El cineasta RICHARD CURTIS deja su huella en el mundo del cine y de la televisión con personajes inolvidables que nos han hecho reír de nuestras debilidades humanas y verter una lágrima contemplando los viajes que emprendemos en nuestras vidas cotidianas.

Richard Curtis empezó trabajando como guionista de las series "Not the Nine O’Clock News", "La víbora negra", "Mr. Bean" y "The Vicar of Dibley". Cuando dio el paso a la gran pantalla, sorprendió a los espectadores con los guiones de las comedias románticas Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill y El diario de Birdget Jones, lo que dio pie a su primera película como director, el éxito de taquilla mundial Love Actually, seguida por una carta de amor a la música pop de los sesenta, Radio encubierta.

El cineasta ofrece una película muy personal.

Richard Curtis se ha rodeado de un equipo técnico de primera línea encabezado por el director de fotografía JOHN GULESERIAN (Como locos, Breathe In); el diseñador de producción JOHN PAUL KELLY (Las hermanas Bolena, El irlandés); el montador MARK DAY (las entregas de Harry Potter, el telefilm "La chica del café"); la diseñadora de vestuario VERITY HAWKES (Snatch: Cerdos y diamantes, Corazón de tinta), y el compositor (NICK LAIRD-CLOWES (Gente poco corriente, Wit licht).

Los productores TIM BEVAN (Los miserables, Rush) y ERIC FELLNER (Los miserables, Love Actually), que han producido todas las películas de Richard Curtis, y NICKY KENTISH BARNES (La pesca del salmón en Yemen, Un niño grande) apoyan al guionista y director, que comparte la producción ejecutiva con LIZA CHASIN (Contraband, Los miserables) y AMELIA GRANGER (Anna Karenina, Los miserables).


Amor, familia y viajes en el tiempo: De la página a la pantalla
UNA CUESTIÓN DE TIEMPO nació a partir de una conversación que Richard Curtis mantuvo con un amigo acerca de qué harían si sólo les quedasen 24 horas de vida. "Los dos decidimos que nos gustaría pasar un día muy normal con la familia, haciendo cosas normales", dice el director. "La idea me interesó y me planteé la forma de incorporarla a una película. Debía girar en torno a alguien que pudiera manipular el último día de otros, incluso sus vidas, y fue entonces cuando se me ocurrió lo del viaje en el tiempo".

Añade que UNA CUESTIÓN DE TIEMPO es una evolución, ya que sus primeras películas suelen girar en torno a las relaciones entre amigos: "Puede decirse que Cuatro bodas y un funeral es, en muchos aspectos, una película sobre la amistad y el amor a partes iguales". Naturalmente, el interés por las conexiones entre personas aumentó a medida que pasaban los años. "Mi madre y mi padre han fallecido en los últimos cinco años, mis hijos ya son mayores, pero me gusta la familia. Esta película tiene tanto que ver con un hermano y una hermana, un padre y una madre, como con el amor. Además, cuando dos personas se enamoran, acabarán por convertirse en padres, algo que vemos a medida que avanza la película".

La comedia reúne a Richard Curtis con Tim Bevan y Eric Fellner, de Working Title, por undécima vez en 25 años. "Hicimos nuestra primera película juntos en 1983, se titulaba Un tipo de altura", recuerda Tim Bevan. "En las películas de Richard siempre hay puntos en común, pero todas se adentran en terrenos desconocidos. Y todas las películas de Richard hacen reír, llorar y pensar. UNA CUESTIÓN DE TIEMPO regresa al mundo ‘curtisiano’ que conocimos en Love Actually, Notting Hill y Cuatro bodas y un funeral, aunque esta película es más madura, más reflexiva. Ha querido hacer una película acerca de lo bueno y lo malo de la vida para que apreciemos lo que tenemos".

Eric Fellner reconoce que le cuesta creer que llevan veinticinco años creando juntos, y admira el camino que ha tomado el cineasta. "Richard nunca está satisfecho, siempre quiere ir más lejos", dice. "Y creo que el público respeta ese deseo. Ofrece historias profundamente personales, íntimas. Es casi imposible no dejarse llevar por ellas. Me gusta que encuentre humor en el día a día y que tenga el don de convertir la rutina en algo extraordinario".

El amor y la familia eran la piedra angular de esta nueva historia, pero no fue tarea fácil integrar el viaje en el tiempo. Richard Curtis se aseguró de que Tim y su padre siguieran ciertas reglas cuando viajan en el tiempo para que la película fuera más próxima y menos centrada en la fantasía. Pero ¿qué reglas son esas? La primera es que ningún hombre de la familia puede viajar en el tiempo hasta cumplir 21 años. La segunda es que hay que meterse en un espacio reducido y oscuro, como un armario empotrado, apretar los puños y pensar en el momento, fecha y lugar específico al que se quiere ir. La tercera es que solo se puede ir al pasado de uno mismo, no se puede viajar hacia el futuro ni a un pasado lejano. ¿La cuarta? Cualquier decisión que se tome en ese momento tendrá consecuencias para el futuro.

La productora Nicky Kentish Barnes reconoce que le gustó la poco ortodoxa narración de la película. "En cierto sentido, UNA CUESTIÓN DE TIEMPO es muy autobiográfica", explica. "Hay trocitos de la vida de Richard entretejidos en una preciosa y bien diseñada trama. Es una historia muy emotiva; más de un adulto lloró leyéndola. Hay algo de realismo mágico mezclado con los viajes en el tiempo, pero sirve para apoyar el contenido emocional, en ningún momento aparta al espectador de la historia en sí".

Una vez escrito el guión, Richard Curtis y los productores se sumieron en la nada fácil tarea de encontrar a la joven pareja que diera vida a los protagonistas, y al resto de actores para interpretar a la familia y a los amigos que pueblan un mundo único.


Amor sin par: El casting de Una cuestión de tiempo
Los productores y la directora de casting FIONA WEIR estaban convencidos desde el principio de que el actor Domhnall Gleeson era perfecto para encarnar al viajero del tiempo Tim Lake. Sin embargo, Richard Curtis se quedó algo sorprendido cuando le vio.

El primer encuentro entre el realizador y el actor tuvo lugar cuando éste estaba rodando Anna Karenina, y se presentó con el pelo largo y una poblada barba. "Al principio pensé que nos habíamos equivocado", recuerda Richard Curtis, riendo. "Domhnall llevaba una espléndida barba pelirroja, parecía un autócrata ruso de 35 años. Me costaba imaginar cómo era realmente, pero la decisión fue fácil. Tiene muchas cualidades como actor y como ser humano. No teme expresar sus dudas, siempre está de buen humor, es optimista y muy divertido".

Los productores estaban muy interesados en que Domhnall Gleeson encabezara el reparto. "Domhnall es un actor brillante capaz de encarnar papeles dramáticos y también de ser muy gracioso, algo nada habitual", dice Tim Bevan. Al productor no le preocupaba que el protagonista, conocido sobre todo por su papel en las entregas de Harry Potter, no fuese una elección ortodoxa. "Me parece refrescante ver una cara nueva en una película de Richard Curtis", sigue diciendo, "alguien totalmente inesperado que aporta algo más a la historia".

Nada más empezar UNA CUESTIÓN DE TIEMPO, el espectador se encuentra con un tipo normal. Tim cae bien enseguida, está un poco confuso y se enfrenta a la vida con el mismo nivel de inseguridad que la mayoría de nosotros. "El personaje de Tim despierta simpatía desde el primer momento", dice la productora Nicky Kentish Barnes, "y todos queremos que le vaya bien cuando conoce al amor de su vida".

Domhnall Gleeson reconoce que cuando leyó el guión, se rió mucho, lo que le pareció una buena señal: "Leer el guión fue liberador", dice el actor. "Muchos de los comentarios acerca de cómo se debe vivir la vida me parecieron muy atinados y valiosos. Intenté retenerlos en la cabeza y en el corazón durante el rodaje".

Después de que el actor aceptara el papel, quedaba encontrar a Mary, la joven estadounidense de la que Tim se enamora, con la que se casa y funda una familia. Dada la apretada agenda de Rachel McAdams, los productores no estaban seguros de que pudiera hacer el papel. Pero el guión la convenció.

Richard Curtis estaba entusiasmado con la idea de que una actriz de la talla de Rachel McAdams estuviera dispuesta a interpretar a Mary. "Rachel es de esas actrices que despiertan una sensación de afecto y cariño cuando aparecen en la pantalla", dice. "Hemos tenido mucha suerte".

Tim Bevan está de acuerdo con el director en que Rachel McAdams era perfecta para el papel. "Rachel tiene esa cualidad envidiable de aparentar ser ‘la vecinita de siempre’", dice el productor, "pero también es muy guapa, inteligente, y tiene sentido del humor".

Rachel McAdams recuerda lo que le gustó del papel: "Disfruté mucho leyendo el guión y me encantó el tema. Me pareció conmovedor, con una filosofía sencilla pero significativa, y los personajes eran maravillosos. Además, sabía que trabajar en una película de Richard Curtis valía la pena porque hace las cosas muy bien. Es generoso y se entrega completamente a sus proyectos".

Y hablando de su personaje, la actriz dice: "Mary es una curiosa mezcla de confianza en sí misma y de total inseguridad, pero cuando conoce a Tim, literalmente florece. La conduce en la buena dirección y todo empieza a encajar".

Reconoce que fue un placer trabajar con Domhnall Gleeson. "Fue maravilloso ver a Domhnall transformarse durante el rodaje, pasar del joven Tim a un hombre más maduro", dice. "Su energía no conoce límites y su sentido del ritmo cómico es perfecto, siempre encuentra el lado humorístico. Se zambulló de lleno en el personaje y consiguió que a todos nos importara tanto como a él".

Domhnall Gleeson, el protagonista masculino, tampoco se queda atrás en sus elogios a la actriz: "Rachel ha sido capaz de imprimir una enorme honradez a su personaje. Es muy divertida y aporta algo puro a Mary, sin complicaciones. Fue un placer compartir la mayoría de escenas con ella".

En cuanto al padre de Tim, los cineastas recurrieron a un veterano de las películas de Richard Curtis, el muy aplaudido Bill Nighy, que interpretó a una vieja gloria roquera en Love Actually. "El padre de Tim es una extraña síntesis de personas que conozco o he conocido", explica el realizador. "El papel se basa mucho en lo que siento por mi padre, y me gustó la idea de que Bill le interpretara. Fue genial pedirle a un amigo muy querido que encarnara el personaje".

UNA CUESTIÓN DE TIEMPO es el cuarto proyecto de Richard Curtis en el que trabaja el actor, después de la antes mencionada Love Actually, a la que siguieron Radio encubierta y el telefilm "La chica del café". "Me encanta trabajar con Richard", dice el actor, antes de hablar de su personaje. "El padre de Tim tiene la habilidad de viajar en el tiempo. La vida le ha enseñado que no hay nada mejor que la sencillez y que deben atesorarse las cosas normales. Lo más importante para él es la ternura, el cariño y el respeto, y basa toda su vida en esto".

A pesar de ser el actor con más experiencia del reparto, no duda en reconocer el talento de los dos jóvenes protagonistas: "Rachel y Domhnall se complementan interpretando y mentalmente. Son actores impresionantes y personas geniales".

LINDSAY DUNCAN da vida a la madre de Tim, la matriarca de la familia, que tiene la peculiaridad de vestirse como la Reina. "Exceptuando su curiosa manía en el vestir, es una mujer fantástica", explica la actriz. "Es el ancla de la familia, está muy centrada. Es admirable ver cómo enfoca la vida. Ha tomado decisiones y sigue adelante".

Hablando del realizador, Lindsay Duncan dice: "Richard me llegó al corazón. Lloré leyendo el guión; lloré cuando se enamoraban y lloré por el sufrimiento. La película trata de cosas cotidianas a las que todos nos enfrentamos: vivir, amar, desear y sufrir por la pérdida de seres queridos".

"Bill y Lindsay fueron unos padres ideales", dice su hijo en la gran pantalla. "Son fantásticos, muy genuinos, y construyeron un ambiente familiar en la película. Había visto su trabajo, sabía que eran brillantes, pero no esperaba que resultase tan fácil trabajar con ellos. Richard dio en el clavo con el reparto. Me sentí feliz trabajando con ellos, formábamos una auténtica familia".

Para el papel de Harry, el irritado e irritante compañero de piso de Tim en Londres, los cineastas se inclinaron por Tom Hollander, que en 2005 hizo una notable interpretación como el Sr. Collins, el arrogante rector de Orgullo y prejuicio. "Cuando uno se va por primera vez de casa, suele acabar viviendo con las personas equivocadas", dice Richard Curtis. "Por eso me pareció gracioso que Tim compartiera piso con uno de los hombres más desagradables del mundo. Lo genial de Tom es que se le da realmente bien ser malo y molesto, a pesar de ser maravilloso".

Tom Hollander devuelve el cumplido al director: "Richard es muy afable, su energía le permite tener tiempo para todo el mundo. Es muy especial, su concepto idealista del mundo se palpa en la cariñosa naturaleza de sus comedias románticas. Bueno, eso me dijo que dijera".

La joven actriz LYDIA WILSON es Kit Kat, la muy querida hermana de Tim. Aparte del padre de Tim, es la única persona que conoce la capacidad de su hermano de viajar en el tiempo. La actriz, que había trabajado en Nunca me abandones, de Mark Romanek, y en la miniserie "South Riding", es perfecta encarnando a la caótica hermana que desbarata los esfuerzos de Tim cuando este trata de poner un poco de orden en su vida. Tim intenta alejarla de las numerosas influencias nefastas con las que se codea, lo que acabara influyendo en el rumbo que tomará su vida con Mary y los niños.

La actriz MARGOT ROBBIE es el primer amor de Tim, Charlotte, que aparece en su vida al poco de descubrir que puede viajar en el tiempo. "Charlotte pasa parte del verano con los Lake", explica Richard Curtis, "y Tim usa su don para rehacer todas las situaciones con el fin de que sean perfectas para Charlotte y él, pero a pesar de todos sus esfuerzos, no lo consigue".

RICHARD CORDERY es el ingenuo y bienintencionado tío de Tim; JOSHUA McGUIRE y WILL MERRICK son los mejores amigos de Tim; VANESSA KIRBY interpreta a la mejor amiga de Mary, y TOM HUGUES da vida al inútil del novio de Kit Kat.

Actores de la talla de RICHARD E. GRANT y del lamentado RICHARD GRIFFITHS aparecen en la película como los dos protagonistas de la obra de teatro de Harry. Al parecer, el día que se rodó esta escena fue uno de los más complicados para el realizador Richard Curtis: "No fue nada fácil trabajar con tres Richard en el plató. Cada vez que alguien decía nuestros nombres, los tres acudíamos en tropel".

La productora Nicky Kentish Barnes solo tiene elogios para los actores: "Es el reparto perfecto. Todos son brillantes, pero también son personas excelentes, no se puede pedir más en un rodaje".


Buscando un mundo mejor: Decorados y dirección artística
El rodaje de UNA CUESTIÓN DE TIEMPO empezó en junio de 2012 y duró nueve semanas, de las que tres transcurrieron en Cornualles, cinco en Londres y una en los Estudios Ealing.

En principio, cuando Richard Curtis escribió el guión, imaginó a la familia Lake viviendo en Escocia. Sin embargo, fue imposible encontrar la casa adecuada allí y la familia fue trasladada a Cornualles.

El diseñador de producción John Paul "JP" Kelly no había trabajado nunca con el guionista/realizador. Para él fue una grata sorpresa descubrir que Richard Curtis y sus películas tenían mucho en común. "Richard cree que el mundo debería ser un lugar mejor, y esta película lo deja claro", explica el diseñador. "Su mantra podría resumirse en lo siguiente: ‘Si ves el día con buenos ojos, será un buen día’. Es un hombre increíblemente positivo y no teme involucrar a su familia en el trabajo, algo que no suele pasar".

JP Kelly tenía una idea muy clara de la casa de los Lake, debía ser creíble y añadir encanto a una historia mágica. El realizador también tenía una imagen concreta en mente: "Quería que se viese el mar desde la ventana, con el padre hablando con su hijo en primer plano, era muy importante".

La historia de UNA CUESTIÓN DE TIEMPO arranca en Cornualles, en la casa familiar de los Lake. "Tim siempre acaba volviendo a casa, como ocurre en la vida real cuando tienes novia formal, cuando tienes un hijo, cuando alguien está enfermo", dice Richard Curtis. "El hogar simboliza la infancia, madurar, perder a seres queridos y encontrar a otros".

El equipo artístico encontró una casa del año 1850 situada en Porthpean, con un jardín con vistas al mar y un sendero que baja hasta la playa. Era la imagen perfecta de lo que habían imaginado el realizador y el diseñador de producción. La mayoría de escenas con la familia se rodaron en la casa.

Otros decorados en Cornualles fueron Portloe, un pueblo de pescadores donde se filmaron los exteriores de la boda y la secuencia del sendero en plena tormenta; la iglesia de Saint Michael Penkevil para la boda, y la playa Vault en Gorran Haven para la merienda familiar en la arena.

"Cornualles es un sitio maravilloso, abierto, con mucho carácter", dice Richard Curtis. "Lo mejor fue que la región me ofreció todo lo que buscaba, desde la casa perfecta hasta las zonas colindantes. Tiene algo único, es una zona muy bella de Inglaterra".

Antes de empezar el rodaje, el realizador llevó a Domhnall Gleeson y a Rachel McAdams al restaurante "Dans le noir", en Londres, el lugar donde se conocen. En este restaurante se come a oscuras y los camareros son ciegos. Es toda una experiencia para los sentidos, pero no todos los comensales son entusiastas. "Me pareció aterrador", recuerda la actriz. "No se sabe dónde está la puerta, no se sabe lo que hace la gente ni lo que se come. Reproduje la experiencia para mi personaje. Mary no se siente cómoda, no está nada segura de sí misma, pero conoce a Tim y este se convierte en una especie de roca, un faro. Está contenta de llevarse bien con otro comensal y de poder contar con ayuda en una sala totalmente oscura".


La etiqueta temporal: El vestuario de la comedia
La diseñadora de vestuario Verity Hawkes se enfrentó a la tarea poco habitual de vestir a viajeros en el tiempo. "Para el personaje de Tim, el vestuario cambia a medida que pasa de joven y poco seguro a más maduro y muy seguro", dice la diseñadora. "Se nota le progresión en su vestuario, pero tampoco queríamos que perdiese su forma de ser al envejecer. El encanto debía permanecer tal cual".

El vestuario de Rachel McAdams nació a partir de una colaboración entre la diseñadora y la actriz. "No quería que el vestuario de Mary se limitara a un pase de modelos", dice Verity Hawkes. "Mary es un personaje muy real, por eso trabajamos juntas, para encontrar el equilibrio perfecto de su lado excéntrico, original. Rachel se interesó mucho por la ropa de Mary, por cómo y por qué vestía de determinada manera".

Para Kit Kat, la caprichosa hermana de Tim, la diseñadora se ciñó al guión, donde se especificaba claramente que siempre debía llevar una prenda violeta. "Fue muy divertido buscar todo tipo de ropa violeta", recuerda. "Kit Kat no tiene nada muy claro, y fue un placer reunir prendas para cada una de sus apariciones. Son combinaciones bastante estrafalarias".

Verity Hawkes no imaginaba que algún día vestiría a la Reina, pero así fue cuando llegó la hora de ocuparse de los trajes de la madre de Tim. Para el personaje, la Reina simboliza la perfección en la moda y debe vestir como ella. "Lindsay es una mujer muy guapa, pero no se parece en nada a la Reina", explica la diseñadora. "Entre las dos llegamos a un buen equilibrio para la ropa que lleva en la película".