SÓLO PARA DOS es una comedia de enredo que cuenta la historia de Gonzalo y Valentina. Un español y una argentina que viven en Isla Margarita y que regentan un hotel que sólo admite parejas. Después de varios años juntos, su amor atraviesa un momento de crisis tal vez por el desgaste del tiempo o la falta de pasión. La llegada de los nuevos huéspedes, entre los que se encuentra el primer soltero que se aloja en el hotel desde que lo abrieron, pondrá a prueba su relación. El mar Caribe, los celos, las mentiras, las medias verdades, son los principales ingredientes de esta historia.


Sinopsis ampliada
Gonzalo y Valentina, español y argentina, se conocieron en Isla Margarita de vacaciones.

Se enamoraron, y decidieron empezar allí una nueva vida juntos. Ahora son los dueños de un resort exclusivo para parejas, el “Sólo Para Dos”, un hotel con mucho encanto, playa particular y un montón de actividades pensadas para realizar de dos en dos.

La historia arranca cuando nuestra pareja protagonista cumple su décimo aniversario. Y como no podía ser de otra forma, están en crisis. Valentina cree que la llama de la pasión se ha apagado, y que sólo con el cariño no es suficiente. Gonzalo por el contrario no para de repetir “soy una roca” y dice que para él su amor sigue exactamente igual que el primer día. El caso es que lo quieran reconocer o no, algo ha cambiado.

Para colmo, en plena crisis y durante una noche de luna llena, Gonzalo pierde la cabeza con Tania, una preciosa mulata de veintipocos años que trabaja para ellos en el hotel. Aparentemente, es una aventura sin mayor importancia. Pero la cosa se complica cuando la joven asegura estar totalmente enamorada. Gonzalo no quiere saber nada, es una locura, pero aunque no lo reconozca se siente halagado de que una chica tan joven y tan guapa y tan todo se sienta atraída por un maduro como él. Al mismo tiempo, llega al hotel un nuevo grupo de huéspedes. Entre los cuales se encuentra Miguel, un introvertido y enamoradizo turista, con mucha labia y cara de no haber roto nunca un plato, y que tiene una peculiaridad que lo hace muy especial: Es el primer “soltero” que se aloja en el “Solo Para Dos” desde su inauguración.

Pero es que Miguel ha sido abandonado por su esposa en plena luna de miel, así que haciendo una excepción, le acogen en el hotel.

Desde el principio Miguel y Valentina se sienten atraídos, aunque la verdad sea dicha Miguel se siente atraído por todas las mujeres con las que se cruza en su vida, “no puedo evitarlo, yo es que me enamoro casi todos los días”.

También se alojan en el hotel durante esa semana, Jayro, un cantante de canción ligera que a pesar de ir acompañado de su preciosa novia, no perderá la oportunidad de ampliar su colección de conquistas; Juha y Riia, una pareja de finlandeses silenciosos e inexpresivos que saben más de lo que dicen; y otras muchas parejas que conforman una fauna muy peculiar.

Celos, besos, persecuciones de amantes, puertas que se abren y se cierran después de medianoche, playas paradisiacas, el mar Caribe, preciosas puestas de sol, y muchas carcajadas.

Todo eso y mucho más es lo que tiene SÓLO PARA DOS.