"No es una película de monstruos, ni de terror, ni de ciencia ficción", explica el cineasta Steven Quale. "Es la Madre Naturaleza en estado puro, que puede resultar hermosa y horrorosa al mismo tiempo".

Utilizando un cable de remolque, Titus – con la colaboración de los actores – ayuda a solventar los problemas provocados por el tornado. Con una sacudida, la furgoneta vuelve a colocarse sobre sus cuatro ruedas. Pero tal y como ilustra esta escena de En el ojo de la tormenta, aunque los humanos puedan reconstruirlo todo y volver a ponerse en pie, no podemos evitar la ira arbitraria de la naturaleza.

Dada su experiencia con el 3D y los efectos visuales, Quale parecía ser la persona perfecta para capturar el terror aleatorio y fascinante de los tornados. Recientemente ha dirigido Destino final 5 y ha aprovechado la última entrega de la franquicia para explorar cómo podría ser posible eludir a la muerte, no solo esquivarla. En En el ojo de la tormenta, el director da un paso más demostrando que no solo deberíamos tener miedo a la Muerte, sino también a la Madre Naturaleza.

En palabras de Quale: "El tornado es uno de los protagonistas de la película. En cierto sentido, es su principal protagonista. Ese ha sido mi lema durante todo el rodaje. No quería hacer una película de acción de Hollywood más, sino una que le hiciera sentir a uno que está ahí con una cámara grabando el poder de la tormenta".

Para ser fiel al impresionante aspecto del Medio Oeste de los Estados Unidos, donde se desarrolla En el ojo de la tormenta, la producción decidió rodar en Michigan, que recuerda mucho al Pasillo de los Tornados estadounidense. Canadá, con sus montañas, o el sur de California, con su sol resplandeciente, no eran alternativas viables.

"Nos decidimos por Michigan por la belleza del paisaje", comenta Quale. "Es muy plano y se parece mucho a Oklahoma y Nebraska".

Aunque el objetivo de Quale es en todo momento tratar de mantener el realismo, su trabajo no siempre está basado en la realidad. Antes de Destino final 5, Quale se curtió como supervisor de efectos visuales en Avatar, de James Cameron, y como director de segunda unidad en Titanic. El toque que Quale aportó a ambas cintas hizo que contar con él para dirigir En el ojo de la tormenta supusiera una elección lógica para el productor Todd Garner.

"Estaba fascinado por Steven", afirma Garner. "Cuando oí hablar de Steven y de dónde venía, de su experiencia con James Cameron y su capacidad para contar una historia sin perderse en los efectos visuales, pensé que era la persona ideal para esta película en particular".

Por su parte, Quale espera que En el ojo de la tormenta atraiga al público tanto por sus increíbles efectos visuales como por su atractivo drama humano. Ese drama llega de pronto cuando un tornado irrumpe en la ceremonia de graduación de un instituto en el Pasillo de los Tornados. El vicedirector, profesor, entrenador y padre de dos alumnos, Gary Morris, interpretado por Armitage, establece rápidamente un vínculo con Allison Stone, a la que da vida Sarah Wayne Callies, cuando, en un momento de máxima tensión, Gary la salva de uno de los tornados.

"Una de las claves del personaje es que es un profesor de matemáticas y el entrenador de rugby", explica Armitage. "Así que trabajé hacia atrás para construir el personaje. Tenía que ser un tipo deportista, pero no un héroe. Un acontecimiento extremo como este pone a prueba a la gente corriente, a las personas comunes, que son capaces de adentrarse corriendo en un edificio en llamas o lanzarse al agua para salvar a un niño. No sabes lo que eres capaz de hacer hasta que se presenta la ocasión".

Para Sarah Wayne Callies, que ya había trabajado en las aclamadas series de televisión The Walking Dead y Prison Break, la idea de combinar acción con personajes con sustancia y bien desarrollados convertía a En el ojo de la tormenta en un proyecto muy atractivo.

"La interacción entre Allison y Gary me sorprendió mucho", admite Wayne Callies. "Su historia es la historia de cómo dos extraños pueden intimar a un nivel increíblemente profundo durante una situación de crisis".

Wayne Callies, que se autodenomina una "loca de la investigación", se lanzó al papel de la meteoróloga y experta en clima Allison Stone estudiando con un profesor universitario especializado en el cambio climático y los tornados.

"Mis padres son profesores", añade. "Nunca empiezo a rodar sin haberme leído un mínimo de 1000 páginas y haber visto 200 películas".

Pero no hay investigación suficiente que pudiera preparar a esta actriz para los efectos de una producción como esta.

"Nunca me había enfrentado a un ventilador que recreara vientos de 150 km por hora antes", confiesa. "Todo esto ha sido una gran prueba. Las máquinas de lluvia también eran nuevas para mí. No he tenido el pelo seco en tres semanas".

La personalidad metódica y basada en la investigación de Allison Stone ayuda a contrarrestar algunos de los instintos más impulsivos de su compañero Pete. Interpretado por el cómico Matt Walsh, la situación de Pete en En el ojo de la tormenta es de todo menos divertida. Como responsable de la unidad cazatormentas y conductor de Titus, Pete se juega toda su carrera y su reputación para capturar el ojo de la tormenta o, como se denomina este en el guión, "para grabar eso que solo Dios puede ver".

Tal y como señala Walsh: "Pete se ha quedado sin financiación porque no ha logrado nunca conseguir esa imagen. Así que está desesperado. Su motivación es salvar su negocio y su vida".

En el ojo de la tormenta es la primera película de desastres de Walsh y, en palabras del propio actor, ha sido una experiencia muy positiva.

"Soy un gran aficionado a las películas de acción", señala Walsh. Denomina a Quale "una especie de genio loco. Sabe lo que quiere, y eso es lo más importante en un director. Ha sido todo un placer trabajar con él".

Para un actor de comedia como él – Walsh es cofundador de la Upright Citizen’s Brigade – En el ojo de la tormenta ha supuesto la oportunidad de hacer el tipo de cosas que la mayoría de los actores del género de acción dan por supuesto: jugar con coches increíbles.

De vuelta a las ruinas, Walsh conduce su vehículo cazatornados, Titus, para ayudar a dar la vuelta a la furgoneta del servicio meteorológico que ha quedado del revés. Y no es lo único que es capaz de hacer Titus. Construido específicamente por un especialista en vehículos de Detroit para esta película, cuenta con ventanillas a prueba de balas y garfios capaces de mantenerlo sobre el suelo a pesar de los vientos de más de 200 km por hora.

"Había rodado escenas de riesgo antes, pero nunca en una película como esta", añade Walsh. "Precisamente ayer tuvimos que correr bajo la lluvia, ante ventiladores que generaban vientos de más de 250 km por hora. Y hacía frío. Nunca había hecho nada de estas dimensiones, es increíble".

Además de ser capaz de soportar el castigo físico de los tornados, Titus debe grabarlo todo también. Es un vehículo cazatormentas y, por tanto, hay vidas que dependen de su capacidad de resistencia.

"El propio Titus tiene como 24 cámaras. Todos los ángulos están activos en todo momento", describe Walsh. "Cada cámara está justificada".

Instalar tantas cámaras en medio del equipo cazatormentas de Titus tiene tanto que ver con la verosimilitud como con los aspectos prácticos y técnicos de la fotografía de En el ojo de la tormenta. Rodada en un innovador formato de "archivos encontrados", donde la perspectiva de cada personaje actúa básicamente como otro ángulo de cámara, la película trata de no alejarse de la realidad y ser lo más verosímil posible. El productor Todd Garner introdujo este concepto de los "archivos encontrados" en la película debido a su capacidad para sumergir al público en la acción.

Con los "archivos encontrados", explica Garner, "experimentas la película de otra forma. Es como si tú fueras la cámara. Te sumerges en el film a través de tus propios ojos".

Durante el rodaje de las películas, había cámaras por doquier. Además de las 24 cámaras de Titus, En el ojo de la tormenta incluye secuencias rodadas con todo tipo de dispositivos, desde teléfonos móviles y videocámaras domésticas hasta cámaras de seguridad o SteadiCams.

"El equipo encargado de las cámaras en esta producción es increíble, y eso que hemos usado de todo", añade Garner. "Cámaras digitales, HD, minicámaras, con todo tipo de formatos y lentes. Ha sido un gran desafío. Steven estaba realmente decidido a que todo pareciera lo más real posible".

Siendo Steven Quale un director que insiste en que sus películas resulten tanto visualmente atractivas como realistas a partes iguales, el género de los "archivos encontrados" apeló a atención a su sensibilidad artística.

"Lo que me atrajo de esta película es que muestra la realidad de lo que está ocurriendo", señala Quale. "Siempre me han gustado las películas ancladas en la realidad".

En ocasiones, los actores no deben interactuar con otro actor, sino con una cámara que actúa como si fuera otro protagonista. E incluso para los actores con un vasto currículo como Richard Armitage, la experiencia no está exenta de obstáculos.

"Cada vez que estaba trabajando para una cámara en concreto, podía estar interactuando con mi hijo o con un cazatormentas", afirma Armitage. "Lo que era más nuevo para mí era el estar siendo captado por una cámara en lugar de presentar tu actuación ante la cámara. Hace que el trabajo resulte más interesante. Es mucho más real. Todo pasa por un dispositivo manual, por una cámara móvil profesional o una SteadiCam. Hace que sea más inmediato, más documental. Crea un cierto naturalismo con tu personaje".

El coprotagonista Nathan Kress (de iCarly), que encarna al hijo menor de Armitage, Trey, afirma: "Es una forma de rodar muy emocionante. Ha sido un reto, pero también algo nuevo y a lo que tienes que acostumbrarte. Me encanta, hasta el momento, la experiencia ha sido increíble".

Montar todos esos ángulos de cámara ofrece a la producción prácticamente una cantidad ilimitada de perspectivas desde las que contar En el ojo de la tormenta. Pero incluso con menos cámaras, el proceso de posproducción, admite Quale, sería ingente. Todos los tornados – y, tal y como confiesan todos los que han participado en la película, habrá muchos – se crearán durante la posproducción. Aunque Quale admite que hay "cientos y cientos de efectos", la producción no deja de ser fiel al concepto de "archivos encontrados" presente en la película y "resulta absolutamente realista".

Tal y como señala el director: "Estamos haciendo una gran película que implica mucha logística y equipos diferentes. El desafío consiste en lograr que todos los operadores de cámara y actores reaccionen a unos tornados gigantes que en realidad no están ahí".

A los cínicos les gusta bromear diciendo que el cine puede reducirse básicamente a resolver un flujo incesante de problemas. Y puede que sea cierto. Y como una gran producción con efectos complejos y un director perfeccionista, En el ojo de la tormenta, al igual que cualquier otra película, planteará sin duda numerosos problemas. Sin embargo, una de las áreas en las que no abundan los problemas, de acuerdo con el director Steven Quale, es la actuación.

"Es realmente divertido concentrar a todos estos jóvenes talentos y disfrutar de sus increíbles interpretaciones", señala Quale.

De hecho, el reparto de En el ojo de la tormenta incluye a muchas nuevas caras para ayudar al público a identificarse con los personajes. Arlen Escarpeta (Destino final 5) es Darryl, mientras que Jeremy Sumpter (de la televisiva Friday Night Lights) da vida a Jacob, ambos operadores de cámara cazatormentas. Los recién llegados Alycia Debnam Carey y Max Deacon interpretan a Caitlin y Donnie, respectivamente, una desafortunada pareja atrapada en el tornado. El actor reconvertido en especialista Lee Whittaker encarna a Lucas, un ayudante del equipo cazatormentas.

"Los adolescentes son tan increíbles como los actores más experimentados", concluye Quale. "Richard Armitage es sencillamente increíble. Sarah es estupenda. Contar con actores tan buenos como estos me facilita mucho el trabajo. Es fantástico".