Dead man down es un proyecto cinematográfico por el que tanto el reparto como el equipo de realización sentían una gran pasión y estaban decididos a llevar a la gran pantalla desde el momento en que cada uno de ellos leyó el guión.
Tras el éxito internacional de crítica y público de la película sueca "Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres", su director de origen danés, Niels Arden Oplev, empezó a recibir de inmediato ofertas de los estudios de Hollywood, que le enviaban infinidad de guiones para que leyera. Pero ninguno de ellos llegaba a convencer a Oplev... hasta que leyó el guión de DEAD MAN DOWN.
Según recuerda Oplev: "La cuestión con DEAD MAN DOWN es que era un buen guión. Esa es la principal diferencia entre este y los otros 250 guiones que leí. De esos 250 guiones que leí a lo largo de dos años y medio, había quizá unos cuantos que era interesantes. Algunos necesitaban algo más de trabajo para que yo pudiera plantearme siquiera trasladarlos a la gran pantalla. Pero el guión de DEAD MAN DOWN ya me llegó casi perfecto".
"Además, es una historia muy interesante", sostiene Oplev. "Está dotada de mucha sustancia, de una gran profundidad de los personajes, es una mezcla fantástica de algo que debería funcionar para un público muy amplio pero que, al mismo tiempo, tiene una faceta algo más artística. Y es un guión que trata mi tema favorito, que es la redención del corazón, la redención de tu destino. En el sentido de que, cuando pareces estar pasando por el peor momento de tu vida, por el más amargo, alguien o algo te concede una segunda oportunidad para redimirte y que tu vida vuelva por el buen camino. Ese es básicamente el caso para Victor y también para Beatrice. Y más o menos ocurre porque se conocen justo cuando ambos se encuentran sumidos en ese corazón de las tinieblas. Su encuentro y todas las locuras que suceden posteriormente les permiten redimirse hasta el punto de recibir ambos una segunda oportunidad".
"Y eso es seguramente para mí el tema más hermoso", prosigue Oplev, "un tema que está totalmente presente en Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, tanto para Lisbeth Salander como para Blomkvist, así como en otras de mis restantes películas".
"De verdad creo que DEAD MAN DOWN posee todos los ingredientes de una clásica película estadounidense, en cuanto al factor entretenimiento", sostiene Oplev. "Tiene venganza, acción y una trama interesante y misteriosa, que se va desvelando a medida que avanzamos en la historia. El filme cuenta con todos esos personajes tan interesantes y fantásticos y una factura impecable, lo tiene todo. Y luego, dentro de ese conjunto, se encuentra una extraña historia de amor, que la verdad es que es una historia de amor entre un hombre y una mujer como no se había visto nunca. Así que me atraía mucho, como es lógico, trabajar con todos esos elementos".
"Cuando te fijas en cada uno de los personajes, Victor, interpretado por Colin Farrell, y Beatrice, interpretada por Noomi Rapace", explica Oplev, "y este romance, está claro que no se trata de una historia de amor que empiece de manera convencional. Comienza con lo que crees que es una cita entre un hombre que es un misterio en cuanto a si es uno de los buenos o de los malos, ya que ha hecho algunas cosas terribles nada más empezar la película, y una mujer que parece muy extraña en cuanto a cómo vive con su madre. Y entonces, mientras se encuentran en esa primera cita, la misma toma un rumbo completamente insólito, algo que no se había visto jamás. Cuando leí el fantástico guión de Joel Wyman por primera vez, me pareció que esa capacidad para renovar la escena de la cita en el cine era un logro en sí mismo. Uno habría jurado que sería imposible, pero eso es precisamente lo que hace esta historia".
"Así que DEAD MAN DOWN cuenta con una enorme cantidad de giros y vueltas", prosigue Oplev. "Cuando ya crees saber algo, pasa otra cosa distinta. Y, en ese sentido, la película va a resultar muy entretenida y emocionante. Así que la verdad es que tenía los ingredientes que andaba buscando".
"Además, DEAD MAN DOWN es una gran producción independiente, así que también había libertad para hacerla como yo quisiera", afirma Oplev. "Creo que sería muy difícil hacer una película así, con las escenas que contiene, y lo que esta gente dice y hace, dentro del sistema de los grandes estudios de Hollywood".
"Joel Wyman había pasado seis años trabajando en este guión y estaba en conversaciones de algún tipo con Neil Moritz y su productora, Original Film sobre hacerla", relata Oplev. "Y cuando Joel estaba a punto de terminar de escribirlo, por lo que tengo entendido, vio mi película Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, y, según parece, Neil Moritz y él decidieron enviarme el guión como su primera opción para dirigirlo. Recibí el guión justo antes de otra película que se suponía que debía empezar a rodar, pero el proyecto se vino abajo. Por tanto, cuando me llegó, lo leí muy rápido y me encantó. Así que llamé a Joel y me reuní con él, y el primer nombre que se mencionó para hacer de Victor en la película fue el de Colin Farrell".
"El nombre de Colin surgió de manera natural, porque Neil Moritz estaba haciendo Total Recall (Desafío total) con él", recuerda Oplev. "Y me pareció que podía ser una idea muy interesante, realmente increíble. Así que tenía que conocer a Colin, y acabamos reuniéndonos en Nueva York. Me transmitió una enorme dedicación e interés por hacer algo distinto, por interpretar a este personaje que posee elementos clásicos y, al mismo tiempo, una profundidad emocional, así como una sensibilidad algo extraña, llena de matices, que era lo que yo buscaba que tuviera este personaje. Así que fue una reunión excelente".
"Y del mismo modo que Joel nunca tuvo a otro director en consideración", explica Oplev, "tampoco tuvimos Joel, Neil y yo a ningún otro actor en mente. Así que se trataba de algo seguro desde el principio y, por suerte, a Colin le gustó mucho el guión y aceptó. Fue una forma verdaderamente estupenda de arrancar un proyecto. Cuando se empieza así, ya se va por buen camino".
"Por lo que respecta a Colin en el papel de Victor", confiesa Oplev, "creo que lo primero que me resultaba muy importante y lo hablé con Colin la primera vez que nos vimos era que íbamos a mostrarlo como una persona real, no como un héroe de acción. Y cuando veo a Colin en el papel, me atrevería a decir que expresa una gran sensibilidad en un personaje con semejante oscuridad. Su trayectoria como personaje va de casi total oscuridad a la luz. Así que hay una redención".
"Y en lo referente al papel de Victor", prosigue Oplev, "Victor es un tipo que, por un lado, tiene que exhibir la capacidad de hacer algo tan duro como el combate urbano. O sea, que es capaz de matar a gente, pese a que en esta película no es fácil matar a gente el asesinato conlleva un precio. No es un héroe de acción, sino más bien un tipo movido por la oscuridad a matar por venganza. Así que su trayectoria como personaje va de la casi total oscuridad hasta la luz".
"Y entonces es cuando aparece Beatrice, para redimir el corazón de Victor", apunta Oplev. "De ese modo, Victor vuelve a ser humano; recupera sus sentimientos. En el curso de la historia, su corazón se redime y vuelve a tener sentimientos humanos normales, que es análogo a la trayectoria que sigue Lisbeth Salander en Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres".
"Victor es alguien que puede matar", explica Oplev, "pero, a través de su contacto con Beatrice y con esa extraña historia de amor a la lo expone, va recuperando, poquito a poco, paulatinamente, sus emociones humanas, sobre todo en el último tercio de la historia. Y se convierte en algo a lo que no me atrevería a calificar de persona normal, pero al menos se trata de alguien que ha pasado por algo terrible y ha empezado a ver nuevamente la luz".
"En cuanto a mí, al conectar con Colin, me pareció que se encontraba realmente en un punto en el que podría interpretar a Victor como un tipo duro pero, al mismo tiempo, tener un nivel de sensibilidad y profundidad emocional, tan importantes a la hora de crear un personaje humano, pero que no exhibe emociones humanas. Eso resultaba crucial para este personaje, de lo contrario se podría volver algo monótono y quedarse simplemente en oscuro. El personaje tiene eso pero, al mismo tiempo, también tiene una enorme profundidad, que hace que percibamos que, en su interior, y bajo todo eso, se halla el misterio de todo lo que le sucedió a él, y el misterio de su destino, y de estas emociones que lo han impulsado a seguir adelante en su viaje".
"No puedo trabajar con un personaje que no tiene destino", confiesa Oplev. Para Oplev, los personajes con un destino son "alguien que asume riesgos, o personajes en circunstancias muy especiales de sus vidas, que les dan un sentido y un destino. Y eso es una herramienta dramática muy interesante y fascinante. Si percibes que un personaje tiene un destino, sentirás el misterio y hacia dónde los dirige su viaje. Y para nosotros, como espectadores, que vivimos vidas más corrientes, podemos sentir en ellos algo que los impulsa y que nos hace querer ver adónde los lleva ese viaje y hace que queramos acompañarlos. Una vez sentimos simpatía por un personaje y su causa, entonces, aunque ese personaje exija realizar actos atroces, sentiremos la necesidad de que el personaje haga esas cosas y aceptaremos que eso es lo que él es. En caso contrario, no querremos acompañarlo en su viaje. Así que la simpatía y la identificación con el personaje son muy importantes".
"Y me pareció que Colin aportaría a Victor esa vida, esa profundidad y esa sensibilidad que harían sumamente interesante la oscuridad de su viaje, y lograría que nos compadeciéramos de él y quisiéramos salvarlo", explica Oplev. "Queremos que haga lo correcto. Y Colin lo hace fenomenal en la película. Hay emociones a varios niveles en lo que hace Colin en muchas de sus escenas, que es lo que las hace complejas y apasionantes".
"Cuando veo a Colin interpretar a Victor en la película", observa Oplev, "posee una cierta tosquedad, un carácter de tipo duro, que hace que sintamos que este individuo, teniendo en cuenta su procedencia, se ha transformado por necesidad, para convertirse en alguien violento, no por deseo propio de serlo, sino por una causa muy justificada. Pese a que, cuando uno se toma la justicia por su mano, eso siempre conlleva cierto precio. Él paga ese precio con sus emociones. Todo eso no hace sino aumentar la complejidad del personaje".
"La cuestión con Noomi es que ella y yo, naturalmente, nos conocemos, hemos pasado juntos por el durísimo esfuerzo que supuso hacer Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres", recuerda Oplev. "Primero necesitábamos saber si Colin quería hacerlo y, una vez supimos que Colin estaba dispuesto, pudimos empezar a plantearnos quién podía interpretar a Beatrice. Pero lo curioso es que, para entonces, Noomi ya había leído el guión. Resulta que lo había leído y le había encantado. Y pensé: Vaya, sería una locura alucinante elegirla a ella. Entonces se reunió con Joel y Neil en Los Ángeles y, por supuesto, los encandiló a ambos, se quedaron estupefactos, lo que era genial".
"Pero, para mí, lo realmente interesante del tema, lógicamente, es que sabía que Noomi aportaría al papel la emoción y la profundidad necesarias, tal como ya hiciera con Lisbeth en Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres", sostiene Oplev. "Sin embargo, lo que verdaderamente me atraía era la posibilidad de intentar usar a Noomi como actriz en un papel que era tan alejado del de Lisbeth Salander como cabría imaginar. Me refiero a que, en DEAD MAN DOWN, Noomi interpreta a una chica franco-americana, muy femenina, con zapatos de tacón alto, manicura, pelo y pestañas muy cuidados... todo ese tipo de cosas. Es menuda y frágil pero, al mismo tiempo, alberga en su interior una enorme furia y oscuridad, que puede impulsarla a tirar del freno de mano del coche de Colin, de modo que haga un trompo, sin que le dé miedo morir. Así que se trata de una chica femenina y frágil, con una gran fuerza interior, y me pareció que sería genial ver a Noomi interpretarla. Y quizá el papel que interpreta en DEAD MAN DOWN, aunque ya ha trabajado en algunos títulos realmente importantes desde Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, este papel quizá sea más alejado de Lisbeth que cualquiera de los otros. Eso era algo que me atraía mucho. Además, por supuesto", prosigue Oplev, "estaba deseando poder volver a trabajar con ella y fue una experiencia extraordinaria".
DEAD MAN DOWN empezó como un guión original de Joel Wyman, en el que estuvo trabajando a lo largo de seis años con su socio en la producción, Reid Shane. Como recuerda Shane, uno de los productores ejecutivos de DEAD MAN DOWN: "A la vez que Joel y yo trabajábamos en el guión de DEAD MAN DOWN, Joel estaba desarrollando otro proyecto con la productora de Neil Moritz, Original Film, y el socio de Neil, Ori Marmur, le pidió a Joel que se planteara la posibilidad de escribir el guión de un thriller francés del que estaban pensando hacer un remake. Joel aceptó echarle un vistazo y después le dijo a Ori que tenía un thriller original mucho mejor en el que ya estaba trabajando. Ori se mostró sin duda interesado en leerlo y, unos seis meses después, cuando Joel acabó con el guión de DEAD MAN DOWN, se lo envió a Ori en exclusiva. Ori leyó el proyecto enseguida y le encantó, y entonces se lo mandó ese mismo día al productor Neil Moritz, que por entonces estaba rodando Total Recall (Desafío total) con Colin Farrell. A Neil también le entusiasmó el guión y se lo pasó a Colin Farrell, a quien le encantó igualmente". Y así fue cómo se puso en marcha el proceso para trasladar el guión de DEAD MAN DOWN a la gran pantalla.
Según recuerda el productor ejecutivo Ori Marmur: "Joel había escrito algo que ya existía en nuestra compañía, de modo que, cuando Neil Moritz y yo quedamos con él, se suponía que iba a ser una reunión general para hablar de preparar rápidamente una nueva versión de ese guión. Sin embargo, de algún modo, nos desviamos del tema y acabamos hablando de thrillers de cine negro y thrillers de venganza. Acababa de ver un thriller de cine negro europeo del que me parecía que sería genial hacer un remake. Así que empezamos a hablar de ese filme y Joel preguntó si podía verlo. Le envié una copia de la película y, al día siguiente, Joel dijo que no le interesaba hacerlo, pero que tenía un guión original en el que había estado trabajando, que pensaba que era un thriller de venganza mejor. Así que, cuando Joel terminó el guión, nos lo envió y nos pareció estupendo. Seguimos trabajando en él unos meses más junto con Joel y, por fin, recibimos un guión suyo que era fantástico y sirvió para atraer a todos los excelentes elementos que ahora forman parte del filme".
¿Qué es lo que tenía el guión de DEAD MAN DOWN para convencer de ese modo a Moritz y Marmur para trasladarlo a la gran pantalla? Tal como explica Marmur: "Nos encantaba que fuera algo único, en el sentido de que es un thriller de venganza, pero también tenía una estupenda faceta de historia de amor, así como muchos giros y vueltas que resultaban inesperados. Y tenía algo con lo que nos quedamos inmediatamente prendados. Era diferente a muchas otras películas que hemos hecho anteriormente y muy diferente a muchas de las películas que hay actualmente en el mercado. Es algo verdaderamente único, una obra muy especial, porque hay momentos que son oscuros y provocativos, hay momentos que dan miedo, hay momentos llenos de suspense. Y hay algunos momentos románticos realmente excelentes. También está la lucha entre la luz y la oscuridad en nuestros dos protagonistas principales, Victor y Beatrice, con sus propios demonios personales, o estando dispuestos a tener fe en que el día de mañana pueda ser mejor que el de hoy. El guión ya incluía todos estos grandes temas, y la película les ha dado vida".
El siguiente paso para los productores fue encontrar a un director apropiado para el proyecto. "Cuando ya teníamos el guión de Joel, mantuvimos una larga conversación sobre el director adecuado", recuerda Marmur. "Repasamos una lista de los directores que nos gustarían para este proyecto y, en lo más alto de la misma, se encontraba Niels Arden Oplev. A todos nos había entusiasmado Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres y pensamos que Niels dotó a la película de un gran estilo, aspecto y sensibilidad, pero además logró sacar unas interpretaciones asombrosas de sus actores".
Según Reid Shane, "no sólo nos habíamos quedado Joel y yo prendados de Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, sino que lo que hacía tan especial a la película era que Niels fue capaz de plasmar el drama, el suspense y la acción en un tapiz perfecto, sin fisuras. Y creo que nuestra historia está en una onda muy similar. Tenemos algunas escenas de acción enormes, pero el núcleo de DEAD MAN DOWN es una historia de amor. Y sabíamos que Niels tenía la sensibilidad y la habilidad necesarias para poder manejar ambas facetas".
"La siguiente pieza del puzle fue Noomi Rapace", recuerda Marmur. "Evidentemente, tenía una excelente relación con Niels por Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, y Niels pensaba que sería perfecta para el papel de Beatrice. Así que le enviamos el guión y respondió de inmediato. Creo que nos comentó la primera vez que nos reunimos con ella que leyó el guión y, sobre la marcha, le envió un mensaje de texto a Niels, porque había oído que se iba a comprometer con el proyecto".
"Después de Colin y Noomi, conseguimos a Terrence Howard para el papel de Alphonse, de lo que no podíamos estar más contentos", relata Marmur. "Terrence nunca interpreta a villanos en el cine, siempre es muy simpático, o parece ser uno de los malos, que luego resulta ser uno de los buenos. Pero en DEAD MAN DOWN, Terrence es definitivamente el villano, no deja de serlo en ningún momento y resulta realmente amenazador y espeluznante".
"Terrence es un actor tremendo y nos pareció estupendo su deseo de cambiar de registro", prosigue Marmur. "Estaba muy interesado en interpretar a un tipo de personaje diferente a los que había hecho en películas anteriores. Y el papel de Alphonse no está interpretado de la forma más o menos tradicional y desmesurada en que suele hacerse con esos jefes del crimen organizado, lo cual es mérito suyo. En lugar de eso, al encarnarlo Terrence, Alphonse es un criminal muy hábil y astuto. Es muy calculador, aunque en cierto modo se puede percibir esa furia a punto de estallar que se oculta bajo su fachada exterior".
"Hicimos una elección similar con Dominic Cooper para el papel de Darcy", explica Marmur. "Dominic es un actor fantástico. Acababa de hacer El doble del diablo, en la que estaba asombroso. Y creo que estaba en pleno rodaje de Abraham Lincoln: cazador de vampiros, cuando nos pusimos en contacto con él para hablarle de DEAD MAN DOWN. Al igual que el resto de los actores, reaccionó muy positivamente al material y aceptó de inmediato. Como con nuestra elección de Terrence para Alphonse, Darcy también es un personaje muy diferente para Dominic. Es un papel que plantea todo un reto para él y aportó ideas frescas y originales a su interpretación del mismo. Darcy es un amigo y compañero de Victor, ambos trabajan para Alphonse. Darcy es el que intenta obstinadamente descubrir quién es el individuo que está amenazando a su jefe, hasta estar a punto de sufrir una crisis nerviosa. Pero ignora que la persona que está buscando podría estar delante de sus propias narices".
"Tuvimos mucha suerte", admite entusiasmado Marmur. "Entre Colin, Noomi, Terrence, Dominic Cooper y, por supuesto, Isabelle Huppert, DEAD MAN DOWN tiene verdaderamente un reparto de talla mundial".
El equipo de realización no podría estar más encantado al ver cómo, desde el primer momento, todos los aspectos de la película iban encajando de una forma de lo más afortunada. "Desde el principio", observa encantado Reid Shane, "en una sucesión perfecta de acontecimientos, conseguimos a nuestro director y a nuestros dos actores principales. Nunca enviamos el guión a ningún otro director, ningún otro actor, ni ninguna otra actriz. El guión no llegó nunca a circular por la industria. Y, llegados a ese punto, nos pusimos a buscar financiación, Neil Moritz se lo presentó a Stuart Ford, jefe de IM Global, que también se incorporaron al proyecto como productores, junto con Original Film".
Según explica el productor ejecutivo Stuart Ford: "Ante todo, lo que nos atrajo del proyecto fue el guión. Nos pareció un thriller muy inteligente, con mucha clase, pero a la vez con una gran agudeza y un verdadero pulso emocional. Parecía la clase de película que los espectadores estaban más acostumbrados a encontrarse en los años 70, auténtica edad de oro para el cine de los grandes estudios, aunque ahora mucho menos. Lo que vimos en DEAD MAN DOWN fue un thriller aparentemente muy comercial, con excelentes secuencias de acción, mucho suspense, estupendos villanos y personajes muy machos. Pero, en el centro de todo eso, se encontraba una historia de amor muy tierna, algo insólita, que dotaba al filme de una emotividad y una inteligencia que esperemos que sirva para atraer tanto a un público masculino interesado en la acción como, por su aspecto emotivo, a un público femenino; y luego también a un tipo de espectador más sofisticado, exclusivo, al que le gustó el trabajo de Niels Arden Oplev en Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres".
"La participación de IM Global en el proyecto", explica Ford, "empezó con una reunión que tuvimos con Neil Moritz y Ori Marmur, productores de estudio enormemente prolíficos y con un tremendo éxito, que por lo general suelen trabajar en grandes producciones como Total Recall (Desafío total) y The Fast and the Furious (A todo gas). Durante esa reunión, les preguntamos qué proyectos tenían, que fueran más adecuados para nuestro nivel de presupuesto, que viene a ser un nivel medio para lo que acostumbran los grandes estudios. Y nos dijeron que se acababan de encontrar con un guión fantástico, DEAD MAN DOWN. Me dijeron quién era el director, lo que nos interesó de inmediato, porque, evidentemente, a todo el mundo le pareció que Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres era estupenda".
"Niels Sejer se incorporó al proyecto con muchas ganas de crear decorados que pudieran más o menos fundirse con el paisaje real", cuenta Marmur. "Nuestro director ya tenía pensado mucho tiempo antes cada decorado, localización o calle en que se rodó la película. Niels Arden Oplev sabía exactamente lo que buscaba y quería asegurarse de que, cuando vieras la película, cualquier habitación, ascensor, escalera, café, almacén u oficina resultara interesante. Su objetivo era que parecieran reales, pero a la vez algo más, que tuvieran algo extra para que te sintieras atraído por lo que estabas viendo. El resultado es que no sólo te consiga enganchar la historia, sino que también te interese el mundo que ha creado Niels. Y eso resulta emocionante".
"El aspecto visual y el ambiente de la película", explica Marmur, "en lo referente a decorados, iluminación, vestuario y decisiones estilísticas sobre dónde se sitúa la cámara, son todos una extensión de la visión de Niels Arden Oplev. DEAD MAN DOWN es una historia dura, descarnada, emotiva, por momentos divertida y por momentos triste, de dos almas heridas, interpretadas por Colin y Noomi, que se encuentran, se juntan y sobreviven, aunque tengan que superar obstáculos increíbles".
"Es imposible exagerar las cualidades y virtudes que Colin Farrell aporta al papel de Victor", sentencia Stuart Ford. "Es un actor fantástico, que ha demostrado a lo largo de su carrera una versatilidad pasmosa en la gran pantalla. Victor es un personaje con múltiples matices, que poco a poco iremos descubriendo a lo largo de la película. Así que exige una interpretación compleja, muy sutil. Y Colin estaba sobradamente a la altura de ese reto".
"También estábamos encantados de contar con Colin", prosigue Ford, "porque, por lo que respecta a los distintos tipos de público que pueden interesarse por la película, Colin es uno de los pocos actores de Hollywood que cuenta con respeto y credibilidad desde un punto de vista crítico, entre los espectadores de más alto nivel, pero al mismo tiempo ha demostrado de sobra que tiene capacidad para ser lo mismo un héroe de acción que un galán romántico. Como creemos que DEAD MAN DOWN tiene posibilidad de satisfacer a todos esos distintos tipos de público, pensamos que Colin era el actor perfecto para protagonizarla".
Ori Marmur se muestra de acuerdo: "Nos encanta Colin Farrell como actor. Es casi como un camaleón humano. Puede pasar de superproducciones como Total Recall (Desafío total) a producciones independientes con gran éxito de crítica como Escondidos en Brujas, a atrevidas comedias de humor grueso como Cómo acabar con tu jefe a una película como DEAD MAN DOWN. Y creo que Colin es un caso único en ese aspecto. No parece haber llegado a un punto de saturación y ha disfrutado de una carrera muy interesante, con filmes de una diversidad increíble. Además, era importante contar con un actor principal que convenciera a los hombres".
"El guión fue lo que me atrajo de DEAD MAN DOWN", recuerda Colin Farrell, "antes de saber siquiera que Niels iba a ser el director, lo que añadió otro aliciente más a la película. Simplemente leí el guión y me encantó, me encantan las convenciones, incluso hasta la situación geográfica de dónde vive mi personaje y dónde vive el personaje de Noomi, Beatrice, la proximidad que tienen uno a otro y esa especie de aspecto voyeurista mutuo con el que se inicia su relación. Poseía un elemento muy propio de Hitchcock que me gustaba".
"DEAD MAN DOWN está más o menos ambientado en el mundo del crimen de Nueva York, pero su historia de amor es muy sólida y me pareció bastante profunda", explica Farrell. "Las secuencias de acción que tiene, que son unas cuantas, son bastante complejas, y resultan muy interesante y entretenidas. Pero la historia de amor entre Victor, el personaje que interpreto yo, y Beatrice, el personaje que interpreta Noomi, era para mí el eje central de la película. Trata básicamente sobre dos personas heridas, aparentemente sin arreglo posible, que, como consecuencia de la relación que entablan, encuentran la posibilidad de curarse mutuamente, y ese es el aspecto que más me atrae de la historia".
"Después de leer el guión, fue cuando descubrí que Niels Arden Oplev lo iba a dirigir", recuerda Farrell. "Había visto Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, y luego otra película que había hecho, titulada Drømmen (Venceremos), que era preciosa pero, en cuanto a géneros cinematográficos se refiere, diametralmente opuesta a Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres. Así que me pareció que Niels podía hacer básicamente cualquier cosa que se propusiera y estaba entusiasmado ante la perspectiva de trabajar con él".
"La historia de DEAD MAN DOWN parecía una interpretación muy especial, una mirada muy diferente a un mundo muy particular", explica Farrell. "Y lo vemos a través del prisma de dos personas que están ambas, por distintos motivos, buscando poner fin a cierto aspecto de sus vidas, que no les ha traído más que dolor, que comparten el uno con el otro. Ambos tienen ADN común de dolor sufrido, pero por causas muy diferentes. Y ambos encuentran en el otro algo que no estaban buscando, que es la oportunidad de sanar sus corazones heridos y dejar atrás su pasado, de una forma distinta a como se habían propuesto en un primer momento".
"Tanto Victor como Beatrice, por distintos motivos", prosigue Farrell, "se habían propuesto en principio superar su pasado a través de la venganza. Pero, a lo largo de la historia, van cambiando ese deseo de venganza por amor. Y eso, pese a que ninguno de los dos busca amor ni compasión. Ambos han sido víctimas de un mundo que creen que les ha arrebatado toda posibilidad de experimentar afinidad, unión, intimidad... o amor. Pero, a consecuencia de cómo se desarrolla la historia, se topan el uno con el otro".
"Victor lleva una existencia de lo más estéril", explica Farrell. "La verdad es que lleva una vida en la que se priva conscientemente de toda fuente de alegría. No se le ocurriría ir al cine, ni escuchar música. Cuando por fin decide ir por primera vez al apartamento de Beatrice, donde vive con su madre, interpretada por Isabelle Huppert, parece encontrar un ambiente increíblemente afectuoso. Parece como si saliera un poco del frío, a un cuarto cálido, donde los sentidos se ven asaltados por el constante olor de pan en el horno y comida al fuego. Y eso es algo con lo que la verdad es que no se siente muy cómodo, no es algo para lo que tenga un hueco, ni tiempo, en su vida pero, como los sentidos influyen en nuestra conducta y en nuestra forma de ver el mundo que nos rodea vistas, sonidos, olores, tacto eso por sí mismo ya empieza a abrir aspectos de él que preferiría no ver expuestos, que preferiría que no se abrieran. Aunque sólo sea el olor de algo recién horneado. Además, hay una relación madre/hija, que es una relación de la que ya no tiene otra muestra en su vida. Eso es lo que le arrebataron una madre y una hija. Así ese apartamento es un lugar peligroso para él en muchos aspectos porque no puede permitirse ablandarse, ni verse expuesto, ni quedar vulnerable. Tiene una única misión en la vida, y todo lo que le haga desviarse de la misma es un peligro. Y eso viene a ser lo que es Beatrice al principio, pero luego resulta ser un desvío muy afortunado, que merece totalmente la pena".
En cuanto a su trabajo con Noomi Rapace, Farrell no tiene más que enormes elogios con respecto a ella. "Noomi es asombrosa", asegura entusiasmado Farrell. "Es increíblemente inteligente y perspicaz, y sumamente audaz. Posee una expresividad emocional increíble. Te obliga de una forma maravillosa a dar lo mejor de ti mismo como actor y conoce muy bien a Beatrice. Ideó tan bien a su Beatrice y de una forma tan específica, hermosa y poética, que la conoce del derecho y del revés. Todo el tiempo que pasé con Noomi en el rodaje fue una absoluta delicia. Y todo lo que insisto en que Victor y Beatrice son el eje de la historia y en lo mucho que disfruté haciendo las escenas de ellos dos, se debe en gran medida a Noomi, a su interpretación del personaje y de lo que es encontrarse en un lugar frente a ella y hacer las escenas que hemos hecho. Fue un completo placer. Es fenomenal, realmente fenomenal".
"Hicimos un ensayo estupendo cierto tiempo antes de empezar a rodar", recuerda Farrell. "No duró más que tres días, pero da la sensación de que le sacamos tanto partido como si hubiera durado quince días. Nos pasamos esos tres días en una habitación de hotel en Los Ángeles. Joel Wyman (autor del guión), Niels, Noomi y yo. Nos sentamos juntos y repasamos todo el guión, página por página por página. Y la verdad es que no parecía que hubiera que trabajar más ese guión. Pero nos pusimos a hablar de ello, y Niels tenía sus opiniones, Noomi las suyas y yo las mías, mientras Joel se limitaba a quedarse tranquilamente sentado escuchándonos, dado que todas sus opiniones ya estaban incluidas en el guión, por lo que se dedicó a asimilar las ideas que teníamos los demás. Y creo que hicimos el guión algo mejor o no tanto mejor, sino más personal. No había nada en él que no quisiéramos hacer, pero se cambió un poco la perspectiva en ciertos momentos y se acentuaron ciertas cosas".
Noomi Rapace no dudó en aceptar la oportunidad de interpretar a Beatrice en DEAD MAN DOWN. "Lo que me atrajo inicialmente del proyecto fue el guión", señala Rapace. "La primera vez que lo leí, me llegó directo a lo más hondo. Me dejó anonadada. Para mí, es como la historia de amor definitiva entre dos almas perdidas. Y luego oí que Niels Arden Oplev ya estaba ligado al proyecto. Pero yo no me creo nada; siempre tengo que comprobarlo todo. Así que le envié un mensaje de texto para ver si era cierto y me respondió que sí. Así que dije: Oh, Dios mío, vale, estupendo; me encanta el guión. Empezamos a intercambiarnos mensajes hablando del tema y entonces me dijo que quería a Colin Farrell para el papel de Victor, lo que me parecía genial. Poco después, quiso que Colin y yo nos conociéramos, y nos juntamos en Los Ángeles unos ocho meses antes de empezar el rodaje. Colin y yo hablamos un poco de la historia y empezamos a familiarizarnos el uno con el otro. Creo que sentimos una cierta conexión desde esa primera reunión".
"Entonces empecé a pensar en la historia y en esos personajes, y no podía dejar de darle vueltas", recuerda Rapace. "Creo que ha sido una de mis reacciones más emocionales a un guión. Creo que me quedé más o menos prendada con la historia y seguí sintiéndome igual a lo largo de toda la producción. Pese a que trabajamos muchas horas y algunas escenas resultaron muy duras de hacer, me encanta absolutamente esta historia".
"Mi personaje, Beatrice tiene una madre francesa, interpretada por Isabelle Huppert, y un padre estadounidense, que se largó cuando ella era pequeña, después de que se trasladaran de Francia a Nueva York", explica Rapace. "Desde entonces, han estado solas Beatrice, que tiene una cierta faceta inmadura, y su madre. Viven prácticamente en una burbuja que las protege. Es como si el tiempo se hubiera detenido en su apartamento. Tienen una relación casi simbiótica. Terminan las frases de la otra. Son más como hermanas o mejores amigas que madre e hija. Y la belleza es muy importante para ellos, encontrar la belleza en la vida y disfrutar de la misma".
En lo referente a trabajar con Colin Farrell, Rapace lo considera una experiencia extraordinaria. "Me encantó trabajar con Colin", afirma entusiasmada Rapace. "Durante el rodaje, nos enviábamos mensajes en plena noche y a primera hora de la mañana hablando de las escenas: ¿Y si digo esto? o ¿Qué te parecería hacer esta escena de este otro modo?. Así que es como si nuestros cerebros funcionaran a gran velocidad. Creo que nuestras energías son bastante similares en ese sentido. No paramos nunca, estamos en ese mundo viviéndolo, respirándolo, pensándolo. Incluso llegué a soñar con Colin y yo conduciendo por una ciudad ardiendo, conducía él, e iba como loco, yo estaba sentada al lado y era como si pensara: No pasa nada, pase lo que pase, estaré bien, porque estoy junto a él. Así que creo que todo este viaje era enteramente de nosotros dos. Ojalá pudiera haber hecho todas las escenas con él. Teníamos una escena muy larga, de unos nueve minutos. Y es como si se me hubiera olvidado el mundo que nos rodeaba y estuviéramos nosotros dos solos".
"Colin es tan sensible, tan centrado, tan comprometido y tan apasionado y totalmente abierto, sin protección", explica Rapace. "Es como si estuviéramos solos él y yo. Y eso es lo más hermoso que puedes experimentar como actor conseguir conectar así. Todo queda entre nosotros, lo demás es como si no existiera. Me encanta eso con él. No tiene vanidad alguna es simplemente trabajo y se esfuerza muchísimo. Estoy realmente impresionada y alucinada con él".
En cuanto a trabajar de nuevo con el director Niels Arden Oplev, Rapace y él tienen por supuesto una relación extraordinaria. "Niels ha dicho que yo soy como una granada de mano, que mi energía es explosiva, pero voy a devolvérsela", señala riendo Rapace. "Él es como una granada. Tiene una energía asombrosa y posee una gran pasión. Tiene un fuerte carácter y puede ser muy emotivo con ciertas cosas, pero siempre está entregado al 150%. Es casi como si no pudiera alcanzar un compromiso. No es una elección, simplemente es como trabaja. A veces está buscando algo y no logra expresarlo así que digo que creo que sé lo que quiere decir. Y entonces hago una versión y dice ¡Sí, sí!. Una vez, se me acercó con lágrimas en los ojos, me dio un beso, me abrazó y me dijo: Eso es, eso es. No se piensa las cosas dos veces. Se mantiene firme, sea como sea".
"Me encanta trabajar con Niels, porque nunca sé adónde me va a llevar y dónde acabaremos al final del rodaje", explica Rapace, "pero me parece que su energía siempre es muy positiva. Aunque tiene una energía muy fuerte y puede enfadarse o lo que sea, siempre es por un buen motivo y siempre es porque quiere hacer una película fantástica, asombrosa. Además, nuestra relación es muy sincera y directa. No nos protegemos mutuamente en nuestra relación laboral, porque sabemos que compartimos una misma visión. Y sabemos que estamos trabajando ambos para hacer algo que destaque. Creo que ya establecimos esa clase de relación cuando trabajamos juntos en Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres".
En cuanto a la elección de Terrence Howard, el director Niels Arden Oplev pensó que sería perfecto para el papel de Alphonse. "En lo referente a Alphonse, que es el adversario principal, el malo para convertirlo en un villano interesante tenía que tener varias lecturas", pondera Oplev. "En un buen drama, toda historia tiene siempre dos caras, al igual que cada personaje tiene dos caras y también tiene dos caras lo que mueve al personaje a hacer lo que hace. Todo personaje interesante, toda historia interesante, tiene una contradicción en cuanto a que entiendes por qué es un villano pero, por otro lado, esta y esta otra son las razones por las que es así. Como humanos, somos expertos en justificar cosas que tal vez no deberíamos haber hecho: Esta es la razón por la que tuve que hacerlo. Rara es la persona que hace algo por pura maldad; ni siquiera estoy seguro de que la pura maldad exista".
"Creo que, para Terrence Howard en su papel de Alphonse", argumenta Oplev, "lo interesante una vez más es que aporta un grado de sensibilidad, casi delicada, a su personaje. Cuando interroga a Harry, otro jefe de banda que solía trabajar para él, y cree por error que ha matado a la mano derecha de Alphonse, Paul, la voz de Alphonse está a punto de quebrarse, como si estuviera luchando por contener sus emociones. Pero no deja de ser mortalmente peligroso cuando llega a ese punto. Sería un cliché llamarla una vena psicópata del personaje. Creo que lo que ocurre realmente es que Alphonse es una persona que intenta tan desesperadamente conseguir algo y llegar a cierto punto, que se mete en algo que le viene grande y está tan al límite de sus capacidades, que ha empezado a hacer cosas que la verdad es que no debería haber hecho. Al darse cuenta de eso y, en cierto modo, saber que ha hecho algo malo y luchar contra ello, ha llegado a un punto en que está emocionalmente muy inestable".
"En cierto modo, en ese momento de su vida es en el que se encuentra Alphonse cuando lo conocemos", observa Oplev, "por la presión a la que se encuentra sometido, con alguien metiéndose con él, empezando incluso a aterrorizarlo y arruinarle la vida. Así que se encuentra en una situación muy delicada. Eso lo lleva a un estado de ánimo en el que está a punto de no ser capaz de controlar sus emociones. Terrence es conocido normalmente por papeles en los que hace de bueno, de tipo sensible así es como lo conocen los espectadores. Así que, cuando de repente dotamos de esas cualidades a un villano, se convierte en un componente muy interesante, y Alphonse es un villano más interesante gracias a ello".
"Y da gusto ver con cuánto encanto interpreta Dominic su papel", explica Oplev. "Encarna a un joven gánster como si fuera una especie de gafapasta del Lower East Side, de los que llevan tirantes y a la vez los pantalones muy bajos, a la altura del culo. Posee un encanto juvenil pero, al mismo tiempo, es peligroso. Es un tipo armado, con la misión de encontrar a quien está atormentando a su jefe y, de paso, demostrar lo duro que es. Darcy es también un amigo sumamente leal de Victor. Y, por supuesto, esa amistad y lealtad se verán sometidas a una durísima prueba a lo largo de la película".
Dominic Cooper se mostró encantado de unirse al reparto de DEAD MAN DOWN para hacer de Darcy. "Me estaba costando decidirme por mi próximo proyecto y había estado leyendo docenas de guiones", recuerda Cooper. Entonces, apareció DEAD MAN DOWN, que estaba a punto de empezar a rodarse. Y lo supe en el acto. Se habla a menudo de saberlo con sólo leer las primeras páginas de un guión, pero eso rara vez sucede así, porque sigues sin estar seguro. Pero esta vez era como un soplo de aire fresco. Llegó de repente y supe que era exactamente lo que andaba buscando y esperando".
"Desde luego, tenía todo lo que busco en una película de las que suelo ir a ver", asegura Cooper. "Tienes que mirar un guión y preguntarte: ¿Qué puedo aportar a esto, me veo interpretando a esta persona, puedo añadirle más matices y conseguir algo interesante?. También fue maravilloso ver a un personaje muy bien creado, que tenía un arco argumental, seguía una trayectoria, tras la que acababa en un lugar muy diferente del que empezó".
"Además, el proyecto tenía otros elementos, como contar ya con el director, Colin, Noomi y Terrence", señala Cooper. "Se trataba de actores y de un director a los que admiro de verdad. Así que fue una sensación agradable, no tener una decisión difícil entre manos y poder decir tranquilamente: Por supuesto. Estaba muy claro".
Para el papel de la madre de Beatrice, no había más que una actriz en quien estuviera interesado Niels Arden Oplev, así que se quedó encantado cuando la misma aceptó interpretarlo. "Isabelle Huppert está absolutamente magnífica en la película, interpretando a la madre de Noomi", asegura entusiasmado Oplev. "Lo hace con una extraña dulzura pero, al mismo tiempo, tiene un trasfondo misterioso y peligroso. Aun así, siente un gran cariño hacia su hija. Y posee una extraña especie de aura de celestina es como si estuviera decidida a buscarle a Beatrice un novio o un hombre en su vida. Es como algo que podría haber sucedido hace un siglo".
"Isabelle interpreta a la madre de Noomi, Valentine, como un personaje muy cariñoso y entrañable, pero peculiar", aporta Oplev. "Y, al mismo tiempo, lo hace con un humor fenomenal. Tiene un humor extraño y delicado, que es fantástico de ver. Noomi y ella juntas, como Beatrice y Valentine, viene a ser lo que atrae a Colin como Victor a ese mundo, en el que se encuentra más o menos impotente ante estas mujeres y embelesado por ellas. Se encuentra un poco incapaz de resistirse en ese apartamento. Cuando queda atrapado bajo su influjo, ya no se ve tan dueño de la situación del modo que lo hemos visto fuera de allí, donde sabemos de lo que es capaz".
"Es fantástico lo que Isabelle aporta a la película en el papel de Valentine", aduce Oplev. "También está claro que su hija cuenta con su amor incondicional y, en cierto modo, también Victor. Puede apreciar en Victor cosas que se encuentran bajo la superficie; ve la oscuridad que alberga en lo más profundo de su corazón y tal vez perciba cómo era él antes de que sobreviniera la tragedia. Ve algo en él anterior a que llegaran esos tiempos duros. Así que, en cierto modo, podría decirse que ella es el poder que puede arreglar los corazones de Beatrice y Victor. Allí hay un enorme amor, que fluye de ella a los otros dos personajes. Valentine es sin duda una parte muy importante de la película".
"Además, cuando te encuentras en el apartamento de Valentine y Beatrice, supone un gran contraste con el de Victor, que se ve muy sombrío y vacío", explica Oplev. "Pero entonces entras en su apartamento y es como un trocito de París en mitad del Lower East Side, en lo más alto de ese edificio, con su balcón, que parece flotar como un barco, con toda Nueva York de fondo, sobre todo cuando se ve al atardecer. Y como ese apartamento tiene un aire tan parisino, queríamos conseguir la música apropiada para él".
"Así que, cuando Isabelle y yo hablamos de la escena con el guionista, Joel Wyman", prosigue Oplev, "Isabelle sugirió que, mientras se pintaba los labios, Valentine debería estar cantando, y sugirió la versión francesa del tema Those are the Days. Así que decidimos usarla. Y de ese modo, en dicha escena, mientras Valentine se pinta los labios, Beatrice y ella están coreando esa canción. La escena transmite de ese modo una gran calidez, gracias a la canción y a la decoración del apartamento. Y una vez más, presenta un contraste interesante con el duro mundo en el que vive Victor".
"DEAD MAN DOWN tiene un lado muy oscuro", sostiene Huppert. "Pero también es como una buena metáfora de la vida de la gente: oscura por un lado pero, por el otro, con algo de esperanza por la luz, por un futuro mejor que está por llegar".
Huppert disfrutó mucho trabajando con Noomi Rapace y Colin Farrell. "Noomi y yo quedamos bien juntas; hubo buena química entre las dos, y también con Colin. Es casi como si no se tratara únicamente de una relación madre/hija. Podrían ser dos hermanas o dos amigas. En cierto punto, no se sabe quién es la madre y quién es la hija. Es algo insólito para una relación madre/hija".
En cuanto a la escena en la que Victor va por primera vez a su apartamento, Huppert admite que hay reminiscencias de la obra de Tennessee Williams "El zoo de cristal", concretamente de la escena del pretendiente. "La similitud con El zoo de cristal es un tema que Renee Kalfus, la diseñadora de vestuario, sacó a colación en mi primera prueba de vestuario. Sugirió esa referencia a Tennessee Williams y El zoo de cristal, y me pareció que tenía sentido, simplemente porque los personajes esa fragilidad, este aire un poco extraño de los personajes, algo curioso me pareció que tenía completamente sentido cuando mencionó a los personajes de Tennessee Williams. También puede que fuera porque estaba interpretando a Blanche Dubois en Un tranvía llamado deseo sobre los escenarios de París por la época en la que trabajé en DEAD MAN DOWN, así que estaba en plena inspiración de Tennessee Williams. Me pareció una comparación excelente. Cada personaje, ya sea el mío, el de Noomi o el de Colin, son gente deshecha, herida por algo. Y están intentando recuperarse de eso, a veces, a través de una situación realmente dramática".
"Otra cosa que me gustó mucho de interpretar a Valentine en esta película", reflexiona Huppert, "es que tenía que estar pasando del inglés al francés, que fue algo muy agradable de hacer en nuestra relación. Se supone que soy francesa, porque lo soy. Y un día bromeábamos durante la cena y Niels decía que estábamos haciendo una película estadounidense con un director danés, una actriz hispano-sueca, una actriz francesa, un actor irlandés, un actor británico era un buen conjunto. Y Terrence Howard, el estadounidense".
Dead man downDirigida por Niels Arden Oplev