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Dirigida por Nicole Holofcener
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SOBRAN LAS PALABRAS, interpretada por los ganadores del Emmy® y el Globo de Oro® Julia Louis-Dreyfus ("Veep", "Seinfeld") y James Gandolfini ("Los Soprano," LA NOCHE MÁS OSCURA), así como por las candidatas al Oscar® Catherine Keener (TRUMAN CAPOTE, CÓMO SER JOHN MALKOVICH) y Toni Collette ("The United States of Tara", EL CAMINO DE VUELTA). Ben Falcone (LA BODA DE MI MEJOR AMIGA, CUERPOS ESPECIALES), Tracey Fairaway (LADRONES DE HOLLYWOOD, EDEN), Eve Hewson (UN LUGAR DONDE QUEDARSE, BLOOD TIES), y, en su debut como actriz, la bloguera de modas, Tavi Gevinson, completan el reparto.

La película ha sido escrita y dirigida por Nicole Holofcener (LOVELY AND AMAZING, AMIGOS CON DINERO). Los productores de la película son Anthony Bregman (¡OLVÍDATE DE MÍ!) y Stephanie Azpiazu (ENCUENTROS EN NUEVA YORK) con Chrisann Verges (END OF WATCH) como productora ejecutiva. El equipo creativo cuenta con el director de fotografía Xavier Grobet, ASC (QUÉ ESPERAR CUANDO ESTÁS ESPERANDO); el diseñador de producción Keith Cunningham (LA BODA DE MI MEJOR AMIGA); el montador Robert Frazen, A.C.E. (LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO); el compositor Marcelo Zarvos (WON'T BACK DOWN) es el autor de la música; del diseño del vestuario se encarga Leah Katznelson (DON JON) y de la confección del reparto, Jeanne McCarthy, CSA (INFILTRADOS EN CLASE).
Sobran las palabras

En la nueva comedia romántica de Nicole Holofcener, SOBRAN LAS PALABRAS, Eva, una madre divorciada (Julia Louis-Dreyfus), descubre que tiene que hacer frente a la vida ella sola por primera vez cuando su única hija se dispone a marcharse a la universidad. Justo al aproximarse la partida, conoce y se siente cautivada por Albert (James Gandolfini en su último papel protagonista), que también tiene que lidiar con un nido vacío. Al tiempo que se establece una relación entre ella y Albert, Eva se hace amiga de una nueva clienta, Marianne (Catherine Keener), una poetisa delicada, bella y con talento que le inspira envidia y admiración. Sin embargo, y por desgracia, Marianne se queja sin cesar de su ex esposo, convirtiendo a Eva en su confidente. En el preciso momento en que Eva está enamorándose de Albert, comprende que Albert es, en realidad, el ex esposo de Marianne. Presa del pánico y envuelta en un conflicto, Eva se guarda la verdad y comienza a dudar de sus propias percepciones y sentimientos para con su nuevo novio.

Con sus cuatro películas anteriores, irónicamente divertidas y agudamente perspicaces, la guionista y directora Nicole Holofcener se ha labrado una sólida reputación como una de las más destacadas cronistas de los urbanitas contemporáneos cultos, sofisticados y capaces de expresarse magníficamente.

Al igual que en sus anteriores películas, Holofcener se inspira en sus propias experiencias y en las de sus amigos para crear un comentario mordaz y penetrante sobre los retos de la vida moderna. "Nicole tiene una visión muy específica y muy divertida del mundo", afirma el productor de la película, Anthony Bregman. "Sus personajes son personas de hoy en día, marcadas por algún conflicto, que luchan para hallar el equilibrio y el significado de sus vidas. Se mueven por emociones humanas normales, pero son lo suficientemente conscientes de sí mismos como para sentirse culpables. Ése es el origen de su humor y, como vivimos en una sociedad en conflicto, es muy fácil identificarse con él".

Holofcener, que ya era una gran admiradora de Julia Louis-Dreyfus debido a su innovador trabajo en el papel de Elaine Benes en la clásica serie de televisión "Seinfeld", supo que descubrir humor en la comprometida situación de Eva no supondría problema alguno para la varias veces ganadora del Globo de Oro y del Emmy.

"Julia es más conocida por su talento cómico, pero de lo que el público no se da cuenta es de que sus capacidades van mucho más allá de ese género. Tiene una extraña habilidad de concentrar la misma tenacidad y destreza en un papel dramático, y lograr que, aparentemente, no le suponga esfuerzo alguno", explica Holofcener. "Cuando hablaba de la forma como recientemente llevó a su hijo a la universidad, me enseñó una foto que tenía en su teléfono y, allí mismo, se echó a llorar. Supe entonces que había entendido completamente el guión y pensé 'qué divertido será trabajar con ella en un papel tan distinto a todo lo demás que jamás ha hecho'".

"No tuve la menor duda de que estaría enorme como Eva, pero tampoco tenía la más mínima idea de lo asombrosa que realmente sería", añade la directora. "Lo que yo no podía saber era que sería capaz de alcanzar emociones tan profundas con tanta facilidad como lo hace. También es una de esas actrices que nunca se cansa uno de contemplar. Puedo ver ahora la interpretación de Julia y ser todavía capaz de advertir pequeños detalles que me sorprenden aun después de haberla visto tantas veces".

Durante su primera reunión con Holofcener, Louis-Dreyfus rebosaba de ideas y formas de comprender a Eva. "Nos llevamos tan bien desde el principio que tuve la sensación de conocerla de toda la vida", afirma la actriz. "Sigo preguntándome por qué nunca antes habíamos coincidido. Yo había visto LOVELY AND AMAZING, así como ENCUENTROS EN NUEVA YORK, y ya estaba enamorada de su manera de expresarse. Es muy extravagante, muy divertida y bondadosa. Escribe con auténtico humor, sin caer en la comedia grosera".

Bregman y la productora Stefanie Azpiazu habían trabajado los dos con Holofcener desde sus primeras películas y habían sido testigos de los momentos fundamentales de la transformación de su vida en oro cómico. "Su primera película, WALKING AND TALKING (NADIE ES PERFECTO), transmite una gran autenticidad al hecho de tener 20 años, de tener novio y de mantener una relación tan intensa con una amiga íntima, aunque luego la vida siga", dice Azpiazu. "AMIGOS CON DINERO trata en gran medida de ese extremo al que alguna gente llega cuando parece que tus amigos avanzan y llevan una vida excelente mientras que tú sigues pasando apuros".

SOBRAN LAS PALABRAS es una reflexión sobre algunos de los cambios que la propia Holofcener ha experimentado últimamente, así como sobre algunos que todavía espera. "Todo está a punto de cambiar a lo grande para Eva", dice Holofcener. "Tiene miedo de sentir soledad cuando su hija se vaya a la universidad y de que su vida quede carente de sentido. Asegura en broma que se pasará el resto de su vida haciendo punto. Personalmente –no hay ni que decirlo– yo espero que mis hijos se vayan de casa. Pero estoy lidiando con la inevitabilidad de que todo será muy distinto cuando se hayan ido. Esta película es mi intento de resolver todo antes de que suceda, como si eso hubiera funcionado alguna vez".

"Yo he estado casada y divorciada", dice. "Cuando emprendí otra relación, me preguntaba qué le habría dicho mi ex marido de mí a su nueva novia, y cómo, probablemente, ella me consideraría el problema. Pero cuando yo mantenía una relación con otra persona, naturalmente contaba historias que hacían que él pareciera ser el problema. ¿Dónde está la verdad? Probablemente en todas partes y en ninguna. ¿Cómo despeja uno su cabeza de todo esto a fin de abrir efectivamente el corazón y correr el riesgo de enamorarse otra vez?".

Al principio de SOBRAN LAS PALABRAS, Eva asiste a una fiesta en la que establece dos relaciones que podrían cambiarle la vida: Marianne, una poetisa cuya serena actitud y elegante estilo de vida es todo a lo que aspira la insegura madre divorciada; y Albert, un archivero de televisión sin pretensiones que comparte su discreto sentido del humor y su nada pretenciosa visión del mundo.

Sobrecogida por el aplomo de Marianne, Eva se embarca en una relación de amistad con ella que bordea la adoración. Marianne establece lazos afectivos con Eva compartiendo los morbosos detalles de su menos que amistoso divorcio, incluida una detallada relación de los defectos de su ex marido. "A Marianne le encanta hablar de su ex y de lo espantoso que era", explica Holofcener. "Según ella, es simplemente torpe, anda sobrado de kilos y tiene unos hábitos personales irritantes hasta lo indecible".

Eva comienza a salir con Albert, que la conquista con su autenticidad y su afecto, y se sorprende a sí misma con la profundidad de lo que siente por él; luego, las cosas cambian. "Por desgracia, Eva se da cuenta de que el pavoroso ex marido del que Marianne habla sin cesar es el mismo hombre del que ella ha empezado a enamorarse", explica Holofcener. "Pero ella no hace lo que sería sensato diciendo: '¡Anda! Estoy saliendo con tu ex marido' o 'Me parece que acabo de conocer a tu ex mujer'. Está tan alucinada por la forma como su vida está cambiando que echa el freno y decide simplemente ignorar lo que acaba de saber".

"Está clarísimo que Eva se comporta mal debido a las otras cosas que están ocurriendo en su vida", prosigue la directora. "Ella vive sola. Su relación con su hija, independientemente de lo unidas que estén, nunca será lo que era. Es presa del pánico y está alucinada. Y las nuevas relaciones le dan miedo. ¿Quién no querría cubrirse para minimizar el riesgo? Eva se pregunta si podrá ella dominar lo que sacó de quicio a Marianne, y, en cierta medida, Marianne se convierte en una versión humana de 'Trip Advisor', examinando básicamente lo que Eva está a punto de experimentar. Y como ocurre con un hotel, a algunos puede gustarle y otros quizá lo odien. Lo que para unos es un tesoro, para otros es basura".

En las películas de Holofcener, el humor proviene del reconocimiento de nuestras propias flaquezas y de nuestros propios pasos en falso, señala Azpiazu. "Uno se ríe reconociendo sus propios y peores instintos. Nos identificamos con esa gente de forma tan completa porque ya hemos pasado por eso y lo hemos hecho".

Esa autenticidad facilita que los actores que encarnan a los personajes se identifiquen con ellos, añade Bregman. "Las palabras simplemente salen de su interior. Nicole crea comedia basándose en relaciones reales, no en chistes fáciles".

Azpiazu, que lleva 11 años trabajando con Holofcener, dice que la aptitud de la directora para equilibrar la capacidad de provocar emociones tiernas o melancólicas con el humor, le ha hecho ganar seguidores ferozmente leales, los cuales no quedarán decepcionados por SOBRAN LAS PALABRAS. "Es una historia de amor verdaderamente divertida y dulce que me parece que no se ha contado jamás. El personaje principal se encuentra en un punto en el que el amor de su vida –su hija– va a dejarla. Se siente sola, pero no busca un amor romántico idealizado. Se cruza por casualidad con un tipo que no parece que vaya a ser el compañero ideal, pero él la conquista y le hace reír. Eso, para mí, es una historia de amor de adultos sobre una relación basada en el cariño, el compañerismo y el amor".


Dando vida a Nicole
Louis-Dreyfus había leído el guión antes de su primera reunión con Holofcener y se identificó con el lamentable temor que a Eva le causan la separación, la pérdida y la soledad. "Como madre que acabo de ver a mi hijo irse a la universidad, yo conocía las punzadas de la espera y esa sensación de '¿quién soy yo sin mi hijo?'" afirma. "Y como hija de padres divorciados, comprendo muy bien la culpabilidad que acompaña a esa decisión".

Cuando se trata de establecer relaciones, el miedo y la culpabilidad paralizan a Eva, explica la actriz. "Es casi subconsciente. Su intención es buena. No pretende herir los sentimientos de la gente, pero le da tanto miedo tomar decisiones erróneas que se abstiene en absoluto de la más fundamental".

Holofcener y Louis-Dreyfus se hicieron grandes amigas durante el rodaje. "Casi eran como hermanas", dice Bregman. "Es como si hubieran nacido la una para la otra. Julia encaja en el papel con tanta naturalidad que hube de preguntarme por qué habían tardado tanto en trabajar juntas".

Según el productor, Louis-Dreyfus posee con creces las dos cualidades esenciales para dar vida a una heroína de Nicole Holofcener. "Es realmente inteligente y auténticamente divertida", dice Bregman. "Tiene también una singular facilidad para interpretar momentos incómodos de forma realmente graciosa. Su aspecto de asombro ante sí misma es una de sus grandes dotes. La película está llena de situaciones incómodas y el espectador disfrutará viéndola meterse en ellas con despreocupación. Todo el argumento gira en torno al examen de la tensión emocional de la situación, y al hallazgo de los toques cómicos que encierra".

Eva tiene un problema con los límites, reconoce Louis-Dreyfus. "No los tiene muy claros ni con su hija ni con la amiga íntima de ésta; como tampoco con Albert ni con Marianne. Está tan desesperada por hallar compañía que corre el riesgo de hacer daño a personas a las que quiere muchísimo. Es alguien –diría yo– que está llena de miedo a la soledad. Su intención es realmente buena, por lo que me resultó fácil quererla, y cuando comete esos perversos errores, siento compasión por ella y creo que el público también la sentirá".

La actriz y la directora comparten una sensibilidad semejante en lo relativo a la realización cinematográfica. "Julia siente una total sintonía con la ética de trabajo y la estética de Nicole", afirma Azpiazu. "Incluso pareció desarrollar alguna de las manías de la personalidad de Nicole durante el rodaje. Julia nunca interpreta comedia en un sentido burdo. El personaje tiene templanza y tristeza auténticas. Sólo con sus ojos puede hacer más de lo que la mayoría de las actrices pueden hacer con todo el cuerpo".

Louis-Dreyfus define a la directora como "muy favorable a los actores", añadiendo que "Nicole podría ser directora de teatro. Está muy interesada en crear personajes y valora verdaderamente la evolución que ello acarrea. Cuando discutimos los personajes es todo oídos y eso, para mí, como actriz, fue verdaderamente estupendo".

No valoró en menos el hecho de que Holofcener concediera a los actores espacio para ser espontáneos y desarrollar sus personajes de forma orgánica. "La película gira en torno a las sensaciones, las reacciones y las emociones íntimas de la gente, por lo que era necesario un elemento de improvisación que mantuviera naturales las escenas", dice. "Por ejemplo, la escena en la que Eva se ve cogida en su mentira de omisión fue algo muy espontáneo. Tenía que resultar tan real y fundamentalmente incómoda como fuera posible".

Otra escena que fue objeto de gran discusión en el plató es aquélla en la que Eva está a punto de revelar a Albert su relación con su ex esposa. "Me pareció importante que Eva tratara de hablar con él de su amistad con Marianne… y que no lo consiguiera", dice Louis-Dreyfus. "Es una escena muy sutil en la que hace un gigantesco esfuerzo para confesar. Albert le gasta una broma diciendo algo como: 'Espero que no estés hablando de mi ex mujer'. Parece una idea tan estrafalaria que ella es incapaz de contárselo, aunque sepa que debería hacerlo".

Holofcener afirma que ella y Louis-Dreyfus sólo estuvieron en desacuerdo en unas pocos aspectos sin importancia del personaje. "Ella quería que Eva llevase unas camisas más feas que las que yo quería que llevase", dice, riéndose, Holofcener. "Pero, por otra parte, siempre estaba añadiendo grandes cosas, eliminando lo innecesario, descubriendo el material verdaderamente humano. Cada mañana decía: 'Tengo un par de ideas'. Un actor que coopere auténticamente bien puede cambiar el personaje y realzar el guión muy positivamente".

Para interpretar a Albert, objeto del amor de Eva, otro director podría haberse decidido por un primer actor convencional, pero Holofcener hizo una elección de reparto totalmente inesperada. "Me gusta dar los papeles a personas de aspecto auténtico", afirma. "Quiero decir que Julia Louis-Dreyfus es verdaderamente bella, pero presenta el aspecto de una persona normal que es hermosa y tiene la edad que yo escribí para este personaje, lo que resulta superior. James Gandolfini, que da vida a Albert, tiene la apariencia de un tipo auténtico: muy mono, pero auténtico".

Elegir a un actor tan identificado con un papel podría haber sido visto como algo arriesgado, pero Holofcener asegura que no se pensó dos veces pedir a Gandolfini que encarnara a Albert. "Nunca sentí que estuviera corriendo un riesgo con Jim. Su interpretación en 'Los Soprano' fue indescriptible. Mostró una versatilidad sin paralelo en las escenas con su psiquiatra y en su relación con sus hijos. Eso fue lo que hizo que la serie fuera tan maravillosa. No se limitaba a ir por ahí disparando a la gente y siendo un tipo duro. Su personaje era muy complejo".

Holofcener describe al actor como complicado él mismo, y como un colaborador agradable, amable y curioso. "Trabajar con Jim fue maravilloso y un poco amedrentador", dice la directora. "Era un perfeccionista que quería entender todo lo que su personaje decía y hacía. Guiarse por su experiencia le habría hecho sentirse extremadamente incómodo. Pero era un gran improvisador y estaba muy dispuesto a parecer bobo. Jim añadió al guión muchas cosas que pasaron a formar parte de éste. Eso es insuperable si el actor es verdaderamente inteligente y comprende el personaje".

Después de haberse decidido por Gandolfini para el papel, Holofcener refinó el personaje tomando en cuenta los puntos fuertes del actor. "Los personajes no dejan de ser fantasías para mí hasta que tengo a los actores", asegura. "Albert sólo era una idea endeble que yo tenía en la cabeza, una mezcla de antiguos novios o, quizá, de futuros novios, hasta que conocí a Jim. Era intensamente carismático, muy sensible y tímido. Tenía un excelente sentido del humor muy diferente al de Julia, lo que hizo que todo resultara más interesante. Aportó muchos momentos que, sin él, no existirían".

Pero la directora y el actor no estaban siempre de acuerdo en todo lo que el personaje hace en la película. "En ocasiones se oponía a ciertas cosas", reconoce Holofcener. "Una vez me dijo: '¿Vas a hacerme decir eso aquí? ¿Ahora? Pareceré una chica'. Y yo le contesté: 'Confía en mí. En este momento de la película debes parecer una chica'".

Albert es una pareja inverosímil para Eva, pero interpretado por Gandolfini bien puede ser la ideal. "No es un primer actor romántico tradicional, pero eso es lo que hace que resulte perfecto para ella", dice Holofcener. "Ella busca a alguien que pueda entenderla y hacerla reír; alguien con quien ella disfrute pasando el tiempo. Bajo todos los elementos superficiales, ella descubre a alguien que es intrínsecamente adorable, fuerte pero amable y que se siente totalmente a gusto siendo quien es".

Trágicamente, Gandolfini falleció de forma inesperada, víctima de un ataque cardiaco, después de finalizada la película, lo que convirtió a ésta en una de sus últimas actuaciones. "Me encantó trabajar con él", afirma Holofcener. "Me siento verdaderamente dichosa por haber tenido esa oportunidad. Era una persona verdaderamente especial y perderlo fue una horrorosa tragedia".

A la productora Chrisann Verges le pareció que la tierna química existente entre Louis-Dreyfus y Gandolfini era conmovedoramente verdadera. "Era auténtico y divertido y dramático contemplar a estas dos personas en busca del amor y, quizás, hallarlo", asegura. "Uno ve cómo esa chispa salta antes los propios ojos y creo que todo el que la vea se sentirá conmovido".

Trabajar con el difunto Gandolfini también dejó una huella imborrable en Louis-Dreyfus. "Jim Gandolfini es uno de los más grandes actores de nuestra generación", dice Louis-Dreyfus. "Fue un honor inconmensurable darle la réplica. Que la película vaya a estrenarse después de su extremadamente prematuro fallecimiento deja un sabor agridulce. Me hace feliz que haya rodado esta película para que el público pueda ver ese aspecto de él. Los espectadores se quedarán anonadados con su sensible y fiel interpretación de Albert".

La actriz asegura que al público no le sorprenderá ver a Gandolfini en este papel más de lo que se sorprendió el propio actor. "Jim era un tipo grande, muy imponente físicamente", dice Louis-Dreyfus. "No hay que decir que todos le conocen como Tony Soprano, pero la realidad es que era mucho más parecido a Albert. Tenía una voz muy suave y era muy concienzudo. Durante todo el rodaje no paraba de decir: 'No puedo creerme que esté interpretando al que se lleva a la chica'. Era muy modesto y yo sé que le ponía nervioso estar haciendo algo tan distinto. Esa inseguridad le hacía mucho más atractivo. Era muy sensible para con las personas que le rodeaban y no se daba aires en absoluto. Siento un profundo vínculo con él y le echo espantosamente de menos".

La conexión entre los actores es evidente en la pantalla. "Nunca se sabe si va a haber química entre dos personas hasta que se las pone delante de la cámara", dice Holofcener. "Jim y Julia resultan adorables juntos. La diferencia de tamaño es en realidad más bien encantadora. Él es como un oso y ella cabría en su zarpa. Se ríen mucho. Juntos, tienen tanto atractivo como dulzura".

Catherine Keener, dos veces candidata al Oscar, ha intervenido en cuatro películas anteriores de Holofcener; a menudo como la conflictiva, neurótica y en ocasiones torpe heroína que parece representar a la directora. En esta ocasión, se hace cargo de un papel distinto, el de Marianne, una etérea poetisa cuya vida de esplendor bohemio y burgués es todo a lo que aspira Eva. Aunque su hija, Tess, también se va al Este en otoño a estudiar en la universidad, Marianne parece libre de todas las inseguridades que asolan a Eva y que están relacionadas con el siguiente capítulo de su vida.

"Pensé que sería divertido que Catherine interpretara algo distinto", dice Holofcener. "Los personajes que ha encarnado en mis otras películas han sido un poco más atormentados. En ésta, da vida a una mujer seductora y narcisista que parece no tener ni idea de sus propias deficiencias. Marianne fue creada más o menos como el personaje serio opuesto a Eva, pero Catherine es una persona tan intrínsecamente divertida que inevitablemente aportó al papel humor a raudales".

Serenamente confiada, Marianne es muy parecida a la imagen que Keener presenta en la vida real, según Azpiazu. "Quien la haya visto en los estrenos o simplemente por el mundo en general, sabe que es muy atractiva", afirma la productora. "Es increíblemente guapa, inteligente y divertida; alguien a quien una quisiera parecerse. Con ella todo parece muy natural. Nicole fue capaz de captar esa faceta de Catherine en una de sus películas por primera vez".

Keener y Holofcener se hicieron grandes amigas cuando se conocieron hace 18 años rodando WALKING AND TALKING (NADIE ES PERFECTO). "La expresión y la visión de Nicole son únicas", asegura la actriz. "Realmente es una señalada artista. Escribe con concisión, precisión y gran profundidad. Es fácil confundir su estilo con algo simple, pero es muy elegante".

Poder trabajar con Holofcener es el "regalo" que recibe de su amistad, dice Keener, y añade: "Hice esta película porque Nicole me pidió que la hiciera. Yo no necesitaba nada más. Ni siquiera leí el guión, por lo que me sentí muy contenta de que mi personaje acabara siendo el de Marianne. Trabajar con ella es lo máximo. Dirige el plató con enorme autoridad, pero la ejerce de forma muy suave y directa. La gente acaba prendada de ella y hay motivos".

La reconocida experta en la interpretación de las heroínas de Holofcener otorga a Louis-Dreyfus una alta calificación por su encarnación de Eva. "Julia está perfecta", dice Keener. "Como actriz, una siempre desea actuar al lado de alguien mejor, porque nos gusta tener una buena competencia. Como actriz, Julia está extremadamente disponible y dispuesta a ir a cualquier sitio. Siempre está a punto y emocionalmente allí, lo que la convirtió en una de las mejores compañeras con las que haya trabajado, y en esto vuela realmente alto. Cuando trabajo con una persona cuyo talento parece tan ilimitado, eso también me anima a mí, por lo que el resultado fue una auténtica explosión. Es emocionante llegar a trabajar con alguien así".

La candidata al Oscar Toni Collette da vida a la amiga íntima de Eva, Sarah, una agobiada psicoterapeuta con un exigente matrimonio, unos hijos activos y una compulsión a redistribuir el mobiliario.

"Por una parte, da a Eva la clase de consejos que uno daría a su mejor amigo, que no son siempre los más positivos", dice Bregman. "Al mismo tiempo, ella sabe lo que es apropiado o, al menos, más saludable. Toni interpreta al personaje con esa mordacidad que asociamos con ella y, a la vez, le transmite su gran capacidad afectiva".

El don de Collette para equilibrar la comedia y el drama ha quedado competentemente exhibido en su aclamada interpretación en la serie de Showtime, "United States of Tara", en la que encarna a una mujer de varias personalidades, un papel que le valió muchos incondicionales entre los realizadores cinematográficos. Collette afirma que le habría hecho feliz interpretar cualquier papel en SOBRAN LAS PALABRAS. "Todos ellos son creaciones brillantes. Pero me gustó especialmente el personaje de Sarah. Ella es alguien que es muchas cosas para mucha gente. Es la mejor amiga de Eva, es una esposa, una madre y una terapeuta. Cumple muchas funciones y muy distintas".

La espinosa relación entre Sarah y su marido, Will, se inspiró en la época de soltería de Holofcener, explica la directora. "Sarah es francamente cruda, pero creo que la forma como ella y Will se interrelacionan es verdaderamente divertida. Cuando yo estaba soltera, había parejas que a menudo me llevaban a fiestas o que me organizaban una cita con un amigo. Es extraño, porque yo trataba de ser optimista respecto de mi propia vida pero viendo algunas de las cosas que hacen las parejas, comencé a preguntarme si realmente quería pasar el resto de mi vida con alguien".

La combinación de comedia y calamidad que contiene el guión, captó la atención de Collette a la primera lectura. "Era, todo a la vez, histéricamente divertida y conmovedora", dice. "Nicole escribe de una forma muy perspicaz en lo relativo a la forma como la gente se comunica, y resulta deliciosamente fácil trabajar con ese lenguaje. Hace que parezca que no estemos trabajando en absoluto, sino que simplemente estemos pasando el rato. Como directora es una observadora silenciosa que puede tirar de las riendas cuando sea necesario".

Collette también alaba mucho a Louis-Dreyfus, quien –asegura– encaja perfectamente en el papel principal femenino de la película. "Eva comete muchos errores sin darse cuenta, y Julia consigue con brillantez que resulte cómica y adecuadamente triste", asegura la actriz. "Es, sencillamente, tan divertida y está tan comprometida que resulta hilarante trabajar con ella".

Sarah está casada con Will, interpretado por Ben Falcone, cuyo papel más memorable quizá sea el del policía del aire al que ama Melissa McCarthy en LA BODA DE MI MEJOR AMIGA. "Ben es increíblemente bueno", afirma Collette. "Es muy fácil actuar con él. Sarah y Will mantienen una relación interesante y, en cierta medida, familiar. Están muy unidos pero la forma como se comunican es histérica. Discuten constantemente. De vez en cuando coinciden momentáneamente en algo y, luego, cada uno vuelve a tirar por su lado".

Para Falcone, la interrelación de la pareja parece muy fiel a lo que es la vida. "Tuve inmediatamente la sensación de que había conocido antes a esta gente", dice. "Todo parecía muy exacto. Will y Sarah tienen una relación inestable. Él es un poco más directo que yo, algo que para mí fue divertido interpretar. Cuando él o Sarah piensan en algo, lo sueltan en el mismo momento y lugar. Ni lo consultan con la almohada ni se esperan y lo piensan con cuidado. Lo que dicen es: '¿Qué? ¿Por qué harías eso?' Y 15 segundos después, están riéndose otra vez".

Falcone asegura sentirse afortunado por estar en un reparto que le rodeó de tan grandes actores. "Toni nunca deja de ser sorprendente, abierto y tiene unos reflejos asombrosos. Me mantuvo alerta. Y a Julia parece no costarle nada ser divertida, aunque piensa todo minuciosamente. Le brindó a Nicole varias posibilidades realmente buenas para cada toma y dejó en manos de Nicole elegir una".

La película también incluye las actuaciones de tres jóvenes actrices noveles e interesantes: Tracey Fairaway en el papel de Ellen, la única hija de Eva; Eve Hewson en el de Tess, la hija superferolítica de Albert y Marianne; y Tavi Gevinson en el de Chloe, la amiga íntima de Ellen, que comienza a meterse gradualmente en la vida de la madre de su amiga justo cuando Ellen se va de casa.

Gevinson, de sólo 17 años, ya es una superestrella del mundo de la moda como autora de un blog y dueña de su propia revista on line, Rookie. Realiza un impresionante debut como actriz en SOBRAN LAS PALABRAS. "Tavi brinda una gran actuación en esta película. Se convirtió en una figura de la moda de éxito internacional a la edad de 11 años", dice Bregman. "Se sienta en primera fila en los principales desfiles de modas de todo el mundo y ha llegado a ser alguien muy influyente, que marca tendencias; un verdadero fenómeno entre las adolescentes".

Varias actrices jóvenes y de talento se sometieron a las pruebas del papel, pero Gevinson mostró a Holofcener algo singular. "Cuando llegó, tenía simplemente algo distinto", dice la directora. "Es auténticamente espontánea y muy discreta. No tenía ni idea de quién era, pero me gustó en el acto. Su aspecto, lisa y llanamente, no era el de las otras chicas y yo quería a alguien poco convencional".

"Tavi es una actriz innata, no es que esté de juerga todo el día", añade Azpiazu. "Interpreta excelentemente la torpeza de su personaje y gran parte lo lleva en la cara. No tiene que decir mucho para transmitir mucho".

Para Gevinson, la experiencia fue la introducción ideal a la realización cinematográfica. "Nicole fue extremadamente cordial y dedicó tiempo a crear una comunidad, como una gallina con sus polluelos, que éramos todos nosotros", dice. "Además, creó unos personajes muy reales y con los que es fácil identificarse. No es frecuente ver a adolescentes representados en cine o televisión con exactitud, por lo que, evidentemente, es algo que valoré en este caso y que, además, me parece que hizo mi trabajo más fácil. Yo sé lo especial que era trabajar con tan asombrosos actores. El problema consistía en que cuando una está en un plató, no puede andar diciendo: '¡Oh, Dios mío! Es Julia Louis-Dreyfus. ¡La adoro!' porque hay que pretender que una es normal".

Trabajar junto a Louis-Dreyfus fue un placer especial para Gevinson. "Es realista y profesional", asegura. "Julia tenía todo tipo de sugerencias que me resultaron de gran ayuda, y verdaderamente me hizo sentir que el plató era mi sitio y que yo formaba parte de la película".

Mientras que Ellen, la hija de Eva, está lista para ir a la universidad, Chloe permanece en la encrucijada, indecisa sobre lo que quiere hacer a continuación. "Su madre quiere que vaya a la universidad, pero ella no se siente preparada", dice Gevinson. "Está motivada para averiguar qué es lo que quiere, pero todavía no sabe lo que es. Chloe me atrajo porque me intrigan las personas un poco desconectadas. También me parece interesante que una persona joven encuentre más fácil hablar con adultos que con personas de su misma edad. Puede mantener con la madre de Ellen una relación que nunca consiguió establecer con su propia madre".

Dejar de ser durante un tiempo un icono de la moda le vino muy bien. "Antes de esta aventura, yo estaba en la carretera, donde mis amigos y yo nos deteníamos constantemente para vestirnos y tomar fotos vistiendo prendas verdaderamente incómodas. ¡Sentía unas enormes ganas de ponerme unos vaqueros! Chloe no está muy pendiente de la moda, pero me parece que quiere ser un poco creativa y probar cosas distintas".

Con sólo unos pocos papeles en su haber, incluido el de la película para televisión LADRONES DE HOLLYWOOD, Tracey Fairaway era la experta entre las actrices más jóvenes. Advierte al público que, con SOBRAN LAS PALABRAS, debe estar preparado para un recorrido en una montaña rusa de emociones. "Es increíblemente divertida, pero también tiene algunas escenas desgarradoras", observa Fairaway.

La sutileza del estilo literario y las caracterizaciones de Holofcener la atrajeron. "No me gustan las cosas demasiado exageradas", dice. "Me fue muy fácil meterme en el personaje de Ellen porque su personalidad es más bien discreta".

Prepararse para cruzar el país e ingresar en la universidad ha vuelto a Ellen un poco aprensiva y esa ansiedad está desgastando su relación con su madre. "Ella está muy centrada en sus estudios, por lo que éste en un momento decisivo para ella", dice Fairaway. "Está empezando a sentir que ella y su madre tienen una relación demasiado estrecha y ella está retirándose un poco. A medida que se convierte en adulta, quiere sentirse un poco más distante. Pero cuando su amiga íntima, Chloe, trata de estrechar lazos con su madre, descubre que la invade el resentimiento como si Chloe quizá fuera a ocupar su lugar. Es paradójico".

La actriz dice que estudió a Louis-Dreyfus cuidadosamente y que trató de incorporar algunos de sus gestos a su propia interpretación. "Julia es una auténtica fuente de inspiración. Es toda una profesional. Intenté trabajar a su ritmo porque, como reza el refrán, 'de tal palo, tal astilla'".

Eve Hewson, que recientemente intervino en BLOOD TIES junto a Mila Kunis, Marion Cotillard y Clive Owen, pertenece a la realeza del rock and roll, pues es hija del solista de U2, Bono, pero en el plató no era más que otra actriz esforzada. "Realizó un trabajo maravilloso en la película", dice Bregman.

La oportunidad de trabajar en un proyecto cuyo peso llevan los actores resultó enormemente atractivo para Hewson. "Hay mucho diálogo ingenioso", observa. "Gira más en torno a relaciones y momentos sin importancia. Nicole tiene un gran sentido del humor y todo surge de ahí".

"Y Julia estuvo, naturalmente, asombrosa", prosigue. "Yo no he hecho mucha comedia ni trabajado con muchos actores cómicos, y pude aprender mucho de ella; especialmente, en lo relativo a improvisación, algo en lo que ella destaca especialmente".

Su personaje, Tess, es un poco malcriada, dice la actriz. "Pero quiere de verdad a su padre. Ella se parece más a su madre, lo que hace que no se lleven especialmente bien, pero ella quiere proteger a su padre. Su bolso de Chanel y su costoso vestuario ocultan un gran corazón".

Hewson afirma que el personaje le recuerda a muchas mujeres jóvenes a las que conoce. "Ella es un tanto fardona, pero debajo de todo ello hay verdadera preocupación. Nicole permitió que Tess mostrara su mala uva y también su lado más amable. El personaje no es unidimensional".

Al principio le puso nerviosa interpretar a la hija de Gandolfini, a quien conocía principalmente por su trabajo en "Los Soprano". "Pero James era verdaderamente encantador", afirma. "Celebramos una cena para todo el reparto y él habló con todos los jóvenes. Era muy abierto y muy amistoso. Trabajar con actores sin experiencia puede ser sobrecogedor, pero ellos eran muy divertidos y cordiales. Aprendí mucho en esta película".

Holofcener asegura que fue una auténtica bendición conseguir este reparto. "Oír a los actores recitar su parte fue emocionante, increíblemente gratificante y, en ocasiones, dio miedo", añade. "Ellos sabían cuán personal era el proyecto para mí y, evidentemente, tampoco para ellos era un trabajo más. Todos estábamos allí para hacer algo humano, conmovedor, divertido y auténtico".


Como en casa
SOBRAN LAS PALABRAS fue rodada íntegramente en el ecléctico y dinámico West Side de Los Ángeles, que es, muy adecuadamente, el territorio de Nicole Holofcener. La película capta ese singular microcosmos cultural usando exteriores auténticos y un diseño de producción inspirado en el carácter sofisticado y artístico de la zona. Desde la nueva Culver City, bulliciosa y en la onda, y desde Mar Vista, orientada a las familias, hasta los enclaves costeros de Venice y Santa Mónica, el West Side niega la reputación de ciudad sin barrios que tiene Los Ángeles.

"Nicole quería que las oficinas estuvieran en el West Side", dice la productora ejecutiva Chrisann Verges. "Fuimos muy afortunados con nuestros exteriores, porque esas partes de la ciudad suelen ser más caras pero la gente nos abrió sus brazos. Pudimos rodar la película exactamente donde está ambientada. La tienda de disfraces está en Brentwood. Hay una escena en la que los actores van conversando mientras caminan, en la que se dominan los Palisades; y utilizamos varias residencias típicas de la zona, la cual pasa a ser un personaje importante de la película. Jamás habríamos logrado ese nivel de realismo si hubiéramos tenido que reproducir el East Side o el Valle".

Rodar en Los Ángeles también supuso que los realizadores pudieran recurrir a los mejores talentos técnicos de la industria. "Una de las numerosas ventajas de rodar en Los Ángeles es que podemos reunir equipos técnicos de primera clase sin destrozar el presupuesto, porque la gente está ansiosa de dormir en sus propias camas y de ver a sus hijos cada día", dice Verges.

El diseñador de producción Keith Cunningham, que trabajó junto al director de exteriores Boyd Wilson para hallar las ambientaciones perfectas para el relato, utilizó todos los recursos posibles para lograr un aspecto y una sensación que fueran puro Los Ángeles.

"Me enamoré del guión en el mismo instante en que lo leí", asegura Cunningham. "Los matizados personajes y situaciones me hicieron sentir que yo ya sabía exactamente qué aspecto tendrían aun antes de haberme sentado con Nicole. Su guión nos proporcionó muchos puntos de partida para que creáramos las ambientaciones que ella deseaba".

Gran parte de la acción tiene lugar en casa, con Eva, Albert, Marianne, y con Sarah y Will. Cada residencia fue cuidadosamente escogida para que reflejase la esencia de sus dueños. "Comenzamos con la casa de Marianne porque pensamos que supondría el mayor desafío", explica Cunningham. "Ella es muy equilibrada y la forma como viste y vive tiene algo de etérea. A decir verdad, encontramos la casa muy rápidamente. Es muy pintoresca, se alza en una parcela que hace esquina y cuenta con un jardín muy bien diseñado y cuidado. Es un pequeño Shangri-La en el corazón de Los Ángeles".

Para la casa de Eva, por otra parte, el diseñador partió en busca de algo que destacara la función sobre la forma. "Utilizamos sin parar la expresión 'corriente y moliente'", precisa el diseñador. "Ella vive en una casa normal sin nada de particular. Es una madre que trabaja, por lo que se nos ocurrió que tuviera un aire de casa habitada, lo contrario de una obra de diseño o de decoración. Más que estar abarrotada lo que ocurre es que no está ordenada. Enorme contraste con la casa de Marianne, que queríamos que pareciese lista para una sesión fotográfica".

La residencia de Albert es aún más "del montón", según Cunningham. "Acaba de volver a quedarse soltero. Buscábamos una casa muy sencilla. Está deliberadamente infradecorada y tira a caverna para seres humanos. Los colores son más oscuros porque en el guión figura que vive con las persianas cerradas".

Cunningham señala un pequeño detalle del guión que dio forma a su idea del hogar. Albert no tiene mesillas de noche en su dormitorio. "Eso es lo bueno del estilo literario de Nicole", dice Cunningham. "Creo que todos conocemos a personas que nunca han llegado a utilizar cosas como ésa. Les basta tener un montón de libros junto a la cama. Ese detalle, pequeño pero impresionante, caracteriza el resto de la casa".

Para Sarah y Will, que tienen dos hijos y otras tantas atareadas carreras, el diseñador encontró una casa de estilo mitad de siglo y la llenó con hallazgos de Pottery Barn y West Elm. "Esa casa es más moderna y de líneas más elegantes", dice. "Ella siempre tiene más pacientes de los que puede atender, así que decidimos que siempre que compra lo hace por catálogo".

Otro importante escenario del rodaje es el lugar de trabajo de Albert. Originariamente, en el guión, era el Museo de TV y Radio, pero Holofcener decidió que un lugar de interés turístico, blanco y elegante de Beverly Hills, parecía demasiado por encima del personaje. "Queríamos algo un poco más humilde", dice Cunningham. "Yo me licencié en el Instituto Americano del Cine, así que me dirigí a ellos para que nos dejaran usar la biblioteca. Nos abrieron las puertas. Era la primera vez que se había permitido a alguien rodar en su biblioteca".

Cunningham también colaboró estrechamente con la diseñadora de vestuario Leah Katznelson, a fin de desarrollar estilos individuales de vestir que no desentonaran con los espacios privados de los personajes.

"Me interesa contar mi relato con honradez, por lo que trato de mantener ese rasgo en todo, desde el maquillaje y el pelo al vestuario", dice la directora. "Si veo una película en la que una mujer lleva algo que sé que el personaje no puede permitirse, me quedo totalmente de piedra. No paro de pensar: 'Yo conozco esa chaqueta. Yo quería esa chaqueta. ¿Cómo puede ella permitirse esa chaqueta?'"

Con esa idea en mente, Katznelson concibió su trabajo como ayudar a contar la historia a través de la ropa. "Tuve que pensar sobre el aspecto que tendrían los guardarropas de esas personas", dice. "Necesitaba saber dónde comprarían, ya fuera en Barney's o en K-Mart, y mantenerme fiel a ello. Nicole tiene una opinión muy firme de que no quiere que la ropa hable antes de que los personajes lo hagan. Sólo quiere que creamos que esa persona existe".

Estar en el Sur de California ayudó a Katznelson a definir el estilo. "Los Ángeles es mucho más colorista e informal que otros lugares", observa. "La gente lleva chanclas y sandalias durante todo el año. Vaqueros y camisetas son indumentarias aceptables para salir a comer. Yo intenté incluir en la ropa ese estilo de vida de California".

Para Eva, una terapeuta masajista que trata a sus pacientes en sus casas, lo primero tiene que ser la practicidad y la comodidad. "A menudo lleva pantalones de yoga y zapatos cómodos y prácticos porque tiene que cargar con una pesada mesa", explica la diseñadora de vestuario. "Personalizamos su aspecto organizando sus joyas en capas. Ella colecciona piezas durante sus retiros de meditación y sus viajes. Los repite mucho y ello se transformó en una parte muy importante de su personalidad".

Por otra parte, Marianne, que representa una versión excelsa de Eva, aparece cubierta de tejidos transparentes y deslumbrantes colores. "Su aspecto es el que imaginamos que tendría una poetisa", dice Katznelson. "Otras mujeres la ven y piensan: '¿Cómo es posible que esté tan bien llevando eso?' No es más que la chaqueta de un pijama. Pero si ella se la pone, el resultado es maravilloso. Para vestirla a ella usamos mucha seda y chiffon".

Tavi Gevinson puede ser un icono de la moda en la vida real, pero su personaje cinematográfico es el de una adolescente normal y su vestuario tiene que reflejarlo. "Es tan conocida en el mundo de la moda que, con su ropa, cae en lo extravagante y lo experimental", dice Katznelson. "Pero queríamos cerciorarnos de que cuando la gente vea la película, no vean a Tavi. Es necesario que vean a Chloe, que es una joven inteligente que se las da de artista y que tiene un lado creativo. Prescindimos de algunas de sus opciones de moda más audaces para que fuera más accesible a los verdaderos adolescentes".

Decidida a garantizar que la ropa y el ambiente de los personajes tuvieran el aspecto adecuado, Holofcener llegó al extremo de sacar el faldón de la camisa que Louis-Dreyfus lleva en una escena. También prestó alguna de sus pinturas y accesorios personales para que fueran empleados en el plató. "Utilizamos bastantes objetos suyos", dice Cunningham. "En casa de Eva, hay un par de cuadros que fueron pintados por el padre de Nicole, así como un paisaje bello y brillante en la de Marianne, que utilizamos junto con algunas colchas y almohadas muy coloristas".

Con cinco largometrajes en su haber, Holofcener dice sentirse todavía afortunada estando en el rodaje, trayendo a sus personajes a la vida. "Me encanta dirigir mi propio material", dice. "Si una escena no es buena, la culpa es mía. Y si es verdaderamente buena, también soy yo la responsable. Si algo resulta flojo, lo cambio. Reescribimos continuamente en mitad de la escena".

En general, Holofcener asegura sentirse simplemente afortunada por lograr hacer películas. "Siento que estoy utilizando todo lo bueno que tengo", concluye. "Mi trabajo lo abarca todo pero yo me divierto. Simplemente espero que otras personas disfruten tanto como yo, aunque probablemente no sea así ya que algunos soportan cargas pesadas".