"Nacido en el momento de la independencia de la India. Maniatado a la historia".
Hijos de la medianoche (Midnights Children) es una epopeya de la directora nominada al Oscar Deepa Mehta, basada en la novela homónima de Salman Rushdie ganadora del premio Booker.
A las doce en punto de la noche del 15 de agosto de 1947, en el preciso instante en que la India se independiza de Gran Bretaña, en una clínica de Bombay nacen dos bebés que son intercambiados por una comadrona. Saleem Sinai, hijo ilegítimo de una mujer pobre, y Shiva, retoño de un matrimonio rico, truecan así sus destinos. Pero sus vidas se entrelazan de forma misteriosa y quedan vinculadas indisolublemente a la tumultuosa historia de la India, jalonada por victorias y desastres.
Hijos de la medianoche constituye un viaje de proporciones épicas pero de tono intimista que nos lleva desde el insólito romance de los abuelos de Saleem hasta el nacimiento del hijo de este. Es una película esperanzadora, divertida y mágica que evoca imágenes y personajes tan complejos e inolvidables como la propia India.
Sinopsis larga (Contiene spoilers: No lo leas si no quieres saber demasiado)
Al repasar su vida, Saleem (mediante una voz en off de Salman Rushdie) nos dice al principio de la película:
"La mayoría de las cosas que importan en nuestras vidas ocurren en nuestra ausencia; y mi vida empezó en realidad a orillas del lago Dal, en Cachemira, más de treinta años antes de que yo naciera".
Cachemira y Agra (India), 1917-1946
Nos remontamos a un tiempo en que la India estaba todavía bajo el dominio del imperio Británico. El romance entre los abuelos de Saleem, el liberal doctor Aadam Aziz, educado en Europa, y la hermosa y cautivadora Naseem, empieza cuando se conocen a través de una sábana agujereada. La pareja se casa y se traslada a Agra, la ciudad del Taj Mahal, en el corazón de la India.
En Agra, el doctor Aadam Aziz vive rodeado de mujeres: su extraordinaria esposa Naseem y sus tres hijas, la sensata Alia, la frívola Emerald y la dulce Mumtaz, que está destinada a ser la madre de Saleem.
A principios de la década de 1940 la India se está rompiendo en pedazos, oscilando entre el júbilo de la independencia y el dolor de la separación. La familia Aziz se ve envuelta en el asesinato del líder político progresista Mian Abdullah, que, junto con su ayudante Nadir Khan, hace campaña en contra de la partición del país entre la India y Pakistán.
Estos acontecimientos políticos llevan a Nadir a esconderse en el sótano de la familia Aziz, donde recibe los cuidados de Mumtaz, la segunda hermana. Mumtaz y Nadir se casan en la clandestinidad, pero su matrimonio está abocado a un abrupto fin. Nadir huye de las garras de los militares dejando tras de sí una carta de divorcio, y Ahmed Sinai, que como antiguo amor de Alia no rondaba lejos, se encuentra con el camino despejado para seguir su auténtico deseo y cortejar a la encantadora Mumtaz. No es el único matrimonio en el horizonte: Emerald se casa felizmente con Zulfikar, mayor del ejército. El lisonjero Ahmed se lleva a su nueva esposa Mumtaz, a quien bautiza como Amina, a Bombay, la ciudad india más querida por el autor y la cuna del cine indio. Aquí es donde nace nuestro protagonista.
Bombay (India), 1946-1957
Saleem entra dando tumbos en el mundo en la medianoche del 15 de agosto de 1947, el momento exacto en que la India queda libre del Raj británico. Y he aquí el meollo de nuestra historia: Mary, comadrona en la clínica de maternidad, influida por las ideas políticas revolucionarias de su amante Joe ("Que los ricos sean pobres y los pobres sean ricos"), intercambia a dos neonatos en un acto de rebelión personal. Entrega el hijo de una mujer pobre y su marido, el artista callejero Wee Willie Winkie, a los adinerados Ahmed y Amina, y entrega el hijo de Amina a Wee Willie. Amina llama Saleem a su hijo, mientras que Wee Willie llama Shiva al suyo.
Saleem, nuestro protagonista, vive una infancia feliz en una mansión victoriana, uno de los últimos vestigios del Raj. La comadrona Mary, que es la única que sabe lo del intercambio de bebés, pasa a ser la niñera de Saleem, su ayah. El tiempo pasa rápido llevándose consigo los recuerdos, hasta que a los diez años de edad Saleem descubre que su linaje no está tan claro como había supuesto y que su nacimiento, que coincidió con el de la India, estuvo acompañado de acontecimientos extraños y mágicos.
Algo extraordinario entra en la vida de Saleem: los hijos de la medianoche. En un primer momento aparecen en su mente como voces difusas e incoherentes, pero luego se le hacen mucho más claras, sobre todo la de Parvati, que se convertirá en la más íntima confidente telepática de Saleem, y la del imprevisible Shiva, que se revela rápidamente como su antagonista.
Los demás hijos de la medianoche, todos nacidos durante la primera hora de la independencia de la India, viven dispersos por el país y poseen poderes sobrenaturales, aunque no tan manifiestos como los de Saleem, Shiva y Parvati. Las vidas de estos hijos de la medianoche están ligadas de forma mágica al destino de la India. Su transición de una infancia privilegiada a una adultez turbulenta constituye un reflejo del dolor y de la agitación de la propia India en su proceso de crecimiento.
El funesto secreto acerca del nacimiento de Saleem se cierne silenciosamente sobre su familia, que no sospecha nada, hasta que un accidente escolar y unos análisis de sangre sorpresa en el hospital revelan que la sangre de Saleem no coincide con la de su madre ni con la de su padre. El amor de Ahmed se transforma en odio y, a pesar del dolor que la separación causa en Amina, mandan a Saleem lejos de la familia.
Rawalpindi y Karachi (Pakistán), 1957-1971
Saleem se exilia a Pakistán, donde su tía Emerald se ha unido a la élite militar por vía de su matrimonio. Saleem crece pues en la casa de su tío Zulfikar, general del ejército pakistaní, y se convierte en testigo presencial de los acontecimientos políticos que van configurando Pakistán y la India. En el exilio, aprende acerca del poder y la soledad; son años en que carece de amigos, aparte de los hijos de la medianoche.
Saleem convoca encuentros secretos, las "Conferencias de los Hijos de la Medianoche", en las que ponen a prueba sus (considerables) poderes y exploran sus (inciertos) fines más amplios. A la vez que la-bruja-Parvati se hace más hermosa y fuerte, Shiva ve crecer su ira. Los años siguientes son turbulentos: Saleem y su país de adopción tendrán que soportar golpes de Estado, escaramuzas fronterizas y guerras civiles brutales. El propio Shiva da un golpe, en un intento frustrado de hacerse con el poder en las Conferencias de los Hijos de la Medianoche.
Cuando Saleem tiene diecisiete años, sus padres Ahmed y Amina, su hermana Jamila y la fiel niñera Mary se ven obligados trasladarse a Pakistán e invitan a Saleem a volver a vivir con ellos. El peso de la culpa abruma a Mary, que finalmente cuenta a la atónita familia que intercambió a Saleem por Shiva al nacer. Y se produce todavía otra revelación sorprendente sobre el verdadero padre de Saleem. Pero en esta ocasión Amina lucha por Saleem y él se queda con la familia, si bien muy afectado, pues por fin sabe quién es y, lo que es más alarmante, quién es Shiva, el más peligroso de los hijos de la medianoche, a quien Saleem le ha robado la vida.
Saleem fue en el pasado el niño mimado de su familia, pero aquellos días quedan muy lejos. El centro de todas las atenciones es ahora su hermana Jamila, una famosa cantante. La guerra indo-pakistaní se recrudece, con resultados catastróficos para toda su familia y también para Pakistán y la India. Durante un ataque aéreo, Saleem es alcanzado por los escombros de una explosión y, cual personaje hechizado o maldito de un cuento de hadas, se sumerge en un periodo de inconsciencia del que no sale hasta seis años más tarde, a tiempo para verse atrapado en otro conflicto armado, en esta ocasión una guerra civil en la que Pakistán Oriental lucha por su independencia del poderoso Pakistán Occidental.
Dacca (Bangladesh), 1971
Al término de esta cruenta guerra civil, Saleem recupera la memoria. Se reencuentra con la-bruja-Parvati y vuelve a su tierra natal. Sin pasaporte ni permiso, Saleem regresa a la India en el cesto de la invisibilidad de Parvati.
Nueva Delhi (India), 1972 -1977
Saleem y Parvati viven en el Gueto de los Magos con malabaristas, artistas de circo, tragafuegos, cobras y el encantador de serpientes Singh Retratos, "El hombre más encantador del mundo". Pero hay un impedimento para la felicidad de Parvati y Saleem, y tienen una gran pelea. Saleem abandona el Gueto de los Magos y Parvati hechiza a Shiva, que es ahora un poderoso militar. A raíz de este hechizo, Shiva se convierte contra su voluntad en el amante de Parvati y vuelve a entrar en la vida de Saleem con desastrosas consecuencias.
La India sufre el estado de emergencia de 1975-1977 declarado por la primera ministra Indira Gandhi, que suspende las libertades civiles y autoriza detenciones en masa. Este periodo angustioso se retrata como una "noche interminable", que resulta trágica para Saleem y los hijos de la medianoche todavía vivos. Pero al final, la luz del sol y las libertades vuelven a iluminar la India y a Saleem.
"Había una vez un bebé y un país que nacieron a medianoche. Se esperaban grandes cosas de ambos. La verdad ha resultado menos gloriosa que el sueño, pero hemos sobrevivido y recorrido nuestro camino. Y nuestras vidas han sido, a pesar de todo, actos de amor".