Mari vive con su padre inválido y dos hijos en un cobertizo en los bosques fuera de la ciudad. Sus condiciones de vida son modestas, como las de sus otros vecinos gitanos. Recientemente, más que nunca, deben vivir a escondidas: cinco familias completas han sido asesinadas en la zona, tiroteadas en sus propias casas.
La comunidad gitana lucha por continuar con su sencilla rutina diaria entre la ansiedad por los crímenes presuntamente racistas. Mari alterna dos trabajos. La adolescente Anna intenta concentrarse en el colegio y en sus dibujos. Pero el joven Rio está preocupado con otras cosas. Se está preparando