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Cautiva cartel reducidoCautiva(Captive)
Dirigida por Brillante Mendoza
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Sección oficial del Festival Internacional de Cine de Berlín 2012.

Brillante Mendoza, asiduo de festivales internacionales y autor de películas como Lola, Kinatay o Serbis, dirige este drama franco filipino, protagonizado por una de las grandes actrices francesas Isabelle Huppert (Una mujer en África).


Comentarios de Brillante Mendoza

El origen de la película
Los acontecimientos descritos en CAUTIVA se basan en varios secuestros que tuvieron lugar en Filipinas, como el secuestro en el hotel Dos Palmas de Palawan en 2001, llevados a cabo por el Abu Sayyaf Group (ASG) y otras organizaciones separatistas parecidas. Los informes oficiales varían, pero durante el transcurso de más o menos un año hubo numerosas incursiones y aproximadamente cien personas fueron secuestradas a cambio de un rescate. Imaginé toda la historia de CAUTIVA como un único acontecimiento. Escribí el guión después de documentarme en profundidad acerca de varios secuestros, yendo a los lugares donde ocurrieron, hablando con testigos, cautivos, miembros del ejército y otras personas que vivieron esa crisis.

El recorrido
El recorrido de los secuestrados es similar al que tuvieron que realizar las personas raptadas en el hotel Dos Palmas. La película empieza con el secuestro de varias personas en un hotel de playa; a partir de ese momento, he intentado describir los acontecimientos con la mayor fidelidad posible. El grupo es llevado a la isla de Basilán, al sur de Mindanao, en un barco de pescadores. La travesía de cientos de kilómetros por el mar de Sulu durará varios días. En la ciudad de Lamitán, el ejército acaba asediando el refugio de los secuestradores después de un error en las negociaciones. Los rehenes son obligados a adentrarse en el parque nacional Basilán, una región selvática y montañosa en el centro de la isla, donde deberán moverse constantemente para evitar los ataques del ejército.

Por razones de seguridad y de logística no rodamos en Palawan, Lamitán, Basilán o cualquier zona de Mindanao donde tuvieron lugar los hechos. Rodamos durante 25 días en varios sitios dentro y alrededor de Luzón, incluido mi jardín en la Manila Metropolitana.

Un rodaje lineal
Rodé la película en orden secuencial, empezando con el hotel en la playa, seguido de la travesía por mar y el asedio del ejército al hospital, hasta los constantes cambios de campamento en las montañas, pasando por los numerosos ataques. Lo hice porque quería que los actores sintieran el miedo y la esencia del secuestro. Quería que experimentaran al máximo lo que significa un rapto y lo que ocurre durante el cautiverio. Me fue posible rodar en orden cronológico cambiando ligeramente el desarrollo de los hechos para que encajaran con las localizaciones. Al igual que en mi película anterior, el enfoque es documentalista. Es un rodaje directo, de acuerdo con el nivel de realismo que ofrece el material. Escogí una Alexa de última generación, una cámara de alta definición, por la comodidad y la exactitud, sobre todo en las escenas del barco en alta mar y en las persecuciones por la selva.

Separación de los actores
Antes de que empezara el rodaje, separé a los actores que encarnaban a los miembros de Abu Sayyaf de los que darían vida a los rehenes. Lo hice porque deseaba levantar una pared cultural entre los dos grupos. Isabelle Huppert, al igual que el resto del reparto, no conoció a los “separatistas” hasta el primer día de rodaje, exactamente cuando ocurre el secuestro. Se vieron por primera vez vestidos y maquillados para la escena.

Isabelle Huppert como Thérèse Bourgoine
La actriz Isabelle Huppert es Thérèse Bourgoine, una voluntaria que trabaja para una ONG en Palawan. Añadí el personaje a la historia para tener otro punto de vista del funcionamiento del ASG y del secuestro. Aunque el personaje es inventado, las experiencias de Thérèse durante el secuestro están basadas en los numerosos testimonios que recabé en el proceso de documentación. Las observaciones de Thérèse nos dan pistas en cuanto a la identidad de sus captores, su interpretación del Corán, sus ambiciones, sus miedos, sus debilidades.

Todo el mundo es cautivo
El Abu Sayyaf Group está formado por separatistas islámicos que opera en el sur de Mindanao, en Filipinas. Desde su fundación en los noventa, el ASG dejó claro que luchaba por la formación de un Estado independiente en el país. Ha reivindicado numerosos secuestros, atentados, asesinatos y extorsiones.

Mi descripción de los secuestradores no es unidimensional. Son personas normales, como cualquier otra. A veces pueden ser divertidos; otras, mostrarse enojados y violentos, e incluso compasivos en algunas circunstancias. Como cineasta, siempre me esfuerzo en trabajar como lo haría un periodista. Intento mostrar la mayoría de lados posibles de la situación, sin tener en cuenta mis opiniones personales. Un cineasta no debe interferir con la verdad. Aunque la verdad vaya en contra de la filosofía del realizador, debe mostrarla tal cual.

Sea como sea, no es mi intención defender al Abu Sayyaf Group y su causa, ni tampoco intento justificar nada con la película. CAUTIVA no trata de la lucha del ASG, sino de seres humanos, de sus miembros, de los rehenes, incluso del ejército como brazo armado del gobierno o del llamado “orden establecido”. Creo que queda patente en la película por qué escogí ese tema. A pesar de la controversia y del conflicto aún sin resolver, CAUTIVA muestra algo más del panorama general y que todos somos cautivos de nuestra propia causa.

Controversia y conflicto
Tanto en el caso del hotel Dos Palmas como en otros secuestros, se acusó a los políticos y a los militares de estar confabulados; los medios distorsionaron la verdad y se filtraron ciertas informaciones al extranjero. Nunca se realizó una declaración oficial acerca del rescate, pero se rumoreó que algunos políticos y oficiales filipinos salieron bien parados del controvertido rescate.

El Abu Sayyaf sigue activo en Mindanao, al sur de Filipinas, una región con muchos recursos naturales que no se da por vencida. Desde que llegaron los colonizadores españoles en el siglo XVI para instalarse en casi todo el archipiélago, hasta el momento actual en que los imperialistas estadounidenses se empeñan en mantener bases militares e imponer su autoridad en la región, Mindanao y sus gentes están atrapados en una red hostil. Al igual que en los ricos Oriente Próximo y Oriente Medio, donde la crisis aparece y desaparece según la disponibilidad de petróleo, lo que realmente interesa de las fuerzas beligerantes son las riquezas naturales de Mindanao. En Filipinas domina una mano invisible que usa y abusa del pueblo para sus propios fines. Lo sabemos, lo notamos, lo vemos, lo olemos y lo oímos.

CAUTIVA habla de la supervivencia en condiciones muy duras y en situaciones incontroladas.

La orquestación de los tiroteos
Los tiroteos fueron orquestados de forma que se parecieran lo máximo posible a auténticos encuentros entre el ejército y el ASG, gracias al asesoramiento de especialistas de ambos bandos. Mezclamos varias docenas de soldados con actores para encarnar al ejército manejando armas auténticas con balas de fogueo. Es mucho más fácil conseguir que soldados profesionales con sus armas habituales actúen delante de la cámara con naturalidad, en vez de enseñar a actores a comportarse como soldados. Sin embargo, algunos actores tuvieron que pasar por un entrenamiento militar para parecer soldados de verdad. Varios especialistas con experiencia les enseñaron cómo moverse de forma adecuada y no hacerse daño en las caídas.

En el mar
Las escenas en el mar se rodaron durante cinco días. Nos alejamos de la costa y a menudo había olas bastante fuertes y me mareaba.

Fueron días agotadores, física, mental y emocionalmente, para todos los participantes.

Es complicado rodar en un barco, sobre todo en alta mar, porque se mueve constantemente. Antes de que nos diésemos cuenta, la corriente había separado los barcos y era imposible filmar la escena.

En una de las escenas más difíciles y quizá más peligrosas de rodar, debíamos asegurarnos que no se viera la costa para dar la sensación de alejamiento y desesperación de los rehenes. En lo que se refiere al ángulo de la cámara, solo nos quedaba seguir el sol y entregarnos al momento.

Utilizamos varias cámaras, incluidas las de las tomas aéreas. También fueron necesarios varios barcos, además del que lleva a los rehenes. Los barcos de apoyo, entre los que había uno de la Guardia Nacional, estaban a una distancia suficiente como para no interferir en la filmación y lo bastante cerca como para apoyarnos y ayudarnos si fuera necesario.

Música tradicional
La banda sonora se basa en música musulmana tradicional de Mindanao, aunque usada con moderación. Escogí este tipo de música por su sonido único procedente de los dos instrumentos indígenas más usados, el agong (un xilofón a base de gongs) y el kulintang (un instrumento de cuerda).

Vida y supervivencia
Quise incorporar numerosos detalles en la película que tuvieran mucho que ver con la vida y la supervivencia. La escena del nacimiento de un niño estaba en el guión. Como parte del asedio del hospital en Lamitan, en un incesante tiroteo entre el Abu Sayyaf Group y el ejército, el nacimiento es un recordatorio de la perpetuación de la vida. Rodar la escena de la serpiente comiéndose al pollo nos llevó mucho tiempo. Esperamos durante horas para filmar el momento exacto y captar el lento proceso del engullimiento. La araña y su tela representan la cautividad en todas sus formas y se rodó en el jardín de mi casa en la ciudad de Mandaluyong, en la Manila Metropolitana.

El sarimanok
El sarimanok es el pájaro legendario de los maranao de Mindanao. Se le describe con alas muy coloridas y una gran cola, y se dice que simboliza la buena suerte. Supuestamente, el sarimanok procede de una leyenda islámica y representa, con su brillantez y belleza, el mundo original y las aspiraciones de los musulmanes. En la conflictiva Mindanao representa la esperanza de paz, y como todo mito, es escurridizo, inasequible e inalcanzable. En CAUTIVA, el encuentro de Thérèse con el sarimanok, el pájaro mítico, fue posible gracias a la magia de la tecnología digital durante la posproducción.


Notas de Isabelle Huppert
Conocí a Brillante María Mendoza en el Festival de Cannes, en 2009, durante la ceremonia de clausura como presidenta del jurado. Acababa de ganar el Premio al Mejor Director su película Kinatay. También había visto Serbis, y me gustaba la sensación de libertad que se desprendía de Kinatay, una especie de gesto cinematográfico que no parecía estar cargado de restricciones. Luego, por casualidad, volvimos a vernos unos meses después en Sao Paulo, donde yo trabajaba en la obra “Quartet”, dirigida por Bob Wilson, y donde él había ido a presentar Kinatay. Estaba preparando su siguiente película, CAUTIVA, y me ofreció un papel.

Durante los días previos al rodaje se aseguró de que los actores no se conocieran, sobre todo los “separatistas” y los “rehenes”, para salvaguardar un cierto ambiente. Cuando llegué, no conocía a nadie, y los actores que hacían de captores eran bastante aterradores. Sin embargo, solo era el comienzo, ya que el rodaje iba a ser cronológico. Y según filmamos, día tras día, de acuerdo con la historia, la película empezó a captar una especie de progresión. Durante el rodaje, leí el maravilloso libro de Ingrid Betancourt, que me ayudó a construir mi personaje: el agotamiento absoluto, la sensación de que nunca va a acabar, el moverse continuamente de un lado a otro… Rodamos en sitios muy diferentes a unas cinco horas de Manila y acabamos en una antigua base estadounidense donde se supone que Coppola rodó algunas escenas de Apocalypse Now.

Brillante María Mendoza es un director que recrea minuciosamente todas las condiciones requeridas por un documental, desde la locura más absoluta a lo más inesperado. Según avanza la historia, es capaz de esculpir el tiempo, ya que a veces lo contrae y otras lo expande. Hubo escenas espectaculares, como la toma de rehenes, por ejemplo. Luego nos amontonaron en un barco diminuto en alta mar con un calor infernal. Otras escenas fueron muy violentas o centradas en el miedo. Compartimos la experiencia de los personajes y, como actores, reaccionábamos ante las situaciones, el entorno, el frío, la lluvia, el esfuerzo físico que se nos imponía día tras día. Las comodidades durante el rodaje eran, como mínimo, precarias. Rodamos de noche, en el barro, en lugares agrestes difíciles de alcanzar.

Desde que empecé mi carrera como actriz, siempre imaginé que esta profesión me ofrecería la posibilidad de ir más allá, lo más lejos posible. Rodar en otras partes del mundo con realizadores de otros horizontes intensifica el viaje interior. Cuanto más lejos se viaja, más se superan los límites interiores. Me atraen los realizadores que parecen alejados de donde estoy porque creo que la combinación puede dar lugar a algo inesperado. Es casi orgánico, el resultado de trasladarme a otro universo.

Más aún, al estar con personas que no me conocen bien, me siento más libre. Podría creerse que me sentiría más intimidada, pero es todo lo contrario. Corresponde a mi concepto del cine, que consiste en crear un territorio tan real como ficticio donde pueda desarrollarse la imaginación. Soy capaz de abrirme con más facilidad y libertad en un territorio nuevo y desconocido. Por eso necesito hacerlo regularmente para seguir trabajando.

Extractos de una entrevista realizada por Charles Tesson para "Les Cahiers du Cinéma"