Xavier ya tiene cuarenta, y regresa de nuevo a la pantalla grande junto a Wendy (Kelly Reilly), Isabelle (Cécile de France) y Martine (Audrey Tautou), quince años después de Una casa de locos (Lauberge espagnol, 2002), y diez desde Las muñecas rusas (Les poupées russes, 2005).
Xavier todavía no ha sentado cabeza, y más bien se le está complicando la vida. Tiene dos niños, y sus ansias de viajar le han llevado a Nueva York. Trata de labrarse un lugar como hijo, padre, y hombre, perdido en el bullicioso caos de Chinatown. Separación, familias políticas, padres gays, inmigración, trabajo en negro, globalización: la vida de Xavier es como un rompecabezas chino. Pero aunque adolezca de cohesión y calma, como el propio Nueva York y la época en que vivimos, le proporciona una abundante fuente de material que escribir.