"Me llamo Alassane Diakite, tengo 22 años, soy de Mali. Con 15 años unos agentes de fútbol engañaron a mi familia para traerme a Europa. Diamantes Negros es una película basada en mi historia real".

Llegaron a Europa desde África con 15 años y la promesa de que serían estrellas del fútbol. Amadou y Moussa, amigos de infancia, son captados en Mali por un ojeador, separados de sus familias y traídos a Madrid para triunfar. Un viaje por España, Portugal y el norte de Europa, les enseña de primera mano las sombras del llamado deporte rey, un negocio que dejará de tratarlos como niños para verlos como "Diamantes Negros".


Sinopsis larga
En el medio de África, rodeados de pobreza y enfermedades, miles de niños sueñan con cambiar su vida y jugar algún día a fútbol en Europa.

Mali, actualidad. Amadou y Moussa son dos adolescentes que viven su día a día normal, en situaciones tan distintas como ir a clase (en el caso de Moussa) y trabajando en un mercado (como hace Amadou).

La pasión común de ambos es el fútbol, y ambos dedican su tiempo libre a perfeccionarse en este deporte, y a mantener largas conversaciones sobre sus ídolos europeos, pasión que Moussa comparte con su padre. Amadou, en cambio, es huérfano y tiene que ejercer de cabeza de familia.

Un día durante un torneo local, un ojeador español se fija en ambos, y decide ofrecerles viajar a Europa y realizar pruebas para varios equipos de fútbol locales, llenándoles la cabeza con sueños de grandeza. Las familias de ambos aceptan, e incluso aceptan pagar dinero por que se realice la operación.

Así, los chicos viajan a España, donde en lugar de ir a la residencia prometida, son mantenidos en una miserable habitación. Sin sospechar nada, ambos son presentados a diversos equipos de fútbol locales. Queda claro que Amadou despierta un mayor interés que Moussa, por su estilo de juego en equipo. Tanto es así, que otros agentes comienzan a acercarse a Amadou, quien decide seguir a uno de ellos hasta Faro, Portugal. Ello provoca la ira de Pablo, el hombre que les representó en Madrid, que echa a Moussa de casa. Éste se ve obligado a vivir en la calle y a delinquir para sobrevivir.

Por su parte, Amadou tiene la mala suerte de lesionarse. Es llevado a Lisboa y abandonado en la estación por su nuevo agente, comenzando igualmente a vivir en la calle.

La suerte cambia para Moussa, y es fichado por un pequeño equipo. Sin embargo, en su primer partido, victima de un ataque racista, abandona y vuelve a los robos y trapicheos.

Amadou consigue volver a África, donde descubre, horrorizado, todos los sacrificios que su familia ha hecho por él y el rechazo social al que estará expuesto por su fracaso. Moussa es ingresado en un centro para menores, donde decide que nunca más jugará al fútbol. Sin embargo Pablo vuelve a recogerle y le lleva a Tallin, donde jugará en un pequeño equipo con el que entrena una futura estrella africana del fútbol. Su trabajo será ayudar a éste a “sentirse como en casa”, pero Moussa tiene claro que no quiere volver a Mali y que hará todo lo posible para conseguir su sueño aprovechando la posibilidad que la vida le ha brindado en Europa.


Los personajes
Amadou (SETIGUI DIALLO) viene de una familia sin padre, con madre enferma sin trabajo, con lo que desde muy pequeño ha tenido que ponerse a trabajar para mantener a su madre y sus dos hermanos pequeños. Es muy introvertido, serio, disciplinado. Amadou habla poco, sólo cuando es necesario y con muy pocas palabras.

Moussa (HAMIDOU SAMAKE), en cambio, viene de una familia “acomodada” de Mali. Es decir, pueden comer bien todos los días pero vive en una casa sin agua corriente ni electricidad y las mujeres cocinan sobre brasas en el patio. Es extrovertido, parlanchín, con una gran confianza. Se relaciona de manera muy fácil con su entorno.

Alfonso (GUILLERMO TOLEDO) es el ojeador español que les descubre en un torneo. Alfonso les regala los oídos, abruma a sus familias con su traje, su todoterreno y sus fotos con futbolistas famosos. Es un gran vendedor de humo al que no le importa si la familia tiene o no dinero, él se encargará de que lo consigan para dárselo a él.

Pablo (CARLO D’URSI) El socio español de Alfonso es muy distinto al anterior. Cuando llegan a Madrid, se preocupa por los chicos, les cuida, les enseña algo de español… pero cuando Amadou se va con Ramón (otro agente), lo importante para el será el negocio, no los sentimientos. Sin embargo Pablo tiene claro que su objetivo es que los chicos jueguen al fútbol, y por esto rescatará a Moussa del centro de internamiento y le dará una gran posibilidad de vida.

Ramón (CARLOS BARDEM) El gran ojeador profesional. “Robarᔠa Amadou a la sociedad de Pablo y Alfonso y se lo llevará a Portugal con más promesas. Cuando Amadou ya no le sea útil le dejará tirado en una estación.