La película OMAR, del director Hany Abu-Assad (Paradise Now). Sección Oficial de la SEMINCI (Semana Internacional de cine de Valladolid) a competición. Premio Especial del Jurado en la Sección Una Cierta Mirada del festival de cine de Cannes. Representante de Palestina en los Oscar 2014.


Comentarios de Hany Abu-Assad

El origen del proyecto
Creo que la vida real ofrece el material más vibrante para contar historias. OMAR no fue una excepción. Hace varios años, mientras tomaba un té en Ramallah con un buen amigo mío, me contó que un agente del gobierno había contactado con él y le había dicho que poseía toda su información personal. El agente intentó obligar a mi amigo a colaborar valiéndose de sus secretos.

En cuanto lo oí, supe que debía investigar más y explorar hasta qué punto unas circunstancias semejantes podían afectar al amor, la amistad y la confianza.

Empecé a pensar en el tema y una noche, incapaz de dormir, me puse a escribir. Al cabo de cuatro horas tenía la estructura exacta de la película actual.

Plasmar la credibilidad en la Palestina ocupada
Tratándose de una película, creo que la realidad no es tan importante como la credibilidad. En el caso de OMAR, todas las escenas son creíbles y están muy próximas a la realidad. Es verdad que la película se basa en una estructura dramática con coincidencias que pueden parecer ficticias, pero solo en una ocasión desvié la narrativa para obtener más dramatismo. Aparte de esto, creo sinceramente que toda la película refleja credibilidad y a la Palestina ocupada tal como es hoy.

El muro del aislamiento
El muro del aislamiento ha dividido ciudades, pueblos palestinos, campos de refugiados palestinos, ha aislado zonas donde viven palestinos. En muchos casos no queda muy claro cuál es la parte ocupada y cuál no. Por ejemplo, en Jerusalén, ambos lados del muro están ocupados. Mi intención fue crear una ciudad palestina virtual en la que el muro divide la ciudad, el pueblo, el campo de refugiados sin que haya diferencias entre ambos lados.

Saltar el muro
Saltar el muro forma parte de la vida cotidiana en Palestina. Incluso hay personas que se ganan la vida ayudando a otras a trepar por el muro. Es necesario entender que el muro del aislamiento no se construye a modo de frontera entre Israel y Cisjordania, sino para separar a los palestinos. Algunos pueblos han sido partidos por la mitad. Saltar el muro es una ocupación diaria, y se hace por razones muy diferentes: trabajo, familia, supervivencia, y desde luego, amor.

Rodar en Palestina
No había rodado en Palestina desde Paradise Now. Primero porque no siempre tengo algo que decir acerca de Palestina; la inspiración me llega de muchos sitios. Y en segundo lugar porque me dediqué a varios proyectos y nunca tenía tiempo.

Para rodar OMAR estuvimos una semana en Nablus, seis semanas en Nazareth y otra semana en Bisan. Nadie nos puso pegas y conseguimos todos los permisos, incluso para filmar en el muro. Pero solo nos permitieron trepar por el muro hasta una cierta altura; para rodar los momentos en que Omar lo salta, usamos un muro falso en Nazareth.

Rodar en Cisjordania es más fácil ahora que hay una mayor presencia de la policía palestina. Aun así, sigue siendo complicado y problemático, como en todas partes. Quise rodar OMAR con un equipo cien por cien palestino, y algunos jefes de departamento debutaron en el puesto. Pero conseguimos superar los obstáculos y todos acabaron entusiasmados cuando supieron que la película se estrenaría en la sección “Una cierta mirada” de Cannes.

Historias de amor
Solo existen dos clases de historias de amor, la trágica y la cómica. Y en todas las historias de amor que conozco, siempre hay dos obstáculos, el interior y el exterior. En la mayoría de historias de amor trágico, los amantes son capaces de vencer los obstáculos exteriores, pero no el interior, la verdadera confianza entre los dos. Cuando se trata de una comedia romántica, los amantes superan todos los obstáculos y acaban juntos. Por desgracia, la realidad del amor suele ser más trágica que la trama de una comedia romántica. En mi historia, Omar cree profundamente en el amor ideal y en la posibilidad de un final al estilo de las comedias románticas, y por eso la película es doblemente trágica.

La confianza
El tema principal de Omar es la confianza, su importancia en las relaciones humanas y su volatilidad. La confianza está en la base del amor, de la amistad y de la lealtad. Es intangible, puede ser muy fuerte y muy frágil a la vez. Me interesa explorar la experiencia humana. La confianza es la fata morgana, el espejismo supremo de la experiencia humana, lo que presta sus complejas emociones al ser humano. Mi deseo de desenmarañar las complejidades de la emoción humana es infinito e indestructible.

Jóvenes actores sin experiencia
Los cuatro jóvenes personajes son interpretados por actores sin experiencia, es su primera película. Durante el casting, la directora de reparto y yo entrevistamos a numerosos jóvenes actores palestinos. En todos buscábamos lo mismo, que fueran creíbles, capaces de expresar emociones profundas y, estando juntos, que pudieran crear una energía dinámica. Adam Bakri, que encarna a Omar, es un auténtico descubrimiento. No solo es un gran actor, también es un trabajador nato que no se detuvo ante nada para encontrar el núcleo del personaje. Casi da la impresión de que va a salir de la pantalla. Leem Loubany, que da vida a Nadia, tiene una gran fuerza interior y una mirada triste que intriga. Samer Bisharat, que encarna a Amjad, es la parte cómica del grupo; de hecho, incorporamos a la película muchos de los chistes que contaba entre toma y toma. Y Eyad Hourani, que interpreta a Tarek, me mostró otra cara del personaje; podía ser duro y vulnerable, serio y divertido a la vez, casi en el mismo momento. Me siento muy feliz de haber encontrado a estos jóvenes actores que aportaron mucho a la película.

Waleed Zuaiter en el papel del agente Rami
Waleed Zuaiter es el único actor con un papel principal que tenía experiencia delante de la cámara. Trabajar con profesionales siempre es interesante, pero también un reto porque son los que hacen las preguntas más difíciles acerca de sus personajes. Trabajar con Waleed fue como esculpir en un trozo de mármol. Era duro y resistente, pero el resultado es maravilloso.

El lado humano de los guerreros de la libertad
Nunca haré una película que se limite a condenar o a defender; se lo dejo a los tribunales del mundo. Me intriga el lado humano de los guerreros de la libertad, bueno, me intriga el lado humano de cualquier personaje. Lo que nos hace humanos se convierte a menudo en un defecto trágico. Muchas personas, muchos personajes aparentan ser perfectos, sean guerreros de la libertad o amantes, pero la perfección exterior esconde los defectos trágicos. Mi trabajo, como cineasta, es interesarme por ese fenómeno e intentar mostrarlo del modo más honrado posible, con sombras de grises, nunca blanco o negro.

Dar voz al caso palestino
Mi meta como cineasta es hacer películas fuertes e interesantes; mi trabajo se centra en cómo contar grandes historias. En mi opinión, las buenas películas incluyen a personajes con detalles muy específicos y cuyas circunstancias no pertenecen a una época o a un lugar concreto. Si a través de mi trabajo, alguien obtiene una nueva percepción de algún tema, es una cuestión secundaria.

Nunca me ha costado defender mis decisiones artísticas; cualquier artista debe estar preparado para hacerlo, no soy una excepción. Tampoco es excepcional explorar el lado humano de personajes violentos, es lo que ocupa a la mayoría de narradores. Me doy cuenta de que me alaban o critican por dar voz al caso palestino, pero no se trata de un comentario artístico, sino de un comentario político, algo totalmente diferente.


Hany Abu-Assad (Director)
Dirigió la controvertida película Paradise Now (2008), ganadora del Globo de Oro a la Mejor Película de Habla No Inglesa y representante de Palestina en los Oscar de ese año. La película se estrenó en el Festival de Berlín, donde ganó el Premio Ángel Azul a la Mejor Película Europea, el Premio de los Lectores del Berliner Morgenpost y el Premio Amnistía Internacional a la Mejor Película.

Anteriormente, el director había tenido éxito internacional con Al qods fee yom akhar (La boda de Rana), seleccionada por la Semana de la Crítica de Cannes y premiada en los festivales de Montpellier, Marrakech, Bastia y Colonia.

En 2011 dirigió la película de habla inglesa The Courier, con Jeffery Dean Morgan, Til Schweiger y Mickey Rourke, y en 2002, el documental Ford Transit, el retrato de un taxista al volante de un Ford Transit y de la resistencia de los habitantes de los territorios palestinos.

Nació en Nazareth, Palestina, en 1961. Después de terminar los estudios, trabajó como ingeniero aeronáutico en Holanda durante varios años. Entró en el mundo del cine como productor en 1994 con la película Hatta izar akhar (Toque de queda), de Rashid Masharawi. Dirigió su primera película en 1998, Het 14e kippetje (La decimocuarta chica).

Filmografía
2013 OMAR
2011 THE COURIER
2005 PARADISE NOW
2002 FORD TRANSIT (Documental)
AL QODS FEE YOM AKHAR (La boda de Rana)
2000 NAZARET 2000 (Documental)
1998 HET 14E KIPPETJE (La decimocuarta chica)


La prensa ha dicho
Un thriller palestino con un guión implacable e interpretado por actores impresionantes. La Croix *****

Un guión muy sólido basado en situaciones de un impresionante realismo. Le Parisien *****

Sabe plasmar las complejidades y ambigüedades del ser humano y de la política. Les Inrockuptibles *****

Los palestinos no se limitan a una fachada militante aséptica, están hechos de carne y hueso, de deseos y contradicciones. L’Humanité *****

Un bello acierto que nos revela a un joven actor de magnética presencia. aVoir-aLire.com ****

Un relato de gran tensión dramática. CinemaTeaser ****

Drama de celos en tiempo de guerra, esta obra de acentos shakespearianos reposa en los hombros de una pléyade de actores a la altura de la intención. Les Fiches du Cinéma ****