Dirigida y escrita mediante autoría compartida por Christopher Nolan (Origen, trilogía de El caballero oscuro), la producción se realiza en varios lugares del mundo y utiliza una combinación de fotografía anamórfica en 35mm y película IMAX para llevar a la pantalla un guión basado en la combinación de una idea original de Nolan y un guión existente de Jonathan Nolan, originalmente desarrollado para Paramount Pictures y la productora Lynda Obst.
Interstellar tiene un prestigioso reparto, que cuenta con Matthew McConaughey (Magic Mike, Mud), la ganadora del Premio de la Academia Anne Hathaway (Los miserables, El caballero oscuro: La leyenda renace), la nominada al Premio de la Academia® Jessica Chastain (La noche más oscura (Zero Dark Thirty), El árbol de la vida), Bill Irwin (La boda de Rachel, la serie de TV CSI: Las Vegas), el nominado al Premio de la Academia® John Lithgow (La fuerza del cariño, El origen del planeta de los simios), el nominado al Premio de la Academia® Casey Affleck (El asesinato de Jesse Jasmes por el cobarde Robert Ford, Adiós pequeña, adiós), David Gyasi (El atlas de las nubes), Wes Bentley (Los juegos del hambre), Mackenzie Foy (La saga Crepúsculo: Amanecer Partes 1 y 2), Timothée Chalamet (la serie de TV Homeland), Topher Grace (Spider-Man 3), David Oyelowo (Jack Reacher, El origen del planeta de los simios), la ganadora del Premio de la Academia® Ellen Burstyn (La última película, El exorcista), y el ganador del Premio de la Academia® Michael Caine (Las normas de la casa de la sidra, la trilogía de El caballero oscuro).
Las productoras de la película son la nominada al Premio de la Academia® Emma Thomas (Origen, trilogía de El caballero oscuro) y Lynda Obst (Cómo perder a un chico en 10 días, Estado de sitio). El renombrado físico teórico Kip Thorne es el asesor de la película además de ser el productor ejecutivo, junto con Jake Myers (Jack Reacher, RED, RED 2) y Jordan Goldberg (Origen, trilogía de El caballero oscuro).
El equipo creativo entre bastidores está formado por el director de fotografía Hoyte van Hoytema (Calderero, sastre, soldado, espía, The Fighter), el diseñador de producción nominado al Premio de la Academia® Nathan Crowley (trilogía de El caballero oscuro), la diseñadora de vestuario nominada al Premio de la Academia® Mary Zophres (Gangster Squad (Brigada de élite), Valor de ley) el montador nombrado al Premio de la Academia® Lee Smith trilogía de El caballero oscuro, Elysium), el compositor ganador del Premio de la Academia® Hans Zimmer (El rey león, la trilogía El caballero oscuro), y el supervisor de efectos especiales ganador del Premio de la Academia® Paul Franklin (Origen, trilogía de El caballero Oscuro).
Notas de producción
En otoño de 2013, Christopher Nolan se encontraba en Islandia, el mismo lugar donde, diez años antes, trabajó en la innovadora Batman Begins, así que podríamos decir que ya está acostumbrado a las arduas condiciones meteorológicas del lugar. Necesitaba un paisaje que lograra representar los mundos lejanos a los que nos llevará en su nueva aventura, Interstellar, en la que descubriremos un planeta incrustado en hielo, con complejos sistemas montañosos y otro cubierto por agua, dominado por olas gigantes.
Nueve meses después, pisando tierra firme y segura en los estudios de doblaje de Warner, donde el director supervisa la mezcla de sonido de la película, Nolan nos cuenta: "Decidimos grabar allí porque necesitábamos paisajes extremos, y me dio la impresión de que el resultado sería más auténtico cuanto más extrema fuera la geografía del lugar".
Previamente, consultó las previsiones meteorológicas con un especialista en localizaciones de Islandia, y, lógicamente, surgieron algunos contratiempos, pues se encontraban en el Norte, muy alejados del ecuador, durante la parte más álgida del invierno.
El especialista de localizaciones le explicó: "Normalmente, el tiempo no es tan malo, pero hace un año, se desencadenó una tormenta horrible, y los vientos eran tan fuertes que arrancaban el asfalto".
Nolan dio por hecho que se había equivocado con el término y en realidad se refería a la gravilla del camino o a otro tipo de suelo ligero; estaba seguro de que no se refería al "asfalto".
"¿En qué época del año fue?" le preguntó Nolan. "El 14 de septiembre", contestó el especialista.
Nolan recuerda: "El 15 de septiembre, mientras estábamos rodando, el viento empezó a soplar muy fuerte. Poco después, se desencadenó el vendaval más fuerte que te puedas imaginar. Duró dos días, y era tan fuerte que podía levantarte del suelo, así que tuvimos que recoger todo y volver a nuestros hoteles. El equipo estaba repartido en dos hoteles, y el viento arrancó grandes trozos de asfalto de la carretera que había entre ambos, tal y como nos habían dicho. ¡Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, no me lo habría creído!"
Nolan y su equipo tuvieron que hacer frente a la furia del huracán y trabajar en mitad de vientos cuya fuerza resquebrajó la carretera y arrancó la pintura de un coche abandonado. Aun así, siguió adelante con el rodaje durante los momentos de calma, y solo paraba cuando se lo aconsejaba el equipo de seguridad.
Podremos ver cómo se desata esta tormenta en la que puede ser la aventura más extensa en la que se haya embarcado Nolan, Interstellar, una película que llegará a los cines este otoño, y en la que, esta vez, el director va más allá de las peleas callejeras de la trilogía El caballero oscuro o de los diversos paisajes imaginarios de Origen. Aunque nos lleve a un lugar remoto del universo, Nolan no cesa en su empeño por transmitir realismo.
Si no, preguntadle a su compañera Emma Thomas, productora de la película junto a Lynda Obst y al propio director. Cuando le pedimos que nos hable de Interstellar, lo primero que nos cuenta no tiene nada que ver con naves espaciales o un viaje a inhóspitos lugares extraterrestres, sino que se centra en los fundamentos: "Principalmente, creo que trata sobre el espíritu aventurero y explorador del ser humano. La película plantea cuestiones muy importantes, pero, al final, todo se reduce a la historia de una familia y a las relaciones humanas, y eso es fantástico".
Para Nolan, el realismo va más allá de plantear un rodaje en lugares prohibidos y consiste en encontrar todo el potencial de la humanidad en una historia de aventuras. La trama principal de Interstellar gira en torno a una familia: los hermanos Murphy y Tom (interpretados por Mackenzie Foy y Timothée Chalamet), su abuelo Donald (John Lithgow) y su padre Cooper (Matthew McConaughey).
Tuvimos la oportunidad de hablar con el actor nacido en Texas en junio. Tras el renacer de su carrera con actuaciones sobresalientes en películas como Magic Mike, Mud o Dallas Buyer's Club, por la que ganó un Oscar®, y en la revolucionaria serie de la HBO, True Detective, el actor encabeza el reparto de este proyecto.
McConaughey, nos describe a Cooper, su personaje, en primera persona: "Soy un piloto, y eso es un sueño hecho realidad. Mi objetivo era poder salir a explorar y vagar por ahí...", nos cuenta mientras señala al cielo. "Pero luego me condenaron a quedarme en la tierra, primero, por circunstancias de la vida, es decir, por mi familia; y segundo, por circunstancias de este mundo futuro creado por Chris y su hermano [Jonathan Nolan, guionista de Interstellar junto al director]. El ser humano vive en este mundo futuro donde no se le permite explorar, ni ser ingenioso o hacerse preguntas importantes, y sin embargo, estos conceptos son necesarios para el sustento de la humanidad, para evitar que se extinga. Es como si a nuestra raza le hubieran prohibido tener buenas ideas. De repente, a mi personaje le dicen: 'Tienes que volver a pilotar, pero esta vez no se trata de que persigas tu sueño, sino que esta tarea conlleva una gran responsabilidad. Necesitamos que seas el piloto de nuestra nave'".
La historia de Interstellar comienza en la Tierra, pero no en la que todos conocemos, sino que, tal y como lo han concebido Jonathan 'Jonah' y Christopher Nolan (ambos han colaborado en numerosas películas, entre las que destaca el thriller psicológico Memento), la historia nos traslada a una Tierra futura, azotada por una crisis que ha provocado que el ser humano experimente de nuevo un evento parecido al Dust Bowl, la Gran Depresión en la que las praderas de Estados Unidos se vieron sumidas en tormentas de polvo que provocaron sequías terribles en los terrenos del país. Emma Thomas nos explica: "Hay problemas para alimentar a la población, y la agricultura está pasando por su peor momento. Son tiempos difíciles, no se trata de algo idílico".
Este es el mundo en el que ahora viven Cooper y su familia. Pero no todos se han dado por vencidos, pues un grupo de científicos ha descubierto un agujero espacio-temporal, una especie de túnel a través del cual se pueden cruzar distancias inimaginables. La misión Lazarus consiste en buscar un nuevo hogar fuera de nuestro sistema solar, en posibles planetas no habitados. Cooper es la única persona que tiene las aptitudes necesarias para pilotar la nave, pero corre un gran riesgo, y es que, para que sus hijos tengan un futuro, se tiene que embarcar en una peligrosa misión, y cabe la posibilidad de que no vuelva a verlos nunca más.
La actriz Jessica Chastain trabaja por primera vez para Nolan, e interpreta a una científica que tiene que lidiar con la crisis. "Creo que el guion es muy emotivo, transmite nostalgia y angustia, y es fácil conectar con la historia. Me encantan la ciencia y el espacio exterior, pero creo que lo principal de esta historia es la conexión humana que hay entre estos elementos, y eso es lo que me llamó la atención desde el principio".
Anne Hathaway coincide con Chastain: "Me emocioné mucho leyendo el guion". La actriz ya colaboró con Nolan en el pasado en El caballero oscuro: La leyenda renace, donde interpretaba a Selina Kyle. Ahora se mete en el papel de Amelia Brand, una bióloga que forma parte de un equipo de astronautas en el que también nos encontramos con Wes Bentley (en el papel de Doyle) y David Gyasi (Romilly). El resto del reparto lo completan la legendaria actriz Ellen Burstyn y el frecuente colaborador de Nolan, Michael Caine, a quien podemos considerar su amuleto de la suerte, además de Casey Affleck y Topher Grace.
En palabras de Hathaway: "Las dinámicas familiares de todos los personajes, así como los retos a los que se enfrentan, son primordiales. Casi todos los personajes tienen que renunciar a algo muy importante para ellos para embarcarse en esta aventura. Creo que esta película rinde homenaje a aquellas personas que son lo suficientemente valientes como para realizar esos sacrificios. Es sorprendente cómo el ser humano es capaz de sacrificarse por los demás".
Para Nolan, padre de cuatro hijos, este proyecto es muy personal. "Trata aspectos muy diversos, como quiénes somos en el universo y cómo nos definimos como personas, pero, para mí, trata sobre lo que significa ser padre", reflexiona el director. "Durante el proceso, me di cuenta de que esa idea se había quedado impregnada en la historia y preferí darle prioridad, en lugar de centrarme en los elementos espaciales".
El rodaje comenzó en el pueblo canadiense de Okotoks, en Alberta, donde Nathan Crowley, diseñador de producción y frecuente colaborador de Nolan, supervisó la construcción de la granja donde vive Cooper. "¡También teníamos nuestras propias plantaciones de maíz!", nos cuenta Thomas.
Asimismo, también se tuvieron que construir prácticas naves espaciales gigantes en el mismo plató en el que Nolan creó la Batcueva de Batman Begins, en los estudios Sony de Culver City, California. Crowley y Nolan fabricaron un modelo a tamaño real de la nave Ranger en Atlanta, con la intención de enviarla a Islandia para rodar algunas secuencias que tenían lugar en un planeta helado remoto. En palabras de Nolan: "No quería que las naves espaciales estuvieran hechas por ordenador. Si te tomas la molestia de desplazarte a otro lugar para el rodaje, tienes que preocuparte también por construir los elementos que necesites para el paisaje".
Nolan y Crowley querían crear una historia de ciencia ficción que tuviera sentido, y que fuera práctica, tangible y funcional, que reflejara en la medida de lo posible la evolución que podrían haber sufrido las herramientas de la NASA. Crowley nos cuenta lo siguiente: "Durante un día entero, estuvimos viendo material IMAX de la Estación Internacional Espacial. No me aburrí en absoluto, al contrario, me pareció fascinante".
Los directores contaron con la ayuda de la astronauta estadounidense Marsha Ivins, pionera en vuelos espaciales a la estación MIR, para que ejerciera de su asesora técnica. También visitaron el museo científico California Science Center para contemplar de cerca el Transbordador espacial Endeavour y admiten que la experiencia fue muy inspiradora. Marsha confiesa que se emocionó mucho al observar el transbordador en el que varias personas habían viajado al espacio.
El resultado de sus investigaciones quedó reflejado en tres increíbles naves espaciales: la famosa y elegante Ranger, diseñada para transportar al equipo de astronautas desde y hasta la superficie de los mundos que se iban encontrando; la nave de carga Lander, en la que se transportaban las provisiones; y la nave nodriza Endurance, formada por varias cápsulas, cuya labor consiste en girar para crear gravedad artificial mediante fuerza centrífuga, algo parecido a lo que hacía el Discovery en el trascendental largometraje de Stanley Kubrick 2001: una odisea del espacio. Además de construir un modelo de la Ranger a una escala de un 80% con respecto a la realidad, en los estudios New Deal de Los Ángeles se creó un modelo en miniatura de cada nave para las secuencias espaciales.
Nolan y Crowley diseñaron el chásis de estos imponentes vehículos con componentes de antiguas aeronaves para que el resultado fuera más creíble. Nolan explica: "Mi regla de oro consistía en no permitir que hubiera futurismo gratuito en el plató. Los diseños se han construido combinando la tecnología actual con otros medios para crear algo que tenga sentido y que refleje cómo vuela en realidad una nave espacial".
Se trataba de que cada componente tuviera una función real para los actores. "Podían pulsar los interruptores y usar la palanca de control como si estuvieran pilotando en la vida real. Crecí en los años 70, y los detalles reales de películas como Alien o la primera entrega de La guerra de las galaxias se me quedaron grabados en la mente, así que los tengo como referencia para las películas de ciencia ficción. Tenía que parecer que los elementos de esta película estaban usados, porque así tendrían un aspecto auténtico".
Matthew McConaughey, quien tuvo que pasar mucho tiempo atrapado en los asientos de los platós o colgado de cables para algunas escenas, opina lo siguiente: "El mundo en el que vivimos no es tan reluciente como lo pintan en algunas películas. Tiene que ser puro y natural; si Chris veía que algo brillaba demasiado, inmediatamente lo golpeaba o lo intentaba rayar".
Dicho de otro modo, Nolan no quería que los diseños fueran perfectos, y agradece que Crowley se haya controlado tanto con ciertos aspectos. "Nathan hizo un trabajo estupendo y se esforzó para no crear ángulos peculiares por el simple hecho de que tuvieran que ser así. Le comenté que, en el cine, hay mucha gente que se empeña en pintar cajas de cartón con un spray plateado y las pega a la pared como si quisieran que simbolizaran algo concreto, y en realidad no funciona así. Nosotros hemos querido darle el toque opuesto y solo poníamos un interruptor cuando realmente servía para algo. Eso también ayudó mucho a los actores, pues siempre que señalábamos algún componente del plató, todo el mundo tenía que saber cuál era su función".
En el equipo de Cooper también había dos robots, CASE y TARS, y Nolan y Crowley siguieron el mismo patrón riguroso de diseño con ellos: se centraron en su funcionalidad en lugar de darles un acabado llamativo y dejaron a un lado la decoración para resaltar la sencillez. Cada robot estaba formado por una estructura rectangular de metro y medio de altura, dividida en varios segmentos, de distintos tamaños, que podían girar y se podían manipular para diversas funciones.
En lugar de crear a los robots por ordenador en el proceso de post-producción, Bill Irwin, un actor y comediante especializado en dar vida a objetos inanimados, construyó hasta la última pieza de los mismos en el plató. Irwin también prestó su voz a los dos robots, pero solo TARS contará con la voz del comediante, ya que será otro actor el que doble a CASE en post-producción.
McConaghey nos explica que Irwin trabajaba con los aparatos muy a menudo. "Cuando hablaba, daba personalidad a los robots y algunas palabras hacían que cobraran vida". El actor comenta entre risas lo que supuso para él trabajar, jugar y montarse en estos juguetes de gran tamaño: "A Chris no le gusta el croma".
Y McConaughey no exagera, pues, aunque grabar con la famosa pantalla verde se ha convertido en una especie de norma en la industria del cine, Nolan buscaba otro tipo de efectos, y por eso la empresa de efectos especiales Double Negative (con la que ha trabajado en todas sus películas desde Batman Begins) se ha encargado de crear los paisajes espaciales. Después, Nolan y el director de fotografía Hoyte Van Hoytema, quien previamente había trabajado en películas como Déjame entrar o Her antes de unirse al equipo de Interstellar, utilizaron proyectores digitales de gran calidad para completar las imágenes de las pantallas que rodeaban los escenarios. Cuando miraban por la ventana, los actores podían ver de verdad lo que sus personajes se encontraban durante el viaje: fenómenos cósmicos exóticos como agujeros espacio-temporales o agujeros negros.
El supervisor de efectos especiales Paul Franklin nos explica: "Son pequeños detalles, como algunos reflejos en el casco del traje espacial, pero lo más importante es que hay una reacción genuina por parte de los actores, pues están viendo algo real. Es una técnica que nos ha abierto los ojos y nos ha enseñado una forma de trabajar que seguramente se utilice mucho a partir de ahora".
"Ha sido una experiencia muy enriquecedora para los actores y para mí", comenta Nolan. "Lo que ven a través de la ventana es auténtico, y eso provoca una respuesta en ellos, pues trabajan con los elementos originales que aparecen en la película; hemos construido la realidad que les rodea".
No obstante, esto no siempre ha resultado conveniente. La diseñadora de vestuario Mary Zophres confiesa que sus diseños de los trajes espaciales, aunque mantenían un equilibrio entre el realismo y la estética, no eran precisamente cómodos. "Los actores tardaron un tiempo en acostumbrarse a llevar los trajes durante todo el día. El casco es pesado, y el traje también. Era bastante engorroso porque pesa unos 10 o 12 kilos".
Hathaway confirma la descripción de Zophres y añade que también resultaba "claustrofóbico". La actriz recuerda: "Decidí hacerme amiga de mi traje desde el primer día. Me lo ponía delante de Emma y ella me preguntaba '¿Cómo te sientes?', a lo que yo contestaba '¡He decidido que me siento genial con el traje!'.
El rodaje en Islandia consiguió que este efecto fuera aún más intenso. Hathaway recuerda la siguiente escena grabada en un glaciar: "Estábamos caminando sobre hielo, con un traje increíblemente pesado, con crampones incorporados, y llegó un momento en que no podíamos ver nada porque no sabíamos cómo desempañar el cristal del casco". McConaughey se muestra algo más tolerante y lo describe como "una gran experiencia que requería mucho esfuerzo. En cuanto a la geografía, el lugar era asombroso".
"Disfruto mucho de este tipo de rodajes", insiste Nolan. "Si preguntas, no solo a los actores, sino también al resto de personas que se encargaban de la fotografía la acción, te dirán que imaginarse ese entorno extremo al que te transporta la historia en una pantalla verde no te transmite nunca la misma intensidad que estar ahí de verdad".
Christopher Nolan es uno de los directores contemporáneos más peculiares, pues, aunque trabaja en estudios gigantes, tiene una libertad creativa sin igual, a pesar de que emplea técnicas que difieren de las tendencias actuales. Prefiere seguir grabando a la antigua usanza, en IMAX, su formato favorito, en lugar de grabar en digital, y también continúa utilizando negativos, ya que se niega a grabar o convertir sus grabaciones a 3D; siempre que puede, evita trabajar con croma o con efectos digitales continuos. Es una libertad que se ha ganado a pulso, pues, sin lugar a dudas, nunca encontrarás a alguien tan profesional como él.
Según Thomas: "Siempre se mantenía tranquilo durante el rodaje. Lo más increíble de Chris es que lo tiene todo en su cabeza, incluso el más mínimo detalle en toda su amplitud y complejidad, hasta un punto en el que te puede contestar todas las dudas que tengas, ya sean sobre un personaje o sobre los efectos especiales de una escena concreta".
Hathaway añade: "Una de las cosas que más me gustan de Chris es que siempre tiene la razón, pero eso no es importante para él". Además, señala que es un director muy seguro de sí mismo, colaborativo y democrático. "Le puedes plantear tus ideas, tus preguntas e incluso comentarle tu perspectiva. Creo que, además de ser una persona muy cualificada, es muy generoso y divertido, y no te sientes relegado a un segundo plano cuando trabajas con él, sino todo lo contrario, te tiene muy consentido".
Jessica Chastain descubrió que el rodaje de Interstellar rebosaba felicidad. Según ella: "Siempre estuve segura de que había un capitán llevando el barco y que no íbamos a tener que meternos en la sala de post-producción o algo así para ver la película. Sentí que todos íbamos juntos en este viaje, y había alguien al mando. Trabajar con Chris te hace ver cómo huye de los típicos estereotipos que se suelen tener de las películas grandes".
Al igual que Chastain, McConaughey trabaja por primera vez con Nolan y, al igual que ella, su trayecto antes de Interstellar ha estado plagado de trabajos en películas independientes. Aunque la magnitud de esta producción es mucho mayor que la de cualquiera en la que ha trabajado hasta ahora, ha descubierto que el estilo de Nolan es muy parecido al del cine independiente. Según sus propias palabras: "En una película convencional, o incluso en una de un estudio, a veces se puede sentir una excelencia que puede llegar a coartarte, pero ese no ha sido el caso con esta película. Chris trabaja a una velocidad increíblemente alta. Se graban un par de tomas y enseguida se pasa a las siguientes. No hay posibilidad de volver atrás".
Rememora un día en que rodaron una secuencia en medio de una tormenta de arena, en Alberta. "De repente, la tormenta apareció. Lo normal es una situación así es pararlo todo y esperar a que pase la tormenta, pero Chris insistió en seguir rodando. Siempre tiene ideas muy originales, en plan 'no contaba con esta tormenta, es algo original que no había visto antes así que, ya que la tengo, voy a aprovecharla'. Así trabajan las personas autosuficientes: se adaptan a las circunstancias. No se paran a lamentarse de que la luz no es la adecuada o porque ha surgido una tormenta. Se adaptan para sacar provecho de ello".
Con Nolan, nunca parece que una película sea más grande o más complicada. De hecho, afirma: "No trabajamos con presupuestos tan grandes como los de otras películas. Es cierto que contamos con muchos recursos pero, desde mi punto de vista, se debe a la confianza que nos aporta la experiencia. Cuando hicimos la escena sin gravedad en Origen, todo era nuevo y desconocido. Para esa escena hicimos una gran inversión en I+D, además de un gran esfuerzo. Por eso, hacer otra película en la que aparecen elementos de gravedad cero es mucho más sencillo. Sin duda podría decirle a alguien que necesito estos dos sets, este equipo, este mecanismo de suspensión y ya está. Cuantas más películas de este tipo haces, más confianza ganas en lo que a experimentar con lo que tienes se refiere".
Acabar antes de la fecha prevista le da al director más tiempo para experimentar. Según Chastain: "Cuando acabamos de rodar, aún quedaban dos semanas por delante, lo que no ocurre jamás en una película de esta magnitud".
Nolan nos confirma su permanente lucha contrarreloj: "En esta película se ha hecho todo muy muy rápido. Ha sido tremendo. Solo si estás abierto a experimentar logras dar con algo ligeramente distinto".
A juzgar por las imágenes publicadas hasta ahora, Interstellar promete ser más que una película "ligeramente distinta". Cuenta un viaje grandioso de tintes épicos, al que se han aplicado técnicas que le aportan un realismo claro y evidente en la gran pantalla, lo que no es sencillo cuando se trabaja con imágenes que ningún ojo humano ha visto de cerca. En palabras de McConaughey: "Las películas de Chris siempre tienen algo épico, y me atrevería a afirmar que esta es aún más ambiciosa en ese aspecto que todo lo que ha hecho hasta el momento. Pero ni el toque humano ni el íntimo se ven enterrados por este carácter épico. La película tiene un toque mucho más humano porque no aparecen arquetipos como Batman. Aquí solo aparece gente real".
Nolan nos confirma que el viaje al corazón de Interstellar no es solo un viaje al exterior. "Durante todo el proceso de concepción y creación de la película, la idea básica que surgía constantemente era que, cuanto más exploramos el espacio, cuanto más lejos llegamos, más se centra todo en quiénes somos y en qué significa ser un ser humano".
InterstellarDirigida por Christopher Nolan