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La mujer de negro: El ángel de la muerte cartel reducido finalLa mujer de negro: El ángel de la muerte(The woman in black: Angel of death)
Dirigida por Tom Harper
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Regreso a la casa Eel Marsh: La mujer de negro vuelve a despertar
LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE es una producción de Talisman, en asociación con Hammer. eOne Films y Hammer se han encargado de cofinanciar la película.

"La mujer de negro" ya era un libro superventas y una obra de teatro que había batido récords cuando se convirtió en una película de gran éxito de taquilla en 2012 al llegar a la gran pantalla de la mano de Talisman y Hammer. Simon Oakes, consejero delegado y presidente de Hammer, declara: "Para Hammer, ‘La mujer de negro’ supuso una emocionante posibilidad, porque nos interesaba explorar distintos tipos de terror y vimos en ella una excelente oportunidad de combinar en la gran pantalla la historia gótica de fantasmas de Susan Hill con una sensibilidad moderna".

Hammer es famoso por ofrecer terror de calidad y "La mujer de negro" fue su primera historia de fantasmas para la gran pantalla. Fundado originalmente en 1934, el legendario estudio cinematográfico británico de terror ha ofrecido una larga serie de películas de enorme éxito a lo largo de los años, entre las que figuran "Drácula", "Frankenstein creó a la mujer", "Hace un millón de años" o "Las amantes del vampiro". Más recientemente, Hammer produjo en 2010 la cinta de gran éxito de crítica "Déjame entrar (Let Me In)", adaptación de la alabada película sueca "Déjame entrar (Let The Right One In)". El filme estaba escrito y dirigido por Matt Reeves ("Monstruoso (Cloverfield)") y protagonizado por Chloë Grace Moretz y Kodi Smit-McPhee. Entre sus restantes títulos recientes también figuran "La víctima perfecta", del director Antti Jokinen, protagonizado por la ganadora del Óscar en dos ocasiones Hilary Swank, el alabado "Wake Wood", dirigido por David Keating, y "El estigma del mal", protagonizado por Jared Harris y Sam Claflin.

"La mujer de negro" era un clásico relato de fantasmas escrito por Susan Hill, ambientado a finales del siglo XIX y protagonizado por Daniel Radcliffe, que trataba sobre un abogado llamado Arthur Kipps y sus aterradoras experiencias en la mansión encantada de Eel Marsh. La historia se adaptó a la perfección a la gran pantalla y consiguió recaudar unos impresionantes 127 millones de dólares en todo el mundo. Sólo en el Reino Unido, ya consiguió acumular 21,5 millones de libras esterlinas, lo que la convirtió en la cinta británica de terror de mayor éxito comercial de la historia.

Oakes agrega: "Estábamos encantados con el éxito del filme, pero siempre habíamos visto ‘La mujer de negro’ como más que una sola película y, ya antes de su estreno, le había planteado a Susan la posibilidad de continuar la historia". Dos meses después, Susan le presentó una idea que retoma el relato más de 40 años después, durante la Segunda Guerra Mundial.

Richard Jackson, productor, prosigue: "La inspiración de Susan para nuestra nueva historia surgió al ver los aeródromos abandonados de Anglia Oriental, y aunar los elementos de la guerra con su visión de la mujer de negro. A todos nos encantó ese atrevido paso narrativo, que conservaba únicamente los elementos centrales del mito, el fantasma y el marco, y avanzaba en el tiempo. Elegimos a Jon Croker como guionista, para que adaptara la nueva historia, porque respondió muy positivamente al concepto".

Así pues, decidieron reclutar para desarrollar esa deliciosa idea al guionista Jon Croker, que ya había trabajado anteriormente como editor de historias en "La mujer de negro", cuando aún estaba en el UK Film Council. "Había leído el libro de adolescente, estaba muy familiarizado con la obra de teatro y era un gran fan de la obra de Susan y de ese mundo en particular", explica. Celebraron una breve reunión, en la que hablaron sobre las ideas de Croker para ampliar la premisa inicial de Hill. "Después, me dio libertad para desarrollar mis propias ideas. Y Hammer le fue mostrando cada nuevo borrador, pero Susan los dejó deliberadamente en paz, como forma de decir: ‘Ahora es todo tuyo para seguir elaborándolo a tu antojo’".

Desde el principio, la idea siempre fue que LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE contara con una protagonista femenina, lo que suponía una enorme diferencia con respecto a la historia original, que tenía un protagonista masculino. "Con una protagonista femenina, encajaba más con las tradiciones de este tipo de película, si piensas en ‘Suspense’, ‘Los otros’, ‘El orfanato’ o ‘La semilla del diablo’", asegura el productor Ben Holden. Así que aquí tenemos a Eve, una joven maestra que llega con un grupo de niños evacuados desde Londres a la casa Eel Marsh, escenario principal del relato original de Hill y última morada del malévolo fantasma, la mujer de negro.

Aquellos familiarizados con la obra original de Hill recordarán el pasado de la mujer de negro: Jennet Humfrye, soltera, tuvo un hijo, pero se vio obligada a cedérselo a su hermana, Alice Drablow, mientras la familia se veía inmersa en un gran escándalo. El niño, al que llamaron Nathaniel, se ahogaría más tarde por accidente, mientras Humfrye lo veía impotente desde una ventana de la casa Eel Marsh. Luego, Humfrye se suicida, para regresar como un fantasma vengativo, "una manifestación de todas las emociones negativas de Jennet Humfrye", en palabras de Croker.

"La mujer de negro no desaparece al final de la película original", prosigue el guionista. "Jamás perdonará, jamás olvidará; lo que me interesaba era seguirla y verla desde una perspectiva distinta". No es que el guión de Croker desarrolle en gran medida ese pasado. "No te interesa explicar demasiado; si lo haces, corres el riesgo de humanizarla o hacer que deje de ser una fuerza de la naturaleza". En vez de eso, se propone establecer paralelismos con el personaje de Eve. "Hay ciertas similitudes en los pasados de ambas... eso me resultó interesante".

Tobin Armbrust agrega: "Pasamos mucho tiempo hablando sobre la mitología y la mecánica de la propia mujer de negro. En la primera película, es más reservada, más majestuosa en su forma de moverse. En este guión, queríamos ampliar su capacidad de movimiento, para permitir que fuera más rápida, tocara cosas, se arrastrara. En general, Tom y Jon han sabido aprovecharlo para conseguir un efecto estupendo".

Una de las primeras ideas que se le ocurrieron a Croker fue dejar la aldea de Crythin Gifford, donde se encuentra la casa Eel Marsh, desierta. "Hay un pueblo en el mundo real en Dorset que quedó abandonado durante la Segunda Guerra Mundial, porque el Ministerio de Defensa reclamó las tierras, y el pueblo se mantiene perfectamente conservado. Puedes entrar en la sala de clase y seguir viendo los nombres de los niños escritos en las perchas de los abrigos. No murió nadie del pueblo, pero no por ello deja de resultar espeluznante. Así que decidí que Crythin Gifford debía ser así, porque eso lo convierte en un nuevo tipo de lugar horripilante".

Oakes, Holden, Jackson y Armbrust colaboraron con Croker en sus primeros borradores, hasta que llegó el momento de contar con un director. Tom Harper era una elección clara y muy apropiada. "Tom tiene un estilo bastante característico. Es muy fresco y muy real", afirma Holden. "Pero ha hecho cosas muy distintas, si te fijas en ‘Misfits (Inadaptados)’, ‘This is England ‘86’, ‘Peaky Blinders’ o también en su película ‘The Scouting Book For Boys’. Tiene un currículum vitae de lo más dinámico... es sumamente prolífico, se le dan muy bien los actores y sabe mucho en todo lo referente a su oficio, gracias a toda esa experiencia que tiene".

Oakes lo compara con James Watkins, que dirigió en 2012 "La mujer de negro": "Creo que, al igual que Watkins, es tremendamente inteligente y sabe perfectamente lo que quiere. Lo último que necesitas es un director que no esté muy seguro de sí mismo. Tom es totalmente autosuficiente... buscábamos a alguien que tuviera personalidad propia, que no fuera a pensar: ‘Estoy haciendo una secuela’, sino más bien, ‘Estoy haciendo una nueva película’".

Jackson agrega: "La experiencia de trabajar con James en la primera película fue maravillosa, tenía una idea muy clara de lo que quería exactamente que se reflejara en pantalla y un método igualmente claro de conseguir plasmar su visión. Cuando vino Tom a hablar de la nueva entrega, resultó fascinante ver desde el primer momento cómo asumió el control de la nueva historia y las nuevas ideas, trabajando a su manera, sin dejar por ello de tener igualmente claro el resultado final que pretendía conseguir".

Harper admite que al principio no estaba muy seguro. "Tenía ciertas dudas sobre una secuela de una película de género, pero, en cuanto empezamos a hablar de ello, despertó mi interés". Croker y él se pusieron de inmediato a revisar todo el guión, página a página. "Se trataba de llevarlo lo más lejos posible", explica Croker. "¿Da esto todo el miedo posible? ¿Tenemos tantas cosas aterradoras cómo cabe imaginar? Dejando a un lado la historia por un momento, ¿cuáles son las diez cosas más terroríficas que se nos ocurren que pudieran suceder allí?".

Podría decirse que lo más espeluznante es el hecho de que ocho niños evacuados desde Londres vayan a parar directamente a la guarida de la mujer de negro. Tal como dice la inquietante rima de la película: "Cuando alguien la ve, quien quiera que sea, una cosa es segura, un niño morirá". Harper explica: "Al haber niños en la isla, hay un peligro mayor, así que, inmediatamente, hay más en juego. La muerte de un niño es uno de nuestros mayores temores. Supongo que de lo que realmente se trata es del miedo a la pérdida, que es por lo que encaja tan estupendamente con la Segunda Guerra Mundial. Es el gran horror de esa época".

Armbrust prosigue: "La película está llena de todo tipo de sustos, tanto sobrenaturales como de cualquier otra clase. Dicho esto, los últimos 40 minutos te mantienen atenazado y no dejan ni un segundo de respiro. Tu corazón se detiene cuando Eve tiene que volver a la casa al final. Llegados a ese punto, es el último lugar en el que querríamos estar como espectadores. La tensión es increíble".


Ángeles y demonios: El reparto y los personajes
Dado que no volvía ninguno de los actores del filme original, el equipo de producción tuvo carta blanca para elegir un reparto completamente nuevo, empezando por el papel de Eve. Aunque Harper no estaba en contra de elegir a una estrella, la lista de jóvenes actrices de nombre conocido adecuadas para interpretar a Eve era bastante limitada. Ciertamente, encontrar a alguien comparable a Daniel Radcliffe era una tarea prácticamente imposible.

Oakes afirma: "Fue todo un privilegio y una suerte poder contar con Daniel en su primer papel cinematográfico importante tras Harry Potter, y fue un componente fundamental del éxito de ‘La mujer de negro’. Sin embargo, nos pareció que, dada su extraordinaria popularidad, preferíamos optar esta vez por la otra cara de la moneda y elegir a una actriz relativamente desconocida como protagonista principal de nuestra secuela".

La actriz que no tardaría en llamar la atención del equipo fue Phoebe Fox, una licenciada de RADA (Real Academia de Arte Dramático) que había cosechado elogios por interpretar a ‘Cordelia’ frente a Jonathan Pryce en un montaje de "El rey Lear", de Shakespeare, en el teatro Almeida de Londres. "Sinceramente, nos dejó anonadados cuando vino a hacer su prueba", confiesa Holden. "Captó inmediatamente la atención de todos los presentes, que pensaron: ‘Aquí tenemos a alguien muy especial, que llegará muy lejos’. Estábamos entusiasmados con la idea de elegir a alguien que pudiera ser un descubrimiento para el público. Es una actriz asombrosa".

Jackson agrega: "Aparte de su evidente talento como actriz, la determinación de Phoebe a la hora de afrontar los aspectos más duros del rodaje (¡como lanzarse al mar de Essex de noche en pleno noviembre!) nos obligó a los demás a esforzarnos al máximo para estar a su altura. Ha ofrecido una interpretación maravillosa, un eje central muy sólido en torno al cual gira todo el resto de la película".

Y no es que a Fox no le costara aceptar el trabajo. "Me asusto fácilmente", reconoce. "La primera vez que vi [sobre los escenarios] ‘La mujer de negro’, con 16 años, ¡tuve que cogerme de la mano de alguien!". Valientemente, vio la película de 2012 para prepararse. "Llegué como a la mitad, cuando le dije a mi cuñado: ‘¡No creo que necesite ver el resto! Ya me hago a la idea de cómo es. No quiero ver el final’. Y me respondió: ‘No, tenemos que verlo, no podemos dejarlo colgado’. Así que la vimos entera. Y luego a un amigo mío le pareció que tendría gracia enviarme un DVD de ‘Paranormal Activity’, por correo, a nombre de la mujer de negro".

Sobre su personaje, Fox señala que Eve, como tantas otras personas durante la Segunda Guerra Mundial, era emocionalmente estoica. "Te encuentras con una mujer que ha levantado una fachada tras la que se oculta una gran agitación. Toda esa profunda tristeza y emoción que están en ebullición, pero que mantiene completamente contenidas bajo llave y esconde tras una imagen bastante alegre y animada. En realidad, es algo muy típico de esa época, como los lemas de ‘Mantened la calma y seguid adelante’, guardando la compostura, sí, se está librando una guerra, pero eso no significa que la vida se acabe aquí. A lo largo de la película, esa fachada externa se va derrumbando".

Harper quedó tan impresionado con Fox, que acabó contando con ella también para "War Book", un drama político que filmó antes que LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE, una experiencia que resultó inestimable para la actriz. "Eso nos dio ocasión de conocernos bien antes de empezar con LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE, de saber cómo trabajar uno con otro y cómo somos durante el rodaje. Para mí fue estupendo. En vez de aparecer en el rodaje, sintiéndome absolutamente aterrada, estuvo bien poder empezar diciendo: ‘Conozco al director’, hacía que resultara muy tranquilizador".

Harper también había trabajado ya antes con la actriz Helen McCrory, en la serie dramática de la BBC "Peaky Blinders". "Me gusta mucho trabajar con Tom", asegura McCrory. "Se mantiene muy tranquilo bajo presión. Tiene mucha paciencia. Escucha a su reparto y a su equipo. Pero creo que su atributo más importante es su fluidez. No se siente amenazado por el cambio. Y es extraordinario cuántos directores pueden sentirse a veces así, decidiendo que tienen esto o lo otro en su lista de planos. Parece muy adaptable y fluido".

Mientras Harper la califica de "actriz fenomenal", su productor consideraba que estaba hecha a medida para el papel. "Si piensas en ‘Helen McCrory’, con respecto a Jean, su personaje, es algo totalmente evidente", afirma Holden. "El personaje de Jean es formidable". A su modo de ver, Fox y ella aportaron un aura apropiadamente atemporal a sus papeles. "Evoca a Celia Johnson, mientras que Phoebe evoca a Ingrid Bergman".

Al igual que Fox, McCrory no es especialmente aficionada al cine de terror. "No consigo entender por qué alguien querría sentarse a oscuras durante dos horas a pasar miedo", comenta riendo. Sin embargo, sentía gran curiosidad por ese guión "tan oscuro". "Toda la premisa es sumamente inquietante, la idea de sacar a unos niños del Londres devastado por la guerra, diciéndoles que van a estar a salvo, para llevarlos a un lugar en el que una ‘madre’ está buscando niños. Y esos chicos son las víctimas ideales, porque a todos ellos les faltan sus respectivas madres".

Se quedó especialmente encantada con su personaje, Jean. "Me gusta. Siento un enorme respeto por esas mujeres. Al principio, resulta muy fácil reírse de ellas, tienen una actitud aparentemente muy estirada. Pero en realidad es la mujer de un general de brigada, procede de una familia militar, tiene dos hijos que están sirviendo en la guerra y esta generación de mujeres dieron sus vidas, sus hijos y sus maridos por la patria. No se permitían el lujo de ser vulnerables o sentir dudas, porque a su modo de ver así no era como se ganaría la guerra".

También se incorporó al reparto para interpretar a Harry, el piloto de la RAF del que se queda inicialmente prendada Eve, Jeremy Irvine, la estrella de "War Horse (Caballo de batalla)", el drama bélico ambientado en la Primera Guerra Mundial y dirigido por Steven Spielberg, a quien se pudo ver más recientemente en "Un largo viaje", interpretando a un joven Eric Lomax, un prisionero de guerra real de los japoneses que, años más tarde, haría frente a uno de sus captores. Casualmente, Irvine se encontraba precisamente en un avión cuando leyó por primera vez el guión de Croker. "Me lo terminé y sentí escalofríos", recuerda. "No pude dejar de pensar en él durante toda una semana".

Oakes comenta: "Hace tiempo que soy admirador de Jeremy y nos atraía verlo en la pantalla, porque posee un carisma natural. Nos pareció que Jeremy y Phoebe harían y hacen una pareja fascinante".

Irvine, se crió en Anglia Oriental y estuvo toda su infancia pasando en bicicleta junto a antiguas bases aéreas de la Segunda Guerra Mundial, además de coleccionar recuerdos de la guerra. "Es mi lado secreto más friki", admite riendo. Pero fue precisamente eso lo que convenció a Harper. "A los pocos segundos de empezar a hablar con él, supe que era perfecto para el papel", afirma el director. "Su conocimiento de la época y de los pilotos, los aviones y los protocolos era excelente. Sentía verdadera fascinación por la historia y quedó claro de inmediato que era el hombre adecuado para el trabajo".

Jackson agrega: "Jeremy se metió directamente en el personaje de un joven oficial de vuelo y, con mucha suavidad, supo plasmar perfectamente la forma que tenían estos jóvenes aviadores de sobrellevar las exigencias de servir en la guerra. Aunque ese no fuera el eje central de nuestra historia, el ambiente de Gran Bretaña en la época del Blitz era muy importante para nosotros".

A la hora de elegir a los niños, Harper trabajó incansablemente con la directora de casting Julie Harkin y su equipo, que vieron a cientos de candidatos. "Son un grupo increíble de niños", afirma, sobre los que acabaron eligiendo finalmente. "Son intérpretes natos". Sin duda, consiguieron dotar al filme de la atmósfera adecuada. "He rebautizado la película como ‘¡Los niños son espeluznantes!’", bromea McCrory. "En cuanto los niños se ponen a canturrear, ¡sabes que va a morir alguien! Pero en realidad es encantador trabajar con ellos".

Jackson agrega: "Los actores jóvenes siempre te sorprenden y algunos de los miembros de nuestro reparto ya cuentan con un currículum vitae aterradoramente largo. Nos pasamos la mayor parte del rodaje en los distintos exteriores, pero se lo tomaron todo con calma, como unos jóvenes profesionales ya. Y, naturalmente, les entusiasmaba interpretar las escenas más terroríficas".

Para el papel clave de Edward, el niño que enmudece tras la muerte de su madre, Harper recurrió al actor británico Oaklee Pendergast, que ya había demostrado su pericia como actor en el drama de 2012 "Lo imposible", frente a Ewan McGregor y Naomi Watts. "Tiene un aspecto magnético, que atrae tu mirada", opina el director. "Es magnético pero neutral, y absorbe cuanto sucede a su alrededor en la escena, lo que es perfecto para el papel".

Para Holden, era vital conseguir al Edward adecuado. "Es la pieza fundamental del inevitable choque entre Eve y la mujer de negro. Está buscando una madre y se encuentra con estas dos mujeres (¡aunque una de ellas sea un fantasma!) que, realmente, andan en busca de sus hijos. Así que este papel es especialmente central. Mientras que, en la primera película, los niños eran más bien funcionales para la trama, esta vez habrá ocasión de conocerlos un poco mejor, lo que hace que todo resulte aún más visceral cuando empiezan a pasar cosas".


De vuelta al negro: El rodaje
Tras fichar al director de fotografía George Steel, con el que ya había trabajado en "Peaky Blinders", Tom Harper tenía sumo interés por emular la atmósfera que evocaba la novela original de Susan Hill. "El paisaje y la geografía de la historia son muy importantes en cuanto a la isla en la que se encuentra la casa Eel Marsh. La marea los deja aislados y se encuentran al borde mismo del país. Y ese entorno resulta tan visceral, contribuye en tal medida a transmitir esa sensación inquietante, que me interesaba mucho centrarme en eso y asegurarme de que no se perdiera".

Aunque LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE regresa a la casa Eel Marsh, escenario de la primera película, el equipo de rodaje aprovechó la oportunidad para ampliar las localizaciones empleadas en la entrega original de James Watkins de 2012. "Tenemos unas localizaciones extraordinarias", asegura Holden. "Tom identificó muy pronto el aspecto que quería que tuviera el paisaje. Quería que fuera ligeramente distinto en cierto modo al de la primera entrega, porque ha permanecido en letargo, tanto el pueblo como la casa, durante algo más de cuarenta años. Eso nos dio algo de margen para reinventar el entorno".

Los exteriores originales de la casa Eel Marsh se filmaron en Cotterstock Home, cerca de Oundle, una población con mercado de Northamptonshire. Harper se planteó por un tiempo volver allí, pero el edificio, que es una residencia privada, está tan cuidado que los ángulos de cámara posibles estaban limitados. "La verdad es que no se puede hacer nada más que filmar la fachada delantera de la casa, y me interesaba mucho explorar la geografía del lugar, ver la parte trasera, hasta el mar, y permitir a los espectadores visualizar cómo está conectado todo".

En un primer momento, el equipo de producción se dedicó a buscar edificios junto al mar. "Muchas de las casas que encontramos estaban al norte, en el mismo extremo, fuera de nuestro alcance. Así que empezamos a pensar que tendríamos o bien que construir parte de la casa y crear el resto por infografía o volver a la mansión original". Entonces, Harper y su equipo se toparon con Nocton Hall, en Lincolnshire, que en sus tiempos fue un hospital militar. Irónico, dado que una de las primeras ideas de Hill antes de "reabrir" la casa Eel Marsh como escuela para evacuados fue reconvertirla en un refugio para los heridos que aún pueden caminar por sí mismos.

Jackson agrega: "Ver Nocton Hall por primera vez fue una experiencia verdaderamente espeluznante. Estaba vacío y en ruinas, pero era asombrosamente similar a la primera mansión que usamos, rodeado de vegetación salvaje, exactamente lo que queríamos. Pese a todos los problemas de salud y seguridad, sabíamos que era el lugar perfecto. El mayor inconveniente fue tratar de evitar que Tom se dedicara a explorar el interior del edificio".

El equipo también volvió a Osea Island, cerca de Maldon, en Essex, para filmar las escenas de la carretera de las Nueve Vidas, que conduce hasta la remota casa Eel Marsh. "Esta vez pasamos más tiempo allí y filmamos en distintas partes de la zona para conseguir esa sensación de desolación y cielo interminable", explica Holden, "y sacarle todo el partido posible a las marismas. Es un lugar muy llano, hermoso y aislado, se siente de verdad la soledad a la que se ven expuestos estos personajes... si te imaginas encontrarte allí solo, de noche, es absolutamente aterrador".

A menos que seas Jeremy Irvine, vamos. Al actor le encantó rodar allí. "Tuve la oportunidad de montar en una moto del ejército de los años 40, que se había quedado guardada tras su fabricación en alguna base del ejército y la habían descubierto hacía un par de años. ¡Así que no tenía más que unos 30 km en el cuentakilómetros cuando la probé! De modo que pude montar en esa flamante moto nueva de un lado a otro de la calzada durante una semana, ¡me lo pasé bomba! Me encantaría poder decir que fue un trabajo muy estresante, pero la verdad es que me lo pasé muy bien".

Al contar con la diseñadora de producción Jacqueline Abrahams ("La mirada del amor"), Holden estima que los espectadores seguirán sintiéndose plenamente inmersos en el mundo creado por el primer filme. "Hemos recuperado diversos elementos de atrezo", comenta. "No va a parecer un sitio distinto. En ese aspecto, no va a desentonar. Habrá una continuidad total en ese sentido, pero también resultará refrescantemente distinto, que es lo adecuado para conseguir que todo esto siga resultando dinámico e interesante para los espectadores".

Para el final, cuando Edward, Eve y Harry acaban en las marismas, las escenas submarinas se rodaron en Pinewood Studios, en un gigantesco depósito de agua. Una vez más, Irvine estaba encantado. "El depósito es del tamaño de una casa, te encuentras allí, con la máscara de oxígeno puesta, y es un momento en el que tienes ocasión de hacer algo que en circunstancias normales jamás podrías hacer. Nunca en mi vida había hecho submarinismo. Fue genial poder ir a trabajar cada día y saber que eso es lo que me pasaría el día haciendo". Fox se muestra menos entusiasta con la secuencia acuática. "Creo que me ha quedado claro que soy definitivamente una persona de tierra firme", comenta riendo.

Como la película se rodó entre noviembre y diciembre de 2013, a temperaturas bajo cero, Irvine reconoce que le sorprendió el esfuerzo que le costó actuar como que estaba asustado. "El miedo es una de las emociones más agotadoras de interpretar. La pobre Phoebe es la que se llevó la peor parte. ¡Yo lo tuve bastante fácil! Yo servía de ligero alivio, era el personaje que aparece para tranquilizar a todos. Mientras que Phoebe tenía que estar en un estado exacerbado, de máxima tensión, durante toda la película... creo que acabó un poco machacada".

No ayudó el hecho de que Harper, al que le encanta gastar bromas, estuviera más que dispuesto a aprovecharse de su carácter nervioso. Fox recuerda un ensayo ante las cámaras: "Era una escena bastante tranquila, yo tenía que abrir una maleta, mientras las cámaras rodaban. Estaba contemplando algo triste, supongo, mientras Tom andaba escondido tras el umbral de una puerta, justo delante de mí, y, en mitad de la toma, apareció de un salto y me dio un susto que te cagas. ¡Está todo grabado! Y además todos sabían que lo iba a hacer... Seguro que acaba en el DVD".


Con todo lujo de detalles: El mito continúa
A lo largo del rodaje y más allá, al equipo le preocupaba como es lógico que LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE ofreciera algo nuevo a los fans del libro original, la obra de teatro y la película. "Pretendíamos ofrecer al público más acción y más terror, sin perder por ello la contención que exige el suspense", aporta Harper. "Para conseguir que la gente vuelva al cine... necesitas un equilibrio delicado. Quieres darles más de lo que tuvieron la última vez pero, al mismo tiempo, lo que funciona tan bien del terror es la escasez, menos es más".

Armbrust agrega: "La mujer de negro lleva un tiempo inactiva. A la hora de desarrollar la mitología, hablamos de ella como depredador (los niños son, en esencia, su presa), pero también como cazador inteligente. Busca a Eve por la particular experiencia de Eve con su propio hijo. Es muy similar a lo que la mujer de negro le hizo a Kipps en la primera película. La pérdida de su mujer lo hace susceptible a creer en lo sobrenatural y en la otra vida".

Es inevitable que, con "La mujer de negro" en el título, la película se vea como una secuela. Aun así, no cuenta con ningún personaje de la original, sino que, más bien, como señala McCrory: "No es una secuela, la casa y la propia mujer de negro es lo que une ambas historias, pero nadie de esta historia conoce la otra. Son películas completamente distintas. También tiene un tono muy distinto. Y todo el diseño es igualmente muy diferente. No es gótico. Es mucho más naturalista".

Fox se muestra de acuerdo y agrega que la película original tenía un tono más exacerbado, comparado con el filme de Harper. "El estilo, lo que sucede, es algo más moderno, supongo. No es que la primera película tratara únicamente sobre la mujer de negro y lo que sucedía en el pueblo, pero nuestra película es más bien un estudio de personajes. Trata sobre los protagonistas, sus vidas y su pasado, así como sobre la mujer de negro y todo lo que sucedió en la casa Eel Marsh. Así que se sigue un hilo más humano y personal a lo largo de la misma".

Sin duda, el filme juega con la idea de que cada personaje carga con un dolor emocional que debe asumir, de forma similar a cómo Kipps lloraba la muerte de su mujer. Mientras Eve debe aceptar la culpa por renunciar a su bebé, Jean afronta el dolor de ver a su marido y a sus hijos luchando en la guerra y a Harry todavía lo domina la angustia por haber perdido a su tripulación. "Todos tienen sus propios fantasmas, por decirlo así", explica Irvine. "Si quitas el elemento de terror, la historia seguiría sosteniéndose. No es como una montaña rusa. Es una auténtica pieza dramática".

Entonces, ¿cómo habría que llamarla? "Tal vez sea el capítulo siguiente de la historia de la mujer de negro", plantea Croker. "La primera es más bien una historia de misterio en lugar de una de terror. Un tipo llega a un pueblo que no conoce. Está sucediendo algo extraño y tiene que descubrir qué es. Esto es algo distinto, se encuentran en la casa antes y empiezan a suceder cosas. Es más: ‘¿Cómo paramos esto?’, y podemos pararlo averiguando qué está pasando, pero, fundamentalmente, ahora mismo está pasando algo muy malo, que tenemos que detener".

Oakes asegura que "no es posible evitar el hecho de que esta película se perciba como una secuela, pero nos interesa mucho que los espectadores vean esta cinta como un filme independiente por derecho propio". Tal y como lo ve Holden, LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE ha conservado el espíritu de la original, pero lo lleva en una nueva dirección. "Tenemos un guionista distinto. Tenemos un director distinto. Tenemos un reparto distinto. Tenemos una época distinta. Tenemos escenarios distintos. Sigue habiendo un hilo de la mujer de negro, no me malinterpretes, acaban conectando. Pero es un tono diferente. Esta película tiene una visión diferente". O, como lo pone Fox: "Creo que da mucho más miedo".


Acerca de Hammer
Fundado originalmente en 1934, el legendario estudio cinematográfico británico de terror ha ofrecido una larga serie de películas de enorme éxito a lo largo de los años, entre las que figuran "Drácula", "Frankenstein creó a la mujer", "Hace un millón de años" o "Las amantes del vampiro". La compañía lleva desde 2008 revitalizando esta querida marca global a través de inversiones tanto en nuevos medios como en los más tradicionales.

Tras cesar sus actividades de producción en la década de 1980, Hammer regresó a la gran pantalla en 2010 con el estreno de la cinta de gran éxito de crítica "Déjame entrar (Let Me In)", adaptación de la alabada película sueca "Déjame entrar (Let The Right One In)". El filme estaba escrito y dirigido por Matt Reeves ("Monstruoso (Cloverfield)") y protagonizado por Chloë Grace Moretz ("Kick-Ass: Listo para machacar") y Kodi Smit-McPhee ("La carretera (The Road)").

En 2011, Hammer estrenó "La víctima perfecta", del director Antti Jokinen, protagonizada por la ganadora del Óscar en dos ocasiones Hilary Swank ("Boys Don’t Cry", "Million Dollar Baby"), Jeffrey Dean Morgan y la leyenda de Hammer sir Christopher Lee, así como "Wake Wood", que cosechó excelentes críticas, y estaba dirigida por David Keating y protagonizada por Aidan Gillen, Eva Birthistle y Timothy Spall.

En febrero de 2012 se estrenó en las salas comerciales la primera historia de fantasmas producida por Hammer para la gran pantalla, "La mujer de negro", dirigida por James Watkins, adaptada por Jane Goldman, a partir del libro de Susan Hill, y protagonizada por Daniel Radcliffe. La película recaudó más de 130 millones de dólares en todo el mundo, lo que la convierte en uno de los mayores títulos de terror independientes de la historia.

El título más reciente de Hammer, "El estigma del mal", protagonizado por Jared Harris ("Mad Men", "Sherlock Holmes: Juego de sombras") y Sam Claflin ("Los juegos del hambre: En llamas", "Blancanieves y la leyenda del cazador", "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas"), y dirigido por John Pogue ("Cuarentena terminal") se proyectó en competición oficial en la edición de 2014 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.

LA MUJER DE NEGRO: EL ÁNGEL DE LA MUERTE, que continúa la historia de "La mujer de negro" cuarenta años más tarde, se estrena en nuestro país en febrero de 2015. La película está protagonizada por Jeremy Irvine ("War Horse (Caballo de batalla)", "Grandes esperanzas", "Un largo viaje"), Helen McCrory ("Skyfall", "La invención de Hugo", "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte") y las estrellas emergentes Phoebe Fox ("War Book", "Switch") y Oaklee Pendergast ("Lo imposible"), y dirigida por Tom Harper ("The Scouting Book For Boys", "War Book", "Peaky Blinders"). Jon Croker ("El bailarín del desierto") escribió el guión a partir de un argumento original de Susan Hill, autora de la novela de "La mujer de negro".

Además de sus próximas películas, Hammer diversificó recientemente sus actividades al introducirse en el mundo del teatro con la puesta en marcha de Hammer Theatre of Horror. Su primer proyecto teatral fue un montaje de "Otra vuelta de tuerca", basado en la clásica historia de fantasmas de Henry James, protagonizado por Anna Madeley y Gemma Jones, que se representó en el teatro Almeida de Londres hasta marzo de 2013.

En la primavera de 2011, Hammer se asoció con Arrow, parte del grupo editorial Penguin Random House, para crear Hammer Books. Entre los títulos publicados recientemente por este sello se encuentran "The Greatcoat", de Helen Dunmore, "The Daylight Gate", de Jeanette Winterson, "The Orphan Choir", de Sophie Hannah, "The Quickening", de Julie Myerson, "Touched", de Joanna Briscoe, y "Breakfast with the Borgias", del ganador del premio Booker DBC Pierre.

Hammer también tiene en proceso de creación una atracción turística de Hammer.