Comentarios del director
La idea de la película me atraía porque quería indagar en lo que pasaría si dos enemigos se viesen obligados a convivir y a sobrevivir juntos. En el mundo actual, plagado de conflictos, me parece de suma importancia contar historias que retraten a personas que se necesitan mutuamente. En este caso se trataba de investigar qué ocurre cuando los prejuicios y la enemistad se ponen a prueba.
PERDIDOS EN LA NIEVE es una historia antibélica con una gran relevancia hoy en día. No transcurre únicamente en el campo de batalla, sino en una cabaña totalmente aislada donde el mundo real, el mundo imperfecto de ideologías fallidas y gobiernos corruptos, no tiene cabida.
La simplicidad de la historia me fascinó. Todo empieza con la imagen bien definida de personajes enemistados, pero no tardamos en comprender que se necesitan mutuamente.
Un poco de historia
La película se basa en un hecho real. El 27 de abril de 1940, un bombardero de la Luftwaffe alemana pilotado por Horst Schopis que ahora tiene 98 años fue derribado por un caza de la RAF (Real Fuerza Aérea) en Grotli que también se estrelló. De las dos tripulaciones, tres alemanes y dos ingleses se refugiaron en la misma cabaña y se enfrentaron juntos al crudo invierno noruego.
En una entrevista realizada por Michael Lunde, del diario Dagbladet, Petter Naess dijo:
- La película mantiene el equilibrio entre una manifiesta incomodidad y un humor redentor. La mayoría de PERDIDOS EN LA NIEVE está rodada dentro de una cabaña donde se han refugiado cinco hombres. Filmamos los interiores en un almacén refrigerado en Suecia.
Petter Naess utilizó su experiencia en el teatro para conseguir que la intensidad no decreciera.
- Exigí que todos los actores estuvieran presentes durante todo el rodaje, aunque no aparecieran en la escena. Primero ensayamos solos, sin el equipo, como en el teatro. Luego, al filmar las escenas, el equipo hacía de público.
Al parecer, el ambiente durante el rodaje fue genial.
- Siempre intenté ponerme en el lugar del espectador, buscando lo que podría mantenerle en tensión.
Stig Henrik Hoff es el único actor noruego con un papel principal, pero Petter Naess insiste en que se trata de una película noruega. Otros papeles principales están interpretados por David Cross, al que vimos en El lector, y por Rupert Grint, que se dio a conocer en la franquicia Harry Potter. Hablando de este último, dice:
- Buscaba a un inglés pelirrojo, con mal genio, listo. Mi agente me habló de Rupert. Reconozco que solo había visto unos minutos de Harry Potter y no tenía ni idea de que Rupert fuese tan famoso.
La película no tiene un objetivo específico, pero el realizador cree que a muchos jóvenes les parecerá refrescante ver a adultos imperfectos y que saben reírse de sus equivocaciones. Son muy buenos soldados, pero auténticos desastres en una situación tan inesperada como la que viven.
- Creo que les hará gracia y se reirán al ver a Rupert en el papel de un joven rebelde que se limpia el trasero con Mein Kampf (Mi lucha).
La película ha sido comprada por numerosos países, Alemania e Inglaterra entre ellos.
- Espero que despierte el interés de los espectadores ingleses y alemanes. Es una visión muy diferente de la guerra y de la idea que nos hacemos de dos enemigos. Hablamos de dos países imperialistas, uno en alza y otro en declive. No olvidemos que Gran Bretaña aún tenía colonias en gran parte del mundo, y que Alemania quería colonizar el mundo. Pero, en resumen, esta película trata de cómo se derriban los prejuicios.
Petter Naess contesta unas preguntas acerca de la película:
P: ¿Qué le hizo escoger a Rupert Grint para el papel del artillero Robert Smith?
R: Rupert Grint es un actor capaz de un alto nivel de concentración, sus interpretaciones son intensas, dan una sensación de realismo y autenticidad. Además, su aspecto físico es perfecto para el papel y ayuda a crear una variación visual en una película coral.
P: Después de ver a Rupert Grint en Perdidos en la nieve, ¿cree que el público le verá bajo otro prisma a partir de ahora?
R: En la película, Rupert interpreta a un hombre listo, valiente, directo y con muy mal genio. Robert Smith dice lo que piensa, incluso podría tachársele de provocador. Desde luego, creo que esta interpretación hará que mucha gente vea a Rupert de otro modo.
P: ¿Cómo escogió al equipo artístico?
R: Quería reunir un reparto multifacético compuesto por cinco personas totalmente diferentes. No solo representan a dos bandos de la II Guerra Mundial, sino también a cinco personalidades diferentes. Además, debían ser físicamente muy diferentes. Dado que el público iba a pasar bastante tiempo en compañía de los cinco hombres, me pareció importante que cada uno fuera único.
P: ¿Trabajó con Horst Schopis para escribir el guión?
R: La verdad, no. Hablé con él en dos ocasiones. Me contó la historia, sus recuerdos, y me dio información de primera mano. Fueron dos encuentros muy inspiradores y creo que Horst Schopis nos contó sus esperanzas y sus sueños. Espero haber sido capaz de incorporarlos a la historia, aunque el personaje de la película quizá no diga ni haga exactamente lo que hizo Horst Schopis hace 71 años. Pero vuelvo a decir que espero haber capturado su espíritu.
P: ¿Tuvo algo que ver Horst Schopis con la selección de los actores?
R: No participó en el proceso de casting, pero sí conoció a los actores poco antes del comienzo del rodaje. Esa reunión nos inspiró a todos, y especialmente a Florian Lukas. Nunca fue mi intención realizar una película bélica de la II Guerra Mundial. Florian tuvo que apropiarse del papel para que la película funcionara, y creó que lo hizo realmente bien.
P: ¿Era importante rodar cerca del lugar donde realmente ocurrió?
R: Desde un punto de vista práctico, la película podía rodarse en cualquier lugar montañoso con nieve, pero desde una perspectiva artística, era una maravillosa sensación saber que aquí es donde ocurrió. Ha sido fantástico poder andar desde el hotel hasta el lugar donde se estrellaron los aviones, poder enseñar la cabaña auténtica a los actores. Además, los habitantes de Grotli y alrededores nos han apoyado al cien por cien. Are Bergheim y su familia, los dueños del hotel, llevan mucho tiempo viviendo con la historia. Desde nuestra primera visita en busca de exteriores, se volcaron con nosotros y nos dieron todo tipo de información acerca de lo que ocurrió realmente, algo que no habría sido posible en otro lugar.
P: Ha trabajado con actores de formación muy diferente, ¿cómo ha sido la química entre ellos?
R: Creo que la química ha sido fantástica en el rodaje y fuera del rodaje. Todos son unos grandes profesionales y siempre están dispuestos a echarse una mano. El ambiente en el plató era muy bueno.
P: ¿Qué han aportado los actores a sus personajes?
R: Su experiencia y su profesionalidad. Desde el primer día han aportado ideas acerca de cómo encarnar a sus personajes. Parte de mi trabajo es aceptar o rechazar las sugerencias, pero creo que todos han aportado mucho a la historia.
P: ¿Ha habido mucha improvisación por parte de los actores o se han ceñido estrictamente al guión?
R: Debido a las condiciones de rodaje en Grotli, con máquinas de viento, de humo, de nieve, etcétera, fue necesaria cierta improvisación porque solo podíamos hacer una toma. Sin embargo, siempre repasábamos las escenas justo antes de rodar, y la mayoría de cambios de diálogo, cuando los había, se hacían en este momento.
P: ¿Tuvieron tiempo para ensayar antes del rodaje?
R: Dispusimos de dos días durante los que repasamos todas las escenas. Tuve la oportunidad de explicar a los actores cómo quería contar lo que pasó, de hablar de la historia y de los personajes. Durante el rodaje en exteriores no hubo muchas oportunidades para ensayar adecuadamente debido a las condiciones atmosféricas. Por eso empezamos rodando los planos más abiertos antes de los primeros planos, para tener la posibilidad de realizar pequeños ajustes si hacía falta.
P: Rupert Grint no sabía esquiar, ¿qué tal se le han dado las escenas donde ha tenido que usar esquís?
R: Interpreta a un personaje que nunca ha esquiado. Tomando esto en consideración, diría que se le ha dado francamente bien.