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Blue Jasmine cartel reducidoBlue JasmineDirigida por Woody Allen
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A lo largo de su carrera, Woody Allen ha creado muchos e inolvidables personajes femeninos, interpretados por algunas de las actrices más grandes del momento, incluyendo Diane Keaton, Geraldine Page, Mariel Hemingway, Charlotte Rampling, Mia Farrow, Barbara Hershey, Gena Rowlands, Dianne Wiest, Mira Sorvino, Judy Davis, Samantha Morton, Scarlett Johansson, y Penelope Cruz, por mencionar sólo algunas. Ya sea en comedias ligeras, dramas oscuros o mezclando géneros, estos complejos personajes femeninos resuenan en nuestra memoria como puntos destacados en sus películas. Segura de ocupar su puesto en esta galería de mujeres de múltiples facetas, complejas e intensamente observadas, se encuentra Jasmine, la perturbada heroína del nuevo drama de Allen, BLUE JASMINE, interpretada por una de las actrices más extraordinarias a nivel mundial, Cate Blanchett.

Nos encontramos con Jasmine por primera vez en Nueva York poco después de sufrir un ataque de ansiedad, ocasionado por el catastrófico colapso de su matrimonio con el adinerado financiero Hal (Alec Baldwin). Hasta ese momento, la total identidad de Jasmine se limitaba a ser la elegante, bien vestida, culta y sofisticada mujer que se relacionaba en la alta sociedad de Manhattan, pero ahora esa vida ha terminado y su estado mental y emocional se está yendo a pique rápidamente. "Sabemos desde el primer minuto de la película que Jasmine está perdida", dice Allen. "Ya es esa persona a quien se ha encontrado hablando sola y que ha tenido grandes problemas". Habiendo tocado fondo, tanto financiera como psicológicamente, y sin otro sitio donde ir, Jasmine recurre a su hermana Ginger (Sally Hawkins), cajera en un supermercado de San Francisco. "Jasmine ha pasado por un verdadero infierno", dice Allen. "En un ataque de ira hizo algo que ha tenido dramáticas consecuencias que ella nunca imaginó, y que le han ocasionado una serie de fuertes traumas". Blanchett apunta: "Jasmine se encuentra en caída libre y tiene que dejar atrás todo lo que conoce y lo que esperaba de la vida. Se está adentrando en un terreno absolutamente desconocido, mudándose de una costa a otra, de una clase social a otra, de un estatus a otro".

Jasmine no nació en una familia adinerada; conoció y se casó con Hal, un atractivo hombre de negocios de altos vuelos, cuando era estudiante universitaria. Hal la transportó rápidamente a un mundo de moda de diseño, joyas preciosas, elegantes cenas, casas en la playa y aviones privados. "La cautivó", dice Allen. "Hal era guapo, encantador, con éxito, dinámico y rico, y la deslumbró completamente. Cambió su suerte y de repente se encontró llevando la vida de una esposa rica… a la que se acostumbró". Blanchett piensa que casarse con un hombre rico no resultaba un camino del todo extraño para la vida de Jasmine, ya que siempre habría tenido una visión del apuesto príncipe que vendría a buscarla: "Para encontrar un trabajo y labrar tu propio camino tienes que ser capaz de aguantar los reveses que te trae la vida, y no sé si Jasmine podría. Para ella, tener que remangarse y ensuciarse las manos en un trabajo no forma parte de su imagen ideal del universo".

Hal, interpretado por Alec Baldwin, es un hombre cuya fortuna es tan considerable como cuestionable es la fuente de sus ingresos. "Yo creo que hay un millón de tíos ahí fuera como Hal, con ese complejo de pez gordo", dice Allen. "Hacen mucho dinero y son encantadores y generosos con la gente. Se mantienen justo al borde de la ley siempre que pueden, y cuando tienen que sobrepasarla ligeramente, lo hacen". Hal es igual de flexible en lo que respecta a su idea de la fidelidad. "Yo creo que Hal es uno de tantos acelerados hombres de éxito que sienten la necesidad de aliviar un poco el estrés en su vida y esperan que sus esposas lo comprendan", dice Baldwin. "En su caso, Jasmine es incapaz de aceptarlo, pero él se muestra muy hábil asegurándole que no tienen nada de qué preocuparse". Dice Allen: "Para Hal, Jasmine es elegante y sabe cómo llevar la parte social de su vida, pero a la vez, siempre está a la conquista porque es guapo y dinámico, y ese es su estilo".

Nacida como Jeanette, Jasmine se adjudicó ese poético nombre más o menos cuando Hal apareció en su vida. "Es como una decisión teatral", dice Blanchett, "y es bastante revelador que no se pusiera Scarlett, o algo completamente diferente—siempre suele desviarse ligeramente de la verdad. Pequeñas fantasías como esa son inofensivas en sí mismas, pero cuanto más creas, más te vas alejando de la realidad". Blanchett continúa: "Esto nos lleva a la cuestión: ‘¿Está Jasmine predispuesta a ser fantasiosa o la han convertido en fantasiosa las circunstancias?’ Yo creo que existe un determinado tipo de persona con un espíritu más frágil y una visión de la realidad menos tangible, y probablemente Jasmine se encuentre en ese grupo".

A su llegada a San Francisco, Jasmine se siente desolada al ver el modesto apartamento y estilo de vida de Ginger, tan diametralmente opuesto a lo que se había acostumbrado. Por si esto fuese poca incomodidad, la relación con su hermana siempre fue complicada. Jasmine y Ginger fueron adoptadas de padres diferentes y, desde el principio, Jasmine fue la hija favorecida, envuelta en amor, del cual Ginger recibió muy poco. "Jasmine tenía ese aura dorada a su alrededor", dice Sally Hawkins (HAPPY: UN CUENTO SOBRE LA FELICIDAD), que interpreta a Ginger. "Ella fue más brillante, guapa y elegante desde su nacimiento. Ginger se veía a sí misma como la hija desfavorecida y que realmente nunca fue querida—como el patito feo". El impacto del trato tan distinto que recibieron de niñas creó un alto grado de tensión entre ellas desde el principio, así como dos visiones muy encontradas de la vida. Jasmine creció con un sentido de derecho adquirido y encontró que Hal le proporcionaba esa vida que pensaba le correspondía, mientras que Ginger tenía unas pretensiones más modestas, aunque desarrolló la fuerza y habilidad necesarias para conseguir todo por sí misma. Su disposición hacia la vida siempre fue más práctica. Sirvió copas y fue camarera, se casó con un hombre rudo, obrero de profesión llamado Augie (Andrew Dice Clay) con quien tuvo dos hijos. Cuando Jasmine, sin embargo, se vio forzada por las circunstancias a trabajar en una elegante tienda de calzado de Nueva York, resultó devastador que la vieran mujeres con las que antes había compartido vida social. "Su fijación por las apariencias externas y por lo que los vecinos piensen probablemente la ha llevado al estado en el que se encuentra cuando llega a San Francisco", dice Blanchett. "Huyó porque se sentía juzgada por los demás. Es muy consciente de cómo es percibida y su deseo de controlar esa percepción, la coraza externa de quién es, le impide descubrir quién es en realidad".

Las hermanas han vivido en dos mundos completamente distintos la mayor parte de su vida adulta, pero ahora que Jasmine necesita su ayuda, Ginger la acoge con buena voluntad. "Ginger nunca la acogería como lo haría a una hermana con la que hubiera compartido un pasado de cariño", dice Allen, "pero su situación ahora no es tan fría como para mirar hacia otro lado y no acoger a Jasmine cuando se encuentra en problemas". Dice Hawkins: "No creo que Ginger pudiera rechazar a Jasmine. Ginger es muy buena, aunque sigue existiendo cierta tirantez. Como hermana menor, siempre ha admirado a Jasmine y ahora ve la oportunidad de intentar conectar de verdad con ella". Por desgracia, cuando Jasmine llega, puede que esté ya demasiado lejos como para que Ginger la pueda alcanzar. "Ginger lo intenta, pero no sabe ni por dónde empezar a desbloquear a Jasmine", dice Hawkins. "Está atrapada en un mundo tan distinto que Ginger no llega a comprenderla, no tiene ni idea de cómo llegar a ella". Intentando ayudarla, Ginger le sugiere a Jasmine que se dedique al diseño de interiores, una profesión que la permitiría expresar su cultura y su buen gusto. A Jasmine le entusiasma la idea, pero se le ocurre la descabellada idea de hacer un curso online, sin siquiera sabe utilizar un ordenador. "Sus ideas son flojas, pero le pone todo su empeño", dice Blanchett. "Creo que con lo que se la puede identificar y la humaniza es el pánico que siente en su interior".

Jasmine aún tiene la suficiente lucidez como para intentar convencer a Ginger de que rompa con su novio mecánico, Chili (Bobby Cannavale). "Jasmine cree que el primer marido de su hermana, Augie (Andrew Dice Clay) era un perdedor", dice Allen. "Como cualquier hermana o buen amigo haría, la está avisando de que no caiga otra vez en la misma trampa, eligiendo a otro tipo sin el más mínimo refinamiento". Clay cree que Jasmine no le da la más mínima oportunidad a Augie. "Puede que sea un tipo ordinario de clase trabajadora, pero realmente amaba a su esposa. Creo que a Jasmine no le gusta Augie porque a ella sólo le preocupan el dinero y las joyas, y cuánto dinero tiene el hombre con el que está". Blanchett reconoce algo de verdad en esa apreciación: "Jasmine es una persona que ha dedicado toda su habilidad a escalar peldaños en el mundo mediante su relación con el hombre adecuado, y cree que todo depende del hombre al que te unas, y no de lo que puedas obtener por tus propios medios. ¿Cómo puedes escalar si estás con el hombre incorrecto? Resulta muy revelador ver la manera en la que ella aprecia su propia habilidad para ser alguien en el mundo". Dice Hawkins: "Ginger es muy consciente de lo poco que le gustan a Jasmine los hombres que tiene en su vida. Eso le duele pero también piensa que pueda tener razón. Una parte en Ginger quiere cambiar para mejor. Pero a la vez, se siente confundida, creyendo que debería estar buscando a alguien mejor sólo porque quiere conectar mejor con Jasmine".

Chili reconoce enseguida el peligro que entraña la llegada de Jasmine de cara a su relación con Ginger. "Tan pronto como llega Jasmine, puede ver que Ginger empieza a cambiar", dice Cannavale. "Entiende que ella está muy influenciada por Jasmine y que tiene todas las apuestas en contra. Está claro que para él es muy importante luchar por Ginger porque está muy enamorado de ella". Por desgracia, todos los intentos de Chili por conservar a Ginger se expresan en actos explosivos que sólo sirven para confirmar el bajo concepto que de él tiene Jasmine. Dice Allen: "Aunque monta una escena en el apartamento y en el supermercado donde ella trabaja, no es un villano; siente que la quiere y lo está intentando lo mejor que puede. Tiene buen corazón, pero no sé lo que pasará en unos años". Cannavale cree que Chili ve en Ginger a alguien fácilmente manipulable, y se ha asignado a sí mismo la tarea de velar por ella. "Es un protector innato", dice. "Quiere ofrecerle un amor auténtico, un tipo muy físico que además es vulnerable. Creo que ella necesita eso de él y él necesita alguien a quien proteger".

Para obtener dinero para sus clases de informática, Jasmine acepta un puesto como recepcionista en la consulta del dentista Dr. Flicker (Michael Stuhlbarg), trabajo que considera muy inferior a su categoría, y que tampoco se le da muy bien. Para colmo de males, la situación se vuelve bastante incómoda entre Jasmine y su jefe. "Aparentemente, el Dr. Flicker puede mostrarse generoso con Jasmine, pero tiene intenciones otras ocultas", dice Stuhlbarg. "Quiere algo de ella". Pronto se descubre qué es lo que quiere cuando de manera patosa e inapropiada intenta abordarla, sin tener en cuenta el estado tan precario en el que ella se encuentra. "No se da cuenta de la situación que ella está viviendo", dice Stuhlbarg. "Su deseo le ciega y no ve lo que está pasando" Aunque ella se resiste, él se vuelve cada vez más agresivo e insistente. "Cuando Jasmine se encuentra en la consulta del dentista, ya ha comenzado su caída libre, nada parece irle bien", comenta Blanchett. "En las clases de informática es como si hablasen en chino y si no puede aprender informática, no puede hacer su curso de diseño de interiores, y ya se le acaban las ideas. No tiene dinero ni aptitudes, y está claro que su buena acogida en casa de Ginger se tensa por momentos".

Pero entonces aparece una inesperada y potencial tabla de salvación para Jasmine cuando va a una fiesta y conoce a Dwight (Peter Sarsgaard), un distinguido diplomático que parece interesarse en ella. "Dwight es muy ambicioso y quiere dedicarse a la política", dice Sarsgaard. "A juzgar por el aspecto de Jasmine, cómo viste y se desenvuelve, aparece ante sus ojos como el tipo de mujer que realmente supondría un valor añadido a sus planes políticos. Pero lo que realmente le atrae de ella es ese cierto nerviosismo y vulnerabilidad que demuestra. No se siente cómoda en su piel y eso hace que le resulte más fácil acercarse a ella—no sé si lo hubiera hecho, de no percibirla así". Sin querer informar a Dwight de las vicisitudes de su vida en los últimos meses, rápidamente ella misma e crea un personaje mucho más emocionante y elevado. "Es capaz de mentir", dice Allen. "Cuenta que es decoradora y que su difunto esposo era cirujano. Contando con la elegancia necesaria para el personaje que le aportan sus años de actividad social en la clase alta, es capaz de representar perfectamente su papel, y él no espera ni sospecha el engaño". Blanchett afirma: "Creo que Jasmine tiene tan poca fe en sus propias habilidades que constantemente necesita convertirse en más de lo que es. Es una reacción instintiva; no lo hace de forma consciente. Y una vez que esas palabras han salido de su boca, no las puede retirar—simplemente tiene que continuar. La verdad es a menudo aterradora, sobre todo cuando te has pasado toda la vida interpretando una ficción".

En la misma fiesta donde Jasmine encuentra a Dwight, Ginger conoce a Al (Louis C.K.), que tiene un trabajo mejor considerado y unos modales más amables que el de los hombres con los que ella está acostumbrada a salir. Aunque se encuentra modestamente a sólo un paso sobre el nivel que ella acostumbra, lo ve como en un escalón superior. "Al está viviendo una vida aburrida, arreglando los sistemas de audio de otra gente", dice Louis C.K., "y está intentando encontrar algo de felicidad buscando un pequeño romance con esta chica amable e inocente. Tiene una manera muy simple de prestarle atención y de demostrarle que le gusta y eso hace que ella se sienta muy bien". Dice Hawkins: "Ginger aspira a una vida mejor y cree que Al es la solución. Es como si estuviera representando un papel—realmente le está gustando este mundo que Al parece ofrecerle. Le está mostrando una vida que puede resultar mejor que la que ella ve en su realidad".

Como suele ocurrir, Allen ha reunido a un reparto estelar para BLUE JASMINE, encabezado por Cate Blanchett, que fue su primera elección para representar a Jasmine. "Cate es una de esas grandes actrices del mundo", dice Allen. "Simplemente tiene eso. Hay una profundidad tremenda ahí. No hay forma de cuantificarla. Puedes encontrar a otras actrices que son muy buenas, que interpretan la frustración y la desesperación y lloran como Cate, pero por alguna razón, ella proyecta en la pantalla una tremenda profundidad que te absorbe. Sientes la profundidad que alcanza y ahí radica su don".

Blanchett estaba entusiasmada por trabajar con Allen y con el guión, pero también consideraba que Jasmine era un personaje particularmente intimidante de interpretar. Gran parte del reto que para ella suponía el papel era la forma en la que el guión alternaba constantemente su presente en San Francisco con su pasado en Nueva York. Las retrospectivas de Nueva York no sólo proporcionan una historia de fondo para interpretar el presente, sino que reflejan y constituyen un paralelismo con lo que está ocurriendo. Por ejemplo, cuando Jasmine llega al diminuto apartamento de su hermana, la imagen cambia para ver a Jasmine en su enorme apartamento vacío de la Quinta Avenida. "Como Jasmine es una narradora poco fiable, las imágenes retrospectivas están ahí para ver qué es lo que está ocurriendo realmente bajo la superficie", dice Blanchett. "En realidad, me hubiera gustado que las imágenes de Nueva York se hubieran grabado antes de que nos trasladáramos a San Francisco, porque al hacerlo así, hubiera comprendido al personaje completamente". Continúa Blanchett: "Cuando entraba en el plató todos los días me decía a mí misma ‘¡No lo estropees!’ ‘¿Puedes por favor hacer esto hoy sin estropearlo?’" En el plató descubrió que Allen estaba dispuesto a darle una gran libertad, lo cual era poco frecuente. "Creo que en realidad lo que él quiere es no entorpecer el trabajo del actor", dice, "y eso es algo para lo que me tuve que reprogramar porque a mí me encantan las sugerencias de los directores. Así que constantemente le estaba haciendo preguntas y él me las contestaba. La mayoría de mis preguntas eran sobre el tono, porque cuando estás trabajando con el director de BANANAS e INTERIORES, puedes leer el guión y pensar que es terriblemente trágico y doloroso, y lo puedes leer también de otra manera, donde todo es absurdo. Creo que es un maestro en eso: gente completamente inmersa en la seriedad de sus propias vidas—que en realidad son absolutamente absurdas".

Habiendo quedando más que satisfecho con el trabajo de Sally Hawkins en EL SUEÑO DE CASANDRA, donde interpretó el papel de la novia de Colin Farrell, Allen pensó que sería una buena elección para el papel central de Ginger, la hermana de Jasmine. "Es una actriz fabulosa", dice. "Es siempre auténtica; nunca actúa". Hawkins tiene un alto concepto del estilo de dirección sin tonterías de Allen: "Woody no quiere entretenerse con charlas. Sólo quiere que salgas con tu personaje plenamente construido y listo para trabajar". Como admiradora hace mucho tiempo del trabajo de Cate Blanchett, Hawkins estaba entusiasmada con la oportunidad de interpretar a su hermana. "Cate no tiene ego", dice. "Sólo quiere investigar la vida, crear capas increíblemente ricas y hacer su trabajo lo mejor posible. Me creí cada minuto de su interpretación de Jasmine, y estando tan cerca de ella, vi a esa mujer completamente atrapada, perdida y sola. Fue una interpretación muy al límite—es como cuando afinas las cuerdas de una guitarra y las estiras, estiras, estiras, hasta que saltan. No me puedo ni imaginar lo difícil que habrá resultado llevarte ese personaje a casa por las noches". Blanchett dice: "Sally tiene el corazón más grande que nadie que haya conocido. Me agarré a ella como a un bote salvavidas".

Alec Baldwin hace su tercera aparición en una película de Woody Allen, después de ALICE y A ROMA CON AMOR, en el papel de Hal, el marido empresario y ricachón de Jasmine. "Alec es el tipo perfecto para interpretar a Hal porque tiene todo lo necesario", dice Allen. "Es atractivo, es un actor dramático de tremendo talento y, sin embargo, si necesitas a alguien gracioso, puede serlo". En el papel de Dwight, el homólogo de Hal como rico y refinado pretendiente a las atenciones de Jasmine, está Peter Sarsgaard (AN EDUCATION). "Peter proyecta inteligencia y cultura, así como una ternura que hace que animes a Jasmine a que termine con él, la persona que entraría en su vida y, bajo otras circunstancias, realmente pudiera salvarla". Por otro lado, Jasmine recibe atenciones totalmente inapropiadas y molestas de su jefe, el Dr. Flicker, interpretado por Michael Stuhlbarg, actor en A SERIOUS MAN, de los hermanos Coen, y que interpreta actualmente al mafioso Arnold Rothstein en 'Boardwalk Empire' de la HBO. "Michael es un actor muy natural, lo cual me gusta", dice Allen. "Nunca parece que está actuando, es la mejor forma de actuar. También puede ser gracioso y serio con facilidad".

Allen vio el trabajo de Bobby Cannavale en el teatro en Nueva York, y pensó que podría ser perfecto para el personaje de Chili. "Bobby puede hacer cualquier cosa, pero se le da muy bien interpretar a este tipo de personaje, ya que refleja su personalidad natural", dice Allen. "Me pareció la persona adecuada para este papel, aparte de que inspira simpatía por naturaleza". Puede que el cómico malhablado Andrew Dice Clay no pareciera la elección obvia para el dramático papel de Augie, el desafortunado exmarido de Ginger, pero Allen le tenía echado el ojo a Clay desde hacía tiempo. "Siempre pensé que Andrew podría ser un maravilloso actor en las circunstancias adecuadas", dice Allen. "Es un tipo estupendo y tiene una fantástica calidad. No sólo puede interpretar cualquier guión que le des, sino que también puede construir el personaje por sí mismo. Le añade cosas sin forzarlas, de una manera creativa".

Interpretando a Al, el tercer hombre en la vida de Ginger, está Louis C.K., uno de los cómicos más queridos de América y creador de la serie ganadora de Emmy, "Louie". "Louis es muy gracioso, como podemos ver por el gran éxito que está teniendo como cómico, pero también tiene otra dimensión, donde no solo es el tipo que escribe o compra un millón de chistes y los dispara en monólogos", dice Allen. "Tiene una profundidad patética que le hace muy compasivo".

Dado el estado emocional de Jasmine, BLUE JASMINE puede parecer un título apropiado. "Al principio elegimos 'Jasmine French'", dice Allen, "pero después, fue la banda sonora la que nos hizo pensar que BLUE JASMINE podría representar mejor el estado de ánimo de la película". Jasmine también hace referencia a "Blue Moon" varias veces, como cuando suena la canción al conocer a Hal—una canción cuya letra "me viste de pie sola" resuena en la escena donde Jasmine conoce a Dwight.

Al contrario que en muchas películas recientes de Allen, rodadas utilizando algunas de las imágenes más icónicas de sus ciudades respectivas, BLUE JASMINE no exhibe los aspectos más pintorescos de San Francisco (exceptuando la breve vista del puente Golden Gate desde la colina Marín). En su mayoría, las escenas de San Francisco están rodadas en el ambiente laboral que habita Ginger. Las escenas de Nueva York, sin embargo, nos transportan a la Quinta Avenida y a tiendas como Fendi y Jimmy Choo, ofreciendo el tipo de artículos de lujo que definen la etapa de Jasmine en Nueva York.

Dada su posición privilegiada, uno podría fácilmente no sentir afecto hacia Jasmine. Allen comenta: "¿Así que perdió su crédito en Prada, perdió su tarjeta oro, y su dúplex en la Quinta Avenida? Qué pena, hay mucha gente en Estados Unidos que no puede comer. Pero lo que la convierte en una persona por la que puedas sentir afecto es que su historia no trata sólo de privación económica, sino de un defecto trágico en su personalidad que la ha convertido en el instrumento de su propio declive". Allen continúa: "Representa a la persona que eligió no profundizar en la fuente de su placer, sus ingresos, su seguridad, y por ello, ha pagado un precio terrible. Mirar hacia otro lado es un defecto humano que todos compartimos; la gente lo hace constantemente y a la ligera con sus hijos, con sus maridos y esposas". Blanchett añade: "Hasta cierto punto, todos vemos en las personas que nos rodean lo que queremos ver y, por supuesto, también en nosotros mismos. Es muy, muy difícil para el ser humano mirarse de verdad al espejo, y ver realmente quiénes somos, con todos nuestros defectos—y eso es muy difícil de cambiar. Al final, Jasmine es el producto de todo el delirio y evasión que todos tenemos, hasta cierto punto, pero con el tiempo, se ha convertido en una soñadora a gran escala". Irónicamente, es precisamente a través de estas fantasías como sale a relucir su verdadera personalidad—donde sus sueños y aspiraciones cristalizan y aparecen en cruel contraste con sus actuales circunstancias. Blanchett apostilla: "Nuestras fantasías siempre son más de lo que nosotros mismos somos".