía que este proyecto era necesario tratarlo con el debido respeto y delicadeza. "Hablé con gente de los distintos gobiernos, gente de la comunidad internacional, la ONU y periodistas que cubrieron la guerra y les pregunté: '¿Esto es correcto?'. Pero las voces más importantes fueron las de la gente del lugar, los actores. Habían vivido personalmente la guerra. Aunque la gente que había cubierto la historia —periodistas internacionales, políticos internacionales— tenían puntos de vista importantes, la gente que estuvo allí, cuyas familias se vieron afectadas, a quienes dispararon, se vieron convertidos en refugiados, esos eran a quienes me ponía más nerviosa enviarles el guión, y cuya opinión más valoraba".

Una vez asegurados el guión y la financiación, Jolie se dispuso a reunir a los actores más adecuados para cada papel. Siempre había sido primordial abordar el proceso de selección con sensibilidad y delicadeza. "Mientras elegíamos a los actores, hicimos que la directora de 'casting' le preguntara a cada uno por lo que había pasado, por sus experiencias", explica. "Quería elegir a un serbobosnio como actor principal y a una bosnia musulmana o alguien de una familia mixta como actriz principal. También quería gente de Serbia dispuesta a colaborar en el proyecto, no solamente serbobosnios. Me resultaba muy importante que ese país participara artísticamente". Se pidió a gente de todos los credos y condiciones que se unieran para contar esta historia.

El primer actor en incorporarse al proyecto fue Rade Šerbedžija. Šerbedžija interpreta a Nebojsa, el general serbio que ejerce con sus palabras sobre la tradición y el nacionalismo un gran influjo sobre su atormentado hijo, Danijel. Šerbedžija, serbocroata de nacimiento y criado en Zagreb, era especialmente conocido en Hollywood en la década de 1990 por interpretar a villanos extranjeros. Aunque el personaje de Nebojsa ciertamente se hallaba en el espectro de los villanos, Šerbedžija sentía que el personaje tenía más cualidades y mayor calado que la mayoría de las representaciones de soldados serbios durante la guerra. "Me han ofrecido numerosos papeles en películas sobre la guerra de Yugoslavia, y he rechazado bastantes", asegura. Pero el guión de Jolie ofrecía una visión distinta de la guerra. "Angelina me llamó y hablamos", recuerda Šerbedžija. "Me gustó su enfoque del tema y cómo hablaba de ello, sus motivos y su pasión". Para Šerbedžija, el alcance era lo que distinguía a esta película. "Creo que el guión que ha escrito Angelina tiene la profundidad de una tragedia griega, algo muy difícil de encontrar en el panorama cinematográfico actual", explica. "Por eso espero que, al abordar la tragedia desde una perspectiva muy íntima, quizá ayude a la gente a comprender que la guerra no le pasó a unos 'desconocidos en un país lejano', sino a gente como ellos, gente compleja que se vio metida en ella. Podría pasarle también a ellos".

Para el resto del proceso de selección, Jolie decidió mantenerse en el anonimato, a fin de evitar cualquier tipo de ideas preconcebidas sobre el proyecto de los actores que se presentaban a las pruebas. "El reparto no sabía quién estaba tras la película, ni la envergadura de la misma; mi nombre no aparecía en los guiones. Quería saber cómo respondían al material". Zana Marjanović, una bosnia musulmana que interpreta a Ajla, la protagonista de la película, estaba convencida de que el guión era obra de alguien del lugar. "Esas escenas resultaban sumamente auténticas. ¡Estaba casi segura de que tenían que estar escritas por un autor bosnio! Me parecía muy familiar". Una reacción así a la historia de la película era fundamental para Jolie. "Ya había decidido que no haríamos la película a menos que tuviera una reacción positiva por parte de los actores". El actor Nikola Djurićko, un serbio que interpreta al soldado serbio Darko, recuerda su reacción al descubrir que Jolie había escrito el guión e iba a dirigirlo.

"La directora de 'casting' me dijo: 'Le has gustado mucho'", rememora Djurićko. "Yo le pregunté: '¿A quién le he gustado mucho?', y ella me respondía: 'A Angelina Jolie'. Yo le dije, '¡Te estás quedando conmigo!', porque era como que te toque el gordo, ya que, como actor en Belgrado, no esperas recibir una oferta así muy a menudo". Goran Kostić, un serbobosnio que interpreta a Danijel, el soldado atormentado que se ve atrapado entre su amor por Ajla y su lealtad hacia su padre, pensó que era perfectamente lógico que un proyecto así fuera cosa de Jolie. "Cuando me dijeron que el guión era obra de Angelina, me quedé sorprendido, por supuesto. Pensé: '¿Por qué querrá hacer esto?', pero luego me paré a pensar en la temática y en su labor humanitaria y me di cuenta de que quiere ayudar al mundo, así que, naturalmente, esta película encaja perfectamente. Es una evolución natural, el siguiente gran paso de su labor".

Goran Kostić aportó un amplio registro de emociones y una vulnerabilidad que Jolie quería que Danijel poseyera. "Goran puede parecer frío y distante un momento, y sumamente humano y profundamente emotivo un instante después", explica Jolie. El apego de Kostić a su propio padre —además de ser él mismo padre— era vital para captar a Danijel, un hijo fiel que no puede evitar caer bajo el influjo de su dominante padre y sus deseos. "A medida que descubrí más sobre Goran y su historia —su padre, su mujer, sus hijos— me atrajo el hecho de que comprendía lo que suponía ser padre e hijo. Su vida lo ha llevado a comprender lo que es eso, y es algo que se puede apreciar en la pantalla. Tiene una gran presencia. No creo que haya muchos hombres capaces de ser tan abiertos emocionalmente, tan vulnerables".

El personaje de Ajla es una artista bosnia musulmana, una mujer cuya expresividad y ansias de vivir atraen a Danijel. Esas cualidades también la dejan confusa en cuanto a sus sentimientos por él al estallar la guerra. Un individuo tan complejo exigía una interpretación de alguien con una presencia similar a una gran estrella de cine. Para Jolie, Zana Marjanović posee las cualidades cautivadoras propias de una estrella del celuloide. "Cuando llegó la cinta de la prueba de Zana, no puede evitar inclinarme hacia adelante", recuerda Jolie. "Es alguien que te atrae. Tiene una cualidad especial, que muy pocas personas poseen en la pantalla. Irradia un aura de misterio y fuerza que encuentro fascinante e impactante. Es una auténtica mujer. Representa lo que una mujer debería ser. Domina la pantalla sin tener que hacer ni decir nada. Eso era sumamente importante para el personaje de Ajla, porque vive en gran parte en silencio. La actriz tenía que ser tan compleja e interesante que pudieras quedar fascinado con ella con su mera presencia. Zana tiene eso, tuve mucha suerte de poder trabajar con una actriz de un talento tan extraordinario, provista de semejante intensidad de emociones, con las que dota a su personaje en la pantalla".

Jolie no estaba buscando simplemente actores locales, sino gente interesada en ampliar y personificar el material. "Elegí a gente que tenía preguntas excelentes, y elementos de verdad que querían ajustar o añadir; sentían verdadera pasión personal por el proyecto". A partir de esas preguntas, el guión pasó a quedar en manos del reparto. En palabras de Jolie: "Hubo ocasiones en las que me explicaron por qué pensaban que sus personajes no podían hacer algo, o que su personaje tenía que afirmar algo con contundencia. Eso era lo que recordaban, o era lo que su bando opinaba. Con sus propios puntos de vista, lograron darle más equilibrio a ciertos elementos".

Un claro ejemplo de esto para Jolie se encuentra en la escena en la que los guerrilleros bosnios musulmanes discuten qué hacer a continuación. "Los actores bosnios musulmanes plantearon en la escena de la cena la cuestión de que era muy importante que hubiera líneas de diálogo del tipo: 'No odio a todos los serbios. Mi madre es serbia'. Y alguien responde: 'Sí, no todos los serbios, solo los serbios chetnik'. Esas líneas las escribieron los bosnios musulmanes. Era importante para ellos que quedara claro que no ven a todos los serbios como agresores: solamente a un grupo concreto de los mismos. Los bosnios musulmanes necesitaban decir que veían de manera distinta a los diferentes grupos de serbios. Eso me pareció maravilloso. No habría sabido cómo expresar eso mejor". (Durante la Guerra de Bosnia, ciertos serbios nacionalistas adoptaron el término "chetniks", en referencia a las guerrillas serbias de la 2ª Guerra Mundial y épocas anteriores.)

Por último, Jolie esperaba que su reparto —compuesto por serbios, serbobosnios, bosnios musulmanes y serbocroatas— fuera capaz de unirse con verdadero espíritu de colaboración, a pesar de sus diferentes orígenes. "Esta familia se formó a partir de gente que acudió al proyecto con ganas de hablar de ese momento de su historia", explica Jolie. "Acabamos con mucha gente que tenía historias muy concretas sobre lo que les había pasado a ellos durante esa época, y pusimos mucha delicadeza a la hora de contarles con quiénes tendrían que trabajar y que habría que colaborar entre todos. Esperábamos unirlos a todos como artistas para regresar a ese período y mostrarlo de manera fidedigna, entre todos".


Hijos de la guerra
Todos los miembros del reparto de EN TIERRA DE SANGRE Y MIEL se vieron de un modo u otro directamente afectados por lo sucedido en la guerra. Cada uno aportó sus propias historias y experiencias al proyecto y enriquecieron sus personajes y la película con sus propias vivencias.

Zana Marjanović tuvo la suerte de poder escapar a Eslovenia durante la guerra "Nací en Sarajevo y no tenía más que ocho años durante la guerra. Mi padre decidió quedarse en Sarajevo. La guerra supuso una enorme sorpresa y nadie pensó que duraría tanto como lo hizo. Es una de las razones por las que mi madre nos llevó a Eslovenia. Muchos bosnios musulmanes emigraron, pero mi madre creía cada día que la guerra terminaría al día siguiente. Así que esperamos en el país más cercano a que la guerra terminara para poder volver a casa". La idea de que Ajla fuera una artista fue con lo que Marjanović más conectó personalmente. Ser una artista permite a Ajla ser expresiva, compartir su forma de ver el mundo, crear. Le permite estar abierta a nuevas experiencias y nuevas ideas. "Un artista siente y percibe las cosas de maneras muy concretas", señala Marjanović, "y deja que los demás vean su expresión. Me gusta ese tipo de carácter para Ajla. Los artistas son también a menudo personas muy fuertes a la par que delicadas. Y lo mismo podría decirse de Ajla".

Goran Kostić sugiere que es Ajla la que simboliza el futuro, mientras que Danijel está atrapado en el pasado. "Ella es todo lo que él no es", explica Kostić. "Ajla es la creativa, es la que ve el mundo. Danijel siempre se contiene y ella siempre está intentando avanzar. Él se siente atraído por el valor y la energía que ella tiene".

Jolie ve a Ajla en una situación precaria y casi imposible. "Hay un momento en que Danijel representa la seguridad. Y hay un momento en que tiene que decidir si todavía es posible redimirlo o es simplemente su enemigo. Se encuentra en una situación muy distinta y su forma de maniobrar para lograr ocupar una posición de ventaja acaba convirtiéndose en la partida de ajedrez de la película".

Goran Kostić, que es serbobosnio, tenía una relación directa con la guerra y con el personaje de Danijel. "Hasta el último Kostić desde el principio de los tiempos ha sido militar. Soy el primero en romper esta tradición. Si no eras general al cumplir los 45, no eras nadie en mi familia. Tenía una clara opinión al crecer de lo que se suponía que debía ser. Llegaron a aceptarme incluso en la academia militar, pero lo rechacé".

"Nací y me crié en Sarajevo. Me marché a Londres al cumplir los 20, un año antes de empezar la guerra. Por aquel entonces, el comunismo estaba cayendo y, económicamente, Yugoslavia era bastante fuerte. Allí existía una próspera clase media. Así que, tras el comunismo, había una emocionante sensación liberal de libertad en el aire. Mientras estaba en Londres, estalló la guerra. Todo ese sentimiento se desvaneció de la noche a la mañana. Mi novia de entonces, que ahora es mi mujer, estaba conmigo. Los dos nos dimos cuenta de que no podíamos volver a casa porque no había una casa a la que volver".

Quedar separado de su familia hizo su situación mucho más difícil a medida que se prolongaba la guerra. "Fue horrible. Los dos primeros años, sentía un extraño vacío en mi interior. Trabajaba de camarero por entonces, pero era todo muy mecánico. Mi mente estaba en otra parte. Llegó un momento en que sabía exactamente cuándo emitían las noticias cada cadena británica. Tenía que estar pendiente de las noticias las 24 horas del día. Me metía en habitaciones vacías de hotel para ver las noticias y saber qué estaba pasando en Bosnia. Gracias a Dios, mi familia logró salir sin que muriera nadie ni perder ninguna de nuestras posesiones. Recuerdo hablar con mi madre por teléfono. Podía oír las bombas a lo lejos. Lo único que podía decir era: 'Mamá, cuídate mucho'. Fue el mismo fin de semana de un atentado con bomba en Londres. Y mi madre va y me dice: 'Hijo, cuídate mucho'. ¡No sabía si llorar o sonreír! Fue la primera vez que tuve que preguntarme: '¿Qué debería hacer? ¿Quién soy, como hombre, como hijo de un oficial serbio? ¿Debería luchar? ¿Por quién debería luchar?', pero nunca conseguí tener una respuesta que me convenciera realmente. Al final, me di cuenta de que lo mejor que podía hacer era mantenerme al margen. Nada bueno podía salir de luchar".

Puede que no luchara, pero Kostić asocia claramente sus propios conflictos con los de Danijel. "Nunca tomé parte en la guerra, pero Danijel tampoco participa de buen grado", observa. "No es lo bastante fuerte para negarse a luchar. No controla su propio destino. Es prisionero de sí mismo y de sus circunstancias". Angelina Jolie señala lo mucho que controlan a Danijel las fuerzas que lo rodean. "Por la naturaleza de su familia y de la guerra, se encuentra en una posición de la que no es lo bastante fuerte para escapar ni para rechazarla, y no sabe bien cómo manejarla. Sabe que algo no está bien. Como él dice, reconoce a la gente. Le cuesta ver un enemigo en alguien con quien fue al colegio. Pone en tela de juicio la guerra, pero nunca es capaz de ir más allá de esas dudas".

"Danijel nunca llegó a convertirse en un hombre de verdad, en un hombre libre", explica Kostić. "Si todos hubiéramos tenido la fuerza de no participar, quizá la guerra nunca su hubiera producido. Se deja presionar y empujar por la historia, por la tradición, por su padre. No se molesta en protegerse de esas fuerzas oscuras que lo dominan. Puede que no apriete el gatillo inicialmente, pero es tan culpable como los que lo hicieron".

La incapacidad de Danijel de actuar con la más mínima voluntad propia acaba afectando a sus propias ilusiones sobre su relación con Ajla. "Danijel finge que llevan una especie de vida normal juntos", comenta Kostić, "pero se va desmoronando a medida que pasa el tiempo. Sigue la línea de cómo va degenerando la humanidad en Bosnia por aquel entonces. Empieza siendo algo puro y por amor, para luego empezar a retorcerse y convertirse en algo más oscuro. Danijel empieza sintiéndose protegido con Ajla del mundo exterior. Es como una madre para él pero, con el tiempo, deja de ser cuestión de amor".

Zana Marjanović reconoce el conflicto y la presión que la relación ejerce en las decisiones de Ajla. "Se siente constantemente en conflicto. No se enamora del enemigo; está enamorada y, más adelante, esa persona se convierte en su enemigo. No hay un único momento en el que ella 'se transforme', sino que va evolucionando poco a poco a lo largo de la película. Ajla posee en todo momento un sentido de la justicia, aunque sus decisiones sean emocionalmente muy duras. No hay nunca ningún odio ni sentimientos de venganza, pero sabe que sus actos son los correctos. Se trata de sacrificar algo que amas por un bien mayor".

El personaje de Lejla sirve de sostén emocional para las propias decisiones de Ajla. Lejla es la hermana que ha quedado atrapada en Sarajevo, luchando contra el ejército serbio y llorando la muerte de su hijo. La actriz que interpreta a Lejla, Vanesa Glodjo, se puede identificar con la situación de Lejla. Ella también vivió siendo adolescente el sitio de Sarajevo. "Vivía en el frente y tenía que ir cada día andando hasta el colegio entre los francotiradores", recuerda. "Era hora y media en cada sentido, cada día. Pasamos cuatro años atrapados. No podíamos abandonar la ciudad. Por suerte, teníamos un pequeño jardín, así que pudimos comer cosas distintas durante la guerra. Quería ser actriz antes de que todo empezara, pero la guerra dio al traste con esos planes durante un tiempo".

Puede que Glodjo viviera muy de cerca la brutalidad del sitio, pero eso no la ayudó a comprender lo que sucedía a su alrededor. "La guerra se ve de manera completamente distinta desde dentro que desde fuera. En realidad, sabíamos menos que la gente de fuera. Lo único que vivíamos eran las granadas y los bombardeos. Las noticias estaban muy limitadas para evitar que cundiera el pánico entre la gente. Al principio, todos pensábamos que duraría 15 días o algo así. Poco después, nos dimos cuenta de que se podía morir de verdad. Cuando empezó, parecía que estuvieras en una película bélica. Pero, cuando empezamos a darnos cuenta de la seriedad del tema, lo único que sentimos fue miedo".

Glodjo conocía a una vecina cuyo bebé había sido asesinado y su reacción emocional fue de gran ayuda a la hora de decidir cómo interpretar a Lejla. "No lloró durante un mes. Se veía incapaz de reaccionar. Pero luego, se pasaba las noches llorando a lágrima viva. Después, se pasó un año entero llorando". La propia Glodjo también resultó herida durante la guerra.

Marjanović señala cómo cambian los papeles en la relación entre las dos hermanas, Ajla y Lejla. "Ajla y Lejla cuidan la una de la otra. Ajla cuida del niño para que su hermana se pueda dar una ducha. He podido comprobar en mi propia vida familiar que las madres jóvenes no tienen tiempo ni para cosas así. Ajla, como hermana menor, ve a su hermana mayor casi como una madre. Pero entonces se ve obligada a crecer y acaba cuidando de su hermana mayor hacia el final de la película".

Rade Šerbedžija interpreta a Nebojsa, el general serbio cuyo afán por la guerra surge de su propio y retorcido sentido de la historia, actitud que utiliza para controlar a su hijo, Danijel. Šerbedžija es en parte serbio, pero nació y se crió en Croacia, que vivió su propia guerra en 1991. "Yo trabajaba en todas partes en Yugoslavia", recuerda. "Creativamente, era muy feliz. Tenía una buena vida. Entonces empezaron las tensiones y adopté una clara postura contra el nacionalismo y la guerra. Acudí a mítines por la paz, hablé, canté y acabé convirtiéndome en enemigo de todos los políticos nacionalistas".

"Buena parte de mi familia fue masacrada por nazis croatas durante la 2ª Guerra Mundial. Mis padres nunca permitieron que eso me marcara, al contrario, me educaron para amar. He conocido a individuos parecidos a Nebojsa. Quedé profundamente afectado cuando supe qué postura habían adoptado para con la guerra y hacia dónde se dirigían. Algunos veían la guerra como una oportunidad de cambiar sus vidas y empezar de nuevo. A otros simplemente los cegaba el nacionalismo".

Šerbedžija estaba en Bosnia cuando estalló la guerra y destruyó su reputación en la región. "Me quedé dos semanas en Sarajevo tras el inicio de los combates, pero luego tuve que volver a Belgrado, donde mi mujer estaba a punto de dar a luz. Así fue como comenzó nuestro exilio. Era un 'traidor y un enemigo', tanto en Croacia como en Serbia, por expresar públicamente mi opinión contra la guerra. No quería ponerme de parte de ningún país. Estaba de parte de la humanidad y de la paz, pero eso era muy impopular en aquel momento".

Para Šerbedžija, Nebojsa es tan esclavo de poderes superiores como el propio Danijel. "Su perspectiva está sumamente marcada por un trauma de su infancia y probablemente por ser una persona infeliz en general", comenta. "Está obsesionado con la mitología y el pasado, como les pasó por desgracia a muchas personas. Sigue pensando en lo que unos musulmanes le hicieron a su familia en la 2ª Guerra Mundial. Podemos ver lo infeliz que es Nebojsa. Por grandes que sean sus heridas, no sirven de justificación para pretender vengarse de gente inocente 60 años más tarde".


Construir una visión
Como directora novel, Jolie quería contar con un equipo de gran talento tras las cámaras que ayudara a crear una atmósfera de trabajo cómoda y relajada. "Quería a buena gente en torno a este reparto y esta temática", explica. "Quería gente con corazón que quisiera hacer esto por los motivos adecuados".

El primer paso fue buscar al productor que se preocupara por el proyecto tanto como ella y, para Jolie, ese era Graham King. "No creo que nadie más que Graham lo hubiera hecho", asegura. "Es una temática que se sabe sobradamente que no es nada popular, especialmente en el cine. Financieramente, no ha sido un tema nada lucrativo para los productores. Elegí a Graham porque ya había trabajado antes con él. Es una persona muy directa, que no se anda con tonterías y sabía que me diría las cosas tal cual las viera. Hablaríamos las cosas cara a cara. Si tuviéramos que discutir algo, llegaríamos juntos a una conclusión. No habría 30 ejecutivos a los que contentar".

Uno de los primeros miembros del equipo con los que se puso en contacto fue su director de fotografía, Dean Semler. Semler, australiano de nacimiento, ha acumulado un impresionante currículum en Hollywood, que incluye un Oscar® en 1991 por filmar "Bailando con lobos". Jolie trabajó con Semler en "El coleccionista de huesos", y han mantenido desde entonces una amistad. "Le escribí, preguntándole si había leído el guión y si podría recomendarme a alguien a quien pudiera llamar para trabajar en esto", recuerda Jolie. "Supuse que simplemente me daría una lista de nombres que irían bien para la película, pero entonces me dijo: 'Yo lo haré'. No me lo podía creer".

Semler estaba encantado de formar parte de un proyecto tan íntimo. "He rodado muchas grandes producciones de Hollywood", observa. "Me pareció maravilloso leer un guión que estaba en el polo opuesto de todo eso. Me enamoré del guión la primera vez que lo leí".

Conseguir el aspecto adecuado era algo de importancia primordial, una forma de mantener la autenticidad. "Angie me mostró muchas fotografías como referencia", recuerda Semler. "Resultó muy inspirador ver qué aspecto quería que tuviera la película. Sabe lo que quiere y me dirá exactamente qué aspecto quiere que tenga". Jolie sabía que el talento sumamente versátil de Semler lograría encontrar el equilibrio adecuado entre belleza y destrucción. "Tiene muchísimo talento, puedes fijarte en varias de sus películas y ninguna se parece a las demás", explica. "Dean posee una gran seguridad y facilidad. Sabía que haría que quedara precioso sin hacerlo tan bonito que resultara poético y no real. Sabía que reflejaría algo dotado de elegancia, pero no tan exagerado que hiciera que la fotografía te distrajera. Aunque tenía que poseer cierta belleza. Hablamos mucho del hecho de que no había electricidad durante la guerra. Tuvimos que trabajar mucho con una sola bombilla, o ventanas, con una sola fuente de luz. Nos inspiramos en Vermeer y Rembrandt, cualquier cosa que se nos ocurriera que nos ayudara con el reto que suponía la falta de luz. No es una película muy cara pero, tal como la ha filmado él, consigue que parezca que ha costado mucho más de lo que lo hizo en realidad".

Jolie había trabajado recientemente con el diseñador de producción Jon Hutman en "The Tourist", una película que tenía un enfoque muy distinto del diseño de decorados. Pero sabía que su relación de trabajo sería la adecuada para EN TIERRA DE SANGRE Y MIEL. "Nunca había hecho una película bélica", señala Jolie, "y de repente se encontró rodeado de escombros. Acabábamos de terminar 'The Tourist', donde todo era bonito, ¡y aquí estaba cubierto de barro! Fue estupendo trabajar con él". A Hutman le encantó la naturaleza de esfuerzo común del proceso de producción. "Las mejores colaboraciones que he tenido con directores son aquellas en las que vienen con la película entera en la cabeza. Angelina llegó al plató sabiendo lo que quería, pero siempre estaba abierta a sugerencias e ideas, sin perder en ningún momento el rumbo".

La diseñadora de vestuario Gabriele Binder aportó mucha visión en lo referente a la autenticidad de la época y del lugar, algo que Jolie apreció enormemente. "Creo que el vestuario es uno de los elementos más incomprendidos del cine", explica Jolie. "La gente suele recibir reconocimientos por un vestuario estupendo de una historia de época o un gran drama, algo que llama mucho la atención. Pero creo que lo más difícil de hacer, sin ninguna duda, es lograr que algo parezca real".

Binder se muestra de acuerdo: "Intentamos acercarnos a la gente que vivió la guerra, a su realidad", observa. "Captó los colores de la época, de la Yugoslavia de los años 90", afirma Jolie. "Elegimos colores para cada personaje que son tan sutiles que quizá ni siquiera se noten". Binder recuerda: "Conocía a mucha gente de la zona de Bosnia que se mostraron encantados de enviarme materiales para que pudiera entender mejor su ropa. Se nos ocurrió una idea sobre lo que queríamos hacer con el color. Intentamos ceñirnos a los azules y marrones, algo muy propio de la Europa del Este. No es necesariamente bonito a primera vista pero, a medida que lo vas viendo, te sientes atraído". Jolie agrega: "Esperemos que parezca ropa de gente de verdad, a juego con personalidades de verdad". Para lograrlo, Binder pasó mucho tiempo con cada uno de los actores, con la intención de crear un vestuario específico para sus respectivos personajes. "Gabriele habló con todos los actores con tanto detalle que hasta el último de ellos, por pequeño que fuera su papel, tuvo ocasión de aportar algo en cuanto a quiénes eran y por qué vestían como lo hacían. Eso es muy, muy difícil. En los uniformes militares, por ejemplo, todos llevan la misma ropa y a veces puede parecer que no encaja con la persona que la lleva, puede parecer demasiado nueva, demasiado reluciente. Gabriele logró superar todos esos obstáculos. Creo que es extraordinaria".

Semler, Hutman y Binder han quedado todos maravillados por la naturaleza tan colaboradora de Jolie pero, para ella, ese instinto le resulta perfectamente natural. "Llegaba al rodaje cada día tan agradecida y asombrada de verme rodeada de gente tan extraordinaria y con tanto talento. Habría sido una tontería no dejarles ayudar a orientar el proceso", asegura. "Creo que eso es lo más maravilloso del cine: el trabajo en equipo. Nunca lo vi tan claro como actriz, porque el reparto está separado del resto del equipo. Emocionalmente, estamos en un lugar en el que necesitamos mantenernos. Vivimos en un segundo mundo, el mundo dentro de la producción. El equipo de rodaje trabaja como una unidad, realiza un esfuerzo común. Nos inspiramos unos a otros, nos emocionamos con las ideas de los demás. Es la parte más divertida del proceso creativo. Es maravilloso ser una persona creativa, pero jugar, experimentar y aprender con otros es lo que realmente queremos todos. No podría concebirlo de otra manera. Todas las personas que trabajaron en esa película me han enseñado mucho".

Jolie quería que todos se sintieran tan cercanos y familiares como le fuera posible y reconoció que las distintas emociones que conllevaban las relaciones de cada personaje exigirían enfoques diferentes. "Rade y Goran tendían a ensayar", recuerda. "Querían ensayar. Lo habían hablado y era su forma de trabajar, y a mí me parecía bien. Me pareció que, cuanto más tiempo pasaran juntos y mejor llegaran a conocerse, más familiaridad habría. No fue algo exhaustivo, pero así era su método". Goran Kostić sintió esa familiaridad en cuanto Rade Šerbedžija y él empezaron a trabajar juntos. "Es un actor tremendo, con una enorme trayectoria profesional. Sentí esa relación padre-hijo en cuanto conocí a Rade. Sentí un gran respeto por él. Pasábamos una hora ensayando antes de rodar una escena. He trabajado con muchos actores de esa generación y nunca ensayan. Rade es diferente".

"Con Zana y Goran, sin embargo, no ensayamos", comenta Jolie. "Queríamos que se sorprendieran el uno al otro. A menudo, uno de ellos tenía información que el otro desconocía. Podían encontrarse realmente en la situación de observarse en busca de información. Queríamos que siempre existiera esa especie de partida de ajedrez entre ellos. Nunca intenté que se sintieran demasiado cómodos juntos. Quería que se mantuviera cierta distancia entre ellos para que no estuvieran seguros". Goran Kostić opinaba de manera similar. "La verdad es que no quiero saber qué piensa o siente Ajla cuando Danijel no está allí", explica. "Dotó a nuestra relación de cierta dinámica. Sabía lo que Ajla le contaba a Danijel, pero más allá de eso... Cuanto más nos metimos en ello, mayor confianza sentíamos como actores. Había confianza en nosotros".

Zana Marjanović también sentía esa fuerte confianza. "Los tres —Goran, Angelina y yo— trabajamos en equipo. Desde el primer día, parecía que nos conocíamos desde hacía mucho tiempo, que éramos muy buenos amigos. Como en cualquier película, tienes que sentir la confianza de tu compañero. Nunca perdimos esa confianza entre nosotros. Una vez tienes eso, todo lo demás puede ir mucho mejor".

Un importante ejemplo para Jolie fue la escena en la que Danijel descubre que Ajla ha sido violada. "En esa escena sabía, como intérprete, que si me veía obligada a hacerla por partes y durante demasiado tiempo, me agotaría y empezaría a ser demasiado consciente de mi conducta; sería muy dolorosa y no quedaría tan natural. Nos aseguramos de que estuviera todo listo ese día, que las cámaras y las luces estuvieran preparadas, para que Goran y Zana pudieran hacerla entera de un tirón. Hay un corte en el montaje, pero la rodamos en una sola toma. Llegué y les dije: 'Vamos a hacer esto con un poco de suerte dos veces y esperemos que con eso sea suficiente. Sé que es frío, y que será muy difícil, pero si lográis meteros en ello, sentirlo y darme todo lo que tengáis, no tendré que haceros repetirlo 30 veces. Será cosa nuestra acercarnos a vosotros, movernos a vuestro alrededor, darle forma con la cámara y el montaje. Pero, ahora mismo, dadme todo lo que tengáis'. Nos pusimos manos a la obra esa mañana y fue una mañana muy complicada, física y emocionalmente, para los dos. Pero, después, se acabó".

El rodaje en exteriores se realizó en Budapest, Hungría. "Queríamos rodar en Sarajevo, pero la ciudad ya no tiene el aspecto de entonces", explica Jolie. "Ninguna parte de Bosnia lo tiene, en realidad, a excepción de unos cuantos edificios llenos de agujeros, porque, por suerte, se ha recuperado físicamente. Budapest tenía mucho espacio libre donde rodar y la arquitectura y el paisaje tenían un aspecto muy similar. Para cuando fuimos a rodar nuestra película, inauguraron un estudio. Era un lugar estupendo para rodar. Pero era importante incluir planos que fueran auténticamente de esa zona. Estuvimos varios días de rodaje en Bosnia, como en la secuencia inicial de la película —muchos planos generales y planos de fondo. Queríamos que se pudiera apreciar la belleza del país, el paisaje real".

Jolie buscó al compositor Gabriel Yared para que trabajara en la banda sonora. Yared recibió un Oscar® en 1997 por componer la música de "El paciente inglés". "Siempre me había gustado la música que había oído de Gabriel en bandas sonoras anteriores", asegura. "Aporta una música que resulta muy natural de la región en la que se ambienta el filme. Es un compositor muy clásico y me pareció que era lo que necesitaba la película. Es, evidentemente, uno de los compositores con más talento que hay. También posee una gran profundidad de emoción. Encuentro su música muy conmovedora".

El método de Yared es bastante insólito en el mundo de las bandas sonoras cinematográficas. "Su proceso empieza por involucrarse desde muy pronto", explica Jolie. "Vino al rodaje y pasó por los lugares en los que tenía lugar la música. Se sentó con los actores y comprendió sus sentimientos. Pasó tiempo en privado con ellos, hablando de sus personajes y de sus vidas. Luego se marchó para meditar sobre toda la obra en su conjunto. Y entonces empezó a enviarme cosas poco a poco mientras yo montaba. Cuando recibí 'When the Heart Dies', la última canción, estaba en la sala de montaje ese día. Me dijo: 'Vete tú sola y escúchala bien alta'. Me fui a mi coche y me quedé impresionada. Era perfecta. Le reconocí que se me saltaron las lágrimas".

La colaboración de Jolie con la montadora Patricia Rommel fue increíblemente estrecha. "Patricia es una montadora maravillosa y extraordinaria. Es una persona perfecta para trabajar. Tiene un gusto excelente y una paciencia asombrosa. Trabajamos en todo momento juntas. No me marché. Nos mantuvimos codo con codo durante todo el proceso". Cuando terminamos el primer montaje preliminar en inglés, todos quedaron un poco sorprendidos. "Nuestro primer montaje con todo el material duraba cuatro horas y media. Según parece, eso no es nada bueno. Teníamos un guión de 95 páginas, un mínimo presupuesto y un montaje inicial de cuatro horas y media. No alcanzaba a adivinar cómo podía haber sucedido pero, tras meses en la sala de montaje, Patricia y yo logramos reducirlo a una duración más manejable de dos horas".


Cicatrizar heridas
Podría decirse que la misma existencia de EN TIERRA DE SANGRE Y MIEL —una película en la que actores serbios, serbobosnios, bosnios musulmanes y serbocroatas colaboraron todos juntos en espíritu familiar y de comunidad— ofrece una réplica de lo que representó la guerra, o sea, conflictos y divisiones etno-religiosas. Crear esa sensación de armonía preocupaba de entrada a Jolie pero, en el primer día de rodaje, tuvo ocasión de presenciar un momento intenso y alentador. "La primerísima escena que rodamos fue una de las más fuertes de la película. Es la escena en la que hacen bajar a las mujeres del autobús y las meten en el colegio. ¡Esa era nuestra primera escena! Me desperté esa mañana aterrada, pero tienes que animarte para superar ese miedo".

"Era mucho para el primer día. Esa escena sigue siendo uno de los momentos más emotivos de todo el filme. Era la primera vez que esos actores se juntaban para hacer una secuencia. Los hombres están sacando a las mujeres del autobús. Nadie se conocía. Los soldados estaban interpretados fundamentalmente por serbios y serbocroatas, mientras que las mujeres principales estaban todas interpretadas por bosnias. Las mujeres no conocían a los hombres que les estaban arrancando las joyas y los abrigos. Entonces pasamos a la escena de la violación. Era tan fuerte emocionalmente que iba a lograr uno de dos posibles resultados: o pasábamos todos por un mal momento o nos unía a todos para concentrarnos en lo que realmente importaba de la película. Nos sumiría en una cierta realidad. Se crearía un vínculo entre todos porque, si podíamos sobrevivir a ese día, podíamos sobrevivir a cualquier cosa. Pero, después del almuerzo, vi a dos mujeres abrazándose. La primera vez que mandé cortar, el hombre que interpretaba al soldado que viola a la mujer abrazó a la actriz que interpretaba a la víctima para asegurarse de que estuviera bien. Todos los hombres que habían arrancado las joyas y los abrigos de las mujeres lo recogieron todo sobre la marcha del suelo y volvieron a vestir ellos mismos a las mujeres. No lo hizo el departamento de vestuario, lo hicieron ellos. Eso fue el principio. Esa mañana, viendo lo que había que hacer y lo que había que pedir a la gente que se había encontrado en bandos opuestos del conflicto, pedirles que se unieran para hacer esto juntos... fue algo increíble".

La producción de EN TIERRA DE SANGRE Y MIEL sugiere que es posible cicatrizar las heridas y que es necesario recordarle al mundo los peligros de la ideología etnocéntrica y nacionalista. Goran Kostić espera que la película sirva para bien. "Espero que sirva como base para comprender lo que sucedió entonces", sugiere Kostić. "Es necesario volver a contar esas historias una y otra vez. Las generaciones más jóvenes no saben lo que pasó. Si no volvemos a examinar estos hechos, las cosas no cambiarán. Lo sucedido quedará olvidado, aceptado. Es importante que estas historias se vuelvan a contar cada tres, cinco o siete años, y de la forma más dura posible. Debemos recordar a las generaciones más jóvenes las cosas que han sucedido antes. De este modo, cuando decimos: 'Nunca más', sabemos lo que verdaderamente significa ese 'nunca más'. Si una persona es capaz de perdonar por esta película o si 10 niños comprenden en un futuro algo de manera positiva sobre este período de nuestra historia, habremos logrado un auténtico éxito".

Para Angelina Jolie, el éxito de la película es atribuible a aquellos que ayudaron a hacerla, aquellos que vivieron y sobrevivieron a esos terribles acontecimientos. "No es cuestión de lo que yo he conseguido, sino más bien de lo que el reparto ha conseguido al hacer este proyecto juntos. Ese mensaje de unidad y de deseo de un futuro pacífico que envía el reparto es lo que marcará la mayor diferencia".