En ANTES DEL ANOCHECER, "Siguen hablando, siguen haciéndose reír", dice el director Richard Linklater sobre Jesse y Céline, la pareja protagonista de las dos películas anteriores de la saga, ANTES DE AMANECER (1995) y ANTES DEL ATARDECER (2004). "Esta vez, pensamos que lo que teníamos que ofrecer era una sinceridad brutal sobre el compromiso a largo plazo, sobre lo duro que es. Es un campo sembrado de minas. Tuvimos que profundizar en una vertiente más doméstica, muy distinta del breve encuentro que vivieron a los veintitantos años y del reencuentro a sus treinta y tantos. Ya no es el mismo tipo de romance, aunque seguimos pensando que esta pareja tiene algo especial."
Al hablar en plural, el guionista y director se refiere a la inolvidable colaboración cinematográfica que mantiene con los guionistas y actores Julie Delpy y Ethan Hawke, los otros dos vértices del triángulo creador de Jesse y Céline. Linklater escribió el guión original, parcialmente autobiográfico, en colaboración con Kim Krizan, y Delpy y Hawke, que interpretan a Céline y Jesse, le ayudaron a deconstruirlo y revisarlo, aportando sus contribuciones personales tanto a los diálogos como a la psicología de los personajes. Desde entonces, los tres han vuelto a reunirse (cada siete u ocho años aproximadamente) para escribir y crear juntos las películas segunda y tercera.
"Fue como una jam", explica Hawke, "casi como si fuéramos una banda de música en la que Julie y yo tocáramos algunos instrumentos y Rick [Linklater], el vocalista, nos llamara de vez en cuando para tocar juntos".
¿Se imaginaban que aquel proyecto independiente conjunto acabaría haciendo un seguimiento de sus personajes a medida que evolucionaban en la vida y en el amor? "En absoluto... esas cosas no se pueden planear", opina Linklater. "Nunca sabes qué va a pasar a nivel creativo entre los implicados en una película. Resultó que vivimos una experiencia muy especial en 1994. Sólo somos tres personas que sentían que todavía tenían algo que expresar a través de aquellos personajes."
"Creo que nadie se lo podía imaginar", coincide Hawke. "Pero cuando acabamos la primera película, sentí que quería volver a trabajar con ellos. Por una razón u otra, eso se cumplió. Cuando echo la vista atrás, lo cierto es que no sé cómo sucedió. Creo que no habríamos vuelto a juntarnos si no fuera porque amábamos profundamente el proyecto."
"Cada uno siguió su camino", afirma Delpy. "Pero aquello se quedó en un segundo plano en nuestra mente durante meses y años... y pensamos, y pensamos, y pensamos, y al final nos encontramos escribiendo otra vez juntos."
Una relación a largo plazo
La magia que, de manera intermitente e inesperada, reúne a Linklater, Hawke y Delpy pone en marcha un proceso de escritura que han calificado como "misterioso" (Hawke), "carente de ego" (Delpy) y "fascinante" (la productora Sara Woodhatch). Después de ANTES DEL ATARDECER, recuerda Linklater, "todos querían saber ¿para cuándo la tercera? ¿qué va a pasar?".
Seis años de maceración más tarde, el trío volvía a estar listo para devolver a la vida a Céline y a Jesse.
Hawke: "Así fue como sucedió: por alguna razón nos volvimos a encontrar y acabamos hablando, y luego debatiendo sobre cómo sería que estos dos personajes volvieran a encontrarse. Y de ahí surgió la idea general..."
Delpy: "
y empezamos a tomar notas, y Ethan nos envió una escena, y luego yo les envié un monólogo sobre lo que significa perder a la persona que quieres, ya sea por la muerte o por cualquier otra razón, apareciera o no eso luego en la película...".
Linklater: "...pero no se fraguó del todo hasta que no viajamos a Grecia. Pasamos allí siete semanas, unas semanas muy, muy intensas, escribiendo, reuniéndonos y exigiéndonos mucho".
Hawke: "A la gente le gusta pensar que Julie escribió los diálogos de Céline y que yo hice los de Jessie, y que Rick [Linklater] fue el que los montó. Y eso tendría sentido, pero lo cierto es que no hay ninguna parte del guión en la que no hayamos participado todos. Rick tiene una norma, y es que si a alguno de los tres no le gusta algo, se elimina, y eso nos da mucha calma y seguridad".
Delpy: "Muchas veces escribo para Ethan, y él para mí, y ambos trabajamos para el otro y con el otro. Intentamos dejar al margen nuestro ego, porque si no el trabajo se resentiría".
Guionistas en el paraíso
Cuando el proceso de escritura de ANTES DEL ANOCHECER estuvo realmente en marcha, con un borrador y con las localizaciones en Grecia decididas, los productores Christos V. Konstantakopoulos (Take Shelter, Attenberg, Somebody Up There Likes Me) y Sara Woodhatch reunieron a los guionistas (junto con sus afortunadas familias) para debatir el guión final. "Queríamos crear el mejor entorno creativo posible para ellos: una burbuja, un entorno idílico sin distracciones. Por eso los llevamos a Costa Navarino, un espectacular resort en Mesenia donde se rodaron las escenas del hotel de la película. Presenciar ese dinamismo creativo es fascinante... era como si hubiera unas gomas elásticas invisibles entre ellos. Interpretan las partes divertidas y tristes uno delante del otro para ver si funcionan, es muy emocionante."
La Grecia eterna
A veces, la cámara está enfocando en un primer plano a Céline y Jesse, pero cuando se aparta para grabar los alrededores, la propia Grecia (hermosa, turbulenta, antigua, moderna) se convierte en un personaje en sí mismo. "Grecia tiene algo especial", afirma Linklater. "Encontramos a Jesse y a Céline en una especie de paraíso: están juntos, él está escribiendo libros, ella dedica su vida al medio ambiente, tienen hijos juntos... Muchas de las cosas que seguramente deseaban para su futuro se han cumplido, además están en unas vacaciones de verano idílicas, y aun así, no todo es perfecto, nunca llega a serlo."
"No hay un lugar mejor en Europa para estar que Grecia en la actualidad", comenta Hawke, "porque es a la vez intensamente antigua pero con un espíritu moderno muy presente. Se habla de Grecia a diario en las noticias. Pero el amor romántico es eterno, por un lado es siempre nuevo, pero por otro es algo que siempre ha ocurrido antes. Todo el mundo se enamora. Los chavales se enamoran, a diario ocurren nuevas historias de amor antes del amanecer. Es un camino muy andado, pero al mismo tiempo resulta muy interesante para nosotros, los seres humanos. Eros es un dios muy misterioso, porque es a la vez el más joven y el más anciano. Grecia evoca ese anhelo de dar un sentido a la vida, y para mí es una metáfora muy valiosa para la película."
Delpy añade: "Memorizar mi diálogo y rodar aquellas escenas me resultó un poco menos duro porque es el lugar más increíble en el que he estado nunca... es un lugar muy antiguo en el que nació la civilización occidental".
Rodar en casa
Para los productores (Linklater, Konstantakopoulos y Woodhatch) y para el equipo técnico, griego en su mayoría, Grecia representaba una magnífica oportunidad de producción, más que una metáfora. Sara Woodhatch, una londinense que trabaja para Castle Rock Entertainment (y una veterana de las comedias románticas) unió fuerzas con Konstantakopoulos y con su productora, Faliro House Productions, para sacar adelante una cinta austera y al mismo tiempo de factura excelente.
"Rick [Linklater], Christos y yo hicimos una búsqueda rápida de localizaciones y encontramos el refugio del escritor, que en realidad era la casa de Patrick Leigh Fermor, un gran escritor de viajes y un hombre intrépido y aventurero donde los haya. Es una casa con mucho carácter." Los actores de la escena de la cena con los invitados, son, además, viejos conocidos del cine griego: "Walter Lassally, que interpreta a Patrick, el anfitrión, es el oscarizado director de fotografía de Zorba, el griego y de incontables películas más. Este es su debut como actor, a los 85 años. Xenia Kalogeropoulou, que interpreta a la pareja de Patrick, es el equivalente griego de Sofía Loren. La coproductora Athina Tsangari consiguió convencer a esta actriz emblemática, de que abandonara su retiro para nosotros, a lo que acabó accediendo porque se sentía muy identificada con el monólogo sobre su marido. Todos los actores que aparecen en esa cena son lo más granado del cine y el teatro griegos".
El equipo, incluido el director de fotografía, Christos Voudouris, era casi enteramente griego, salvo por el departamento de sonido, dirigido por Colin Nicolson (que ya conocía las dificultades técnicas de las largas tomas de charlas y paseos de las dos primeras partes), y la montadora Sandra Adair, que ha realizado el montaje de las tres películas de la saga y de otros proyectos del director. "Queríamos gente en la iluminación y en las cámaras que supiera captar la maravillosa luz de Grecia", recuerda Woodhatch. "Había una especie de bravura, una gran energía y mucho talento en el equipo griego. Rodamos todo en quince días; ocho páginas y media de diálogo durante el primer día. Contamos con un equipo estupendo. A pesar de la crisis económica, se está produciendo un renacimiento del cine griego: es como si hubiese caído un rayo en su tierra y el resultado fuera una increíble y fértil creatividad."
Amor romántico parte 3
Aunque deambulan por las calles de Mesenia, Viena o París, las películas no son un diario de viaje, sino que el foco siempre vuelve a Céline y a Jesse y a sus trayectorias.
"La vida te golpea", dice Hawke. "Es muy significativo que esta película empiece con la víctima invisible de la última película: Henry, el hijo de Jesse, que ha crecido lejos de él. Está claro que cuando Jesse se reencuentra con Céline, todos queremos que se quede en París pero ahora, después de todos estos años, vemos que ha habido consecuencias. Es un afortunada circunstancia que el tiempo haga gran parte del trabajo por nosotros. Somos mayores, más maduros, nuestros personajes son más profundos. En la primera película, Jesse tiene una seguridad que sólo los jóvenes tienen. Pero eso ha perdido encanto para Céline."
"Vale", dice Delpy. "Cuando sigues a la persona que amas, ¿qué pasa entonces? No va a ser ese amor romántico e idealizado. No existe la relación perfecta. Siempre que veo a una pareja demasiado perfecta, hay algo que no me cuadra. Cuando veo a la gente discutir, tener problemas y cosas así, entonces pienso: Sí, ésta es una pareja de verdad, me la creo."
Hawke añade: "Las primeras películas tratan mucho sobre la proyección romántica, sobre la forma en que fantaseamos en cómo estaríamos con una persona. Nos pareció que, si hacíamos una tercera película, teníamos que mostrar lo que sucede detrás del telón. ¿Qué pasa cuando se quitan la ropa? Y nos parecía muy necesario hacer una película así en este momento de nuestra vida, rondando la cuarentena. Es un momento crucial en la vida. Has llegado al ecuador, y hay una sensación de: ¿Esto es todo lo que hay? También se cuela cierto sentimiento de gratitud, y un poco de desencanto, y están como en guerra el uno con el otro. Nos interesa mucho esa zona gris".
"Adoramos a los dos personajes, y no queríamos víctimas", aclara Delpy. "Ver víctimas no es nada divertido."
Cómo esforzarse para dar una actuación sin esfuerzo
"La gente nos pregunta si hay partes del diálogo improvisadas", dice Linklater, "pero no hay ni una palabra que no esté en el guión. Eso habla mucho a favor de Ethan y Julie y del dominio de su oficio, que el público tenga la sensación de que improvisan sobre la marcha. Dedicamos una enorme cantidad de trabajo al guión, y ponemos mucho, mucho esfuerzo en crear unos diálogos que se perciban como naturales y auténticos, que fluyan como lo haría una conversación real. Luego yo dirijo y ellos actúan, yo tengo una película que rodar y ellos tienen un montón de diálogo que memorizar, y llegamos a un punto mágico cuando al final se lo conocen tan bien que pueden olvidarse casi de que eso no es real."
Las largas larguísimas tomas sin cortes, que muestran a Céline y a Jesse conversando mientras pasean a pie o en coche, por campo o ciudad, son elementos de autor que sumergen al espectador en el ahora de la relación.
"Es una verdadera tortura", afirma Delpy de esas tomas maratonianas. "A veces nos echamos a llorar. Es mucho más fácil hacer una gran escena dramática como la pelea en el hotel que mostrarse relajados y naturales con la cámara yendo y viniendo."
"Son una pasada", comenta Hawke de esos difíciles planos, "pero llevan muchísimo trabajo. La secuencia del principio en el coche dura 14 minutos y en ella lo contamos todo. La gente se pregunta cómo conseguimos hacer estas cosas en todas las películas, y lamento decir que es con un ensayo tras otro hasta que nos sale sangre de las orejas. Cuando haces eso, y lo haces bien, te sale sin pensar, y ése es el objetivo. Rick [Linklater] se lo toma como un deporte: hay que practicar, practicar y practicar. Escribimos y escribimos, hasta que un día dice: "Ya está bien, como guionistas estáis despedidos, ahora quiero ver a los actores en el coche". En una toma muy larga, la magia no está en la sala de montar, está en el rodaje. Es una presión tremenda, y me encanta."
Presente, pasado, futuro
Estando las tres películas sobre Jesse y Céline tan integradas en el instante presente (la segunda parte transcurre en tiempo real, mientras que la primera y la tercera condensan lapsos de tiempo de apenas unas horas), el concepto del tiempo sobrevuela la totalidad de este proyecto, que abarca décadas. El pasado, el futuro, el envejecimiento, la memoria... incluso aparece la idea de un viaje en el tiempo en su primer encuentro de 1995 y en su último enfrentamiento en el presente. Es una de las numerosas y sutiles apoyaturas musicales que marcan el ritmo de sus vidas.
"La noción del tiempo es nuestro tema principal", afirma Linklater. "Los saltos hacia adelante a nuevas etapas vitales, hacia atrás a los recuerdos; Jesse es novelista, y en sus libros divaga con pequeños vuelos retrospectivos imaginarios, mientras que Céline está más arraigada en el presente." Linklater cita la serie de François Truffaut sobre Antoine Doinel protagonizada por Jean-Pierre Léaud (Los 400 golpes, El amor a los veinte años, Besos robados, Domicilio conyugal, etc.) como inspiración a la hora de seguir a sus personajes por su trayectoria vital.
A Delpy le encanta evolucionar con su personaje a través del tiempo: "La película trata en gran medida del paso del tiempo, pero eso no tiene que ser algo deprimente: ellos están vivos pasados los cuarenta, igual que lo estaban a los veintitantos. En guiones de películas de Hollywood me encuentro con mujeres que, al sobrepasar la cuarentena, están amargadas, enfadadas, y yo pienso: ¿por qué retratáis este tipo de mujer? ¡Yo no conozco a ninguna que sea así!".
Ni romance ni comedia
ANTES DEL ANOCHECER se sumerge en el drama, pero transciende las expectativas de cualquier género. "Muchas veces, cuando ves matrimonios", señala Hawke, "o es algo almibarado donde todos están estupendamente, o es un dramón con alcohol y tensiones en el que todos se odian en secreto, y la cosa no tiene que ser ni tan blanca ni tan negra. Lo bueno de esto como romance es que ningún sexo resulta ganador ni perdedor: muchos romances parecen seguir una directriz femenina, en la que todos los tíos son unos inútiles, o bien una idea masculina de lo que debería ser el amor de pareja, con Eva Mendes gateando por el suelo en bikini. Lo que me parece fantástico de estas películas es que transcienden la barrera de los sexos. La voz y el talento de Julie tienen un peso tremendo en ellas. Bueno, a lo que voy es a que está muy bien hacer una película romántica que no me avergüence recomendar a otros hombres."
Antes de.... ¿la próxima vez?
Ninguno de los tres pilares de la película rechaza hablar de si la historia de Céline y Jesse seguirá desgranándose, aunque parecen sinceramente no conocer la respuesta. "Es agotador", reconoce Hawke sobre su trabajo en estas películas. "No son tarea fácil, pero siempre valen la pena. Es difícil escribir una película tan extremadamente personal para los tres, y la línea de interpretación que busca Rick [Linklater] es un tanto implacable, porque si en cualquier momento se percibe que estás actuando, ya has echado a perder el proyecto entero."
Delpy también siente cierta aprensión: "No es que no queramos vernos más o algo así, en realidad es por lo duro que resulta. Al cabo de nueve años olvidas el sufrimiento pasado, por lo que necesitas ese tiempo para borrarlo antes de volver a pasar por él".
"El público se siente muy próximo a estos personajes, y nosotros empezamos a tener la sensación de que vamos a decepcionar a la gente, cosa que acabará pasando", opina Hawke. "Cada vez que vamos más allá con estos personajes, la gente siente que los conoce mejor. Y podría suceder que no les demos lo que esperan. Para Rick, Julie y yo es muy difícil continuar la historia sin traicionar las expectativas del público y a la vez sin perder la autenticidad y la fidelidad a la esencia de los personajes."
Richard Linklater, que guarda la llave que puede abrir o no de nuevo la colaboración, no descarta nada: "De momento nos separaremos de Jesse y Céline, les dejaremos hablando, y luego ya veremos. No vamos a dar un tono conclusivo
Alguna gente saldrá del cine diciendo: se acabó, sus diferencias son irreconciliables, no les doy más de un año. Y otra gente pensará: lo superarán, saldrán adelante a toda costa. ¿Y quién sabe?".