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Star Trek: En la oscuridad cartel reducidoStar Trek: En la oscuridad(Star Trek into darkness)
Dirigida por J.J. Abrams
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Rodada con cámaras IMAX® de altísima resolución y presentada en una expansiva y detallada conversión a 3D.

Paramount Pictures y Skydance presentan una producción de Bad Robot de una película de J.J. Abrams, "Star Trek: En la oscuridad". La película está escrita por Robert Orci & Alex Kurtzman & Damon Lindelof basándose en Star Trek creado por Gene Roddenberry. Los productores son Abrams, Bryan Burk, Lindelof, Orci y Kurtzman, y los productores ejecutivos son Jeffrey Chernov, David Ellison, Dana Goldberg y Paul Schwake. El equipo técnico, que se vuelve a reunir, incluye al director de fotografía Dan Mindel, el director artístico Scott Chambliss, el diseñador de vestuario Michael Kaplan, las responsables del montaje Maryann Brandon y Mary Jo Markey, y el compositor Michael Giacchino, y los efectos visuales y animaciones interestelares de la película han sido elaborados una vez más por los magos de Industrial Light & Magic, bajo la égida de Roger Guyett, que fue nominado al Oscar® por su trabajo en "Star Trek".


El espacio: Enfrentándose a la oscuridad
Con un legado que abarca cuatro series de televisión, 11 largometrajes e incontables sueños galácticos, esta es la primera ocasión en que los espectadores van a ver Star Trek a un tamaño enorme y en tres dimensiones. En la "Star Trek" de 2009, un grupo de astronautas innegablemente prometedores pero propensos a equivocarse, recién salidos de la Academia, parten en un fascinante viaje iniciático hacia las estrellas. Fue la primera prueba importante para su inteligencia, su destreza y la lealtad que se oculta bajo sus personalidades en conflicto, pero también fue sólo el principio. Ahora que les dejan solos, la novata tripulación de la nave U.S.S. Enterprise tendrá que adentrarse aún más en la vasta oscuridad y regresar a la Tierra del siglo XXIII, mientras unas siniestras y belicosas fuerzas ponen en peligro tanto la seguridad de la Tierra como la de mundos aún por descubrir.

Con "Star Trek: En la oscuridad", J.J. Abrams regresa a su concepto del universo de Star Trek, que rinde un cariñoso homenaje a una obra emblemática de la cultura popular a la vez que la lleva hasta un territorio inexplorado.

La primera película recibió grandes elogios por mezclar el humor irreverente, los personajes carismáticos y la imaginación sin límites de la humilde serie de televisión de los años sesenta con el ritmo y la acción propios del siglo XXI, elaborando de paso una historia sobre sus orígenes fresca y emotiva. Haciéndose eco de la principal premisa de Gene Roddenberry, la "Star Trek" de Abrams parecía dirigirse directamente al soñador que todos llevamos dentro, y hacer que las posibilidades infinitas parecieran palpablemente reales.

En la estela del éxito de esa película, Abrams no tenía ninguna intención de dormirse en los laureles. Siguiendo la pauta de Star Trek para el segundo viaje, Abrams sabía que cada aspecto de la película tendría que llegar más lejos, explorar con más coraje que nunca lo que hace que los personajes de Star Trek respiren y que sus aventuras sean tan atractivas. Eso significó un montón de nuevos desafíos para los realizadores. La nave Enterprise llegaría más lejos de lo que nunca antes se había visto. Había que imaginar mundos enteramente nuevos, y después, construirlos. Y para llevar la historia hasta una nueva frontera, Abrams tomó la decisión de rodar la película en una mezcla híbrida de IMAX® y 35mm anamórficos, y presentarla en 3D.

Y sin embargo, los mayores desafíos eran los que se les presentaban a Kirk, Spock, Uhura, Bones, Scotty, Sulu y Chekov. Cuando la Flota Estelar se ve sacudida por un terrorífico ataque, no sólo tienen que enfrentarse al lado oscuro de la Flota Estelar y a un enemigo temiblemente brillante, sino que pondrán en tela de juicio a lo único en lo que pueden confiar en un universo tan impredecible: los demás compañeros.

"Esta película va más lejos que la otra en todos los sentidos: hay planetas volcánicos, frenéticas persecuciones de naves espaciales y tremendos efectos especiales, pero también hay un argumento con más matices", dice Abrams. "Esta vez, la tripulación de la nave Enterprise tiene más cosas en juego en lo que se refiere a sus dilemas personales y morales, a medida que se van enfrentando a cuestiones de confianza, lealtad y de lo que pasa con nuestros principios cuando uno se ve sometido a la más extrema de las pruebas. El objetivo que teníamos era conservar toda la comedia, la humanidad y el optimismo, y a la vez internarnos en territorios más complejos y sombríos. Para el capitán Kirk, lo que empieza siendo una misión de venganza se convierte en una prueba de lo que realmente significa hacerse merecedor de ser capitán".

Abrams continúa: "Para que la historia avanzara, esta película tenia que ser más ambiciosa que la anterior. La acción y la escala están a años luz de distancia. Meterle tecnología MAX® y 3D le ofrecerá al público un nivel superior de emoción y diversión. Pero al mismo tiempo, independientemente de la escala o del formato, lo que más nos seguía importando a todos era contar la historia más emocionante y emotiva hasta la fecha".

De esa historia se volvieron a encargar los guionistas y productores Roberto Orci y Alex Kurtzman, junto con Damon Lindelof, lo que convirtió el proceso de escritura en un auténtico y constante torbellino de ideas. "He perdido la cuenta de las veces que nos reunimos para hablar de la historia", dice Abrams sonriendo. "Estábamos constantemente colaborando, haciendo ajustes, averiguando qué era lo que había que configurar. Me sentí muy afortunado de poder volver a trabajar con Bob, Alex y Damon. Eran incansables, y crearon una historia en la que, en algún momento, cada uno de los protagonistas ve peligrar su vida y sus ideales"

El productor y cofundador de Bad Robot Bryan Burk observa que otro de los pilares del guión era la idea de que los tripulantes de la nave Enterprise se estaban convirtiendo en un grupo de amigos inseparables, aunque indisciplinados a veces. Y explica: "El guión de "En la oscuridad" empezó con una pregunta: ¿cómo podríamos poner a la tripulación en el mayor de los peligros y de los conflictos? Nos pareció que, puesto que la primera película trataba de cómo se juntó este equipo, entonces esta historia tenía que tratar sobre ver cómo maduran y se hacen adultos. Esa idea tenía una tremenda energía y grandes posibilidades".

Para llevar la energía dramática intensificada de la película a un nivel visual superior, Abrams utilizó IMAX® y una complicada conversión posterior a 3D en la posproducción para superar con creces las anteriores expectativas previas. No fue una decisión que el director tomara a la ligera, pues su principal regla es hacer que las cosas sigan siendo auténticas incluso en la más fantástica de las historias. Pero, tras observar atentamente las películas más innovadoras en IMAX® y 3D de los últimos años, y tras trabajar con el director Brad Bird, quien utilizó IMAX® en "Misión imposible: El Protocolo Fantasma", Abrams se convenció de que había llegado el momento de unir la tecnología del aumento de la escala con la narrativa totalmente abierta de Star Trek.

"Cuando se rueda una película en IMAX®, no se parece a nada de lo que se ve por ahí", dice el director. "La resolución es de locura, y uno se ve absorbido por la película. Pero aún está por ver una aventura espacial presentada así. Christopher Nolan fue increíblemente amable y proyectó para mí la parte de "El caballero oscuro" en IMAX®. Al ver esas increíbles escenas, me di cuenta de que si teníamos la oportunidad de rodar parte de esta película en IMAX®, estaríamos locos si no lo hiciéramos".

Cuando comenzó la producción, los resultados demostraron que valían la pena los desafíos y rompecabezas logísticos. "Por fin somos capaces de transmitir la inmensa escala de la película, no sólo en el espacio sino también en la Tierra y en las naves espaciales, creo que eso va a ser salvajemente emocionante", dice Abrams.

Añade Roger Guyett, el supervisor visual de Industrial Light & Magic, quien también regresa al equipo: "Con un concepto que es casi como el de "Lawrence de Arabia" en el espacio, el IMAX® era una forma magnífica para que Abrams revelara las vistas geniales de por donde va pasando la nave Enterprise".

Utilizar tecnología IMAX® para parte de la película sirvió también para sus propios fines creativos. "Varios de nuestros platós son más verticales que horizontales, y el IMAX® hace que la escala parezca aún mayor", explica Abrams. "Lo utilizamos para el planeta volcánico y selvático de Nibiru al principio de la película, el planeta klingon Kronos, y sobre todo al final, en esa increíble persecución por las calles de San Francisco. Se convirtió en una regla el que siempre que rodábamos en exterior usábamos IMAX®, y cuando rodábamos en interiores, utilizábamos 35mm anamórficos".

A la hora de crear una sensación en 3D acorde con la chispa y la inmediatez del mundo de Star Trek, Abrams y su equipo subieron aún más el listón. Al principio los realizadores se mostraron completamente reticentes a utilizarlo, hasta que se dieron cuenta de que podían usarlo de una manera que estuviera a la altura de sus ambiciones visuales. "No habíamos hecho 3D antes en ninguna de nuestras películas", observa Burk. "Pero cuando nos fijamos en lo que era Star Trek (batallas épicas, paisajes planetarios alucinantes y acción trepidante), pensamos que si 'Star Trek' no se merecía el 3D, entonces, ¿qué película se lo merecía? Para nosotros la premisa era que, si íbamos a utilizar 3D por primera vez, queríamos hacerlo de forma diferente y especial".

Ese proceso comenzó partiendo de la base de que no bastaba simplemente con añadirle 3D a la mezcla, sino que tenía que ser utilizado para realzar la narrativa, o en el caso de "Star Trek", para dar vida a mundos desconocidos. "James Cameron puso muy alto el listón con "Avatar", y nos enseñó algo que no habíamos visto nunca. Pero simplemente rodar una película en 3D no la convierte en "Avatar", como hemos podido ver en muchos otras películas estrenadas posteriormente", continúa Burk. "Sabíamos que, si íbamos a hacerlo, queríamos hacerlo a tope".

Para lograrlo, trajeron al coreógrafo Corey Turner, quien ha trabajado en algunas de las mayores películas en 3D, y le animaron a que llevase sus técnicas para crear profundidad y detalles envolventes hasta un punto que los espectadores no hubiesen visto nunca. "El proceso fue a la vez sumamente laborioso y más preciso de lo que habíamos imaginado", dice Burk. "Junto con Corey, fuimos repasando la película literalmente fotograma a fotograma, mejorando todos los aspectos del 3D que fuera posible, haciendo sentir los objetos como si realmente se fueran a salir de la pantalla. Siempre le decíamos a Corey: 'Vamos a llevarlo aún más lejos', y el contestaba: 'Esto es lo más lejos que se puede llevar', y nosotros le decíamos: 'Sigue adelante, ve más allá', y él lo hacía. Esperamos que la mezcla de IMAX® y 3D sea algo que el público nunca ha visto".

La magia visual también adquirió protagonismo al colaborar Abrams con el director de fotografía Dan Mindel, cuyo uso innovador de las lentes, la iluminación y los ángulos marcó la pauta para "Star Trek". Dice Abrams a propósito de Mindel: "Es uno de los mejores directores de fotografía que existen, y filmó esta película de una manera que le confiere una textura táctil emocional a cada escena. Dan utiliza la fotografía para darle audacia y realidad a la historia, para hacer que los personajes sean accesibles y que ese mundo respire".

A pesar de toda la fantasía e imaginación visual de la película, Abrams sigue prefiriendo crear todo lo que puede delante de la cámara. Utiliza la pantalla verde y los efectos por ordenador solamente cuando es necesario para llevar a los espectadores hasta galaxias que nadie ha visto nunca. Pero le gusta que la acción y el dramatismo sean más descarnados e íntimos, lo que suscita un vivo contraste. "Obviamente, no se puede hacer una película llamada 'Star Trek' sin contar con elementos de pantalla verde", observa el director, "pero una de las cosas de la primera película con la que continuamos en l"En la oscuridad" es la idea de buscar localizaciones o construir platós siempre que pudiéramos para crear un mundo que no es sintético ni estéril, sino que parece muy , muy real".

Observa el productor ejecutivo Jeffrey Chernov: "Aunque esta película le lleva a uno a las profundidades del espacio, hay algo muy apegado a la tierra en la narrativa de J.J. Entiende muy bien que si es la emoción lo que impulsa tu acción y tus efectos, eso convierte a la historia de mayor alcance en algo personal".

Abrams observa que, al llevar a "Star Trek" hacia un nuevo territorio visual y emocional, se sentía como el capitán Kirk internándose en un cosmos donde nunca se sabe lo que va a pasar a continuación... y aún así es mejor estar preparado para ello. "En una película como esta, uno se ve puesto a prueba todos los días, para hacerlo mejor que nunca", explica. "Pero, al igual que Kirk en esta historia, he llegado realmente a agradecer el haber tenido esa oportunidad".

Concluye Burk: "Con la primera película teníamos muchas ganas de superar las expectativas de lo que podía llegar a ser Star Trek, ahora, creo que J. J. ha avanzado un paso más en cuanto a complejidad, de manera que la gente va salir del cine diciendo: 'Caramba, ¿ y esto era una película de Star Trek?'".


De regreso al Puente: la tripulación se vuelve a reunir

Kirk
Cuando empieza "En la oscuridad", el capitán James T. Kirk se encuentra en una encrucijada. Se ha convertido en un consumado comandante dispuesto a contravenir las normas con tal de hacer lo que cree que es correcto. Pero su descarada audacia y sus ganas de llevarle la contraria a los protocolos continúan creándole conflictos con la Flota Estelar, incluso cuando la Flota se está enfrentando al peligro más abrumador de la historia contra su misión.

Retomando el papel de Kirk cuando este asume tanto su poder como su propia vulnerabilidad está Chris Pine, quien pronto aparecerá en la película "Jack Ryan" de Kenneth Branagh. Aunque estaba muy ilusionado por volver a la nave Enterprise, Pine comenta que embarcarse en un segundo y frenético viaje le llenaba de ansiedad y expectación. "El primer día en el plató fue como el primer día del curso en el colegio", dice riendo, "ver de nuevo a todo el mundo, sintiéndonos muy ilusionados por lo que teníamos por delante, y queriendo a la vez hacer un buen trabajo para ellos. Pero una vez que me volví a meter en el ritmo del personaje, las cosas volvieron a ponerse en su sitio".

Sólo que esta vez, Pine le iba a dar un nuevo giro a esos ritmos a medida que Kirk va experimentando las sacudidas más intensas de su carrera, enfrentándose al dolor de la perdida, y a grandes dudas e interrogantes acerca de qué es lo que más le importa a él. Pine se sintió especialmente fascinado por el modo en que el guión de "Star Trek: En la oscuridad" explora el intrincado desarrollo en plan ying y yang entre Kirk y Spock a medida que se van conociendo mejor y se debaten entre sus rotundas diferencias y su incontestable vinculación.

"Siempre ha dado la sensación de que ninguno de los dos personajes podría existir sin el otro", , observa. "Y esta historia parece seguir un rumbo necesario para ambos. A Kirk le encanta saltarse las normas pero cuando, al principio de esta historia, el capitán Pine se sienta aparte con él y le dice: 'Puedes llegar a ser grande, pero aún no lo eres', eso se transforma en una grieta en su coraza. Kirk ha tenido siempre ese encanto despreocupado y desbordante, pero en el transcurso de esta misión , se encuentra plagado de dudas. Me pareció una historia realmente maravillosa para los dos personajes".

Y continúa: "No se puede imaginar a dos tipos con un ADN más diferente, pero encuentran su propia síntesis como amigos".

Aunque los temas de "Star Trek: En la oscuridad" llevan a Kirk a terrenos fuertemente emocionales, observa que Abrams parece saber instintivamente cómo equilibrar la oscuridad con la luz y los colores. "J.J. conoce el poder de la diversión", comenta Pine, "y sabe el poder que tiene el hacer que el público se identifique de verdad con los personajes. E, independientemente de lo fantásticos o increíbles que sean los sucesos que está rodando, sabe cómo hacer que los espectadores conecten con la historia. Esta vez hay increíbles secuencias de acción, pero en el centro de todo está ese núcleo de sensación humana".

Spock
Kirk no es el único que tiene que enfrentarse a sus demonios interiores en el espacio: su primer oficial, Spock, en "En la oscuridad" también se ve obligado a examinarse a sí mismo como nunca antes lo había hecho. Regresando de nuevo, como ese ser medio humano y medio vulcaniano que se esfuerza por mantener su lado lógico por encima de sus molestas emociones, está Zacahry Quinto, que ha aparecido muy recientemente como un banquero inversionista en la película "Margin call", la cual también produjo. "En la oscuridad" lleva a Spock, y a Quinto, en muchas direcciones nuevas, tanto en lo que se refiere a dramatismo como a acción y romance.

Desde los primeros momentos de la película, Spock se enfrenta contra sus ideales sobre el deber, el respeto a las normas y el sacrificio desinteresado, y también con la manera apasionada pero problemática en que Kirk se relaciona con el mundo. "Creo que para Spock en esta película se trata de comprender lo que significa entregarse emocionalmente y lo que es ser un amigo", observa Quinto. "Al principio de la película Kirk, fiel a su estilo, toma algunas decisiones a la ligera que a la larga le cuestan más de un dolor de cabeza, pero la premisa básica es que Spock está dispuesto a morir con tal de obedecer las reglas, y Kirk no está dispuesto a dejar morir a su amigo por culpa de unas normas. Eso les enfrenta ya desde el principio y se convierte en un tema recurrente en la película. Pero luego llega un momento en que Spock comprende de verdad para qué están los buenos amigos, y reconoce los profundos sentimientos que puede llegar a tener hacia la gente. Es un momento en el que uno se da cuenta de que probablemente es más humano de lo que él creía".

Quinto observa que la película requirió más intensidad física por parte de Spock que ninguna otra encarnación del personaje, desde saltar de un volcán en erupción hasta feroces combate cuerpo a cuerpo. "Hubo muchas carreras, mucho tema físico, y realicé muchos entrenamientos para ponerme en forma para la película", dice. "Pero eso fue también una de las cosas más gratificantes de la película, porque me hizo conectar con Spock de una manera completamente distinta, lo cual fue muy divertido".

También fue divertido explorar el insólito romance entre Spock y Uhura, una relación que tiende a desvelar el mundo interior de Spock mucho más de lo que a él le gustaría. "Hay un momento muy bonito en la película entre Uhura y Spock, en el que ella le dice por qué está tan enfadada con él por estar dispuesto a morir, y él le replica: 'Crees que tomo esta decisión a la ligera, pero te prometo que no es así'. Así que en esta película vemos aspectos de la psicología de Spock que nunca se habían visto. Eso me pareció muy potente".

Y añade: "Trabajar con Zoe Saldana como Uhura es impresionante. Es muy franca y vulnerable, pero aún así es muy fuerte. Puede repartir mamporros como el que más, y luego puede suavizarse y abrirse de una forma que resulta irresistiblemente atractiva. Nos conocemos desde hace años, y es estupendo volver a sentir esta especie de familiaridad, sobre todo cuando se trabaja con tanta intimidad".

Durante todos esos cambios para Spock, Quinto dice que confiaba plenamente en Abrams para llevar a los personajes hacia nuevas direcciones. "Lo que distingue a J.J. es el énfasis que pone en la humanidad y el carácter. Nunca hace las cosas a rajatabla, y ciertamente no lo ha hecho en "Star Trek". Tampoco dejó que diéramos la primera película por sentada. Dejo claro que partíamos de cero con un tipo de historia completamente nueva, y no que partíamos sencillamente del punto donde lo habíamos dejado", dice.

Una cosa que sí que siguió igual para Quinto fue el ritual de maquillaje diario que transforma sus rasgos en la célebre figura vulcaniana. Pero esta vez también había nuevos retos. Al principio de la película, Spock se pone un traje especial para volcanes que le permite descender al núcleo hirviente de fuego y rocas del planeta Nibiru. Llevarlo puesto se convirtió en un proceso en sí mismo, dice Quinto. "El traje estaba hecho a medida partiendo de un dibujo de mi cuerpo hecho por láser y ordenador, así que hubo muchas pruebas", explica. "El traje era increíblemente restrictivo e incómodo, pero es cierto que queda imponente. Trabajar dentro de aquello suponía para mí un ejercicio de meditación. Llevé ese traje los 6 días de rodaje de la secuencia del volcán, y fue bastante dificultoso".

Pero lo principal para Quinto fue que se sintió eufórico por tener la oportunidad de revelar más cosas de un personaje que ha fascinado a millones de personas con sus constantes contradicciones y su búsqueda de una personalidad unificada. "Para mí es un inmenso honor encarnar a un personaje que es universalmente considerado como un modelo de inteligencia, lógica y compasión", concluye. "Spock me enseña cosas cada vez que entro en contacto con él, y una de las cosas que me enseña es integridad".

Uhura
Zoe Saldana también se sintió encantada de tener la oportunidad de mostrar nuevos aspectos de Uhura, la arrebatadora pero sensata experta en idiomas que emplea de una manera vital sus dotes para escuchar e interpretar en su puesto como oficial de comunicaciones de la nave Enterprise. Al igual que a Quinto, a Saldana le atrajo la idea de llevar a un nuevo nivel, y a la vez enredar, la relación entre Spock y Uhura. "Creo que su relación en la primera película sorprendió a todo el mundo, pero la única manera de avanzar era yendo aún más lejos", comenta. "Si van a estar juntos tendrán que ver su relación puesta a prueba, y la forma en que eso sucede en esta película es uno de esos giros sensacionales por los que se hecho tan querido J.J."

Antaño la única mujer en el Puente de la nave Enterprise (a la que se une en esta misión la doctora Carol Marcus), Uhura ocupa un puesto diferenciado entre Kirk y Spock, y ambos pretenden tenerla como aliada. "Se siente más atraída por alguien como Spock, porque es más bien una persona que vive de manera ortodoxa. Pero Kirk tiene un lado salvaje que admira, y sabe que su corazón siempre le dicta lo correcto", dice Saldana. "Está en una posición única, porque ambos la respetan muchísimo".

Esa posición le dio a Saldana un asiento de primera fila desde el que poder ver a Kirk y Spock confundirse y confiarse el uno al otro de maneras nuevas. "Ha sido maravilloso ver cómo Chris y Zach han seguido construyendo esos personajes, respetando su esencia pero añadiéndoles sus propios giros", observa. "Creo que los han mejorado, y me encantó verles bromear en esta película. Cuando están de tira y afloja, por debajo se nota la hermosa y respetuosa amistad que existe realmente entre Chris y Zach".

Igual que Kirk y Spock, Uhura también experimenta grandes cambios en "En la oscuridad". "La tripulación está llegando a la madurez, asumiendo mayores responsabilidades y aprendiendo a aceptar los caminos que ha elegido cada uno", dice Saldana. "Uno ve cómo se van sintiendo más cómodos consigo mismos, y Uhura también. Se pregunta si tiene lo que hay que tener para sacrificar su vida por sus compañeros, por la nave, por los principios en los que cree. Son cuestiones muy emocionantes para ella".

A Saldana le hizo una iulusión especial el tener ocasión de mostrar por primera vez la fluidez verbal de Uhura en el idioma klingon, lo que implicó aprender un idioma nuevo aunque completamente ficticio, con su propia y extraña gramática y estructura. "El klingon es muy divertido", dice sonriendo. "Fue muy interesante investigar las pronunciaciones y lo que significa cada palabra, y luego tratar de incorporar todo eso al dramatismo y la tensión de la escena. En el plató, cuando estaba con los actores klingon con sus colas de gato, se me desbordaba la imaginación pensando hasta dónde podíamos llevarlo. Me encanta hacer cosas así, cosas nuevas y extraordinarias y que supongan un reto".

Abrams estaba eufórico por la forma en que abordó Saldana sus encuentros con los klingon. "Tiene la capacidad de, independientemente del idioma que esté hablando, declamar sus frases de una manera emotivamente convincente", dice. "Zoe llegó y lo volvió real, de forma que se convirtió en algo genial y divertido, y no en algo chirriante y bobo. Puede ser una buena línea en esta película, y ella estuvo impresionante".

Bones, Scotty, Chekov y Sulu
El oficial médico de la vieja escuela de la nave Enterprise, Leonard "Bones" McCoy, tambien está en fase de cuestionarse cosas, incluso de cuestionar la dirección misma que está tomando la Flota Estelar. "Siente una gran preocupación por la misión que están llevando a cabo porque se trata más bien de una misión militar, y cree que lo que mejor se le da a Flota Estelar es dedicarse a la paz y la exploración", explica Karl Urban, la estrella del cine de acción que retoma este personaje tras interpretar recientemente al protagonista de la futurista "Dredd".

El chispeante sentido del humor de Bones ya se ha convertido en una útil herramienta en la nave Enterprise para evitar que Spock y Kirk se tomen las cosas, o el uno al otro, demasiado en serio. Pero ahora tiene un trabajo a su medida en cuanto a ese tema, a medida que los conflictos se van extendiendo por toda la nave. Para Urban, todo formaba parte de la diversión. ""Para mí, la esencia de Star Trek ha sido siempre que se trata de un grupo de gente que no están necesariamente predispuestos a llevarse bien unos con otros, pero que siempre han superado sus diferencias para vencer a un adversario común", explica. "Veo a Bones como el extremo opuesto de Spock, si Spock es la lógica, Bones es el humanismo..., y Kirk tiene que encontrar el punto intermedio entre ambos para llegar a ser un buen capitán. En 'Star Trek: En la oscuridad' se llega a ver una unión crucial en esa relación a medida que cada uno de ellos se va esforzando por sacar adelante la misión".

Scotty, el bullicioso ingeniero de la nave, también está en una encrucijada en "Star Trek: En la oscuridad", lo cual entusiasmó al actor y comediante británico Simon Pegg a la hora de retomar el papel. "Fue emocionante volver a interpretar a Scotty, porque la nave Enterprise se está convirtiendo en una tripulación de verdad. En la primera película estábamos conociéndonos e intentando encontrar nuestro camino juntos. Ahora, Scotty les conoce mejor a todos, aunque siguen profundizando en sus relaciones. "Sigue llamándole 'meón' a Chekov", dice riendo Pegg.

Pero el hombre de la nave Enterprise al que mejor conoce Scotty es Kirk, y el hecho de que ahora sea un poderoso capitán de la Flota Estelar no es óbice para que el franco ingeniero le dé su opinión, incluso a riego de perder su trabajo. "Puede que Scotty sea caótico y rebelde, pero es disciplinado en lo que concierne a su trabajo. Siempre llama 'capitán' a Jim, pero también es muy sincero con él, y en esta entrega, llegan a pegarse. Scotty le pone a prueba en el momento equivocado, y sufre las consecuencias", explica Pegg. Al mismo tiempo, hay un verdadero vínculo entre los dos. Scotty respeta a Kirk: le ve como un capitán valiente, intuitivo y con talento, y le gusta el hecho de que tenga su propia personalidad. Cuando tienen su primera bronca, Scotty se siente indignado... pero también dispuesto a hacer cualquier cosa que le ordene el capitán"
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Como al final queda demostrado, los temores iniciales de Scotty acerca de la nueva misión de la nave Enterprise estaban bien fundados. "Scotty es un poco bebedor, un poco camorrista y a veces un poco tonto, pero es un ingeniero condenadamente bueno", subraya Pegg,

Pegg también estaba muy contento de volver a reunirse con JJ Abrams. "Es el motor que impulsa a nuestra Enterprise a base de entusiasmo, positivismo, y una inventiva que nos mantenía a todos en alerta", dice.

Anton Yelchin, quien regresa a la nave Enterprise como el prodigio ruso Pavel Chekov, sintió lo mismo. "Lo que más me gustó de J.J. es que se preocupa de verdad por este mundo, y por el periplo personal de cada personaje", dice. "No sólo es divertido ser dirigido por J.J., sino que es divertido verle dirigir".

Es Chekov quien reemplaza momentáneamente a Scotty cuando se tuercen las cosas con Kirk. "En un momento de acaloramiento, Kirk y Scotty tienen una disputa y Kirk le dice a Chekov: 'Ponte una camisa roja'", explica Yelchin. "Eso fue emocionante. Fue emocionante incluso desde el punto de vista puramente estético, porque pasé una película entera llevando un color, ¡y ahora llevo puesto otro color! Pero lo mejor es que fue genial interpretar un momento en el que Chekov tiene que demostrar que está dispuesto y es capaz de dar un paso al frente y cambiar de posición".

Yelchin se preparó para interpretar a Chekov regresando a las raíces del personaje. "Vi unas cuantas veces los episodios de la serie original en donde me gustaba Chekov", explica. "Me gusta muchísimo este personaje y me hacía muchísima ilusión volver a estar en la nave Enterprise. Y me encanta la manera en que esta película conecta ese tema genial de tener que optar entre conseguir tus objetivos o hacer lo correcto (un tema recurrente en la historia del cine y la literatura) con el humor y la inteligencia del universo de Star Trek".

John Cho, que de nuevo interpreta al piloto Hikaru Sulu, se hace eco de ese sentimiento diciendo: "Esta segunda película me parece verdaderamente fiel a los orígenes espirituales de Star Trek por la forma en la que aborda grandes ideas y cuestiones a través de estos familiares personajes".

Para Cho, volver a estar en el Puente con sus compañeros fue una sensación orgánica. "Fue como si no hubiera pasado el tiempo", dice con una sonrisa. "No hay muchas ocasiones en la vida en que hayas vivido una experiencia sensacional y luego tengas que volver a hacerlo otra vez de una manera aún más emocionante, así que fue un verdadero privilegio".

Carol Marcus, Christopher Pike y el Almirante
El Puente de la nave Enterprise da la bienvenida a un nuevo miembro en este viaje: la oficial auxiliar científica Carol Marcus, quien aporta sus propias aunque involuntarias complicaciones. Interpretando el papel de la atractiva doctora, basada en un personaje que apareció en otra encarnación de Star Trek, la actriz inglesa educada en Oxford apareció en "Ni en sueños" y "Sexo en Nueva York 2".

"Necesitábamos a alguien que tuviese un aire distinto al del resto del reparto, y que a la vez pudiera encajar maravillosamente bien en el equipo. Tenía que ser inteligente y divertida. Tenía que ser sexy y pero también muy decidida y resuelta, y Alice aportó todo eso", dice Abrams.

Eve estaba eufórica por unirse a la tripulación, sobre todo de una manera tan llena de intriga. "Carol llega a la nave en medio de un gran secretismo", observa Eve. "Es especialista en armamento y tiene un doctorado en medicina avanzada, así que en cierto modo le está un poco pisando el terreno a Spock. También, Carol y Kirk sienten un flechazo instantáneo y Spock se da cuenta, y eso quizás le amenace un poco".

Fue especialmente divertido profundizar en ese romántico y problemático flechazo con Chris Pine como Kirk. "Carol y Kirk recuerdan un poco a Hepburn y Tracy", dice sonriendo, "con aquellas sensacionales réplicas y contrarréplicas. Fue fenomenal trabajar con Chris. Es un hombre increíblemente generoso, pero también creo que lleva adelante la película de maravilla".

El mentor y capitán original de la nave Enterprise, Christopher Pike, también juega un papel fundamental en "En la oscuridad", con Bruce Greenwood regresando en un momento que lo cambia todo, sobre todo para su joven pupilo, el capitán Kirk. Cuando empieza la película, Pike está furioso porque Kirk ha violado la Primera Directiva, la inviolable norma de la Flota Estelar de que los viajeros espaciales no deben interferir ni hacer nada que pueda alterar el curso de otra civilización, y está pensando quitarle el mando. "Es sólo el hecho de que Pike quiera a Kirk como a un hijo", dice Greenwood, "lo que le impulsa a ser subjetivo en favor de Kirk y Spock, incluso aunque lo que hayan hecho sea una falta grave".

Pike no sólo estimula a Kirk, sino que enciende un fuego bajo sus pies para que se convierta en un mejor jefe. "Pike le dice a Kirk que cuando permite que sus emociones influyan en sus decisiones está poniendo a su tripulación en peligro, y que podría incluso llegar a cambia la evolución del universo, lo cual es inaceptable", dice Greenwood. "Le dice eso porque Pike sabe que puede que algún día tenga que utilizar todo su su potencial para salvar a la galaxia".

Otro comandante de la Flota estelar entra también en escena en "En la oscuridad", pero puede que no sea exactamente lo que parece. Interpretando ese papel sombrío y misterioso está el actor, cineasta e historiador del arte Peter Weller, famoso por intensos papeles que van desde "Robocop" hasta "Dexter", intrigante drama sobre un asesino en serie, y quien se sintió atraído por la oportunidad de llevar a Star Trek a un nuevo y peligroso terreno plagado de operaciones secretas, huelgas preventivas y secretos de la Flota Estelar.

Weller acabó siendo contratado para la película por casualidad. Resulta que estaba en las oficinas de Bad Robot para una reunión acerca de un proyecto de televisión sin ninguna relación y que querían que dirigiera, cuando a Abrams le vino la inspiración. "Según estaba hablando con él, estaba pensando: 'Humm, sería perfecto para el Almirante", recuerda el director. "Más tarde, le dije que volviera, se lo propuse y aceptó. Fue el casting por accidente más raro que recuerdo".

Añade Abrams: "Tuvimos suerte por dar con él. Por una parte, Peter es metódico y se fija en todos los detalles y matices. Y por otra parte, es muy intelectual e increíblemente consciente de por qué está diciendo lo que está diciendo. Pero también tiene un gran instinto, y una vez que se siente cómodo con la mecánica de lo que está haciendo, se olvida de esa mecánica y es increíble verle actuar".

Weller se tiró de cabeza. "El guión era fantástico", dice. " Orci, Kurtzman y Lindelof me dieron mucha sustancia, y con los toques posteriores de J.J., creo que fuimos capaces de crear un personaje magnífico. Es alguien con un sentido estricto del patriotismo y que hace lo que piensa que es bueno para la Flota Estelar. Parecería ser un antagonista, pero es más complejo que eso".


Aparece un enemigo
La parte tenebrosa de "Stsr Trek: En la oscuridad" aparece en la persona de un misterioso enemigo, un terrorista intergaláctico cuyos instintos destructivos parecen no conocer límites, ni terrestres ni cósmicos. Se trata de John Harrison, un hombre tan peligroso como todo un ejército, que se convierte en el objetivo del capitán Kirk.

Desde el momento mismo en que los realizadores empezaron a pensar en el hombre llamado John Harrison, y su profunda relación con la imaginería de Star Trek, empezó la búsqueda del actor con las dotes interpretativas necesarias para encarnarle.

Tras entrevistarse con decenas y decenas de consumados actores, Abrams decidió dar un giro totalmente inesperado. Yéndose más lejos, se fijó en Benedict Cumberbatch, el actor inglés conocido sobre todo por sus papeles históricos y de época, y que van desde "Sherlock", "Caballo de batalla", "Expiación: Más allá de la pasión" y "Calderero, sastre, soldado, espía" hasta "El hobbit" y "Parade's End". Aunque podría parecer no estar a la altura de las expectativas, a Abrams le convenció completamente la mezcla de destreza y magnetismo de Cumberbatch.

"En la primera película, tuvimos unos actores extraordinarios que tomaron esos emblemáticos personajes y los hicieron suyos, con un espíritu que validaba por completo lo que hacían. Benedict hizo exactamente lo mismo con este personaje", dice Abrams. "Llegó con una actitud, una personalidad, una formación y una fuerza completamente nuevas. Pero es un actor tan persuasivo que funciona. Le da una irónica sofisticación a su enfoque que resulta muy acertada. Para mí, se acabaron las preocupaciones sobre cómo iba a quedar. No estamos de ninguna manera deshaciendo algo que ya ha salido antes, sino que es nuestra versión de este personaje. Fue la mejor decisión, porque era increíblemente bueno".

Cumberbatch ya era un fan Trek cuando leyó por primera vez el guión. "Había visto la primera, que me pareció sencillamente sensacional. Era un impresionante, inteligente e ingenioso enredo, siendo al mismo tiempo fiel al original. Y el guión me enganchó aún más", dice. "J.J. y yo hablamos mucho de mi personaje, sobre quién es ese hombre y qué papel juega en la Flota Estelar".

Para Cumberbatch fue emocionante llegar al plató de la nave Enterprise e integrarse en una familia que ya estaba estrechamente unida, incluso aunque interpretase a un extraño que representa una enorme amenaza para esa familia. "J.J. crea un ambiente en el plató que es absurdamente divertido", comenta. "Siente un gran respeto por los actores y su proceso interpretativo, así que siempre hay tiempo para bromear pero también para concentrarse de verdad. Y esa es una mezcla de dinámicas estupenda para tener en un plató".

A medida que se sumergía en la escurridiza psique del personaje, Cumberbatch se sumergió también en una serie de entrenamientos para el papel más exigente a nivel físico que había hecho en su vida, plagado hasta la extenuación de escenas de lucha y secuencias de persecuciones. Dice que tanto Chris Pine como Zachary Quinto la ayudaron en ese tema. "Zach y Chris son sencillamente brillantes en eso, muy fuertes y rápidos, pero también fueron muy amables y considerados conmigo", dice. "Siempre se preocupaban de la seguridad, pero luego daban rienda suelta a las emociones".

Esas emociones tan intensas, sobre todo entre Pine y Cumberbatch, fueron sentidas visceralmente por todos. "Me encantaba ver a Chris y Benedict cuando estaban haciendo escenas juntos, porque saltaban chispas, literalmente", dice Karl Urban.

Añade Pine: "Benedict entró en ese personaje como un bisturí. Su interpretación es muy precisa. Le contemplaba impresionado como fan y como actor. Era escalofriante y siniestro, y creo sinceramente que ha creado algunos momentos que pasarán a forma parte del acervo de los grandes momentos de Star Trek".


Haciendo crecer a la nave Enterprise
Si "Star Trek: En la oscuridad" amplificaba la acción, la escala e incluso la psique de los personajes, los realizadores también coincidieron en que era hora de expandir la vista de la propia nave Enterprise desde el corazón palpitante de la nave, el Puente. Dieron un gran salto no sólo comparado con los decorados de cartón de la serie original, sino con los decorados de hace sólo unos años.

"Queríamos enseñarle al público muchas más cosas de la nave, y darle más profundidad", dice Abrams. "En la primera película, nos esforzamos mucho para que pareciera real y épicamente grande, y en su mayor parte, funcionó. El problema era que el Puente estaba en un plató, la Sala de Transportes en otro, la zona médica en otro, etcétera. No se podía conseguir ninguna continuidad. Esta vez tuvimos la oportunidad de construir un plató que era continuo, así podíamos ir desde el Puente por un pasillo hasta la zona de la Turbo Plaza, y dar la vuelta a la esquina y pasar a la zona médica. Le da a la nave no sólo una sensación de escala, que es un efecto secundario divertido, sino una sensación auténtica de estar todo interconectado, y cuando los actores y el equipo técnico entran en un plató tan bellamente diseñado, eso les ayuda a creer en ese sitio. Lo realza todo: las interpretaciones, la iluminación, el trabajo de la cámara. Era útil en todos los sentidos, y le proporcionaba a la gente una visión más amplia de ese mundo que nos gusta tanto a todos".

El productor ejecutivo Jeffrey Chernov lo resume sucintamente: "El nuevo diseño le ofrece a los espectadores la oportunidad de vivir de verdad en la nave Enterprise". Y continúa: "Cuando vi los planos originales, pensé que iba a ser algo único en Star Trek. Hasta ahora nadie había sido capaz de correr de un extremo a otro de la nave ni de recorrer toda la nave. Y encima, para rematarlo, construimos la Turbo Plaza, que por primera vez le da una perspectiva vertical a la nave".

Los actores coinciden en que el nuevo plató de la nave Enterprise contribuyó a acercarles a la realidad de los viajes espaciales. "En esta película, teníamos el patio de juegos completo", dice Chris Pine. "El trabajo que hizo el equipo con los detalles fue simplemente alucinante. Hubo gente trabajando en su construcción 7 días a la semana, 24 horas al día, para que pudiéramos contar con ese mundo tan envolvente en el que estar. Fue impresionante".

Del diseño se encargó una vez más el director artístico Scott Chambliss, quien ha colaborado frecuentemente con Abrams pero que realizó el trabajo más impresionante de su carrera en la primera "Star Trek", reinventando la nave Enterprise bajo el prisma del diseño modernista actual. Ahora, se dispuso a subir el listón de su propio trabajo.

Dice Abrams: "Scott pulverizó todas mis expectativas en esta película. Llevó a cabo un trabajo extraordinario, no sólo diseñando escenarios increíbles sino construyéndolos de una manera que realzaba los diseños. Todos los elementos de la nave Enterprise eran extraordinarios. Mirase adonde mirase, me quedaba asombrado".

Añade Chernov: "Scott se enfrentaba a un gran reto en esta película: llevar a los espectadores más hacia el futuro, pero manteniendo la credibilidad. Cuando veía trabajar a J.J. y a Scott, les veía dar muchas vueltas a cada detalle, a cómo querían que sintiera la gente este mundo y cómo meterles en él. Tienen una maravillosa relación creativa".

El proceso creativo comenzó con los nuevos y ambiciosos diseños de Chambliss para la nave Enterprise a escala real. "Una vez que tuvimos el material gráfico conceptual, nos encantó a todos", recuerda el director de producción Tommy Harper. "Y entonces ya todo fue cuestión de cómo elaborarlo, la logística para construirlo, iluminarlo y no pulir la cuenta del banco al hacerlo. El resultado fue un plató verdaderamente hermoso e impresionante. Le abrió realmente ese mundo a J.J., y creo que también se lo abrirá a los espectadores".

Chambliss observa que su trabajo en las dos películas de "Star Trek" está en deuda con una influencia particularmente fuerte: los diseños industriales de Pierre Cardin, el diseñador francés de vanguardia que se hizo famoso por sus creaciones de la Era Espacial, que combinaban unos atrevidos colores reflectantes con unas formas geométricas. "Lo que hacía Cardin en diseño industrial es fundamental para todos los platós de la nave Enterprise", dice Chambliss.

Eso es especialmente cierto en el caso de la celda de alta tecnología para prisioneros. "Al diseñar la celda para prisioneros, estaba pensando en una caseta de playa que diseñó Pierre Cardin en los años setenta", explica el diseñador, refiriéndose a la legendaria "Casa Burbuja" de las afueras de Cannes. "Básicamente, es una serie de cápsulas blancas con ventanas redondas que o bien miran hacia otras habitaciones o bien hacia arriba, hacia el cielo. También me fijé en ciertos platós redondos de la televisión italiana que estaban hechos de arriba abajo de plástico moldeado. Esos al final se convirtieron en las cámaras de vigilancia que hay en cada celda. Crea un efecto fascinante, en el que el prisionero parece estar atrapado en una especie de precioso escaparate, siendo constantemente observado, con todas las cualidades emocionales y claustrofóbicas que transmite".

En toda la nave Enterprise, Chambliss fue fiel al concepto que, según Abrams y él, preside su idea de Star Trek. "La idea siempre fue la de dar una sensación retro-futurista que resultara contemporánea pero que a la vez nos remitiera a la serie original de televisión. Me encanta tomar elementos de diseño elegantes y hermosos de la tecnología informática primitiva, y hacer que eso sea nuestro guiño al antiguo Star Trek. Intentamos mezclar sensibilidades retro y futuristas de tal manera que se apoyen unas a otras. Nuestro criterio sigue siendo llevar el optimismo de Gene Roddenberry hacia el futuro, traducir eso a nuestra época".

La nave Enterprise no solamente crece en este nuevo viaje, también realiza las maniobras de vuelo más estremecedoras hasta la fecha. En un momento dado, la nave se pone completamente de lado al intentar un aterrizaje forzoso, lo cual decidió recrear físicamente Abrams en el elegante plató de Chambliss. "Todo se hizo mediante cables, combinado con un aparato para inclinar la nave, así que corríamos literalmente de lado por las paredes", explica Simon Pegg. "Fue enormemente divertido de rodar, tener que estar constantemente reorganizando nuestro sentido de lo que estaba arriba y lo que estaba abajo. También fue un reto, pero a Chris y a mí nos encanta ponernos los arneses y que nos arrastren por ahí, dando gritos, porque sabíamos que iba a ser una secuencia impresionante".

"A esa la llamamos 'la secuencia de las poleas rodantes'", explica el supervisor visual Roger Guyett. "La nave se está dando la vuelta y la gravedad artificial falla, y cuando eso sucede, la gente va a empezar a resbalar por ahí. A J.J. Le interesó mucho la idea de que, si se movía la cámara de cierta manera y la gente se comportaba de cierta manera, parecería realmente que todas las cosas de la nave se habían dado la vuelta y estaban boca abajo. Y tenía razón. J.J. comprende la magia visual hasta el más mínimo detalle".


Explorar mundos nuevos y extraños: Nibiru y Kronos
"Star Trek: En la oscuridad" también introdujo a los realizadores más profundamente que nunca en el enrarecido desafío de crear mundos, unas habilidades que se necesitaron sobre todo para Nibaru, el rojo planeta volcánico donde comienza la película con un espectacular secuencia de acción, y Kronos, el planeta de los klingon desgarrado por la guerra. "Nada puede ser más increíblemente divertido y emocionante para un cineasta que crear mundos", admite Scott Chambliss. "Tienes la extraordinaria oportunidad de hacer real lo inimaginable".

Para las primeras escenas en el exuberante pero tecnológicamente primitivo Nibiru, Chambliss tuvo una gran inspiración al imaginarse una civilización como una isla. "Una cosa que me encanta de Star Trek es trabajar con tantos entornos tan distintos", observa. "Nibiru es la antítesis del planeta klingon, y ambos son completamente distintos a la Tierra. Todo el mundo quería que el planeta-isla tuviera un ambiente seductor, y una de las cosas que recordaba de mis viajes a Hawai es el 'bambú lápiz de labios', que es rojo oscuro y parece extraterrestre, y eso me hizo pensar qué pasaría si el planeta fuera todo rojo. Había algo maravilloso en eso, combinado con el agua azul turquesa y la arena blanca. No sólo era una gama de colores llamativa, sino que además tenía ese punto retro que le hemos dado a nuestra narrativa en Star Trek. Y luego desarrollamos todo un ambiente cultural alrededor de eso".

Añade Jeffrey Chernov: "Los retos de Nibiru a veces fueron casi abrumadores. No sólo los escenarios y la fotografía eran un reto, sino que además tuvimos que crear una tribu entera, lo cual tardamos meses en idear. Muchas películas probablemente hubieran dicho: 'Vamos a hacer esto con efectos por ordenador', pero J.J. quería dar vida al planeta delante de la cámara. Así que empezamos a dibujar a nuestros nativos de Nibiru, y tardamos mucho tiempo en diseñar su aspecto, trabajando con Neville Page, diseñador de criaturas, David Anderson, nuestro diseñador de efectos de maquillaje y Michael Kaplan, nuestro diseñador de vestuario".

No menos dificultoso fue Kronos, y una vez más, Abrams le dio a Chambliss una libertad creativa total para que expresara la sociedad guerrera klingon a su manera propia y original. "Para mí estaba claro que J.J. quería que Kronos fuera un impresionante patio de recreo, pero cómo iba a ser ese territorio tuvimos que irlo desarrollando a base de distintos enfoques", recuerda Chambliss. "Kronos es una cultura guerrera, así que nos pareció que sería interesante mostrar una parte del planeta que es como un vertedero tóxico, lo que se vería después de un bombardeo nuclear o un desastre ecológico, con todas las ramificaciones que eso implica".

Encontró inspiración en una insólita localización terrestre. "Encontré una fotos de un parque acuático ruso abandonado, una cosa de una escala enorme de los años cincuenta o sesenta, que estaba hecho una ruina en cuanto a las construcciones y tenía un aspecto muy inquietante. Eso me inspiró mucho en cuanto a la estética", explica Chambliss.

El plató de casi 15.000 metros cuadrados se construyó en un gigantesco estudio. "Su escala era monstruosa", dice Tommy Harper. "J.J. quería hacer gran parte delante de la cámara, y que no fuera simplemente un mundo digital. Estábamos bajo presión, pero lo sacamos adelante estupendamente, incluyendo el muro de luz palpitante que se convirtió en un personaje más en el plató. Es uno de esos platós para recordar, ¡y simplemente llegar a Kronos es emocionante!"

Además de darle a Kronos una vida visceral, Chambliss tuvo ocasión de diseñar el interior de una nave de combate klingon. "Fue muy divertido darle a esa nave su propia identidad cultural. Era una nave con tres asientos, así que decidimos que cada asiento miraría para un lado diferente. Era un espacio estrecho e intrincado, y a todos nosotros nos encantan ese tipo de reto. Estábamos todo el rato metiéndonos dentro, golpeándonos en la cabeza y chocándonos contra las cosas, y pensamos: 'Esto es muy bonito, pero rodar aquí va a ser muy difícil'. Y entonces llegó J.J. y sencillamente hizo que el espacio funcionara con la cámara. Aquello fue impresionante".

En cuanto a los propios klingon, Abrams explica: "Tuvimos la gran suerte de contar con Neville Page, que es un diseñador de criaturas fabuloso, y David Anderson, que es un magnífico artista del maquillaje y los efectos especiales, colaborando juntos para dar vida a los klingons. Contratamos a unos actores estupendos para los papeles e hicieron un trabajo impresionante. Y de nuevo, al igual que con el diseño de la nave Enterprise, los klingons de la película son a la vez un guiño a todo lo que ha aparecido antes y una cosa propia y original".


Modas intergalácticas
El diseñador Michael Kaplan también iba a amplificar de nuevo su trabajo en "En la oscuridad", un trabajo que, a diferencia de la mayoría del trabajo de vestuario, requería más imaginación que documentación. "Star Trek es como hacer una película de época, ¡pero es una película de época de la que no existe nada de esa época! No puedes irte a rebuscar por las tiendas y empresas de costura e ir reuniendo cosas", observa. "En Star Trek, hay que hacerlo todo, y si hay cambios o añadidos en el guión, no tienes nada con lo que improvisar o que puedas tener a mano. Así que en películas como esta hace falta una enorme cantidad de trabajo de pre-producción".

Para este nuevo viaje, incluso los uniformes habituales de la tripulación experimentaron cambios. "No queríamos enredar demasiado con ellos, pero sí que queríamos que parecieran un poco más sofisticados y sexys", explica Kaplan. "Serigrafié los uniformes con marcas de búmerang, lo cual se ve en los primeros planos. Es un cambio sutil, y los colores también cambiaron un poco. El rojo es un poco más rojo sangre. El azul lleva un poco más de verde. El dorado es un poco más mostaza. Los pantalones también son un poco más ajustados, y además le incorporamos también algunos cambios prácticos, para que ahora los actores no tuvieran que ponerse la parte superior metiendo la cabeza, porque hay una cremallera invisible".

Esta vez, estaba claro que uno de las indumentarias más fascinante iba a ser el traje para explorar volcanes de Spock, y Kaplan le dio un nuevo rumbo a la emblemática imaginería de los trajes espaciales. "Me lo pensé durante mucho tiempo, y se me ocurrió el color cobre, que no he visto nunca en una película de ciencia-ficción", explica. "Un traje espacial siempre es gris, plateado, blanco o quizá incluso dorado. Pero no paraba de pensar en el reflejo de las llamas, y en lo bonito que quedaría".

Sin embargo, la belleza del traje enmascara un alto grado de complejidad. "Es un traje muy exhaustivo, y en él hay mucho cableado e ingeniería mecánica además de la estética. Había que embutir literalmente a Zach dentro, así que le añadimos algunos mecanismos para que se pudiera soltar fácilmente".

Kaplan también confeccionó los trajes isotérmicos de la Flota Estelar para varios de los principales actores, incluyendo uno de color rojo rubí para la Uhura de Zoe Saldana. "Creo que el traje isotérmico de Uhura es uno de los trajes favoritos de J.J. de toda la película", dice Kaplan. "Teníamos mucho interés en que se parecieran a los trajes isotérmicos de Star Trek, así que diseñé algo que me pareció que sería innovador y adecuado para Star Trek".

Entre las otras novedades de vestuario hay trajes espaciales de tejido metálico con cascos iluminados. La Flota Estelar lleva uniformes y una especie de mono llamado Traje para Lanzadera que utilizan para viajes informales. En la película también aparecen los tripulantes de la nave Enterprise llevando ropas de civil, a bordo de la nave comercial knormiana y en Kronos, lo cual supuso otro elemento fascinante más para Kaplan."Querían que llevaran ropas que fueran prácticas para las condiciones en las que iban a estar, así que son rudas y sencillas. Para también disfruté trabajando con la idea de que cada personaje llevaba su propio uniforme creado por él mismo", explica.

Saldana también estaba entusiasmada con su indumentaria, y dice: "Me encantó la ropa de cuero estilo nómada de Mad Max que nos hace pasar desapercibidos en Kronos. Michael es tanto un artista como un narrador".

En cuanto a la parte sombría, Kaplan disfrutó mucho creando los uniformes para la tripulación de la nave Venganza (utilizando un acabado como de rejilla que hace juegos con la luz), y para el villano interpretado por Benedict Cumberbatch. "Para Benedict me gustó mucho la idea de unos largos abrigos, de manera que se le viera en el espacio con los faldones del abrigo flotando. Cuando se le ve por primera vez en Kronos, está a contraluz, y J.J. y yo pensamos que sería una buena idea el que al principio no supiéramos dónde está. Uno casi se cree que su abrigo es un abrigo klingon. Entonces él baja de un salto, y seguimos sin estar seguros de quién es, porque lleva una capucha y una máscara, y entonces se lo quita todo y nos llevamos la sorpresa de ver que es Benedict".

Para los trajes klingon, Kaplan utilizó diseños creados para la primera película pero que el público nunca había visto. "Para los trajes de las tropas de asalto utilizamos un tejido que parece piel de rinoceronte o de elefante", explica. "Sus cascos están basados en el cangrejo herradura, que me pareció que sería un diseño genial. Luego diseñamos una estética completamente distinta para los guerreros, que es más práctica para luchar".

Otra novedad para Kaplan fue la oportunidad de diseñar no solamente para otros mundos, sino también para el nuestro, aunque en el Londres y el San Francisco del siglo XXIII. Una vez más, se encontró mirando tanto hacia el pasado como hacia el futuro. "Al igual que con el resto la película, queríamos que los diseños de la Tierra estuvieran inspirados en los años sesenta, pero que fueran una versión plausiblemente futurista de ellos. Nos inspiramos en diseñadores como Christian Dior, Rudy Gernreich y Cortége, y luego lo hicimos nuestro".

Esa, dice Kaplan, es la regla cuando se trabaja con J.J. "Todo tiene que quedar genial, pero sobre todo tiene que reflejar la verdad emocional de la historia que estamos narrando", resume.


Donde se realizan los descubrimientos: Viaje a la National Ignition Facility
Gene Roddenberry dijo una vez de Star Trek: "Casi todo esto surge de mi fe en que el futuro de la humanidad es brillante. Sólo estamos empezando. Nos esperan grandes maravillas. No veo cómo podría ser de otra manera". Ese espíritu, que continúa atrayendo a millones de espectadores hacia los viajes especiales y que creó hace más de 50 años, estaba inspirado principalmente por el constante afán de los seres humanos por realizar descubrimientos científicos. No resulta sorprendente el que, durante todos estos años, la filosofía de Star Trek haya inspirado a su vez a una legión de jóvenes científicos, exploradores y escritores.

En un encantador homenaje a ese ciclo de inspiración, J. J. Abrams llevó a "Star Trek: En la oscuridad" a una localización especialmente significativa: la National Ignition Facility (NIF, Instalaciones Nacionales de la Ignición en sus siglas inglesas) en el Laboratoio Lawrence Livermore, sede de unas investigaciones sin precedentes sobre el futuro de la propia energía. Allí se están utilizando 192 de los rayos láser más potentes del mundo para desvelar los secretos de la materia y la anti-materia y para investigar la fusión termonuclear. El trabajo que se lleva a cabo en la NIF podría producir algún día una revolución energética susceptible de cambiar el mundo, liberando a la humanidad de la contaminación y los combustibles no renovables, e incluso haciendo más viables los viajes interestelares.

Al ser una instalación gubernamental protegida, la NIF generalmente no deja entrar a equipos de filmación... pero Star Trek era algo completamente diferente. Los vínculos entre la NIF y Star Trek son literalmente esenciales: después de todo, la nave Enterprise está propulsada por deuterio, un isótopo del hidrógeno conocido como "hidrógeno pesado", al igual que la NIF. Y muchos de los científicos que trabajan en la NIF admiten haber echado los dientes viendo a Kirk y Spock ir más allá de los límites actuales del conocimiento humano.

El doctor Edward Moses, director adjunto principal de la NIF y del Directorio de la Ciencia Fotónica, dice: "¡Llevamos muchos años esperando a que los de Star Trek se dieran cuenta de que deberían estar aquí! Son unas instalaciones muy futuristas... y pienso que a todos nos ha influenciado el concepto del futuro de Star Trek".

Para los realizadores, la NIF ofrecía unas localizaciones que nunca podrían simularse en ningún modo, y que les daban la oportunidad de sumergirse a fondo en las entrañas nucleares de la nave, nunca antes vistas, las cuales crean la energía warp más avanzada de la Flota Estelar, haciendo posible viajar a mayor velocidad que la luz. Para la NIF, suponía la ocasión de ver a su laboratorio interpretado por la mirada de un narrador cinematográfico. "Fue súper fascinante ver la visión que tiene J.J. Abrams de nuestro trabajo", observa Moses.

Abrams no pudo evitar sentirse conmovido no sólo por la belleza tecnológica sino por la fuerte impresión de estar plantado en medio de un lugar en el que la ciencia del siglo XXI está conduciendo al siglo XXIII de la película. "Estábamos allí intentando nada más que rodar una película, pero a nuestro alrededor, todos aquellos innovadores científicos estaban trabajando en tecnologías que probablemente servirán de ayuda al mundo entero", dice. "La idea de que algún día los investigadores de la NIF serán capaces de crear una energía limpia e ilimitada es muy emocionante. Por una parte, se trataba simplemente de una localización genial para la película pero, lo que es más importante, fue para nosotros un gran honor el ser bien recibidos allí. Esa gente está realizando algunas investigaciones que podrían alterar el curso del destino de nuestro planeta tanto como lo hicieron la rueda o la bombilla. Nos costaba trabajo creer que nos fueran a dejar rodar allí, y luego resultó que estaban muy ilusionados de tenernos allí. Y mucha gente nos dijo que Star Trek les había inspirado para meterse en el mundo de la ciencia".

A lo largo de la producción, una larga serie de científicos, artistas y gente famosa acudieron en masa al plató de "En la oscuridad" para echarle un vistazo en persona a Star Trek en acción. Su presencia era un recordatorio constante de lo universalmente atractivo e inspirador que sigue siendo su concepto.

Resume Bryan Burk: "Creo que lo que atrae de Star Trek a toda esa gente diferente es lo mismo que aportan J.J., los actores y el equipo técnico: esa sensación de maravilla ante lo que nos puede deparar el futuro cuando zarpemos osadamente de la Tierra para aprender cosas acerca de mundos y especies diferentes. A todos nos atrae esa promesa de un futuro en el que ya no haya guerras en el mundo, y de que cualesquiera que sean los problemas que tengamos, podemos solucionarlos juntos. Ese es el concepto de Star Trek, y eso es lo que está en juego en esta historia".