Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2012.

Aniella Arena, es el protagonista de REALITY. Un napolitano que cumple cadena perpetua desde hace veinte años en la cárcel de Volterra, cerca de Pisa, donde existe un grupo de teatro muy puntero La Compagnia della Fortezza, fundada en 1988 por Armando Punzo. Los hermanos Taviani, escogieron Volterra como escenario para César debe morir, que fue rodada en las galerías e interpretada por compañeros de Arena.

Matteo Garrone, autor de GOMORRA, película basada en el libro de Roberto Saviano, sobre la Camorra, centró también su atención en Volterra, donde encontró a Aniella Arena. No pudo ser en Gomorra, pero sí en REALITY, para la que Arena obtuvo el permiso del alcaide para acudir cada mañana al rodaje, donde interpretaba bajo vigilancia policial.

"El personaje crece dentro de mi poco a poco. El final me entristeció, es como si desapareciera un pariente. Gran Hermano no existe solo en la televisión, la mayoría de la gente vive ya más para aparentar que para ser" - Aniella Arena para Corriere della Sera


Notas del director
Después de Gomorra quise cambiar de registro haciendo otro tipo de película, así que decidí probar con la comedia. Reality nace de una simple historia real que hemos transformado para poder bucear y reflexionar sobre el panorama actual. Es un viaje de anticipación, sueños y esperanzas. La historia tiene dos capas: una externa y geográfica y la otra: interna y psicológica. Estas capas están unidas de manera muy íntima y su paisaje cultural es precisamente lo que hace avanzar a los personajes de nuestra historia. Esta es una película sobre cómo percibimos la realidad. La historia de un hombre que se aleja de la realidad y se adentra en su propia dimensión ficticia. Pienso en Luciano, el protagonista de la película, y le veo como el Pinocho actual, un hombre con una inocencia y candidez infantil. Le seguí con mi cámara como si él estuviese viviendo una aventura fantástica. Durante el rodaje, intenté lograr ese equilibrio delicado que existe entre el sueño y la realidad. Siempre busqué, incluso en sentido figurado, esa calidad de cuento, de fábula, algo propio del realismo mágico.